Por Luis Manuel Aguana
Siempre ha sido del interés de este escribidor conocer, y por motivos meramente académicos de seguimiento histórico de lo que sucede en Venezuela (por si acaso), cómo serían los primeros minutos siguientes a una posible caída del régimen de Nicolás Maduro Moros. Esto es, cuando ya fuera evidente el vacío de poder generado por tal evento. Y no es porque espere que esto vaya a suceder pronto, a pesar de la presión armada de los EEUU en el Caribe, sino por el cuadro complejo que rodea ese evento, anterior y posterior, y cuya complicación se eleva exponencialmente en este momento conforme pasan las horas.
Para muchos no luce tan claro porque, luego de tanta amenaza, el gobierno de los EEUU aún pareciera estar pensando de qué manera podría lograr la salida del régimen de Nicolás Maduro Moros de Venezuela. Algunos se preguntarán: si tienen los soldados mejor entrenados, los portaviones, los cañones, los aviones, la mejor tecnología de guerra, trasladada a las costas venezolanas, ¿por qué aún Maduro sigue en el poder?
En agosto pasado publiqué una nota que contesta parcialmente esa pregunta, y la titulé “Hacer política en Venezuela” (ver Hacer política en Venezuela, en https://ticsddhh.blogspot.com/2025/08/hacer-politica-en-venezuela.html), que resume el punto: la oposición para ese entonces no tenía un plan para esos primeros minutos a los que me referí al principio, como lo revelara el exembajador de los EEUU en Venezuela con sede en Bogotá, Colombia, James Story, y que amplío en esa nota.
Story indicaba que si los venezolanos les pedían ayuda de los EEUU, debían presentarles la versión venezolana del Marco para la Transición Democrática para Venezuela, que aunque antes fuera rechazado por la oposición, tampoco propuso ninguno (para aquellos que deseen recordar esta propuesta, les sugiero leer Marco para la transición democrática de Venezuela, presentado por Mike Pompeo, Secretario de Estado de los EEUU, en marzo de 2020, en https://tinyurl.com/2n92p47v).
Sin embargo, aun así, el Presidente de los EEUU despachó sus barcos a Venezuela, sin un plan opositor de qué hacer cuando ellos se “hicieran cargo de Maduro y sus principales” dentro del país, ya que ellos solo llegarían hasta allí. Lo que pase después estaría a cargo de la oposición y “su plan” para sostenerse en el poder. Y si no se tiene ese plan, de nada valdría que los EEUU “nos hicieran el favor” de liberarnos de la cúpula que nos desgobierna. Pero como dije antes, las cosas no son tan simples como parecen.
Y no fue sino hasta hace pocos días que nos enteramos por noticias del Washington Post del 8 de diciembre, reseñadas en español por el portal Primicias, que “la opositora venezolana (Maria Corina Machado, Premio Nobel de la Paz) le entregó un plan a Estados Unidos para facilitar la salida de Nicolás Maduro del poder en Venezuela” (ver Primicia, Trump analiza un plan de María Corina Machado para facilitar la salida de Maduro en Venezuela, en https://www.primicias.ec/internacional/plan-maria-corina-machado-salida-maduro-venezuela-estados-unidos-111329/?utm_source=taboola&utm_medium=cpc).
De acuerdo al Washington Post aunque el equipo de MCM “no compartió al Gobierno de Trump su plan completo por razones de seguridad, funcionarios estadounidenses admitieron al Post que "tienen una mayor preparación de lo que se creía" (ver nota señalada del portal de Primicia).
Lo anterior no es nada halagador. De no tener nada, a admitir que al menos existe “una mayor preparación”, no es suficiente para emprender una acción de la significación de la que estamos hablando. Pero lo que mayor inquietud me provocó fueron las estrategias reveladas por el Post:
- "Los documentos internos del Gobierno estadounidense, al que accedió el medio, señalan que el plan esbozado por Machado y su equipo propone crear fuerzas para estabilizar el país entre las primeras 100 horas y los primeros 100 días tras la salida de Maduro.
- Luego de esto se celebrarán nuevas elecciones presidenciales durante el primer año.
- El equipo opositor realizó un análisis detallado del Ejército venezolano y concluyó que solo sería necesaria una purga "limitada" de militares.
