sábado, 12 de enero de 2019

La nueva oportunidad de Guaidó

Por Luis Manuel Aguana

Los acontecimientos van muy rápido en Venezuela. El 10 de Enero el Diputado Juan Guaidó al no asumir de una manera firme la Primera Magistratura como lo ordena literalmente la Constitución en su Artículo 233, dejo un sabor amargo y decepcionante en los venezolanos. Reflejé esa decepción afirmando que no nos convenía esa representación que no asumía su obligación histórica (ver https://twitter.com/laguana/status/1083439128623136770).

Sin embargo, en menos de 24 horas el tono timorato cambió. Tal vez por la presión de los venezolanos por no haber hecho el anuncio y el apoyo decidido de la Comunidad Internacional a la Asamblea Nacional. La presente nota tenía una orientación completamente diferente cuando la inicié, y que cambié luego de oír el discurso del Presidente de la Asamblea Nacional, durante el Cabildo Abierto convocado para el día 11 de Enero de 2018, donde el Diputado Guaidó, y ahora Presidente Encargado expresó: Me apego a los artículos 333, 350 y 233 para lograr el cese de la usurpación y convocar elecciones libres con la unión del pueblo, FAN y comunidad internacional” (ver Nota Oficial de la Asamblea Nacional, en http://www.asambleanacional.gob.ve/noticias/_juan-guaido-me-apego-a-los-articulos-333-350-y-233).

Inmediatamente la Comunidad Internacional cerró filas en apoyo a la decisión esperada, comenzando por el Secretario General de la OEA, Luis Almagro: “Saludamos la asunción de @jguaido como Presidente interino de #Venezuela conforme al artículo 233 de la Constitución Política. Tiene nuestro apoyo, el de la comunidad internacional y del Pueblo de #Venezuela #OEAconVzla” (ver tuit de Luis Almagro en, https://twitter.com/Almagro_OEA2015/status/1083780923026477056?s=03). Mejor apoyo internacional imposible.

Asimismo, el apoyo decidido del TSJ Legítimo, manifestado a través de su Presidente, Magistrado Miguel Ángel Martín, a la decisión del Diputado Guaidó de asumir sus responsabilidades como Presidente Encargado de la República (ver comunicado del TSJ Legítimo en https://twitter.com/TSJ_Legitimo/status/1083864710024441857).

Felicitamos la decisión del Diputado y ahora Presidente Encargado de la Republica, Juan Guaidó de dar ese paso fundamental para la recuperación de las libertades en Venezuela. Desde esta modesta tribuna el Presidente Encargado recibirá todo el apoyo y colaboración posible, en términos de ideas y sugerencias para el éxito de su gestión. Nunca es tarde para hacer lo correcto. Ahora es cuando comienza el duro camino de la recuperación de la libertad, que no sabremos cuándo terminará ni de que manera.

Todas estas manifestaciones de apoyo a la decisión de Guaidó solamente podían materializarse después de que asumiera su responsabilidad constitucional, no antes de que ello hubiera ocurrido. No podía tampoco existir apoyo de ningún sector del país –y especialmente de las Fuerzas Armadas- o de la Comunidad Internacional, si el Presidente de la Asamblea no aceptaba asumir el cargo al que la Constitución le obliga. En consecuencia, no podía existir ninguna responsabilidad colectiva de los venezolanos de sacar al dictador, como lo pidió Guaidó en su discurso del 10 de Enero, para acabar con esta situación tan grave en Venezuela, sino una responsabilidad personalísima de quien la Constitución designa, si antes el mismo no asumía la conducción a la que constitucionalmente estaba obligado.

Una vez entendido esto, las cosas empiezan a moverse, no solo del lado de la oposición sino también del régimen. Fundamentalmente este último podría desatar una cacería en contra de Juan Guaidó y su partido, que aunque es lo esperado constituiría un grave error ya que podría precipitar lo que ellos precisamente temen que no es otra cosa que se les volteen las Fuerzas Armadas. Sin embargo con un régimen delincuencial cualquier cosa podría pasar y eso debemos tenerlo muy claro porque la ecuación podría cambiar en horas, si no minutos.

Sin embargo el régimen seguirá su avance. Algunos han querido indicar que no necesitan cerrar una Asamblea Nacional llena de colaboracionistas. Eso es debatible. El régimen necesita legislar para seguir su plan de destrucción comunista, y los Diputados, colaboracionistas o no, son un obstáculo para eso. El nuevo Presidente Encargado deberá acelerar cualquier acción que tengan en mente porque el tiempo es corto y la fecha la estará marcando la ilegitima Asamblea Nacional Constituyente que anunció tener lista para finales de febrero una nueva Constitución (ver Proyecto de nueva Constitución estaría listo en febrero”, en http://efectococuyo.com/principales/proyecto-de-nueva-constitucion-estaria-listo-en-febrero-segun-hermann-escarra/).

En otras palabras, la estrategia de ese Estatuto para la Transición ideado por los científicos políticos asesores de la Directiva de la Asamblea Nacional tendrá que arrojar resultados inmediatos y mucho antes de ese barrido que ya tiene fecha. No creo que les lleguen los tiempos por lo que deberán precipitar decisiones. Ahora el juego es otro con el régimen porque ya existe un Presidente Encargado y eso no estaba en los planes de los partidos que querían meterle un freno al empuje que tiene el país por un cambio inmediato. El país obligo a la existencia de un Presidente Encargado tanto como obligó en su momento la autorización del enjuiciamiento de Nicolás Maduro en la Asamblea Nacional, y los partidos de la oposición oficial lo saben.

De allí que la negociación que algunos factores de esa oposición oficial están comenzando a tener con el régimen con el fin de negociar de nuevo unas “elecciones” en las mismas condiciones como las que se han tenido hasta ahora, pueden dar al traste con el comienzo de una posible solución política, constitucional, pacífica y electoral que comienza con la Presidencia de Juan Guaidó. Deben recordar que no están tratando con políticos sino con delincuentes. No se pueden aceptar nuevas elecciones y menos aun con el régimen, si estas no se ajustan a la sentencia del 13 de Junio de 2018 de la Sala Electoral del TSJ Legitimo, que ordena un nuevo Sistema Electoral manual, con limpieza a fondo del Registro Electoral y la renovación del Poder Electoral ajustado a la Constitución, en cualquier nuevo proceso electoral en Venezuela.

Ojalá que Juan Guaidó no se convierta en otra decepción para los venezolanos como lo fue el Referendo Revocatorio del año 2016. Pareciera que renace la esperanza de una solución pacífica y no seré yo quien les arruine el optimismo. Los venezolanos le han dado una nueva oportunidad de solución a la crisis a la ruta del Presidente Encargado, convencidos por aquellos que hasta hace poco no les merecían la más mínima confianza. De haber otra decepción, el juego y los jugadores tendrán que cambiar. Lo bueno y lo malo de eso, es que lo sabremos muy pronto…

Caracas, 12 de Enero de 2019

Twitter:@laguana

jueves, 10 de enero de 2019

Presidente Guaidó

Por Luis Manuel Aguana

Por imperio de la Constitución el Diputado Juan Guaidó es a partir del primer minuto del día de hoy 10 de Enero de 2019, Presidente Constitucional de la Republica Bolivariana de Venezuela Encargado por orden constitucional. El Artículo 233 Constitucional es claro: “…Cuando se produzca la falta absoluta del Presidente electo o Presidenta electa antes de tomar posesión, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los treinta días consecutivos siguientes. Mientras se elige y toma posesión el nuevo Presidente o la nueva Presidenta, se encargará de la Presidencia de la República el Presidente o Presidenta de la Asamblea Nacional”.

En consecuencia no procede ningún acuerdo del Parlamento que nombre al Presidente Encargado porque se han dado los extremos legales correspondientes ante “la falta absoluta del Presidente electo o Presidenta electa” que es precisamente el caso que ocupa a los venezolanos. Nicolás Maduro Moros fue enjuiciado y sentenciado y por si fuera poco su elección no es reconocida por los países que conforman el Grupo de Lima, por lo que existe Falta Absoluta del Presidente electo ante el hecho de unas elecciones no reconocidas nacional e internacionalmente.

Si a esto le añadimos opiniones respetables como las de ex Procurador General de la República, Jesús Petit Da Costa, en su artículo titulado “Guaidó amanecerá el 1OE como encargado de la Presidencia de la República (ver http://jesuspetitdacosta.blogspot.com/2019/01/guaido-amanecera-el-10e-como-encargado.html) y las del ex Embajador ante la ONU, Diego Arria (ver https://twitter.com/Diego_Arria/status/1083211653854969856) donde argumenta que la Presidencia de Guaidó ocurre de manera automática, se configura aquí un cuadro de enfrentamiento inevitable en el país y de un desenlace que tal vez no creyeron que tendrían mas cerca aquellos que organizaron el tinglado de la Asamblea Nacional para correr la arruga del régimen con el tan anunciado Estatuto para la Transición.

En mi pasada nota (ver Siguiente al bate, TSJ Legítimo, en http://ticsddhh.blogspot.com/2019/01/siguiente-al-bate-tsj-legitimo.html) recalcaba que la Asamblea Nacional había suspendido con ese acuerdo la aplicación del Articulo 233 del texto constitucional, argumentando que “esa norma fue diseñada para situaciones de normalidad institucional, en las cuales las decisiones de la Asamblea Nacional son respetadas y acatadas por quienes ejercen el poder de la fuerza bajo el imperio de la Ley: la Fuerza Armada Nacional y los órganos de seguridad del Estado” (ver texto completo del Anteproyecto de “LEY DEL ESTATUTO QUE RIGE LA TRANSICIÓN A LA DEMOCRACIA Y EL ESTABLECIMIENTO DE LA VIGENCIA DE LA CONSTITUCIÓN DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA” en https://tinyurl.com/ydbyeb87). En otras palabras el cumplimiento de la Constitución está condicionado de acuerdo a los criterios de los juristas que redactaron eso. En este caso, si no tenemos fuerza para aplicar los principios de la ley, entonces no cumplimos la constitución, ¿qué tal?

De esa manera los Diputados parecieran estar dispuestos a darle la espalda a la Constitución. Pero, ¿será eso así? En mi pasada nota no contemplaba en el análisis que Guaidó no tuviera otra alternativa. Creo que ni siquiera el mismo se imaginó estar en el medio de este huracán. Porque de acuerdo al criterio expuesto, ese predicamento era parte de las atribuciones que venían con el puesto si quería aceptar la Presidencia de la Asamblea Nacional.

O Guaidó cumple con la Constitución o renuncia, dándole paso a otro que si la cumpla. Y eso es lo me lleva al punto de esta nota. Mi análisis pasado no incluía un importante hecho que podría cambiar el curso de los acontecimientos: la norma constitucional es de obligatorio cumplimento, así el no lo quiera, y hace de Juan Guaidó un prisionero de los acuerdos políticos de las fracciones mayoritarias, lo que provocaría una parálisis de su actuación como alto funcionario público, que sería intolerable a los ojos de los venezolanos.

Había indicado que este nunca iría en contra de los jefes de los partidos que lo pusieron allí, pero ante la disyuntiva de incumplir la Constitución, la cosa se pone diferente. El Grupo de Lima al instar a Maduro a que respete las atribuciones de la Asamblea Nacional y le transfiera, en forma provisional, el poder ejecutivo hasta que se realicen nuevas elecciones presidenciales democráticas” (ver Comunicado del Grupo de Lima en https://elnuevopais.net/2019/01/04/el-grupo-de-lima-no-reconocera-el-nuevo-periodo-del-regimen-de-maduro-comunicado/) atornilla a Guaidó para recibir esa responsabilidad. ¿Estará esa coalición de partidos dispuestos a desconocer esa resolución del Grupo de Lima que da pleno respaldo a la Asamblea Nacional y al Tribunal Supremo de Justicia Legítimo en el exilio para hacer lo constitucionalmente correcto?

Si los partidos que lo llevaron a la Presidencia de la Asamblea Nacional y el mismo Guaidó en consecuencia, desconocen su propia condición de Presidente Encargado de la República por imperio de la Constitución, mas les vale no esperar que el régimen les cierre el Parlamento, lo estarían haciendo ellos mismos, quedando la vía libre para que el TSJ legitimo proceda a la designación de un Gobierno de Emergencia Nacional que cubra la vacante que deja la omisión del parlamento, ya “autosuicidado” por su propias torpezas.

Pero si el mismo Juan Guaidó se alza por encima de esa politiquería que tanto daño nos ha hecho y por encima de quienes lo han puesto en ese predicamento, reconociendo el momento verdaderamente histórico que está viviendo el país y su propia vida como político, al encontrarse por la fuerza de las circunstancias, y como ningún otro venezolano, en el momento y en el lugar preciso para brindarle un servicio a su país, entonces podremos decir que merece ser llamado Presidente de la República y contara con el apoyo decidido de todo el pueblo de Venezuela.

Caracas, 10 de Enero de 2019

Twitter:@laguana