Por Luis Manuel Aguana
"Los Estados Unidos lideran una coalición
diplomática de 59 naciones contra el dictador socialista de Venezuela, Nicolás
Maduro. Maduro es un gobernante ilegítimo, un tirano que brutaliza a su pueblo.
Pero el control de la tiranía de Maduro será aplastado y roto. Aquí esta noche
hay un hombre que lleva consigo las esperanzas, sueños y aspiraciones de todos
los venezolanos. Acompañándonos en la galería está el verdadero y legítimo
Presidente de Venezuela, Juan Guaidó. Sr. Presidente, por favor lleve este
mensaje a su patria. ¡Todos los estadounidenses están unidos al pueblo
venezolano en su justa lucha por la libertad! El socialismo destruye naciones.
Pero recuerde siempre, la libertad unifica el alma" (palabras
de Donald Trump en su Mensaje a la Nación -State of the Union- del 4 de febrero
de 2020, transcripción de Time, en https://time.com/5777857/state-of-the-union-transcript-2020/).
¡Tremendo compromiso! Esa parte del discurso de Trump
removió las fibras de todos los venezolanos y fue como una limonada fría y
refrescante en el medio de un verano ardiente que no acaba de terminar,
renovando las esperanzas de terminar pronto con esta tragedia. Pero además hace
algo que no esperaban en la oposición oficial: COMPROMETE a Juan Guaidó a una
solución inmediata del problema de los venezolanos. No mas esperas, no más
politiquería de elecciones de largo plazo. En la casa de la democracia más
perfecta del mundo se le dijo que la libertad es primero. ¿Habrán entendido el
mensaje?
Trump le dijo que representa “las esperanzas,
sueños y aspiraciones de todos los venezolanos” y que su pueblo nos
acompaña “unidos al pueblo venezolano en su justa lucha por la libertad”.
No acompañan al G4-Guaidó, ni a los partidos de la oposición oficial sino al
pueblo venezolano. Esa ha sido siempre la posición del gobierno de Trump. Pero
echemos un ojo más de cerca a la presencia de Guaidó en Washington en el
Congreso norteamericano, en especial en la reunión de la presentación de
cuentas del Presidente norteamericano a los representantes de su pueblo.
Lo primero que me llama la atención no son las
palabras ni la ovación a Juan Guaidó (que no es a Guaidó, sino a la lucha con
sangre en las calles de este sufrido pueblo durante años, reconocimiento al
pueblo venezolano que agradezco personalmente al Congreso de los Estados
Unidos) sino a la presencia misma del Presidente Encargado allí, luego de haber
anunciado en Canadá que no estaba prevista una reunión con Trump (ver 2001, en http://www.2001.com.ve/en-la-agenda/221726/guaido-aprueba-las-reuniones-de-canada-y-cuba-para-resolver-la-crisis-venezolana.html).
Lo que creo que
está sucediendo es que Guaidó y sus asesores en la gira nunca tuvieron prevista
una reunión en Washington con Trump. Eso fue confesado por Guaidó al hacer esa
declaración en Canadá. Pero al ver la matriz de opinión que se formó en
Venezuela de que constituía, por decir lo menos, una soberana idiotez no entrar
en contacto con las autoridades norteamericanas siendo nuestro mayor aliado en
esta lucha, y en su propio patio, después de haber hecho el esfuerzo de salir
de Venezuela -opinión que este escribidor suscribe plenamente-, se cambió la
gira hacia los Estados Unidos para un encuentro con la mayor colonia venezolana
en los Estados Unidos, en el sur de la Florida.
Eso denota el “como vaya viniendo, vamos viendo”, la
conocida doctrina de Eudomar Santos, que al parecer es norma en el gobierno
interino. De esos contactos con las autoridades norteamericanas, ya en
territorio de los Estados Unidos, la especie de una reunión con el Presidente
Trump ya no estaba tan lejos, aun cuando hubiera rechazado la oferta del ex
Embajador Diego Arria de armarle una Formula Arria en Nueva York para volver a
introducir el tema de Venezuela en el Consejo de Seguridad de las Naciones
Unidas. Pienso que el equipo de Guaidó no debería desestimar esa oferta.
El aumento de
las expresiones fuertes en contra de Maduro de los principales voceros de la
Administración norteamericana, comenzando por el Presidente Trump (“será
aplastado y roto”), denotarían la inminencia de un desenlace inmediato.
Pero como esto ha sido así en el pasado, eso no tendría mayor significación
ahora de no ser por la presencia de Juan Guaidó en Washington. El tema de
Venezuela volvió a tomar significación en la opinión pública norteamericana. El
gobierno de Trump debe estar comunicándole a Guaidó en persona de sus planes
con respecto al régimen.
Esa es una razón de peso para que Guaidó no vuelva con
las manos vacías a Venezuela, ni que la Casa Blanca permita que vuelva sin una
solución, porque de ser así, de haber sido llevado a las alturas del Olimpo en
el Congreso norteamericano, Guaidó descendería a las profundidades infernales
del desprecio de los venezolanos por no haber traído del exterior una solución
a nuestro grave problema. ¿Permitirán los norteamericanos que eso ocurra? Si
existe una solución inminente que nosotros desconozcamos, ¿por qué dejar que
Guaidó pierda la confianza de los venezolanos?
Lo que sí es cierto es el para qué regresaría Guaidó
sin una respuesta. ¿Regresaría para seguir haciendo reuniones de la Asamblea
Nacional legítima –y no reconocida por el régimen- en las calles? ¿Seguir
sesionando en Baruta? ¿Qué sentido tiene eso? Lo que veríamos es la
continuación de las negociaciones por elecciones parlamentarias a finales de
año como nos lo han anunciado. Esa es la receta de una condena segura de la
esperanza de todos los venezolanos. A las pocas semanas ese volver al “business
as usual” Guaidó sería polvo cósmico. En consecuencia Guaido tiene que tener
una respuesta creíble para los venezolanos que no sean elecciones. Ya nosotros
le planteamos una: la Consulta Popular Plebiscitaria restauradora la vigencia
de la Constitución y que sea el pueblo el que decida. Sería bueno que
respaldara esta solución y se sumara a lo que ya están pidiendo múltiples
sectores de la Sociedad Civil venezolana. Ya escuchó a Trump decir en el
Congreso norteamericano que respaldan nuestra lucha por la libertad. Entonces
seguramente respaldarán nuestra decisión como pueblo de acabar con la tiranía
en una Consulta Popular.
Caracas, 5 de Febrero de 2020
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana