Por Luis Manuel Aguana
Ustedes dirán que no es muy elegante estar permanentemente
referenciándome, citando cosas que ya he escrito en relación a los temas que
nos atañen, ni estar diciendo “te lo dije” cuando nos pasa algo, pero creo que
en nuestro caso se hace necesario en virtud de la extraordinaria capacidad que
tenemos los venezolanos de olvidar las cosas. Hace 4 años me preguntaba porque
el caso venezolano no había llegado al Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas, existiendo los mecanismos para que la sociedad civil se expresara en
ese foro mundial, más aun cuando esos procedimientos habían sido la creación de
un venezolano (ver La Formula Arria o cuando en la casa del herrero los
cuchillos son de palo, en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/03/la-formula-arria-o-cuando-en-la-casa.html) .
Pero mientras el mundo sigue girando la oposición política
venezolana se mira el ombligo. El caso venezolano profundizó su deterioro y sin
la intervención opositora venezolana en las instancias correctas, el problema
escaló al punto de gravedad extrema que conocemos hoy. Y tuvo que ser por
iniciativa de los Estados Unidos en su Presidencia rotativa del Consejo de
Seguridad, que se discutirá –¡por fin!- la gravedad de la crisis venezolana en
el contexto de la llamada Formula Arria en las Naciones Unidas el próximo lunes
10 de septiembre de 2018 (ver memorando de convocatoria en inglés: “Arria-Formula Meeting of Security Council:
Venezuela as case Study of Corruption, Peace, and Security”, Reunión de la
Fórmula Arria del Consejo de Seguridad: Venezuela como un caso de estudio de
Corrupción, Paz y Seguridad” en
https://drive.google.com/file/d/0B6yI0gUROWzDXzUxUUpqX0JORGVNUmdNdmRVbTJjalZYV0lz/view?usp=sharing).
En ese memorando se indica que bajo la Formula Arria se
discutirá la corrupción del régimen de Nicolás Maduro y su involucramiento en
actividades ilícitas como el narcotráfico, lo que afecta la seguridad del
Hemisferio Occidental: “De continuar
estas actividades depredadoras Venezuela permanecerá en riesgo de mayor
violencia, y continuara deteriorando la estabilidad de la región por los
millones de personas que escapan a través de sus fronteras” (traducción
libre).
De acuerdo al protocolo de las reuniones de la Formula
Arria, participantes de la sociedad civil, Estados miembros y prensa escucharan
las intervenciones de los ponentes del tema seguidas por las intervenciones de
miembros del Consejo de Seguridad. Es y a la vez no es una reunión formal del
Consejo de Seguridad. Los ponentes principales serán Mercedes de Freitas,
Directora Ejecutiva de Transparencia Venezuela y Marshall Billingslea,
Asistente al Secretario para el Financiamiento del Terrorismo, del Departamento
del Tesoro de los Estados Unidos.
Al escuchar las intervenciones fundamentadas de organizaciones
y personalidades que tienen que ver con el problema, el Consejo de Seguridad tendrá
entonces una perspectiva muy precisa de la situación para tomar decisiones.
Esperamos allí la intervención del Dr. Diego Arria, ex Presidente del Consejo
de Seguridad de las Naciones Unidas, como uno de los mejores conocedores de la
situación venezolana, y creador de la Fórmula que lleva su nombre, quien por su
doble condición de venezolano insigne y profundo conocedor de esos canales
diplomáticos, por haber manejado situaciones similares en otros países en el
seno de ese mismo Consejo de Seguridad, se constituirá en ese momento y a favor
de su propio país, como el mejor y más calificado representante para exponer
nuestra tragedia ante esa importante instancia, a fin de que los países con
mayor poderío del mundo tomen una decisión acerca de qué hacer con Venezuela. Si
hay alguien puede expresar a las potencias del mundo la magnitud de nuestra
crisis y sus implicaciones en la seguridad del continente, ese es el Embajador
y Estadista Diego Arria.
A partir de allí se tomaran decisiones sin nosotros. En esa
reunión de la Formula Arria se escuchará acerca de la necesidad de actuar a la
brevedad posible para evitar males mayores a la región, pero en la decisión
final no estaremos los venezolanos. Sin embargo podríamos estar, no en las
decisiones del Consejo de Seguridad, sino como actores principales en la
decisión que finalmente se tome, en la forma de un Gobierno que represente
oficial y constitucionalmente a los venezolanos desde el exilio. Sin embargo ese
gobierno no existe porque quienes tienen la responsabilidad de que se
materialice, simplemente dejaron por omisión esa decisión en manos de las
circunstancias, permitiendo indirectamente que Venezuela se profundice como un
riesgo de seguridad para el mundo, al seguir tolerando a unos delincuentes
manejando al país.
Pues el mundo no funciona a la velocidad de las decisiones
de los venezolanos. Las decisiones en relación a nuestro problema y al problema
que estamos causando en el hemisferio las tomaran otros con o sin nosotros.
Por un lado los jefes de los partidos en la Asamblea Nacional creen que el
mundo se detendrá a que ellos hagan sus primarias opositoras el año que viene
para “elegir” quien de los bates quebrados de los partidos conducirá la
oposición oficialista de la MUD/Frente Amplio, mientras el TSJ en el exilio
sigue paralizado defendiéndose de los ataques inclementes desde todas partes
del mundo, porque Capriles apareció en una lista de corruptos en la sentencia
de Maduro. Mayor imbecilidad imposible.
Y yo me pregunto: ¿así será de grande la olla de la
corrupción opositora para que todo el mundo la haya emprendido en contra del
TSJ legítimo y no se tome ni una decisión que favorezca al pobre pueblo de Venezuela?
¿Será posible que detrás de esos ataques al TSJ legitimo se esconda el pánico a
que se descubra quienes encubren al régimen de Maduro desde la oposición
oficialista, y el ovillo de ese hilo sea esa investigación que ordena el TSJ
legítimo al Ministerio Público para Henrique Capriles, en la sentencia de
Maduro? Esa es la triste realidad de los
venezolanos mientras todos nos morimos de hambre y mengua al no poder comprar
los alimentos y medicinas que necesitamos por una hiperinflación asesina que
escala minuto a minuto, con un régimen que no se detiene en la destrucción del
país.
De allí que si existe o no un Gobierno de Emergencia Nacional
en el exilio pronto dejara de ser una diferencia a medida que los
acontecimientos se desarrollen fuera de nuestro control y a una velocidad
inusitada, sin la intervención de nadie a quien se pueda llamar desde la Comunidad
Internacional a la hora de la verdad, para que represente los intereses
legítimos de los venezolanos. A menos que existan venezolanos que nos representen
de manera constitucional fuera del país, y que puedan meter las manos en todo
eso que se desatará en las próximas semanas para ponerle orden al desastre que está
ocasionando el régimen de Nicolás Maduro y sus sopotocientos ladrones en la
región latinoamericana, las decisiones las tomarán sin nosotros esos señores
que se sientan en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y el resto de
la Comunidad Internacional doliente de nuestro problema. Entonces, que Dios nos
agarre confesados y proteja a esta Tierra de Gracia…
Caracas,
8 de Septiembre de 2018
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana