Por Luis Manuel Aguana
La
mención de los Padres Fundadores de los Estados Unidos de América en mi nota
anterior fue introductoria (ver Principios Constituyentes http://ticsddhh.blogspot.com/2014/09/principios-constituyentes.html)
en relación al verdadero papel de estas personas y los principios que siguieron
para la construcción de la base sobre la cual se construyó esa nación.
La
intención era abrir la curiosidad para investigar en la disertación del ex
ministro chileno José Piñera, en la Universidad Francisco Marroquín, las
enseñanzas que dejaron estos Fundadores
y cuáles fueron sus principales aportes para que ese país sea ahora la potencia
que es hoy en el mundo (ver Los Padres Fundadores de los Estados Unidos de
América y lecciones para América Latina http://ticsddhh.blogspot.com/2014/09/los-padres-fundadores-de-los-estados.html).
Sin
embargo, es tan interesante esta contribución del ex ministro Piñera a nuestra
realidad latinoamericana que me voy a permitir extraer algunas conclusiones
derivadas de ese análisis, en virtud de que nos hallamos en el medio de pensar
un proceso de reconstrucción institucional del país a través de un proceso
constituyente, reafirmando la importancia de esos principios a nuestras
realidades políticas.
Comencemos
por Thomas Jefferson (1743-1826). Habíamos comentado en la nota anterior
señalada, que el aporte fundamental de Jefferson fue la redacción de la
Declaración de Independencia norteamericana, y en ella indicar que los poderes
de los gobiernos derivan de sus ciudadanos. En segundo lugar, que los hombres “…nacen con derechos entregados por
su Creador y esos derechos son la vida, la libertad y la búsqueda de la
felicidad". En este sentido
este Padre Fundador define qué debe defender y garantizar un gobierno: el
derecho a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.
Jefferson definió el QUE en la Declaración de Independencia
norteamericana. John Adams
(1735-1826) define el COMO: “dentro de la ley”. “Adams es el hombre que dice una
república debe ser un gobierno de leyes y no un gobierno de hombres… Hay
que poner la fe en los principios, en
las ideas, en los valores. La gente no debe poner su fe en un
caudillo, la gente fuerte pone la fe en valores y principios”, indica Piñera.
Aquí
recalcamos dos principios fundamentales de estos personajes considerados en Norteamérica
como los héroes de la Declaración de Independencia. Primero, el PODER de los
gobiernos deriva de sus ciudadanos, siendo su principal responsabilidad el
proteger la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad de estos. Y en
segundo lugar, que este poder debe ser arbitrado y administrado por Leyes e
Instituciones, NO POR PERSONAS. En otras palabras dentro de un Estado de
Derecho, independientemente de quien detente el poder.
Es
bastante difícil quitarnos el caudillismo en nuestros países siendo nosotros
los inventores de esa figura. Los caudillos latinoamericanos han pisoteado históricamente
las Constituciones y han limpiado al piso con ellas. Y con nosotros los
ciudadanos, a quienes se supone les deben defender la vida y la libertad, sin
contar con la búsqueda de la felicidad, de acuerdo a esos textos
constitucionales.
Es por
eso asombroso ver como James Madison (1751-1836), considerado el Padre de la
Constitución norteamericana, parece trasladarse al futuro y concibe un texto
constitucional que PONE LIMITES AL PODER de las autoridades, porque su
preocupación es el abuso del poder. De acuerdo a Piñera, “Madison se da cuenta muy tempranamente de que
la esencia del gobierno es el poder y que todo hombre tiene dentro de sí mismo,
al igual que muchas cualidades positivas, una tentación, una predisposición a
abusar del poder, eso lo sabemos todos”.
Madison
desarrolló toda una teoría de equilibrios de poder, explicada en El Federalista
(ver toda la obra en http://goo.gl/LsgP8x), ensayos escritos conjuntamente con Alexander
Hamilton (1755-1804) y John Jay (1745-1829), ambos igualmente considerados como
Padres Fundadores norteamericanos, con la intención de defender el
planteamiento federal de la Constitución propuesta a las 13 Provincias y
convencerlas de su ratificación. Estos ensayos fueron publicados entre octubre
de 1787 y mayo de 1788 en diferentes diarios de los Estados Unidos.
A
juicio de Hamilton en estos equilibrios de poder, explicados en El Federalista,
debe participar una sociedad civil fuerte, universidades independientes, grupos
gremiales, así como una prensa libre y que “todo
el mundo se controle unos a otros para que el poder sea mitigado, para que el
abuso del poder sea contenido”, como indica Piñera en su conferencia.
Lo interesante, y a mi juicio, una de las cosas más
importantes de todo este planteamiento, es que la Sociedad Civil tiene un rol
de primera línea en contener el abuso del poder de quienes lo detentan, porque
ese abuso SIEMPRE se presentará de parte de las autoridades, porque esa es una
tendencia natural del hombre en el ejercicio del poder. Y creo que esta debe
ser una enseñanza de primerísima línea para quienes pretendan cambiar el texto
constitucional.
Cuando insistimos que el planteamiento Constituyente en
Venezuela NO PUEDE NI DEBE SER SOLO EL LLAMADO DE UN PARTIDO POLITICO no es porque
estos no deban estar presentes en la construcción de un nuevo orden
institucional, sino porque para construir un país deben existir los equilibrios
que garanticen que se contengan los abusos y las ambiciones de poder
generalmente presentes cuando se pone en práctica una nueva Constitución. Eso
lo sabía Alexander Hamilton y de allí su preocupación de limitar el ejercicio
del poder y la teoría de las facciones en equilibrio.
La sociedad civil, los partidos, las universidades, los
gremios, los profesores, los estudiantes, todo el mundo debe estar incluido y
llamado a participar en un proceso Constituyente. Si no, no se puede llamar
Constituyente porque de lo que se trata es de CONSTITUIR un país con TODO EL
MUNDO, no solo con quienes están en una parcialidad. Eso fue lo que no se hizo
en 1999 y lamentablemente estamos sufriendo las consecuencias de eso. No se trata
solamente de salir de un pésimo gobierno y rescatar a los presos políticos. Se
trata de hacerlo bien, no solo porque si se hace bien se logra eso sino mucho más
que eso. Solo aprendamos de la que ha probado ser por más de 230 años la verdadera
“Mejor Constitución del mundo”…
Caracas,
23 de Septiembre de 2014
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana