miércoles, 5 de febrero de 2020

Guaidó y el discurso de Trump

Por Luis Manuel Aguana

"Los Estados Unidos lideran una coalición diplomática de 59 naciones contra el dictador socialista de Venezuela, Nicolás Maduro. Maduro es un gobernante ilegítimo, un tirano que brutaliza a su pueblo. Pero el control de la tiranía de Maduro será aplastado y roto. Aquí esta noche hay un hombre que lleva consigo las esperanzas, sueños y aspiraciones de todos los venezolanos. Acompañándonos en la galería está el verdadero y legítimo Presidente de Venezuela, Juan Guaidó. Sr. Presidente, por favor lleve este mensaje a su patria. ¡Todos los estadounidenses están unidos al pueblo venezolano en su justa lucha por la libertad! El socialismo destruye naciones. Pero recuerde siempre, la libertad unifica el alma" (palabras de Donald Trump en su Mensaje a la Nación -State of the Union- del 4 de febrero de 2020, transcripción de Time, en https://time.com/5777857/state-of-the-union-transcript-2020/).

¡Tremendo compromiso! Esa parte del discurso de Trump removió las fibras de todos los venezolanos y fue como una limonada fría y refrescante en el medio de un verano ardiente que no acaba de terminar, renovando las esperanzas de terminar pronto con esta tragedia. Pero además hace algo que no esperaban en la oposición oficial: COMPROMETE a Juan Guaidó a una solución inmediata del problema de los venezolanos. No mas esperas, no más politiquería de elecciones de largo plazo. En la casa de la democracia más perfecta del mundo se le dijo que la libertad es primero. ¿Habrán entendido el mensaje?

Trump le dijo que representa “las esperanzas, sueños y aspiraciones de todos los venezolanos” y que su pueblo nos acompaña “unidos al pueblo venezolano en su justa lucha por la libertad”. No acompañan al G4-Guaidó, ni a los partidos de la oposición oficial sino al pueblo venezolano. Esa ha sido siempre la posición del gobierno de Trump. Pero echemos un ojo más de cerca a la presencia de Guaidó en Washington en el Congreso norteamericano, en especial en la reunión de la presentación de cuentas del Presidente norteamericano a los representantes de su pueblo.

Lo primero que me llama la atención no son las palabras ni la ovación a Juan Guaidó (que no es a Guaidó, sino a la lucha con sangre en las calles de este sufrido pueblo durante años, reconocimiento al pueblo venezolano que agradezco personalmente al Congreso de los Estados Unidos) sino a la presencia misma del Presidente Encargado allí, luego de haber anunciado en Canadá que no estaba prevista una reunión con Trump (ver 2001, en http://www.2001.com.ve/en-la-agenda/221726/guaido-aprueba-las-reuniones-de-canada-y-cuba-para-resolver-la-crisis-venezolana.html).

Lo que creo que está sucediendo es que Guaidó y sus asesores en la gira nunca tuvieron prevista una reunión en Washington con Trump. Eso fue confesado por Guaidó al hacer esa declaración en Canadá. Pero al ver la matriz de opinión que se formó en Venezuela de que constituía, por decir lo menos, una soberana idiotez no entrar en contacto con las autoridades norteamericanas siendo nuestro mayor aliado en esta lucha, y en su propio patio, después de haber hecho el esfuerzo de salir de Venezuela -opinión que este escribidor suscribe plenamente-, se cambió la gira hacia los Estados Unidos para un encuentro con la mayor colonia venezolana en los Estados Unidos, en el sur de la Florida.

Eso denota el “como vaya viniendo, vamos viendo”, la conocida doctrina de Eudomar Santos, que al parecer es norma en el gobierno interino. De esos contactos con las autoridades norteamericanas, ya en territorio de los Estados Unidos, la especie de una reunión con el Presidente Trump ya no estaba tan lejos, aun cuando hubiera rechazado la oferta del ex Embajador Diego Arria de armarle una Formula Arria en Nueva York para volver a introducir el tema de Venezuela en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Pienso que el equipo de Guaidó no debería desestimar esa oferta.

El aumento de las expresiones fuertes en contra de Maduro de los principales voceros de la Administración norteamericana, comenzando por el Presidente Trump (“será aplastado y roto”), denotarían la inminencia de un desenlace inmediato. Pero como esto ha sido así en el pasado, eso no tendría mayor significación ahora de no ser por la presencia de Juan Guaidó en Washington. El tema de Venezuela volvió a tomar significación en la opinión pública norteamericana. El gobierno de Trump debe estar comunicándole a Guaidó en persona de sus planes con respecto al régimen.