- Señalan que únicamente el 20% de los oficiales son "irredimibles" y el resto se muestran contrarios a Maduro o son apolíticos" (ver nota señalada del portal de Primicia).
Me voy a atrever a comentar esta estrategia, aun reconociendo que, de no tener nada como indicaba James Story a esto, es un paso realmente significativo, pero desconectado de la realidad. Veamos.
¿Qué significa “crear fuerzas para estabilizar el país” entre cero y 100 días? Si no existen previamente esas fuerzas y se van a crear del momento cero del vacío de poder, ese plan va directo al fracaso antes de comenzar. Es por eso que los EEUU no se quieren quedar después de resolver la salida del régimen, ¡y eso es completamente lógico! Si lo hacen, se involucrarían en la confrontación interna que están precisamente tratando de evitar. ¿Quién crearía esas fuerzas? ¿Los EEUU? ¿Algún otro gobierno? ¿Edmundo González Urrutia (EGU) y María Corina Machado (MCM)? Cualquier fuerza creada previamente –y no puede ser creada de otra manera– se deberá quedar en Venezuela para sostener la gobernabilidad del país y la estabilidad de cualquier nuevo gobierno.
No me extrañó ver una llamada de elecciones en un plan como este. No repetiré lo que ya he escrito en relación a realizar elecciones luego del desplazamiento del régimen (pueden leer las razones en Constituyente antes que elecciones, en https://ticsddhh.blogspot.com/2025/11/constituyente-antes-que-elecciones.html). Lo único que recordaré aquí es que cualquier gobernante que se le ocurra llamar a elecciones generales –descartando una Constituyente- sin rehacer completamente la institucionalidad del país, está montado sobre una bomba de tiempo política.
En 1958, a pesar de que la Junta Militar de Wolfgang Larrazábal legalizó a unos partidos existentes y vertebrados para que se pusieran de acuerdo para unas elecciones generales en diciembre de ese año, prevaleció el espíritu de unidad para la estabilidad política del país. Firmaron un Pacto político –Punto Fijo- para que quien resultara electo lo respetara y mantuviera lo que tanto había costado.
Y aun así, con la estabilidad que le dieron al gobierno los militares de entonces, y todas las fuerzas políticas cohesionadas para que el país saliera adelante, los intentos de golpe de Estado estuvieron a la orden del día. Hubo uno el mismo año 1958, y el Presidente que salió electo tuvo otros 5 intentos de golpe e insurrecciones militares. La inestabilidad durante esos 6 años, la de Larrazábal de 1958 y la de los 5 años del gobierno de Rómulo Betancourt, estuvo a la orden del día, a pesar de los consensos políticos entre verdaderos partidos. Pero se sostuvo por la cohesión política y militar. ¿Habrá esa cohesión después del desplazamiento de Nicolás Maduro Moros, con partidos destruidos? Definitivamente no…
El gobierno que presidiría EGU tendría una fracción de la estabilidad política de esa época y menos aún el gobierno que vendría luego de esas supuestas elecciones, con una Constitución especialmente diseñada para un gobierno autoritario, sin parlamento con dos cámaras, sin controles constitucionales al gobernante, altamente centralizado y unas Fuerzas Armadas desmanteladas, sin contar con partidos sólidos –no los actuales cascarones- que defiendan la democracia porque absolutamente todos con sus liderazgos fueron cooptados por el régimen. ¿Qué parte de la palabra REFUNDACIÓN todavía no comprenden? Muy diferente a la situación de 1958 y siguientes. ¿Duraría un gobierno producto de esas supuestas elecciones? Lo dudo mucho…
Pero la guinda de la torta que cierra la estrategia publicada por el Washington Post es definitivamente memorable. El análisis realizado por el equipo opositor concluye que “solo sería necesaria una purga "limitada" de militares”, ya que “únicamente el 20% de los oficiales son "irredimibles" y el resto se muestran contrarios a Maduro o son apolíticos”.
Me intrigó de dónde habían salido esos números que asumen que solo el 20% de la oficialidad de las Fuerzas Armadas era “irredimible”, hasta que vi el programa de Nitu Pérez Osuna en su canal de Youtube, entrevistando a Vladimir Petit Medina, y el porqué la oposición piensa que ese 80% “se muestran contrarios a Maduro o son apolíticos”. Allí Petit habla de un estudio donde se remarcan las razones según las cuales se piensa que la mayoría –el 80%- de los militares no actuarían frente a un cambio de sistema. Inferí que fue de allí donde salieron los números que publica el Post:
“VPM: Porque fíjate, la gente asume y entiende que esta gente no son soldados profesionales, son gente de negocio. Que lo que hacen es negocio, les gusta el negocio, saben de costo de oportunidad, de número, de pago de nómina, de inflar las cosas, de cuánto queda por la comisión en el depósito, etcétera. Y eso los hace altísimamente oportunistas, pero además lo disfraza como pretoriano puro, porque un ejército que no le sirve profesionalmente al Estado y a sus conciudadanos es un ejército que se ha convertido en una especie de partido político o un conjunto, un digamos un consejo de príncipe de un Estado en el cual todo tienen y nada le falta. Y están rechazados ampliamente por los venezolanos. Entonces, este tipo de persona me permite concluirte que en un momento determinado, frente a un cambio de sistema, ellos por su espíritu de negocio y su sentido olfato de costo de oportunidad, son los primeros que van a ver, sobre todo si hay un referéndum andante en las calles y todo el mundo desplegado y tal, ¿qué es lo que está pasando? Cómo sus capacidades de preservación del sistema están muy disminuidas o inexistentes y oportunistamente van a respaldar el cambio.
NPO: Entonces, vengo a a la pregunta inicial y leemos unos comentarios y me la respondes. Fíjate. La pregunta inicial es, ¿quién controlará a las fuerzas armadas luego que llegue la democracia?
VPM: El gobierno de transición va a estar en condiciones de controlar la Fuerza Armada…
NPO: ¿Pero con quién?
VPM: Pero ya va…Con el esquema legítimamente constituido de María Corina y González Urrutia.
NPO: Está bien, pero esa no es la pregunta….
VPM: Pero déjame decirte, porque oportunistamente ellos se van a plegar, pero el asunto es que se van a plegar, pero no van a dejar de hacer lo que hacen porque en el tipo de negocio que están metidos no es un tipo de negocio al cual la gente se puede salir” (ver Entrevista de Nitu Perez Osuna con Vladimir Petit Medina, ¿Quién va a controlar al Ejército después del régimen? 15 diciembre de 2025, en https://youtu.be/JsUg3z4oNEo?t=2074).
En otras palabras, el 80% de los militares aceptarían de buena gana ese cambio porque ahora son “gente de negocio”, y que con eliminar (eso lo digo yo) el 20% sería suficiente, y luego un gobierno civil de EGU y MCM controlaría el país. Lamento tener otra interpretación de esa teoría.
Precisamente PORQUE ES AHORA que controlan los negocios, que de acuerdo a Petit Medina no podrían continuar en democracia, y que todos sabemos cuáles son, es que estarían claramente en contra de un cambio de sistema. Nitu con su extraordinario olfato periodístico, no consideró contestada adecuadamente la pregunta acerca de “¿quién controlará a las fuerzas armadas luego que llegue la democracia?”. Y mi respuesta a esa pregunta no puede ser otra que las mismas Fuerzas Armadas que hipotéticamente cambien de bando (y lo digo así porque alguien tendría que estar haciendo PREVIAMENTE el trabajo para garantizarlo), u otra fuerza que en contrario las supere y las obligue al sostenimiento de un nuevo estado de cosas, con un nuevo gobierno. Y no creo que esa otra fuerza sean los EEUU por muchas razones geopolíticas que no caben discutir en este espacio.
Y esa es la situación que reiteradamente se niega a aceptar la oposición venezolana. Y hasta que esa pregunta no sea adecuadamente respondida, con un plan creíble y ejecutable, el estado de cosas en Venezuela difícilmente mejorará. Al contrario, empeorará. De nuevo, como lo indiqué en agosto, cualquier plan opositor debe incluir a todos los sectores, sociedad civil, Iglesias, trabajadores, etc., pero en especial a los dolientes que han participado en esta lucha en contra de lo que sucede en Venezuela. ¡Eso lo llamé hacer política! Y fue lo que se hizo durante el transcurso de 1958 y de allí salió un Pacto de gobernabilidad con 40 años de estabilidad política y Constitución incluida. Y hasta que eso no se entienda, no saldremos del problema…
Caracas, 19 de diciembre de 2025
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