Por Luis Manuel Aguana
Ya el venezolano común, el
de a pie, como a veces llamamos, está claro. Aun cuando ha sido difícil la
labor de informar acerca de como el CNE se ha encargado de desnaturalizar el
proceso electoral venezolano, ya muchos venezolanos no confían en la equidad
del árbitro electoral.
Esta labor fue más fácil
luego del insolente ventajismo y fraude técnico en las elecciones del 7-O.
Nadie se comió el cuento de que un gobierno que a duras penas lograba llenar
una Plaza Bolívar en cualquier pueblo del país si no le pagaba a la gente,
sacara más de 8,5 millones de votos. Pero eso ya es historia vieja.
La nueva historia se
refiere al mismo candidato opositor pero en una situación diferente. Un país
conmovido por el fallecimiento del Presidente, un candidato del gobierno
tratando de heredar un carisma que definitivamente no tiene por mérito propio
utilizando un escapulario ajeno, un CNE intacto y mejorado, listo para realizar
elecciones porque ya sabían de antemano el anuncio de la muerte presidencial y
abiertamente a favor del gobierno, no es precisamente el mejor ambiente para
realizar una campaña opositora con probabilidades de éxito.
Pero si a eso le suman una
posición difusa del candidato opositor y su Comando de Campaña de no exigirle abiertamente
condiciones al CNE para una participación justa y equitativa, nada más que
hablar. Vamos al matadero...otra vez.
¿Hay algo que nosotros
desde la sociedad civil podamos hacer? Bastante.
Si partimos del hecho que
somos nosotros quienes elegimos, no solo es el candidato quien debe exigir al árbitro
condiciones para participar en el proceso. Nosotros también debemos exigírselo
pero no solo al árbitro sino también a ellos, precisamente porque hay que
obligar al candidato y a su Comando a que asuman la responsabilidad que les
corresponde.
¿Y cómo sería ese proceso? La Lucha No Violenta
(ver notas escritas al respecto en este blog: Apuntes para una lucha No
Violenta
http://ticsddhh.blogspot.com/2013/01/apuntes-para-una-lucha-no-violenta.html, Apuntes para una lucha No
Violenta – II
http://ticsddhh.blogspot.com/2013/01/apuntes-para-una-lucha-no-violenta-ii.html,
Apuntes para una lucha No Violenta – III
http://ticsddhh.blogspot.com/2013/02/apuntes-para-una-lucha-no-violenta-iii.html,
y Apuntes para una lucha No Violenta –
IV y último http://ticsddhh.blogspot.com/2013/02/apuntes-para-una-lucha-no-violenta-iv-y.html).
¿Cómo se manifiesta esa
lucha? Ya se ha manifestado: los estudiantes en la calle intentando encadenarse
al CNE, los cacerolazos de protesta masiva, marchas del silencio, las
posiciones públicas de importantes voceros y formadores de opinión, las
opiniones de artículos y mensajes en las redes sociales. Exigir, exigir,
exigir… Gene Sharp indica 180 maneras de hacer valer la voz del ciudadano
común. Nosotros debemos exigirle al candidato y al Comando “Simón Bolívar” que
alcen su voz para salvaguardar nuestros derechos atropellados por el CNE de
poder tener unas ELECCIONES AUTENTICAS el 14 de Abril.
Algunos dirán, ¿porque
tendrían que hacerlo si no nos harán caso y eso “resta votos”? Porque exigir
nuestros derechos ES OBLIGATORIO. Eso es como decirles a los transportistas que
dejen de exigir el derecho a la vida- porque la delincuencia los está matando- ya que trancan el tránsito de la ciudad y eso
es un “fastidio” para los ciudadanos. O peor aún, es como decirles a la Jueza
Afiuni y al Comisario Iván Simonovis que dejen de exigir su derecho al debido
proceso, a un juicio justo y a no ser atropellados porque no se lo van a dar
los delincuentes que manejan la justicia en Venezuela.
Pues demandar condiciones
justas en elecciones es un DERECHO HUMANO que los venezolanos debemos EXIGIR.
De ninguna manera es un favor al CNE. Pero eso lamentablemente ha pasado por
debajo de la mesa en todas las elecciones desde el año 2004. El CNE nos ha
atropellado como le ha dado la gana y todavía hay venezolanos que dicen “no
pidan eso porque el gobierno nunca concederá cambiar el sistema electoral y eso
nos restará votos”. ¿En qué planeta volteado patas arriba vive esa gente?
He recibido muchos correos indicando que
debemos ir a votar sin importar eso. Pues déjenme decirles que SI IMPORTA. En
las elecciones presidenciales de Perú en el año 2000, el candidato Alejandro
Toledo pidió que no votasen para la segunda vuelta, aduciendo falta de
credibilidad en el sistema electoral (ver http://es.wikipedia.org/wiki/Elecciones_generales_de_Per%C3%BA_de_2000)
dado que Fujimori estaba trampeando las elecciones. Hay que pedir condiciones
para luego anunciar que no se aceptará un resultado fraudulento.
He indicado en diferentes foros que el
problema de las condiciones aparte de ser técnico es un problema de Derechos
Humanos. Pero más allá de eso, es un problema eminentemente político. Si
nuestro candidato no exige antes limpieza y justicia en el proceso donde va a
participar, aceptando lo que le dice este Ministerio de Elecciones llamado CNE,
de poco le valdrá decir luego de derrotado que no aceptará el resultado que la
trampa produzca.
Aquellos que hemos realizado denuncias
constantes a este sistema fraudulento de colocarle votos al gobierno, hemos
insistido sin éxito que nuestro candidato haga suya como principal la bandera
de exigir condiciones para ir a unas elecciones. Eso de ninguna manera
significa que se las vayan a dar. Eso lo que políticamente representa es que no
aceptará un resultado que provenga de esa trampa si las condiciones no se dan.
Si nuestro candidato en esta oportunidad no exige el Derecho que tenemos todos
a unas Elecciones Auténticas, todo el esfuerzo que hagamos para recoger la
mayor cantidad de votos será inútil y vacío.
En cambio, si nuestro candidato desde ya va
combativo, exigiendo nuestro Derecho a un sufragio libre, transparente, sin coacción
y Autentico, siempre tendrá la carta de decir el día antes de las elecciones
que no llamará a nuestros electores opositores a convalidar, ni reconocer el
resultado de esas elecciones, tal como hizo Alejandro Toledo en Perú. Pero si
no lo hace, no tenemos porque dudar que hará lo mismo luego de perder con
fraude el 7-O: reconocer el resultado fraudulento.
Esa situación nos pone en una disyuntiva a
electores quienes como yo dudamos de la posición del candidato y su Comando. Si
hasta el día previo a las elecciones no vemos un cambio en las posiciones
políticas que se deben tener en relación a las condiciones electorales ante un
régimen como este, que hará lo que sea por mantenerse, no tiene sentido, al
menos para mí, convalidar con mi voto un nuevo fraude electoral. Pero si por el
contrario veo a un candidato dispuesto a luchar por las condiciones y amenazar
al régimen de retirarse de la contienda, vale entonces la pena de jugarse a
Rosalinda por él.
Caracas, 15 de Marzo de 2013
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter: @laguana