Esa es una razón de peso para que Guaidó no vuelva con las manos vacías a Venezuela, ni que la Casa Blanca permita que vuelva sin una solución, porque de ser así, de haber sido llevado a las alturas del Olimpo en el Congreso norteamericano, Guaidó descendería a las profundidades infernales del desprecio de los venezolanos por no haber traído del exterior una solución a nuestro grave problema. ¿Permitirán los norteamericanos que eso ocurra? Si existe una solución inminente que nosotros desconozcamos, ¿por qué dejar que Guaidó pierda la confianza de los venezolanos?

Lo que sí es cierto es el para qué regresaría Guaidó sin una respuesta. ¿Regresaría para seguir haciendo reuniones de la Asamblea Nacional legítima –y no reconocida por el régimen- en las calles? ¿Seguir sesionando en Baruta? ¿Qué sentido tiene eso? Lo que veríamos es la continuación de las negociaciones por elecciones parlamentarias a finales de año como nos lo han anunciado. Esa es la receta de una condena segura de la esperanza de todos los venezolanos. A las pocas semanas ese volver al “business as usual” Guaidó sería polvo cósmico. En consecuencia Guaido tiene que tener una respuesta creíble para los venezolanos que no sean elecciones. Ya nosotros le planteamos una: la Consulta Popular Plebiscitaria restauradora la vigencia de la Constitución y que sea el pueblo el que decida. Sería bueno que respaldara esta solución y se sumara a lo que ya están pidiendo múltiples sectores de la Sociedad Civil venezolana. Ya escuchó a Trump decir en el Congreso norteamericano que respaldan nuestra lucha por la libertad. Entonces seguramente respaldarán nuestra decisión como pueblo de acabar con la tiranía en una Consulta Popular.

Caracas, 5 de Febrero de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

jueves, 30 de enero de 2020

Una solución para Trump

Por Luis Manuel Aguana

En virtud de las observaciones realizadas por algunos amigos (y otros no tan amigos) en relación a mi última nota (ver El Rey está desnudo, en https://ticsddhh.blogspot.com/2020/01/el-rey-esta-desnudo.html) y en general al tratamiento que le he dado a la gira del Presidente Encargado Juan Guaidó, y a contravía del precepto que reza “no aclares porque enredas”, creo necesario hacer algunas precisiones que a la luz de los últimos cambios que ha hecho la oposición oficial al itinerario de Guaidó y las nuevas noticias que indican que efectivamente irá a los Estados Unidos, concretamente al Estado de Florida.

Nadie ha puesto en duda el esfuerzo que está realizando la oposición oficial en levantar la imagen de Guaidó, en especial aplicarlo cuando sus números en las encuestas iban en picada sale este viaje sorpresivo, “saltando la otra reja” como lo bauticé en una nota pasada. Hay que concederles eso a los estrategas de mercadeo político del gobierno interino. Sin embargo, también dije que no era solo espectáculo, que había que traer resultados concretos para un pueblo ávido de soluciones concretas. La gente está desesperada y peor aún, desesperanzada. ¡No solo vale el circo!

Y esos resultados están en proporción directa con la estrategia que tengan en mente Guaidó y sus asesores de cómo resolver esta tragedia. En base a eso es que se buscarían tales o cuales aliados para desde el exterior forzar una salida a la crisis monumental de los venezolanos. Hasta ahora lo que nos han dicho es que esto se resuelve con elecciones, en una clara vía en contrario de muchos de los que hemos analizado este problema desde hace años. Gracias a Dios el gobierno de los Estados Unidos ya está clarísimo que no se pueden hacer elecciones con Maduro en el poder. Pero al parecer Guaidó y su equipo no piensan lo mismo, no dicho por mí sino por ellos mismos, al intentar diálogos y acercamientos electorales con el régimen de Nicolás Maduro Moros.

Cuando Guaidó dijo en Canadá que negaba “que existiese alguna posible reunión con Donald Trump” (ver 2001, en http://www.2001.com.ve/en-la-agenda/221726/guaido-aprueba-las-reuniones-de-canada-y-cuba-para-resolver-la-crisis-venezolana.html)  inmediatamente me dije: ¿y entonces? ¿Qué sentido tiene salir del país si la primera persona con la que se tiene que reunir para buscarle salidas a la tragedia es precisamente Donald Trump, principal aliado mundial? ¿Que están pensando estos tipos?

Inmediatamente saltaron los defensores del interino justificando que “eso no dependía” de Guaidó. ¡Por favor! ¿Qué insulto es ese a la inteligencia del venezolano? ¡Si el primero que desea que este rollo se resuelva en el hemisferio son los Estados Unidos! Guaidó se reunió en Colombia con el Secretario de Estado Mike Pompeo. Es muy cuesta arriba pensar que una agenda a Washington del Presidente Encargado no pudiera resolverse allí mismo si se hubiera querido. Ese es mi punto. Pero si usted no tiene nada que pedir ni proponer, ni tiene una estrategia definida que plantearle a Trump, es claro que nada tiene que hacer en los Estados Unidos. Sería estúpido ir a proponerle a Trump unas elecciones con el régimen en el poder para sacar a Maduro, que es lo que hasta ahora tiene en la mente la oposición oficial. ¡Hasta ellos saben eso! ¡Pero aun así nos quieren convencer a nosotros!

Aún sin el desaguisado de las declaraciones de Guaidó con relación a Cuba, que la oposición oficial se apuró en responder porque el país rechazo de plano cualquier intermediación para “acordar” junto a Canadá cualquier solución con quienes nos han invadido sin disparar un solo tiro, todavía la oposición oficial no ha mostrado nada que indique una salida distinta a la electoral que han planteado. Cuando exploto eso, los estrategas de Guaidó pensaron que tenían de alguna manera que inventar una visita a los Estados Unidos y al menos tratar de tomarse la fotografía con Trump. De allí el cambio de planes. No fue que “pensaron” anticipadamente la visita y nosotros, los malos de la partida y “detractores de Juan Guaidó”, nos adelantamos a decir que no iría a los Estados Unidos. No. Eso no estuvo nunca en el programa hasta que llegaron a Canadá. Tanto es así que el mismo Guaidó lo informó a la prensa, tal y como lo reseñaron las agencias internacionales de noticias y destacado por el 2001.com.

Entonces el problema no era que no “quisieran” ir a los Estados Unidos. Era el con qué se iban a aparecer en Washington para presentar una estrategia coherente a Donald Trump como salida a la crisis venezolana, más allá de una solución electoral chimba que él ya ha rechazado, o una suerte de respaldo a lo que ya han hecho con las sanciones a los delincuentes del régimen. ¿Difícil, verdad?

Pero Guaidó SI tiene algo que puede presentarle a Trump. ¿Y porque lo digo? Porque más de 150 personalidades de todos los sectores del país se lo expusieron en una carta enviada al Presidente Encargado el 1ro de Diciembre de 2019, y que consiste fundamentalmente en que la solución de la crisis que padece el país requiere de la participación activa y la decisión de todos los venezolanos, no solo del sector político (ver Carta a Guaidó en http://ancoficial.blogspot.com/2019/12/anco-apoya-la-convocatoria-una-consulta.html).

Esta participación está establecida en la Constitución en el Artículo 5, la Soberanía reside en el pueblo, quien la puede ejercer directamente mediante los mecanismos establecidos en la Constitución; y Articulo 333, todos los venezolanos, investidos o no de autoridad, están en el deber de restablecer la vigencia de la Constitución. Los mecanismos para ejercer directamente la Soberanía están establecidos en el Artículo 70.  La Consulta Popular allí recogida es el instrumento idóneo que se debe aplicar en esta circunstancia, administrada completamente por la sociedad civil venezolana, que puede hacerlo porque la constitución así lo permite, al no encontrarse las consultas al pueblo dentro de las competencias del Poder Electoral (Articulo 293.5).

El Presidente Encargado puede presentarle al Presidente Trump una solución QUE NO CONSISTE EN ELECCIONES, que está justo en el medio de una solución de fuerza y un evento electoral, gestionada por el propio pueblo de Venezuela con la ayuda de ellos y el resto de la Comunidad Internacional; y que demostraría de igual manera la decisión de un pueblo de vivir en democracia y libertad. Y sacarle a Trump el compromiso de ayudarnos a hacer efectivo el mandato popular en caso de que el régimen se niegue a abandonar el poder, si el mandato así lo ordena. ¿En que nos ayudaría Trump? En lograr que esa consulta popular plebiscitaria se haga ESTANDO Maduro en Miraflores y se cobre posteriormente.

La Consulta Popular Plebiscitaria sería la respuesta a la Europa que quiere elecciones CON MADURO EN EL PODER y a aquellos países que han declarado expresamente que no participarán en una intervención armada. Pero lo que no es negociable es que la administre el régimen, sino la sociedad civil con la ayuda de la Comunidad Internacional y los organismos de observación internacional calificada.

¿Se podrá conseguir eso? Depende de que tanto deseen en el gobierno interino seguir cohabitando con Maduro en una bicefalía interminable con el régimen. No somos enemigos de Guaidó ni de su gobierno interino. Somos enemigos de insistir en unas elecciones que no solo no resolverán el problema de Venezuela, sino que le darán legitimidad a la tiranía utilizando los votos de los venezolanos, distorsionados por un poder electoral corrupto. Maduro y su régimen se tienen que ir por mandato del pueblo de Venezuela, con unos votos que los mismos ciudadanos cuenten, por las buenas o por las malas. Y si es por las malas, deberá ser igualmente por la decisión de todos los venezolanos.

Caracas, 30 de Enero de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana