martes, 22 de julio de 2014

Pío Tamayo vencerá las sombras


Por Luis Manuel Aguana

Lo que hago cuando dos amigos entran en conflicto es tomar como criterio los principios que subyacen en la disputa y decidir en consecuencia. Y cuando ese conflicto se puede resolver apelando a esos principios, ambos obtienen lo que desean sin salir perjudicados en sus posiciones fundamentales.

Mi profesor de Negociación Internacional, el recordado Dr. Carlos Guerón, indicaba que uno no podía discutir de Dios con el Ayatollah Komeini. Ese era el extremo. Nunca llegarías a nada haciendo eso, con lo cual se debía apelar a los intereses que ambos tuvieran en común si ambos estaban de verdad interesados en llegar a acuerdos.

Me afecta en lo personal el conflicto generado entre la Cátedra Pío Tamayo y las autoridades de la UCV en relación a la utilización de los espacios de la Sala E de la Universidad, porque son dos amigos de quienes nadie puede dudar institucionalmente que estén luchando para vencer las sombras, como lo reza el Himno Universitario de nuestra Alma Mater.

Todos estamos en conocimiento del conflicto que se ha generado por la infeliz respuesta de la Prof. Antonieta Alario, Gerente de Información, Conocimiento y Talento (SFM: 012014, 7-07-2014) al calificar a la Cátedra Pio Tamayo y sus integrantes como un “ente externo a la Universidad”. Y es aquí donde creo que reside en centro de toda esta discusión.

La CPT definitivamente NO ES un ente externo de la universidad, ES LA UNIVERSIDAD MISMA, en su esencia mas profunda, en su razón de ser, en sus fines y propósitos, y cualquier disputa de menor jerarquía como lo es la contratación de un empleado debe estar supeditada a esos fines últimos por los cuales el Libertador la creó como Universidad Central en 1826 o aun más atrás, desde 1721cuando el Rey la crea como Universidad Pontificia de Caracas, actual UCV. Toda la comunidad universitaria, y en especial sus niveles gerenciales, deben manejar ese concepto y circularlo por sus venas como la sangre misma de la esencia del ser universitario, en especial si se trata de la UCV.

Es posible, para darle el beneficio de la duda a la Prof. Alario, que ésta “quiso decir” que la CPT u otra persona no podía, ADMINISTRATIVAMENTE hablando, ser parte contratante desde el punto de vista laboral, porque sería considerada otro patrono dentro de la universidad y que eso le podría acarrear problemas a la institución en el futuro con la persona al poder asumir esta una condición de empleado universitario. Esa hubiera sido una respuesta comprensible.

Ahora bien, ¿qué hacer? La UCV no puede echar simplemente a la basura 30 años de discusión profunda de los problemas del país por una disputa pendeja por un empleado que “no se puede” financiar porque hay problemas presupuestarios. ¿Qué es más importante? ¿Los fines últimos por los cuales la UCV se creó y sigue en pie después de casi 300 años o la burocracia que la tumba? Somos los universitarios verdaderos quienes debemos dar respuesta a esa interrogante.

Si el Vicerrector Académico, de quien dependen esos espacios, la Rectora, o cualquier autoridad universitaria pueden pagar a un vigilante que se niega a abrir la Sala E “por órdenes superiores”, bien pueden pagar también a aquel que tenga la llave y se responsabilice por el cuido de las instalaciones, dándole continuidad a una obra que no es ya de la UCV sino que pertenece a todos los venezolanos.

Invito a mis amigos de la CPT y en especial a las autoridades universitarias a pensar como ucevistas. Ambos tienen un interés común, darle luz al conocimiento, venciendo las sombras de la ignorancia y el obscurantismo. Creo de verdad que la disputa no es en contra de la UCV como institución que “le niega” un espacio a la CPT. Es en contra de las sombras que de tanto vivir asediando a nuestra universidad ya la están penetrando en las conciencias de algunos que se dicen ucevistas, así ocupen posiciones de importancia dentro de nuestra universidad. A esos son los que en realidad debe ahora vencer la Casa que Vence las Sombras con la Cátedra Pío Tamayo al frente, al ser ésta una parte muy importante de esa Casa. No duden nunca que Pio Tamayo como héroe insigne de su tiempo vencerá de nuevo las sombras…

Caracas, 22 de Julio de 2014

Twitter:@laguana

miércoles, 16 de julio de 2014

El Proyecto País implica Constituyente


Por Luis Manuel Aguana

Muchas veces luego de presentar el Proyecto País Venezuela, sin todavía entrar en la discusión del cómo se podría materializar, las personas indican: “el Proyecto está muy bonito, pero no se necesita una Constituyente para hacer eso. Hay muchas maneras de hacer ese Proyecto sin pasar por una Constituyente. El Proyecto es una cosa y la Constituyente es otra...”. Y precisamente ese es el error porque toca el meollo mismo de todo este problema.

Una de las principales discusiones que se dan en torno al tema, es si la Constituyente viene antes o después del cambio del régimen. Ese debate lo abordé en una nota en Mayo “Constituyente: ¿antes o después?” (ver http://ticsddhh.blogspot.com/2014/05/constituyente-antes-o-despues.html). Pero allí no respondía a esa interrogante que surge cuando se desligan el Proyecto y la Constituyente como dos entidades separadas. Y no pueden estar separadas porque una cosa implica a la otra. Este Proyecto requiere de una Constituyente PORQUE NO ES UN PROGRAMA DE GOBIERNO.

¿Y porque digo esto? Porque el Proyecto País Venezuela Reconciliada (ver http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) plantea un cambio radical en las estructuras del Estado y su Sistema Político. No se plantea una mera descentralización de las funciones del gobierno sino un cambio en las relaciones de los factores de PODER. Tanto en la Constitución de 1961 como en la actual de 1999 se contempló descentralizar funciones manteniendo las relaciones del poder centralizado intactas. Y eso no es lo que se plantea aquí.

Existen muchos posibles alcances para nuestro planteamiento porque, como siempre lo hemos indicado, la propuesta se está sometiendo a la consideración del pueblo venezolano. Sin embargo, uno de los mejores que he leído es del Dr. Rafael Grooscors Caballero, quien me escribió:

“…. Dividir las funciones de Jefe de Estado y Jefe de Gobierno. El Gobierno debe ser CONTROLADO por el Parlamento, el cual tiene que estar integrado por representantes de los Estados, quienes tendrán la obligación de responder diariamente a sus electores y por eso o para eso, serán siempre corresponsables del Gobierno. El pueblo puede elegir a un Presidente como Jefe del Estado y encomendarle la misión de representar a la Nación ante el mundo; pero el Jefe de Gobierno debe ser DESIGNADO por el Parlamento. Es la forma de acabar con el "presidencialismo", clave de la centralización del Poder, las autocracias, el totalitarismo y las dictaduras, abiertas o disfrazadas. El Parlamento, por decisión de la mayoría de los representantes de los Estados, podrá DESTITUIR al Jefe de Gobierno si no cumple a cabalidad con sus funciones o si cae en delitos de corrupción, ineficacia, coacción, impunidad o corresponsabilidad delictiva. El Soberano o los Soberanos, todos los Estados, llevarán la guía del Gobierno directamente por medio de sus Representantes en el Parlamento. Así se acabará la fórmula de Enrico Pareto, del 80% para el Gobierno Central y 20% para los Estados. Para ser Jefe de Gobierno y ser Representante del Parlamento, se requerirá cualidad académica y obra que certifique su preparación para el ejercicio del cargo. Igual requisito debe establecerse para Gobernadores y Alcaldes. No deben existir analfabetos y quienes no sepan sumar, restar, multiplicar y dividir. Si existen, no deberían poder votar. Los Partidos deben enseñarles estos elementos básicos de cultura popular a sus militantes o adeptos...” (RGC, 01-07-2014). En otras palabras, la incorporación del Sistema Parlamentario a la vida política del país. Eso va en el sentido del Proyecto País y lo complementa.

Como se verá, aquí no se está hablando de una mera descentralización de funciones que bien pudiera hacerse con la actual Constitución, sino de quebrar el modelo actual de la estructura centralizada del Estado, estableciendo un sistema de responsabilidades compartidas donde el desarrollo del país esté en las manos de los propios venezolanos en cada una de las entidades federales y no de un gobierno central todopoderoso, entregándoles la administración de sus propios recursos, con el control de un Parlamento fuerte. No más Situado Constitucional, no más dádivas. Cada Estado sería responsable de sus recursos y potencialidades. Pero con esto va también la responsabilidad ante los ciudadanos electores de sus respectivas regiones y el país, representado en un Congreso federal.

Esto implica un cambio de la cultura en la que se ha desenvuelto el país desde su fundación. Y esto se manifiesta en que cada vez que explicamos a alguien en las regiones las potencialidades del Proyecto, la pregunta que sigue es: “¿y qué es lo que ustedes harán para que ese cambio se realice?” esperando de nosotros las respuestas, cuando la verdad es que ese cambio lo tienen que dar ellos. Deben organizar sus Estados en los Municipios y Parroquias de acuerdo con su propia base poblacional y darse una Constitución Estadal de acuerdo a su propia manera de verse en el futuro. De nuevo, en palabras del Dr. Grooscors Caballero: “Ese cambio de cultura es indispensable para "fabricar" las herramientas que sustentarán al nuevo sistema "federal", de Democracia Parlamentaria, de Estados Autónomos, Productivos y Auto-gestionados.”

Es por eso que cuando nos dicen que el Proyecto País es una cosa y la Constituyente es otra, significa que no se ha entendido a cabalidad el planteamiento que se está haciendo, porque no es posible construir ese nuevo país sin pasar por una arquitectura diferente de nuestro actual modelo constitucional. Una cosa implica a la otra. Para hacer una “omelette” hay que quebrar los huevos…

Claramente hacer esto significa un vuelco de 180 grados en lo que hasta ahora se ha ensayado para hacer que el país arranque y se desarrolle. Requiere de partidos políticos organizados de manera federal, requiere de una visión de 360 grados de todo el país por parte de los arquitectos de esa nueva estructura federal constitucional, requiere de una visión de conjunto de las Fuerzas Armadas en la redefinición de lo que ellos llaman sus hipótesis de Defensa Nacional. En pocas palabras, requiere de ESTADISTAS.

Esa es la magnitud del reto que estamos planteando, no un mero cambio de gobierno, ni de nuevos actores, ni mucho menos de un rosario de tareas con buenas intenciones, sino del relanzamiento institucional de este país. De darles esperanzas a los venezolanos de que otra Venezuela es posible, muy en especial a la juventud a la que hay que decirle que todo está por hacer y ellos serán los protagonistas. Que no se pueden ir de Venezuela porque aquí harán falta para esa tarea.

Pero para eso, todos los que de alguna manera apoyamos llegar a la convocatoria de una Constituyente debemos tener una visión compartida de ese futuro posible, que no es un sueño y se puede hacer. Seguiremos recorriendo el país llevando este mensaje, aclarando que no está dirigido a quienes se han servido del poder sino a aquellos que no han visto los resultados de eso, que somos todos los venezolanos. Al final somos quienes daremos el último veredicto acerca de lo que queremos para nuestro futuro y el de nuestros hijos, nadie más…

Caracas, 16 de Julio de 2014

Twitter:@laguana