Por Luis Manuel Aguana
Bien encaminada pareciera estar la decisión de la oposición
oficial de ¡por fin! asumir los Artículos 333 y 350 de la Constitución con el
fin de enfrentar al régimen en su determinación de imponer un fraude
constitucional vía constituyente (ver Manifiesto de la Unidad Democrática en
defensa de la Constitución y la Democracia, en http://www.unidadvenezuela.org/2017/06/unidad-democratica-iniciara-nueva-etapa-lucha-social-defensa-la-constitucion-la-democracia/).
Y digo pareciera porque si bien es cierto eso hay que
hacerlo, creo que se saltaron algunos pasos antes de llegar allí. Lo primero
que hay que hacer es decirle a la gente como se come eso. El solo expresar “estamos
en 350” o “estamos en 333” requiere que antes se le explique, y mas allá, se conduzca
a la población a la ejecución de las acciones cívicas y no violentas que se
realizarán con la ayuda de ellos, más allá de solo indicarles que estén en las
calles o exhortar a la población a que declaren “que no permitirán el uso de
los centros electorales y centros comunitarios para la violación de la
constitución…” (Séptimo punto del Manifiesto de la MUD).
He estado “en 350” desde el año 2013, al desconocer públicamente
y en la práctica al CNE como institución que refleja la voluntad de los
electores venezolanos y expliqué en su momento porqué (Ver Porqué no les daré
mi voto, en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/11/porque-no-les-dare-mi-voto.html).
Pero la MUD hasta ahora ha reconocido al CNE participando, y haciendo que la
población participe, en todas las elecciones hasta la fecha. Algunos dirán que
les salió bien porque existe una Asamblea Nacional opositora. Pero aun así, en
el neto, hemos llegado a lo mismo, a desconocerlos por sus acciones
inconstitucionales, solo que muchos años después, luego de mucha destrucción y
muerte, y donde todos hemos perdido por haber llegado tarde a la misma
conclusión a la que yo llegue en el 2013. Es tarde para decir que hubiera
pasado si los hubiéramos desconocido antes cuando Capriles no quiso marchar al
CNE. Aunque quisiera no tienen mi reconocimiento por eso, y espero que ese
desconocimiento que ahora hacen también aplique a su participación en cualquier
elección futura hasta que este CNE cambie, incluyendo la de Gobernadores y
Alcaldes.
Dicho esto, quiero volver al punto inicial: ¿y cómo se comen
en la práctica ahora el 333 y el 350? Porque es muy simple decirle a la
gente que “impidan el uso de los centros electorales” sin provocar violencia y
muertos, o mantenerse en las calles indefinidamente evitando más muertes de
adolecentes. Pregunten a la dirigencia más allá de la rabia que eso nos pueda
provocar. ¿Cómo colabora un ama de casa común, o un jubilado de la cuarta edad,
o un simple trabajador, que por una u otra razón no ha podido, aunque haya
querido, estar en una de esas marchas de protesta cívica? La oposición podrá
sacar a la calle un millón de personas pero en el RE hay 19 millones de
personas. ¿Cómo se hace para que esas personas que están allí y que se oponen a
este régimen se manifiesten abiertamente con un 333 o un 350?
Esas son las preguntas difíciles que nos deben responder responsablemente
los dirigentes de la MUD. Si bien es cierto que existen efectivamente venezolanos
que están batallando en las calles, ellos no pueden, ni deben ser, aunque lo
quieran, material humano bélico de enfrentamiento en contra de un gobierno
asesino armado hasta los dientes, que en lugar de alimentos y medicinas, gasta
los reales en tanquetas, balas y bombas lacrimógenas para reprimirlos.
Entonces nuestra lucha es y tiene que ser cívica y no violenta.
Y eso no significa que se rehúyan las manifestaciones de calle a las que el
régimen agrede abiertamente, sino que todas las acciones que se realicen deben
tener una característica tal que traigan como consecuencia la participación de
la mayor cantidad de personas posible en actos cívicos que impliquen un
accionar democrático, y que de ser reprimidas expongan y debiliten aun mas al
régimen y a su base de sustentación.
El año pasado me refería a como entendíamos desde la Alianza
Nacional Constituyente la ejecución del Artículo 350 (ver El verdadero
desconocimiento del Artículo 350, en http://ticsddhh.blogspot.com/2016/10/el-verdadero-desconocimiento-del.html)
y la colaboración a la restitución de la vigencia de la Constitución del 333. Allí
describía que el solo hecho de activar el Poder Originario establecido en el
Artículo 347, por encima de los Poderes Constituidos ya era de hecho el
desconocimiento previsto en el Artículo 350. La aplicación misma de las Bases
Constituyentes para el llamado a una Constituyente Originaria, era en sí misma
un desconocimiento del CNE, TSJ, Ejecutivo Nacional y el resto de los Poderes
secuestrados por el régimen.
¡El solo hecho que un ciudadano común firmara una planilla
de recolección de firmas para activar el Poder Originario ya constituía la activación
del 333 y 350 por parte de ese ciudadano! ¡Y eso sin que expusiera
su vida frente a la Guardia Nacional! Mi primera aproximación aquí debería ser
a que lo activáramos con unas Bases Constituyentes que ya hemos hecho del
conocimiento público. Pero habida cuenta que ahora no se trata de la activación
del Poder Originario para llamar al Constituyente sino para que se pronuncie en
contra de un fraude constitucional, el método es exactamente el mismo y está en
manos de la Asamblea Nacional. Veamos.
En una nota anterior explicaba el mecanismo del Artículo 71 (ver
La batea de la Asamblea Nacional, en http://ticsddhh.blogspot.com/2017/06/la-batea-de-la-asamblea-nacional.html)
y la propuesta de la Alianza Nacional Constituyente a la Asamblea Nacional (ver
Mensaje de la ANC a la Nación, en http://ancoficial.blogspot.com/2017/05/mensaje-de-la-alianza-nacional.html,
y Comunicación dirigida a la AN por parte de la ANC en fecha 25-05-2017, http://tinyurl.com/yd8w2dqy).
¿Qué requiere esto? De una decisión formal de la Asamblea Nacional
-que todavía esperamos- de ir a un proceso de Referendo Consultivo con la
mayoría simple de sus integrantes de acuerdo al Artículo 71 y establecer a
seguidas un cronograma de ejecución inmediata para esa consulta sin
el CNE porque estamos en 350, con la colaboración cívica de todos
los ciudadanos, investidos o no de autoridad, porque estamos en 333. Estoy
seguro que eso lo montaría la MUD en pocos días con la colaboración de todos cívicamente.
Así nos comeríamos esa decisión de llamar al 333 y al 350 con la participación
de 19 millones de ciudadanos.
Creo entonces que la cosa no está en impedir que ellos voten
como dice ese Manifiesto de la MUD, sino en hacer que ellos impidan que
nosotros lo hagamos demostrando mayoría. Se vería extraordinariamente mal que
nosotros seamos lo que impidamos votar cuando ¡son ellos quienes nos lo
impiden a nosotros! ¿Se imaginan al 85% de ese Registro Electoral ejerciendo
su derecho a votar en un Referendo Consultivo, llamado por las fuerzas
democráticas los días previos al 30 de julio, haciendo cola frente a unas cajas
de cartón –sin máquinas- en todas las ciudades de Venezuela en los sitios más
diversos? ¿Qué haría el régimen? ¿Nos echaría encima a la Guardia Nacional pretoriana
en toda la geografía nacional para acabar con las colas de personas que lo que
desean es expresarse cívicamente para vivir en democracia? ¿Se atrevería Maduro
a matar a la gente en esas colas de gente asumiendo la constitución
pacíficamente? Me imagino cómo reaccionaría la comunidad internacional cuando observen
los videos de la GNB dispersando con “gas del bueno” a la gente en las colas
tratando de votar. A eso es que hay que obligar al régimen.
Y si lo hacen, ¿se lo permitirán los militares? Allí es
donde le veríamos el hueso a las Fuerzas Armadas. Allí es donde aquellos que están
para hacer cumplir la voluntad del pueblo con sus armas se tienen que definir a
favor o en contra de que ese mismo pueblo se exprese cívicamente. ¡Y
lo harán precisamente a través del 328, 333 y 350 porque les daríamos la
oportunidad única para eso! Porque no es al frente de una ballena,
la GNB o los colectivos armados que el pueblo venezolano deberá ganarle la
batalla a estos delincuentes, sino en el mero centro donde se encuentra el
origen de la legitimidad de las instituciones: en el voto. Si lo hacemos adecuadamente,
habremos conducido esta lucha cívica con la menor exposición de vidas y con la
mayor probabilidad de éxito, porque nos habremos comido como es el 333 y el
350, y obligado al 328 quienes les corresponde.
Caracas,
21 de Junio de 2017
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana