Por Luis Manuel Aguana
Intervención en la Cátedra
Pío Tamayo de la UCV del 20 de Mayo de 2019
De nuevo mis
saludos cordiales a la Cátedra Pio Tamayo, agradeciendo sus siempre bien
recibidas invitaciones para debatir el devenir del país. En esta oportunidad la
pregunta la pregunta del Foro es particularmente difícil: “El 30A-19: ¿0tro golpe-negociación frustrado? ¿Es así como se pretende
derrotar esta dicta-socialista militar-civil?”. Y digo difícil porque en
este momento los venezolanos descubrimos duramente al transcurrir de las horas
del 30 de abril de 2019 que el plan que tenía la oposición oficial no era la
liberación de la tiranía sino la cohabitación con ella.
Que lo que
entiende el gobierno del Presidente Encargado Juan Guaidó y los principales
lideres de la Asamblea Nacional como “Cese de la Usurpación” no es lo mismo que
el resto de los venezolanos entienden. Exponiéndolo claramente, los venezolanos
entendíamos y seguimos entendiendo como “Cese de la Usurpación” es no solo la
salida de Miraflores de Nicolás Maduro Moros y el cese inmediato de su gobierno
de facto, sino la terminación de toda la superestructura del
castro-chavismo-madurismo en el gobierno porque eso dejó de tener la
legitimidad que solo dan los votos de los venezolanos, de acuerdo a la todavía
vigente Constitución de 1999, hecho claramente expuesto luego del fraude
electoral del 20 de Mayo de 2018.
¿Cómo se le podía
vender entonces a los venezolanos que Juan Guaidó gobernara tan siquiera un día
con toda la superestructura que sustenta al castro-chavismo-madurismo en el
poder, si hubiera tenido éxito ese movimiento del 30 de Abril? ¿Cómo se podría
tragar a un Maikel Moreno presidiendo el TSJ, principal responsable de las
persecuciones judiciales de la tiranía, o un Vladimir Padrino López como
Ministro de la Defensa después de ser el principal responsable material de los
crímenes de Lesa Humanidad que se están ventilando ante la Corte Penal
Internacional? ¿Ese era el plan de “Cese de la Usurpación”?
En lo personal me
decepcionó mucho. Pero me decepcionó aún más luego de leer todos los reportes
que surgieron posteriormente relatando con más detalle los acontecimientos del
antes y el después del movimiento del 30A (ver en el portal
Armando.info, La Conjura de los Testaferros, en https://armando.info/Reportajes/Details/2556) y las graves denuncias de corrupción que
no han sido debidamente explicadas hasta este momento, y respondería al porque
ahora se comenzó un nuevo dialogo en Noruega, cuando habían dicho que no
habrían más diálogos con Maduro.
Pero más allá de
esa decepción y adentrándome en el tema de hoy de la Cátedra, aquí hay un hecho
grave que se develó después del 30A: la manera en cómo se concibe la transición
después de separado Nicolás Maduro Moros del cargo que ostenta ilegítimamente,
y las consecuencias para Venezuela de realizarlo de una u otra manera. Allí es
en donde creo que está el obstáculo para que avance el famoso mantra de tres
pasos, ya que eso definiría si lo que ocurrió fue un golpe-negociación
frustrado y si con eso se puede derrotar a esta “dicta-socialista militar-civil” como acertadamente lo titula la
Cátedra Pio Tamayo.
El 30A los
venezolanos descubrimos como piensa realmente la oposición oficial resolver el
problema político en Venezuela: a) no desean que haya una intervención
humanitaria a pesar de los crímenes de Lesa Humanidad que comete el régimen de Nicolás Maduro Moros y que casi
un 90% de los venezolanos, de acuerdo a las encuestas, se los está pidiendo; y
b) creen que la salida y la normalización de la situación política del país
pasa por una negociación con los delincuentes que manejan el poder de facto en
Venezuela. Esas dos verdades reveladas el 30 de Abril crean un enfrentamiento
directo de la mayoría de los venezolanos con su clase política opositora. Eso
no es base de sustentación para ningún gobierno de la oposición.
Cualesquiera que
sean las razones de los diputados de la Asamblea Nacional –corrupción
incluida- para evitar un intervención
militar de carácter humanitario, son la causa de que no se haya dado la
aprobación de la autorización de la entrada de contingentes armados extranjeros
contenida en el Artículo 187, numeral 11 Constitucional. Pero también a la vez
están trancando la liberación de Venezuela de los ejércitos cubano, ruso, chino,
iraní, hezbolá y demás terroristas paramilitares de ocupación que se encuentran
enquistados a lo largo y ancho del territorio nacional, y que se están preparando
para expandirse por Latinoamérica y los Estados Unidos.
Al haber tomado la
trascendental decisión de cohabitar con el régimen, aún sin estar Maduro, el
Gobierno del Presidente Encargado Juan Guaidó fracasó sin haber comenzado. Si
toda la estructura de poder su gobierno de transición va a depender de los
factores enraizados de la narco corrupción del actual régimen, difícilmente se
podrán acometer las reformas imprescindibles para el retorno de la
institucionalidad democrática del país, comenzando por una reforma a fondo de
las Fuerzas Armadas. ¿Cómo se enderezarían las barbaridades que cometieron Hugo
Chávez Frías y Nicolás Maduro Moros dentro de esa institución, donde
violentaron los principios fundamentales de la institución armada de disciplina,
obediencia y subordinación, si quienes están al frente son precisamente
aquellos cuyo poder se sustenta en esa distorsión?
Es una
contradicción hacer una negociación en las que convivan las estructuras
antidemocráticas del régimen y sus protagonistas con un pretendido gobierno
democrático. Eso es lo que al parecer no alcanzan a entender aquellos que
impulsan una “negociación” en la que sobreviva algo de lo que en este momento
oprime a todos los venezolanos y es la razón principal de toda esta tragedia humanitaria
que vivimos. No fue una negociación frustrada, es que el solo hecho de hacer
que funcionen ambas maneras de concebir la transición hace abortar cualquier
engendro que se quiera crear.
Es como intentar
cruzar sin más dos especies diferentes y pretender crear con éxito un ser
completamente nuevo, como un caballo volador, cruzando un caballo con un pájaro. Es como si los Aliados para liberar a
Europa del nazismo en la Segunda Guerra, antes de proceder a la fuerza como en
efecto hicieron, hubieran buscado primero a Himmler, Eichmann o Goebbels para
que cogobernaran con ellos en una transición hacia una nueva etapa, haciendo un
gobierno sin Hitler, habiendo sido ellos los principales responsables
materiales de los 6 millones de judíos muertos.
Si las especies
son efectivamente diferentes, entonces son incompatibles ambas maneras de
concebir una transición para lo cual el Gobierno del Presidente Encargado Juan
Guaidó deberá proceder sin la mayor dilación la liberación de Venezuela tomando
las decisiones dentro y fuera del país que conduzcan a la remoción de raíz de
las estructuras que hacen posible este estado narco militarizado que nos desgobierna,
descartando completamente una negociación con el régimen. Pero si las especies
son del mismo tipo, producto ambas de la corrupción, como en efecto lo está comenzando
a percibir el país, el engendro creado será peor que la enfermedad, que no solo
acabará con él y con la esperanza de los venezolanos, sino que hundirá aun más a
Venezuela en la anarquía. Aun están a tiempo de decidir bien.
Muchas gracias…
Caracas, 20 de Mayo de 2019
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