Por Luis Manuel Aguana
No me agradó la alternativa que le dieron los
norteamericanos a Maduro con su propuesta conciliatoria de un gobierno de
cohabitación con la oposición oficial. Eso me sonó -y todavía me suena- a un
remedio peor que la enfermedad. No solo porque les salva el pellejo a los capos
de la droga que gobiernan el país sino porque les buscaba una alternativa
complaciente a Juan Guaidó y su gobierno interino de acceder al poder con la
formula de cohabitación de los “enclaves autoritarios”, con medio chavismo
metido dentro de la transición.
En otras palabras “zamuro cuidando carne”,
con un gobierno de transición con los mismos que produjeron el desastre,
causando la desmoralización brutal de una población que clama por un mínimo de
decencia pública en la próxima gente que venga a gobernar. Eso claramente iba a
alargar el sufrimiento de las millones de personas que aun vivimos aquí. De
verdad prefiero lo que pasó, que Maduro y su mafia rechazaran eso, así como el
país entero rechazó ese adefesio llamado Gobierno de Emergencia Nacional de
Guaidó.
¿En dónde nos deja todo eso? En una espera
insoportable, donde las cosas no se mueven ni para atrás ni para adelante. Si
esa propuesta gringa era efectivamente lo que supusimos de una “ultima rama de
olivo” antes de proceder con la línea dura (ver La ultima rama de Olivo, en https://ticsddhh.blogspot.com/2020/04/la-ultima-rama-de-olivo.html)
entonces que no nos dejen esperando más tiempo, porque tengo la sensación
maluca que aun creen que la mafia militar metida igualmente hasta los tuétanos
en el negocio de la droga se va a mover consecuentemente para sacar al régimen.
La única manera que de las FAN actuales salga
algo, es que sean los militares de las capas medias y bajas, no metidos en las
decisiones ni negocios fundamentales del régimen, y que tienen mando de tropa y
poder de fuego (capitanes, mayores y tenientes, los llamados COMACATES. El
rango militar de mayor o comandante es el inmediatamente inferior al de
teniente coronel e inmediatamente superior al de capitán) las que lideren una
operación como la que pintan los gringos desde fuera para liberar a Venezuela.
Tendrían que existir militares como el Mayor Marcos Pérez Jiménez, quien en
1945 encabezó dentro de la institución el golpe de derrocó a Isaías Medina
Angarita el 18 de Octubre de ese año (aunque los adecos aun lo sigan llamando
Revolución).
Y yo me pregunto: ¿no estarán pasando esos
mismos rangos medios y bajos de las FAN la suficiente hambre y trabajo como la
estamos pasando el resto de los civiles en Venezuela, para que algo de eso
ocurra? Dejo la pregunta abierta porque solo ellos podrían responderla. La gran
mayoría de esas capas medias y bajas deben estar pasando ahora todavía mucho
más trabajo que nosotros los civiles porque son esos cuadros los que matraquean
en las carreteras a los camiones de comida, y cobran peaje a todas las
actividades económicas de la vida del país, para medianamente poder sobrevivir
en este infierno en que el castro-chavismo-madurismo convirtió a Venezuela.
Efectivamente, en Venezuela el matraqueo debe
encontrarse en su mínimo económico histórico. No hay transporte porque no hay
gasolina. Todos los negocios están paralizados por el COVID-19 y por la crisis de
combustible del régimen. Se detuvo en seco el contrabando de extracción de
combustible, en primer lugar porque ellos destruyeron a la gallina de los
huevos de oro. Sobreviven coleando a quienes les pagan en las colas por la
gasolina que queda. Me imagino cómo deben estar comiéndose las piedras esos
soldados en las fronteras del país que le cobran a todo el que pasa. Pero ahora
no hay a quien cobrarle, por lo que no sé de lo que estarán viviendo.
Ellos, los militares medios y bajos, que nos
han azotado hasta el cansancio por que son los que están controlando el país y
sostienen a Maduro y su régimen, están comenzando a padecer lo que nosotros
tenemos años padeciendo: el comunismo de sus jefes, que no tienen un pelo de
comunistas porqué viven como los capos del narcotráfico que son. Ahora se
acabaron los privilegios de los cuadros medios y bajos porque su única ventaja era
la prerrogativa de poder sobre el resto del país porque estando armados en esa
posición, piden coimas para poder sobrevivir. Eso se acabó. Ni siquiera los
colectivos armados se salvan de la situación de paralización de Venezuela.
¿Estoy exagerando?
Ahora todos estamos friéndonos en el mismo sartén.
Si bien es cierto que no toda la oficialidad media es corrupta, como ocurre en
cualquier otra institución, difícilmente no existe alguna estructura de costos
de cualquier industria, comercio o empresa en Venezuela que no contemple un
elevado porcentaje para pagar lo que representa la coima de los militares. Pero
ahora por la situación política nadie cobra, ni las empresas, ni el gobierno
con sus impuestos, y por supuesto menos los militares medios y bajos. Esto
debería ser un buen motivo para moverse y resolver la usurpación del régimen.
Imagino que querrán volver al menos al “business as usual” de la 4ta República.
En el 2011 escribí una nota que pudiera
considerar premonitoria, donde apuntaba que no eran solo los de arriba del
régimen los culpables de esta desgracia, sino todos aquellos de abajo que por
acción u omisión han permitido que continúe, incluyendo especialmente aquellos
que han tenido responsabilidades medias o bajas: “Por más de una década los
venezolanos hemos contemplado un gobierno desmantelar una a una nuestras
instituciones más preciadas. Y lo peor es que ese desmantelamiento ha contado
con la ayuda y complicidad abierta de personajes con nombre y apellido que han
atropellado los derechos humanos de las personas a los ojos impávidos de todos
nosotros”. (ver El ejemplo de Simón Wiesenthal, en https://www.articulo.org/articulo/34905/el_ejemplo_de_simon_weisenthal.html).
Si hay algo rescatable de las FAN, estará
allí. Es como cuando se quema un viñedo y solo es rescatable un renacimiento de
la planta original si todavía hay ramas que han conseguido conservar algún
verdor en su interior después del fuego, y que renace solo si existen las
condiciones y la oportunidad. Pues bien, si quedó algo de verde dentro esa
institución, no creo que exista mejor condición y mayor oportunidad que la de hoy
para demostrar que pueden renacer. De otra manera serán igualmente responsables
y sujetos a la persecución futura de la historia y de los cazadores venezolanos,
que harán como Simón Weisenthal en su tiempo: después de la tragedia no nos
olvidaremos nunca de las iniquidades que se cometieron en contra de nuestro
pueblo, tanto por los de arriba como por los de abajo…
Caracas, 4 de Abril de 2020
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana