Por Luis Manuel Aguana
Los números están en la
naturaleza, en el orden natural establecido por Dios cuando construyó al mundo
y a todas las cosas. El Universo tiene
una construcción definida por El Creador y que no tiene nada que ver con lo que
ha inventado el hombre porque éste pertenece a él. Los números están en todas
partes, fueron primero que el ser humano y son ellos quienes definen la
arquitectura de todo lo natural, no al revés.
Quienes hayan visto el David
de Miguel Angel y las pinturas de Leonardo Da Vinci, no pueden menos que
maravillarse de esta perfección de la naturaleza. ¿Y porque, dirán ustedes, si
todas estas obras fueron creadas por el hombre? Pues porque estos grandes
artistas del Renacimiento y gloria de la humanidad, al mismo tiempo de ser los
genios que fueron, estudiaron las proporciones que la naturaleza eligió para el
ser humano.
El ser humano tiene una
proporción dada por la naturaleza y descubierta por Marco Vitruvio Polión,
arquitecto romano del Siglo I, AC. El famoso dibujo de Leonardo
da Vinci, el Hombre de Vitruvio, sobre las proporciones del hombre, está
basado en las indicaciones de la obra de ese importante tratadista romano.
Da Vinci
redescubrió y mejoró los hallazgos de Vitruvio y los aplicó en sus obras; por
ejemplo, que el pie de una persona equivale a una séptima parte de la altura de
su cuerpo o que desde la planta del pie hasta debajo de la rodilla será la
cuarta parte de esa altura (ver Hombre de Vitruvio en http://es.wikipedia.org/wiki/Hombre_de_Vitruvio).
Es por eso que al seguir al
pie de la letra las indicaciones de la naturaleza, Miguel Angel esculpió al
David, retrato fiel de lo que sería el hombre perfecto. Y así como el hombre,
todo lo que existe en el Universo misteriosamente se rige por leyes matemáticas
que apenas podemos entender, tan solo contemplar en su majestuosidad.
La llamada “Divina
Proporción o “Número Áureo” mencionado en la famosa novela de Dan Brown, “El
Código Da Vinci”, y al que se le atribuyen características esotéricas, está
presente en la naturaleza de una manera impresionante que nos hace recordar que
detrás de todo debe hallarse una inteligencia superior y a la que llamamos
Dios.
El “Número Áureo”
surge al plantear el problema geométrico siguiente: dividir un segmento en dos
partes, de forma que, al dividir la longitud total entre el mayor, obtengamos
el mismo resultado que al dividir la longitud del mayor entre la del menor. El
número que cumple eso es infinito, no periódico: 1,618033988749….. Sorprendentemente, si usted
divide la longitud de su brazo por la de su antebrazo va a
obtener una cifra similar. En la medida que una proporción se acerca a ese
número es más perfecta y más bella, como el David de Miguel Angel.
La proporcionalidad
del “Número Áureo” se ha podido apreciar en la arquitectura de la Alhambra de
Granada, en el Partenón de la Acrópolis griega y en muchísimas obras
artísticas, con aplicaciones en la música y en la pintura de todos los tiempos.
Y lo más increíble, en la propia naturaleza que es de donde nace. El solo
apreciar los ejemplos que la naturaleza nos da, nos pone a pensar en grandeza
de la construcción del Universo. Aprécienlo ustedes mismos en este bellísimo
video titulado “Nature
by Numbers”, particularmente inspirado en los números de Fibonacci y la Divina
Proporción:
Y así como Marco
Vitruvio Polión y Leonardo Da Vinci descubrieron las relaciones de
proporcionalidad de la misma naturaleza, en 1881 el astrónomo y matemático
Simon Newcomb descubrió otra muy importante relación natural y cuya formulación
fue publicada ese año en el American
Journal of Mathematics.
Newcomb descubrió
que en todos los procesos naturales que arrojan cantidades medibles, los
primeros dígitos, de izquierda a derecha, de los números que las conforman, no
se distribuyen de una manera uniforme, sino que aparecen con una frecuencia
diferente y en orden descendente. Esto es, el numero 1, aparece con más
frecuencia que el 2, el 2 con más frecuencia que el 3, y así sucesivamente
hasta el 8 que aparece con mas frecuencia que el 9.
Para explicarlo de
una manera sencilla, si usted toma la lista de la caja del supermercado
fijándose en los montos que imprimió la máquina con los artículos facturados, y
cuenta por ejemplo, cuantas veces en todos los montos apareció como segundo
dígito de izquierda a derecha, el 0, luego el 1, luego el 2 y así sucesivamente
hasta el 9, comprobará que el 0 apareció más veces que el 1, el 1 más que el 2,
el 2 más veces que el 3, y así sucesivamente hasta el 8 que aparecerá más veces
que el 9. Extraordinario ¿verdad? En la
medida de que existan más observaciones la Ley tenderá a ser más exacta.
Y así como la lista
del supermercado, usted puede contar los granos arroz de los sacos de cualquier
camión que llegue por azar al Mercado de Coche y hacer esa misma prueba y le
sorprenderá obtener el mismo resultado. Es una Ley universal que se aplica a
cualquier conjunto de números que se dé de una manera NATURAL en el Universo. ¡Y
no hay conjuntos de números en la naturaleza que no la cumpla! La naturaleza
vuelve a darnos una lección.
En 1935 Frank
Benford un Físico de la General Electric, llega también a la misma conclusión
de Simon Newcomb y publica su trabajo en el Journal
of American Philosopical Society. La
Ley se le conoce como la Ley de Newcomb-Benford. Para una explicación de mayor
profundidad les refiero al video de ESDATA, Introducción a la Ley de
Newcomb-Benford. No dejen de verlo en http://esdata.info/Newcomb-Benford-1.
Ahora bien, ustedes
se estarán preguntando a estas alturas ¿Y qué tiene que ver esto con el CNE?
¡Muchísimo! En un importante trabajo realizado en el 2004 por un grupo de
técnicos venezolanos e internacionales, se aplicó la Ley de Newcomb-Benford,
para el segundo dígito, en los conjuntos de números provenientes de los
resultados del Referéndum Revocatorio Presidencial de ese año. Los resultados
fueron sorprendentes. Se tomaron los resultados de los números de votos que
totalizaron las maquinitas del CNE en todo el país. ¿Y adivinen qué?
Los conjuntos de
números correspondientes a la opción de Chávez (el NO), para permanecer en el
poder y no ser revocado, no cumplieron la Ley de Newcomb-Benford para el
segundo dígito, mientras que el conjunto correspondiente a la opción de que
fuera revocado (el SI) tuvo el comportamiento esperado de todo conjunto de
números de la naturaleza. Pueden ver el video de ESDATA titulado “La Ley de
Newcomb-Benford y los resultados oficiales del Referéndum Revocatorio de 2004
en Venezuela en los centros computarizados de votación” en http://esdata.info/Newcomb-Benford-2.
Los resultados de
los conjuntos de números correspondientes a la opción “NO” siguieron una
distribución uniforme. Esto es, los números no salieron naturalmente sino con
intervención humana. Esto pasa cuando los conjuntos de números son generados de
una manera aleatoria por un generador de números al azar y que siguen una
distribución uniforme, semejante en todos sus dígitos.
Como bien indica el
video de ESDATA, mientras la opción del “SI” en el Referéndum Revocatorio
cumplía la Ley de la Gravedad, la opción del “NO” de Chávez la violaba
flagrantemente, así como ha violado la
Constitución todos los días desde que asumió el poder.
Pero lo mejor de toda esta historia es que de
acuerdo a un extraordinario trabajo reciente de los Ingenieros Gustavo Delfino
y Guillermo Salas de ESDATA, y de cuyas primeras aproximaciones este escribidor
tuvo acceso, los conjuntos de votos de Henrique Capriles en los resultados de
las elecciones del 7-O, si cumplieron la Ley natural de Newcomb-Benford,
mientras que de nuevo, y al igual que en el 2004, el conjunto de números
correspondientes a Chávez volvió a violar esta ley de la naturaleza. Vean los
siguientes gráficos cortesía de estos dos importantes científicos:
El hombre nunca podrá acercarse a imitar la
respuesta de un conjunto de números en la naturaleza, simplemente es imposible.
No se pueden inventar esos números artificialmente. Es como si se intentara
violar la ley de las proporciones de Marco Vitruvio Polión,
la Ley de la Gravedad de Newton o el orden natural de las cosas.
Es por esa razón
que la Ley de Newcomb-Benford ha sido utilizada internacionalmente para
descubrir fraudes en conjuntos de números como los votos reales de una
población o las cifras fraudulentas de unos balances financieros. Así fue que
se descubrió el fraude financiero de Enrom (ver Las matemáticas y los fraudes
(Caso Enrom)
La violación por parte de
las máquinas y el sistema del CNE en su conjunto, de las leyes naturales es la
razón principal por la cual decimos y afirmamos que SI HUBO FRAUDE TECNICO Y
ELECTRONICO en las Elecciones Presidenciales del 7 de Octubre de 2012. No
existe manera manual de realizar una distribución uniforme de números en los
conjuntos de votos correspondientes a Hugo Chávez en las casi 40.000 maquinas
de votación, sin que haya habido intervención automatizada. Y lo más grave de
esto es que ese sistema sigue allí para elegir los próximos Gobernadores y
Alcaldes de este país el 16D, o peor aun, a un nuevo Presidente después de
Chávez, si se presenta su ausencia definitiva. Saquen ustedes sus propias
conclusiones.
El análisis realizado por
Delfino y Salas con el conjunto de números provenientes de los resultados
electorales del 7-O, que ahora son públicos, pueden ser realizados de la misma manera
por cualquier científico serio de las Facultades de Ciencias o Ingeniería de
cualquier universidad venezolana que desee comprobar el trabajo realizado por
estos técnicos. En cualquier país una denuncia de este calibre daría pie a una
investigación, como lo fue en el caso de Enrom.
De hecho, las universidades,
grupos técnicos de investigación, científicos reputados en Venezuela bien debieran
comprobar estos cálculos y pronunciarse pública y técnicamente en relación a
estos hallazgos. No puede ser que la academia venezolana guarde silencio ante
lo que ocurrió el 7-O, más aún habiendo ahora razones técnicas incontestables
como las señaladas. No puede ser que solamente algunos técnicos y científicos sean
los preocupados por la transparencia de nuestro sistema electoral. Ya es hora
de los pronunciamientos científicos formales.
Al CNE no cumplir con las
leyes de la naturaleza, ésta se encargó de delatarlo. La Ley de Newcomb-Benford
está allí delatando al CNE y a todo el que diga e insista que aquí no hubo
fraude técnico y electrónico ¿Qué dice la oposición “formal” que levantó la
mano de Chávez el 7-O solamente con lo que dijeron las máquinas sin la
verificación ciudadana de Ley? Ya va siendo hora que dejemos de ser “los locos
que hablan de fraude” y se empiece a reconocer públicamente y de una manera
unánime por parte de todos venezolanos, y en particular de los políticos, que
el sistema electoral venezolano está enfermo y viciado para poder empezar su
tratamiento, que no es otro que ir a Elecciones Auténticas…
Caracas, 13 de Diciembre de
2012
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana