Por Luis Manuel Aguana
La segunda mentira del Ministerio de
elecciones del gobierno es el llamado Sistema de Identificación al Elector
(SIE). Este sistema, heredero de la captahuella en los primeros procesos
después del 2004, ha sido colocado como antesala para ejercer nuestro derecho
al sufragio. De acuerdo al Rector Vicente Diaz, esta estación moviliza más de
22.000 funcionarios el día de las elecciones (Programa Buenas Noches 9-4-2013)
y cientos de computadoras conectadas a la red de telefonía celular de la CANTV.
Un inmenso derroche de recursos de los venezolanos para violentar nuestros
derechos.
La mentira que la justifica se halla en la
función de dar el número de la mesa y la línea del cuaderno donde vota el
elector. Desde que hizo su aparición, ningún elector puede pasarse por alto esta
estación para poder votar, so pena de ser agredido por el Plan República, en
abierta violación a nuestro derecho constitucional de votar solamente con nuestra
cédula de identidad.
Sin embargo el Rector Diaz ve esto solo como
un derroche de recursos, y que ahora como se hizo una “reingeniería electoral”
los electores “votarán más rápido” que el 7-O, obviando el hecho de que están
abiertamente violando nuestro derecho al sufragio libre y sin trabas. Menos mal
que es el Rector “opositor”. No me imagino cómo sería si fuera chavista.
Pero lo más interesante de este sistema nos lo
revela la propia auditoría realizada por el CNE con el aval de “nuestros técnicos”
electorales para las elecciones del 7-O (ver Acta de Auditoría completa en http://www.cne.gob.ve/web/normativa_electoral/elecciones/2012/presidenciales/documentos/auditorias/20120905_sie.pdf).
Remarco lo de “nuestros” porque si hasta ahora han demostrado algo es que no
son nuestros. Son de alguien pero definitivamente no de nosotros.
Como podrán apreciar en la famosa “Auditoría”
del CNE, se les presentó el sistema SIE a nuestros técnicos. Se calculó, se
registró y se verificó el número “hash” del código fuente del programa, y
finalmente registraron Acta. Los técnicos se metieron en su tecnología,
calcularon el número mágico (“hash” que no vale ni la pena explicar) que sirve
para que no se pueda copiar el sistema sin que la oposición se de cuenta, pero NADIE ALLI se preguntó
¿Cuál es el propósito de este sistema?
Nadie allí le hizo una simple, sencilla y
obvia pregunta al CNE: ¿Por qué se necesita el SIE si la ubicación de los
electores está en los listados a las afueras de los centros? No, ellos se
dedicaron a otra cosa. Se dedicaron a preguntar cuantos laptops habría en los
centros y la distribución de ellos. ¡Más de 18.000 computadoras portátiles!
¡Qué descaro y que desperdicio de recursos de los venezolanos, con tanta
necesidad y hambre!
A nadie de allí (¿deliberadamente?) se le pasó
por la cabeza la tranca inmensa en colas que cualquier observador técnico con
dos dedos de frente habría previsto que ocurriría si se colocaban esas máquinas
en esos 5.567 centros, sin ninguna explicación. Y entonces ¿para qué son las
auditorías técnicas? ¿Solo para que el CNE nos diga que es lo que nosotros
debemos hacer, como borregos estúpidos? Entérense entonces del tipo de
auditorías que se conducen con el CNE.
Nadie allí indagó ni preguntó porque ese
sistema se conectaba con un centro remoto a través de un sistema de
comunicaciones, ni porqué, como se constató posteriormente, esas maquinas
transmitían información de los electores. Nadie preguntó por las
características técnicas de esos laptops y si podían o no estar conectados
inalámbricamente. NADIE PREGUNTO NADA.
Pero lo mejor de la “Auditoría” del SIE fueron
las “observaciones” colocadas a mano al final del acto. La primera de ellas la
realiza el técnico Mario Torre, representante del Comando Venezuela, cuando en
un intento de conocer, como en efecto al parecer no se conocía hasta ese momento
por la oposición, las características y configuraciones del sistema operativo
Windows XP que se utilizaría, inquiere que este sistema “debe incluir todos los bloqueos
de puertos y servicios requeridos por esta aplicación”.
Al parecer esta observación fue soslayada
porque es de todos conocido que esas máquinas transmitieron data desde y hacia
los centros durante todo el proceso electoral del 7-O. ¿Porqué la oposición,
luego de solicitársele al CNE que los puertos de las máquinas estuvieran
bloqueados, estuvieron BIEN ABIERTOS transmitiendo datos de los electores
durante el proceso del 7-O, y la oposición NO DIJO NADA?
Pero en la siguiente la batearon de “jonrón”.
Esta segunda observación hecha a mano, fue realizada por el técnico Félix
Arroyo, de la Organización Renovadora Auténtica. En ella solicitaba que el CNE,
“dada la importancia estadística de la información enviada por el SAI desde los
Centros de Votación” les hiciera llegar, posterior al proceso electoral la
“edad, hora y sexo del votante” para realizar “análisis del comportamiento y
perfil del elector venezolano”.
Si no fuera un opositor el solicitante,
cualquiera que lea esta nota hecha a mano entraría inmediatamente en sospechas
profundas acerca de la solicitud. Pero fue hecha por el principal representante
técnico de la MUD ante el CNE y pasó por debajo de la mesa.
Para poder realizar esta labor “estadística”
que solicitaba el representante opositor se debía registrar la fecha de
nacimiento del elector y el género de la persona, al momento de pararse ante el
SIE, dándole una justificación de oro al gobierno que hasta ese momento NO
HABIA DADO para la presencia de ese sistema en los centros. El SIE bien podía
registrar esa data solicitada, de una manera local, sin estar “en línea” y
luego recopilarla posteriormente de todas las máquinas. Más sin embargo, con el
solo hecho de esa “solicitud” se abrieron a comunicarse centralmente con el
CNE.
Lo que ocurrió el 7-O lo vivimos en carne
propia todos los que nos pasamos 12 y 18 horas en las colas del SIE para votar.
El sistema cumplió su cometido cabalmente: retrasó los centros de 3 o más mesas
en todo el país, es decir los centros de mayor control y presencia opositora. Y
por otro lado, transmitió, con la excusa de Félix Arroyo de la “edad, hora y
sexo”, las cédulas de identidad de todos los electores que se presentaron en
los centros de votación.
La transmisión de esas cédulas pudo haber
parado en cualquier lado. No fue del interés de los “auditores” de la oposición
hacerle el seguimiento a eso. Lo que supimos fue que a los remolcadores del
gobierno les llegaba directamente a sus celulares vía SMS quienes de sus grupos
no habían ido a votar para que en consecuencia presionaran al voto rojo con los
listados de las Misiones del gobierno. Una aplicación de alta tecnología
comunicacional a favor del régimen, con el consentimiento de nuestros técnicos.
Nunca antes tan pocos de este lado hicieron tanto por muchos del otro lado…
Caracas, 10 de Abril de 2013
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter: @laguana