Por Luis Manuel Aguana
Cuando
un grupo de amigos selectos de nuestro inolvidable Eric Ekvall (ver Farewell
Eric, en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/11/farewell-eric.html),
entre quienes se contaba Alfredo Weil, recibimos el mensaje donde nos informaba
que le habían detectado un cáncer terminal, despidiéndose prácticamente de
nosotros, Alfredo le contestó: “Conmovido
por la noticia, pero más por tu actitud. Soy un hombre de fe, y siento que
actúas como si también lo eres. Tienes tranquilidad espiritual porque has sido
un hombre puro. Esa es la mayor felicidad que se puede tener, incluso en la
adversidad”.
Ni decirles tengo que
Alfredo hizo lo imposible para la recolección de fondos para la enfermedad de
Eric. No tenía idea Alfredo que eso que le dijo a Eric se aplicaba muchísimo a
él mismo porque si alguna definición le puedo encontrar a este ser humano
excepcional que fue Alfredo Weil es precisamente esa: un hombre puro. En esa
penosa y larga enfermedad que acosó a Alfredo hasta el fin de su vida el 14 de
Marzo de 2019, estoy seguro que pensaba lo mismo que le dijo a Eric, “esa es la
mayor felicidad que se puede tener, incluso en la adversidad”. Y si alguien que
como yo lo conoció de tan pocos años (2012-2019, aunque a veces pocos años
pueden representar toda una vida), ni imagino que pudieran decir para confirmar
esa afirmación sus más íntimos amigos y por supuesto sus familiares. Porque creo
que eso era, un hombre puro e íntegro…
Para mi Alfredo Weil
fue todo un descubrimiento. Tenía algo que siempre me llamó la atención porque
es algo que compartí con él, mezclaba lo técnico con lo humanista. En su caso
por su condición de Ingeniero y Abogado; y en el mío por computista con una
mezcla de un poco de Economía, Derechos Humanos, Administración y Estudios del
Desarrollo. Por eso tal vez tuve tanta afinidad con su pensamiento y sus
posiciones ante el país. Pero más allá de eso, en lo personal sentía por
Alfredo un afecto muy cercano pero no supe porqué hasta que en una conversación
privada de muchas que sostuvimos, tuvimos una revelación mutua que lo explicó:
ambos habíamos perdido trágicamente a una hija. Y eso mis queridos amigos es un
dolor que solo un papá puede comprender. Y compartir ese dolor con alguien que
sufrió la misma experiencia, te une de manera especial con esa persona.
Vi por primera vez a Alfredo Weil
cuando me abordó en un evento de la Universidad Metropolitana en agosto de
2012, donde los técnicos de la oposición del Grupo La Colina expusieron el
sistema electoral que habían aprobado con el CNE del régimen de Chávez, antes del
proceso del 7Oct-2012. Alli Alfredo me felicitó efusivamente por una nota que
había publicado el mes anterior (ver Unidad Técnica, en http://ticsddhh.blogspot.com/2012/07/unidad-tecnica.html)
donde propuse una Unidad Técnica entre aquellos que adversábamos en las diferentes
tribunas el sistema electoral venezolano y aquellos que consensuaban con el
gobierno las condiciones técnicas de las elecciones.
Realmente me sentí no solo halagado
porque viniendo de este personaje tan reconocido en el país, que sin conocerme reconocía
con con humildad un aporte a la discusión, independientemente de donde viniera,
para mejorar lo que ESDATA había realizado –que era muchísimo-, sino que se
ponía a la orden para trabajar por ella. Me dijo con una alegría y firmeza que
aun recuerdo: “Luis Manuel, quería
conocerte y te felicito. Es una solución tan simple que nadie la vio. Estoy
dispuesto con ESDATA a acompañar tu
propuesta”. Y me dije en esa ocasión “este es un técnico diferente”. Porque
los técnicos no suelen ser generosos ni conceder nada a nadie. La razón del
porqué Alfredo Weil era distinto era porque además de ser un técnico
extraordinario, era porque esencialmente era un humanista. Y esas grandezas no
son comunes.
De esa reunión coincidimos varios personajes
que nunca nos habíamos visto antes hasta ese día y solo nos conocíamos por nuestras opiniones en
las redes sociales: Alfredo Weil (y otros amigos de ESDATA), Iñaki Gaizaraín,
Eric Ekvall, Guillermo Salas, Marisol Sarría, Adriana Vigilanza, Kika Bisogno, Ludwig
Moreno, Pablo Brito Altamira, por solo nombrar algunos que me vienen a la
memoria de ese día. Y decidimos a partir de allí reunirnos de manera permanente
en algo que denominamos Grupo Electoral, plataforma sin otro propósito que luchar
en contra del fraude técnico aceptado por la oposición oficial y por conseguir
mejores condiciones para los procesos electorales en Venezuela. De ese grupo
salieron propuestas, comunicados, cartas públicas, acciones ante los tribunales
impugnando procesos electorales, de los que Alfredo Weil fue factor técnico fundamental.
De allí también nació una amistad que duró a pesar del tiempo y las
diferencias. Y ahora con la pérdida de Alfredo también trasciende aún mas allá
porque compromete a los que aun quedamos.
¿Y porque digo compromete? Esta lucha contra el régimen que
tiene innumerables frentes, encontró en ESDATA, Alfredo Weil y todos aquellos
que de una u otra manera hemos colaborado con nuestro pequeño grano de arena al
adecentamiento de los procesos electorales de Venezuela, una pared que en lo
personal no estoy dispuesto a ceder y creo que tampoco ninguno de los que
acompañaron hasta hoy a Alfredo Weil en esa lucha por ese adecentamiento
electoral. Todavía Alfredo estaba enfermo (y ahora sabemos que muriéndose) cuando publicó ahora su última
propuesta que mencioné en mi nota de hace apenas una semana (ver No son los
Rectores, es el Sistema, en http://ticsddhh.blogspot.com/2019/03/no-son-los-rectores-es-el-sistema.html):
“@AlfredoWeil “Por primera vez voy a
hacer un "hilo"para exponer mi punto de vista sobre las posibilidades
de futuras elecciones, luego del cese de la USURPACIÓN” https://twitter.com/AlfredoWeil/status/1096939253974683648)”. Los
que le acompañamos tenemos que seguir en honor a eso.
Y eso es porque en lo personal me
siento como venezolano obligado a continuar con esa obra así sea para hacer un
centésimo de lo que Alfredo Weil era capaz de hacer. Intento poner en palabras
la impotencia que me da que personas del calibre personal e intelectual de
Alfredo Weil se vayan de este mundo cuando mas necesitamos de su ayuda para
resolver el problema mayúsculo que tiene Venezuela para resolver su problema
electoral. Y ustedes dirán que tal vez pudiera parecer una postura egoísta y
utilitaria pero es que se nos está escapando con eso lo que es más valioso y lo
que más necesitamos para que este atribulado país funcione en el futuro: gente
honesta, pura, decente y con valores ciudadanos, todo eso combinado con una
brillantez intelectual y ganas de trabajar por Venezuela demasiado difícil de
encontrar en estos tiempos.
Quienes lo conocimos, siempre
acompañado de su inseparable “Wilson”, que así era como le decía a su “tablet”,
donde poseía todos los análisis electorales posibles, reconocemos que lo que
era como ser humano, como técnico y humanista será insustituible.
Comparto con ustedes este deseo de
Alfredo Weil para varios de sus amigos a partir del 2014 y que puede servir
como recuerdo imperecedero de este venezolano ejemplar:
“Que contribuyamos a rescatar a nuestro país de la noche oscura en que
se encuentra, y que podamos culminarlo con una patria libre, soberana, unida y
justa…”
Y así lo haremos como compromiso
contigo y con Venezuela mí querido amigo, cuenta con eso…
Caracas,
15 de Marzo de 2019
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana