Por
Luis Manuel Aguana
He
utilizado en las diferentes entradas de este blog construcciones conceptuales
como las que ilustra el titulo de la presente nota, en un intento de hacer una
simplificación de una situación algo más complicada y que a veces creo que se
explica por sí misma y lamentablemente no es así. Estos bloques o modelos conceptuales
sirven para realizar construcciones más complejas sobre los que se puede
cimentar una idea y son de uso común en disciplinas como la dinámica de
sistemas.
En esta
oportunidad quiero detenerme un poco más en el bloque “Franquicia Opositora”,
no solo porque produjo escalofríos en algunos de los que leyeron mi nota anterior
(ver De la Junta Patriótica al Contragolpe en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/02/de-la-junta-patriotica-al-contragolpe.html)
sino porque es importante a los efectos de poder entender todo el cuadro político
que se teje alrededor de que he dado en llamar la oposición “formal”.
Como
indiqué, los modelos conceptuales pueden ser utilizados como bloques de
construcción. Por ejemplo, cuando alguien de fuera del país, en especial
aquellos periodistas internacionales que desconocen nuestra realidad opositora,
desean entrevistar a alguien representativo de la oposición venezolana, ¿a quién
creen ustedes que buscaría de acuerdo a los estándares generalmente
reconocidos? ¿A Julio Borges o a Diego Arria? ¿Buscaría a alguien de la MUD o a
alguien de la reciente Junta Patriótica?
Obviamente
buscaría entrevistarse con alguien de la MUD para que le diera “luces” acerca
de lo que sucede en Venezuela en el campo opositor, ya que vería al resto como
no representativo. Una lupa mejor enfocada debiera indicarle a nuestro
periodista del ejemplo que busque toda la historia opositora pasada y las
razones por las cuales muchos venezolanos dejamos de considerar que el actual
sistema “formal” de oposición, esto es, la integración de los partidos
tradicionales opositores en una unión electoral, dejaron de ser ya nuestros
representantes frente a un gobierno autoritario y dictatorial.
Mal
pudiera representar a toda la oposición venezolana una unión electoral cuyos
principales representantes ni siquiera representan a sus propios militantes (ver
Dirigente de AD pidió al TSJ que se
realicen elecciones internas en el partido en http://www.elperiodiquito.com/article/66538/Dirigente-de-AD-pidio-al-TSJ-que-se-realicen-elecciones-internas-en-el-partido)
. Esa patética situación es la que podría estar detrás de todo lo que hemos
denominado con otra construcción conceptual bien conocida: colaboracionismo.
Pero de
cara al mundo, la MUD ha heredado el apoyo que todos nosotros le dimos al
movimiento opositor integrado por todos los partidos políticos de oposición,
FEDECAMARAS, la CTV y sociedad civil en general, quienes unidos el 2002
provocamos una marcha como nunca antes se había visto en el mundo en protesta
de una forma de gobierno y que si produjo resultados, lamentablemente a costa
de la vida de muchos venezolanos. A pesar de que la situación del país en la
actualidad es completamente diferente aun disfrutan de esa herencia.
¿Sigue
siendo esta unidad de partidos electoral representante legítima de la oposición,
cuando justamente el sistema electoral está viciado y no responde a los intereses
de la mayoría de los venezolanos, sino a los de un solo partido? ¿Cómo puede
tolerar la llamada oposición democrática constituida en la MUD la existencia de
presos políticos torturados y maltratados como Simonovis?
El
detentar lo que he llamado la “Franquicia Opositora” del país les ha dado la
patente de corso para continuar y continuar llevando a los venezolanos a múltiples
procesos electorales, vendiendo la fatua esperanza de que ahora si saldremos de
esto pero atornillando al régimen una y otra vez. Ese círculo vicioso tiene un
precio altísimo en muertos por la delincuencia, en la calidad de vida de todos
nosotros y en la destrucción sistemática del país.
Pero
precisemos mejor el concepto. Del Diccionario de la Real Academia Española, DRAE:
Franquicia (2da. acepción) 2. f.
Concesión de derechos de explotación de un producto, actividad o nombre
comercial, otorgada por una empresa a una o varias personas en una zona
determinada.
Los venezolanos, de
acuerdo a esa definición, hemos concedido a un grupo político denominado MUD,
el derecho de explotación de la actividad de oposición política en Venezuela.
Ahora me pregunto ¿Por qué y a cuenta de qué los partidos se han alzado para
siempre con ese derecho? Es posible que por el llamado a elecciones primarias
abiertas de la oposición en febrero del 2012, los más de tres millones de
electores que concurrimos a esas elecciones le diéramos a la MUD esa patente,
pero eso se agotó el 7 de octubre del 2012. A partir de allí, y al menos que
los opositores decidamos concurrir de nuevo a otro proceso electoral primario
para ir otra vez al matadero de unas elecciones fraudulentas, mal pudiera pensar
la MUD que representa a la oposición venezolana. Y menos con un candidato
puesto a dedo por ese cascarón.
Las nuevas formas de
oposición política que han aparecido, como la Junta Patriótica, pueden
perfectamente competir con esa asociación vacía de partidos. Sin embargo
todavía existe la percepción generalizada en el opositor común que la MUD es la
única representante los intereses de los opositores venezolanos, alzándose con
esa Franquicia Opositora, sin dejar espacio a más nadie, incluso a diputados
que a “motu propio” han salido a expresar su exigencia por condiciones
electorales ante el CNE.
Uno de los requisitos
fundamentales para ser opositor es HACER OPOSICION. Ese requisito ha sido
obviado por este franquiciado-la MUD-, por múltiples razones, entre ellas las
de convivir con el régimen y perpetuarlo a cambio de subsistencia, no exigiendo
Elecciones Auténticas. Con lo cual los franquiciantes-el pueblo opositor-,
tenemos el legítimo derecho de revocarles la franquicia y dársela a quienes
creamos que si están realizando algo para devolver la soberanía y la institucionalidad
al país.
Al punto donde nos
encontramos, cualquier grupo opositor que se alce con la Franquicia Opositora
no puede menos que EXIGIR dos condiciones irrenunciables: Fuera los Cubanos del País y Elecciones Auténticas. Eso va en trayectoria
directa de coalición en contra de este régimen que ha abrazado las banderas
castrocomunistas y ha postrado nuestro sistema de libertades constitucionales.
Sabemos que el actual franquiciado no lo hará ni tampoco renunciará a su
condición. Queda entonces por saber que haremos nosotros, los franquiciantes.
Caracas, 25 de Febrero
de 2013.
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana