miércoles, 23 de enero de 2019

23E: Plazos enfrentados

Por Luis Manuel Aguana

La demostración contundente e inequívoca de rechazo del pueblo venezolano al desgobierno de Maduro nos dio un nuevo Presidente este 23E, Juan Guaidó. Un pueblo volcado a las calles en todo el país a la espera de lo que su dirigencia les había prometido, definió el resultado de la gesta del 23E. La determinación de un joven a quien la historia puso allí hizo la diferencia. Fue imposible que se echaran para atrás. Demasiadas decepciones los hubieran enterrado definitivamente, y con ellos la esperanza de salir del tirano y sus acompañantes que a partir de hoy son como una fiera herida de muerte, mas peligrosa que nunca.

Pero el enemigo mas peligroso es el que duerme contigo porque ese te apuñala mientras duermes. Y aunque la conseja popular indica tener a los amigos cerca pero a los enemigos todavía mas cerca, en estas ocasiones la razón aconseja decisiones que cambian el curso de la historia de los pueblos dejando de lado a quien se deba dejar. Y ese es el tipo de decisión que le correspondió tomar a Juan Guaidó cuando ignorando el pacto con AD y UNT de no juramentarse el 23E, decidio aceptar jurar el cargo de Presidente Encargado de la República porque esa fue la decisión de los venezolanos al salir a las calles. De allí que ni Edgar Zambrano ni Stalin González convinieran en juramentarlo como correspondía protocolarmente en ese acto. Pero ni eso fue necesario. El pueblo venezolano lo aclamó como Presidente, honor mas que suficiente para cualquier venezolano que acceda a la Primera Magistratura.

Ante el acuerdo de usurpación del 15 de enero se puso de manifiesto que no era posible la existencia simultánea de la Asamblea Nacional y el régimen de Nicolás Maduro. Si usted desconoce formalmente al ocupante de Miraflores, y no nombra a su sucesor de inmediato, no puede esperar menos que lo cierren, por lo que es esencialmente estúpido hacer una cosa sin hacer la otra o, peor aún, hacerla "por etapas" o a cuentagotas, sin esperar una reacción inmediata de la dictadura. Lo que correspondía -y la razón nos la dieron los hechos- es que se juramentara un encargado de la Presidencia de la República que condujera el carro opositor hasta la expulsión definitiva del régimen.

Seguir insistiendo en no juramentar a Juan Guaidó como Presidente Constitucional Encargado ante esta nueva situación era prácticamente decirnos a los venezolanos que nos calaramos a Maduro para siempre, que es lo que sería el desarrollo de ese Acuerdo del 15 de Enero con lo cual lo mejor que podrían hacer esos partidos era retirarse de la política porque jamás tendrían de nuevo el apoyo de la población. Sin embargo y hasta la juramentación de Guaidó ese era el plan de largo plazo al que nos tenían sentenciados quienes hicieron ese pacto que culminó con la firma del Acuerdo de transferencia de las competencias del Ejecutivo a la Asamblea Nacional. Pero el pueblo de Venezuela les saboteó la jugada poniendo en Juan Guaidó las esperanzas de terminar con el régimen hoy mismo, y no nos decepcionó.

Lo que nos esperaba de no haberse juramentado Guaidó el 23E era terminar con unas elecciones dentro de un proceso de transición que duraría meses o años, negociado a lo Henry Ramos Allup, con la permanencia de las estructuras del régimen, sin cambiar el sistema electoral, lo que no cambiaría a Maduro ni al sistema que lo mantiene, sino que lo atornillaría con la ayuda de la oposición oficial que inventó ese Acuerdo.

Este giro de los acontecimientos les arruinó el plan de largo plazo. Planteado en los términos de lo que sucedió no creo que ahora sea del interés de los venezolanos que ese Acuerdo parlamentario del 15 de Enero que le quita las competencias al Presidente tenga continuación. Las competencias del Presidente (E) Juan Guaidó deberán ser las que le otorga la Constitución. Sin embargo en Venezuela no puede haber otro proceso electoral con las condiciones actuales en 30 días. Sería fatal que se le haga creer al país que haciendo elecciones con 4 millones de personas fuera y un sistema electoral corrupto, resolveremos este problema en un mes, luego de ser convocadas por Juan Guaidó.

Luego de la expulsión de Maduro del poder lo primero que deberá haber es una limpieza profunda de todas las instituciones, comenzando por el Consejo Nacional Electoral, CNE, con la creación de un nuevo Sistema y Registro Electoral tal y como lo sentenció la Sala Electoral del TSJ legítimo el 13 de junio de 2018, antes de pensar en nuevas elecciones.

El respaldo de ayer de los Estados Unidos expresado por el Vicepresidente Mike Pence (ver noticia en https://www.lapatilla.com/2019/01/22/mike-pence-reafirma-el-apoyo-de-estados-unidos-a-los-venezolanos-video/), pudo ser el detonante de las acciones de hoy pero nada de eso hubiera tenido efecto de no haber existido el apoyo decidido del pueblo venezolano en las calles el 23E en todo el país. Había que dar el paso primero antes que los apoyos se concretaran. Debo reconocer que haber asumido el 10E no hubiera tenido la misma significación e impacto que el 23E con la gente en la calle, pero reconocimientos de la importancia del Gobierno de Donald Trump no hubieran sido posibles de no haber Juan Guaidó dado un paso al frente de manera determinante, aun sin un pronunciamiento de las Fuerzas Armadas que era nuestra posición.

Ahora tenemos dos plazos enfrentados. Los de aquellos que pensamos que esto había que detonarlo hoy con todas las consecuencias que traería la radicalización del régimen al enfrentarlo de manera directa, con la ayuda de la Comunidad Internacional, tratando de evitar que Venezuela se siga deteriorando a una velocidad cada vez mayor con perdida de vidas y bienes públicos y privados; y aquellos que creen, como el caso de Ramos Allup y Manuel Rosales que con delincuentes se puede negociar dándoles en pago medio país para que no lo destruyan.

Pero lo peor no es eso. Aunque estemos muy contentos que Juan Guaidó tomó la decisión correcta al asumir la Presidencia de la República para salir inmediatamente de Maduro y su régimen corrupto, todavía existen en operación y conviviendo con la oposición aquellos que pretendían meternos en la transición de largo plazo cuando esta ya no es posible. En las próximas horas esos enemigos ocultos intentarán convencer a Juan Guaidó y su nuevo gobierno de negociar con esos delincuentes algo que no es negociable: Venezuela. No les permitamos que eso ocurra.

Caracas, 23 de Enero de 2019

Twitter:@laguana

sábado, 19 de enero de 2019

Cabildo Mundial

Por Luis Manuel Aguana

Si existe alguna institución metida en el imaginario colectivo del venezolano, esa es el Cabildo. Desde que los venezolanos comienzan a tener conciencia histórica del país siendo solo unos niños en la escuela, se les repite como un mantra la historia de Vicente Emparan, Capitán General de Venezuela y el llamado ¡A Cabildo! de los ciudadanos para resolver el gobierno, con la proclamación de la Independencia de Venezuela el 19 de Abril de 1810.

No es de extrañar entonces que el llamado ¡A Cabildo!, o en terminología mas reciente, Asambleas de Ciudadanos, realizado por la Asamblea Nacional para poner en práctica el Acuerdo inconstitucional del 15 de Enero, haya tenido tanto éxito. Éxito que han utilizado los políticos en todo el país para tratar de darse baños de pueblo para sacudirse el rechazo colectivo que la ciudadanía siente por ellos. En algunos casos no lo han podido hacer.

Lo lamentable de esa situación es que ese primer acto de una puesta en escena que culminará el 23 de Enero, no terminará ese día en lo que los venezolanos aspiran, que no es otra cosa que un cambio inmediato de la grave situación del país, sino que será el comienzo de un mareo de los políticos que hicieron ese Acuerdo parlamentario para seguir en una situación indefinida de convivencia hasta llegar a una negociación de elecciones fraudulentas con el régimen delincuente de Nicolás Maduro.

Una vez más se está utilizando la esperanza del pueblo venezolano de salir como sea de este régimen, como mecanismo para continuar dándole tiempo a la clase política opositora oficial y al régimen para cuadrarse. Mientras tanto los venezolanos morimos como moscas de hambre o en hospitales, sin médicos y sin medicinas, en el medio de la más espantosa hiperinflación jamás vista en el planeta.

¿Ustedes creen que si Henry Ramos Allup, Julio Borges o el mismo Omar Barboza hubiesen ocupado la Presidencia de la Asamblea Nacional el 10 de Enero, no lo hubieran juramentado como Presidente Encargado de la Republica? ¡Claro que lo hubieran hecho! ¿Y porque no a Juan Guaidó? Porque antes de darle la Presidencia a un joven que está en el cuarto o quinto lugar en el orden de jerarquía política dentro de su propio partido, prefirieron armarse todo un mamotreto jurídico inconstitucional para repartirse las competencias del Presidente de la República, poniendo sus propias aspiraciones por delante del sufrimiento del pueblo venezolano.

Y Juan Guaidó está muy consciente de eso. De allí que nunca asumirá encargarse de la Presidencia de la República, con la peregrina excusa que “no están dadas las condiciones” cuando todos los países del mundo solo están a la espera que decida hacerlo para apoyarlo sin restricción alguna, sin contar con el extraordinario respaldo que le ha manifestado todo el pueblo venezolano. El mismo lo comprobó cuando los policías del SEBIN lo dejaron libre. Y lo lamentable es que ya lo manifestó abiertamente (Guaidó indicó que no “sucumbirá ante presiones” para asumir la Presidencia, en http://www.el-nacional.com/noticias/politica/guaido-indico-que-sucumbira-ante-presiones-para-asumir-presidencia_267085). Simplemente los políticos que sostuvieron su Presidencia de la Asamblea Nacional le abandonarían inmediatamente si asume el compromiso a favor de los venezolanos. Pero ese compromiso no es optativo, sin embargo no me corresponde a mí juzgar la decisión de Juan Guaidó. De eso se encargará la historia.

¿En dónde nos deja esa situación? A que vamos rumbo a una repetición de los sucesos del 2014 o cualquiera de los que siguieron posteriormente donde el régimen ganó tiempo, a favor del detrimento de todos nosotros y la muerte de muchos venezolanos en las calles. A Guaidó se le quiere allí para que sirva de telonero desechable hasta que ocurran unas supuestas elecciones con el régimen –CNE de Tiby incluido- donde competirían los verdaderos jefes que no le están dando a el la oportunidad de hacer una verdadera transición que nos quite ahora de encima al régimen, asegurando de esa manera su supervivencia política para el futuro, así aquí el régimen nos destruya a todos en el proceso. De ser posible eso no se les puede permitir.

¿Cómo se puede impedir eso? Solo la Soberanía Popular puede hacerlo, nadie más. Los políticos saben que no se pueden hacer mas elecciones en Venezuela si estas no cumplen con la decisión del TSJ legitimo del 13 de Junio de 2018 donde se les ordena el cambio del sistema automatizado a un sistema manual de elecciones, conjuntamente con una revisión y limpieza a fondo del Registro Electoral. Pero no, lo ignoran a favor de negociar con el régimen delincuente de Nicolás Maduro.

Conscientes de eso la Alianza Nacional Constituyente-ANCO, ante el Acuerdo inconstitucional que obliga políticamente a Guaidó a no asumir como Presidente Encargado de la República, propone que Juan Guaidó obedezca el reclamo de los venezolanos de juramentarse, y una vez hecho eso “convoque una vez juramentado, a un GRAN CABILDO A NIVEL MUNDIAL A TODOS LOS VENEZOLANOS, donde participe toda la diáspora que se ha visto obligada a abandonar nuestro país, y que haciendo uso de los Artículos 5, 70, 333, y 350 Constitucionales, se pronuncien a través de una Consulta Popular a escala nacional e internacional como medio de participación y protagonismo del pueblo, con la solidaridad y apoyo efectivo y de la Comunidad Internacional, para solicitar su permanencia en el Poder mas allá de los 30 días establecidos en el Artículo 233 Constitucional, y hasta que puedan darse las condiciones necesarias para una Elección Autentica y transparente de todos los Poderes Públicos en Venezuela” (ver Propuesta de ANCO ante el Acuerdo de Usurpación de la Asamblea Nacional. ¡Restituyamos la Soberanía Popular! El Cabildo Mundial” en https://ancoficial.blogspot.com/2019/01/comunicado-anco-cabildo-mundial-18-01.html).

De no hacerlo, que el Tribunal Supremo de Justicia legitimo tome definitivamente la decisión de llenar el Vacío de Poder ante la negativa manifiesta de Juan Guaidó y la Asamblea Nacional de asumir ese compromiso con los venezolanos, y quien resultare como Presidente Encargado convoque a esa Consulta Popular que le permita la “permanencia en el Poder mas allá de los 30 días establecidos en el Artículo 233 Constitucional, y hasta que puedan darse las condiciones necesarias para una Elección Autentica y transparente de todos los Poderes Públicos en Venezuela”. De esa manera el Presidente Encargado tendría el respaldo de la voluntad popular para ejercer un Gobierno de Transición con toda la libertad y estabilidad que el caso venezolano necesita.

Solo la Soberanía Popular le cortaría las aspiraciones continuistas tanto al régimen como a su oposición oficial, generando las condiciones para una limpieza a fondo de toda la mugre política acumulada de ambos lados. Eso solo lo puede hacer el pueblo de Venezuela. ¡A Cabildo! Vayamos a un Cabildo Mundial e iniciemos otra gesta independentista como solo los venezolanos sabemos hacer…

Caracas, 19 de Enero de 2019

Twitter:@laguana