Por Luis Manuel Aguana
En Venezuela hay un viejo chiste de un fulano que se enteró que su mujer
lo engañaba. Esperó escondido en su casa para agarrarla in fraganti en el acto
con el individuo. Al llegar la infiel acompañada del sujeto y comenzar a
mostrarse tal cual la habían echado al mundo, aparecieron las arrugas y los
pliegues que su esposa tenia y que solamente él creía que conocía después de
muchos años de matrimonio. Pero en lugar de enfrentarlos y descubrirlos, se
quedo escondido avergonzado de la condición física de su esposa frente al
desconocido, diciéndose a si mismo ¡qué vergüenza con ese señor!
Esa misma sensación me paso por la mente cuando Carlos Sánchez Berzaín, Director
Ejecutivo del Instituto Interamericano para la Democracia, desnudara la
inacción de Juan Guaidó ante lo que está sucediendo en Venezuela, explicando
con lujo de detalles cómo podría el Gobierno Interino desalojar institucionalmente
y con toda la legalidad del mundo y por la fuerza al régimen de Nicolás Maduro
Moros (ver Presidente Guaidó debe pedir
y organizar coalición internacional militar para liberar a Venezuela, en https://youtu.be/6RB53HlF4BA).
¡Qué vergüenza que te digan eso! ¿Cómo es posible que a esa misma
conclusión política no se haya llegado en Venezuela en todo este tiempo en que
Guaidó ha ejercido como Presidente Encargado? La cosa fue tan contundente que
hasta el Ciudadano Leopoldo Castillo enmudeció porque no tenía como rebatir que
Guaidó no hubiera hasta este momento procedido institucionalmente como
Presidente legitimo de Venezuela solicitando la ayuda militar internacional
necesaria para desalojar la mafia de delincuentes que se han apoderado del país,
como se le ha recomendado múltiples veces, no solo en Venezuela sino en el
exterior. Tengo la impresión que Castillo y EVTV, como ancla comunicacional del
Gobierno Interino, fueron por lana y salieron trasquilados. Intentaban con esa
entrevista justificar públicamente la
chapuza del famoso contrato, utilizando la opinión calificada de quien ha sido
uno de los personajes que internacionalmente tiene más claro el problema
venezolano. Y siendo como es Leopoldo Castillo especialista en temas
internacionales no le quedo otra que aceptar ese juicio.
Pues bien, Juan Guaido definitivamente no está actuando de la manera que
corresponde como Presidente Encargado y legitimo de Venezuela. Para cualquiera
que haya visto esa entrevista eso resulta más que evidente. Pero para los
venezolanos es un lugar común decir que está controlado por el G4 (Henry Ramos
Allup) y el jefe de su partido (Leopoldo López), quienes han decidido por él
cohabitar con Nicolás Maduro Moros, a contracorriente de lo que pensamos todos
quienes estamos sufriendo el infierno narco socialista en Venezuela. En otras
palabras, no es Juan Guaidó el que decide en el Gobierno Interino por más
Presidente Encargado que podamos decirle. ¿Cómo deja eso a la persona de Juan
Guaidó? ¿Cómo un títere? Y esto no me lo pregunto yo solamente.
Ponerse al frente de una operación militar de rescate de Venezuela, no
es cualquier cosa. En primer lugar requiere de una decisión política fundamental
de la persona del Presidente Encargado y su Gobierno Interino. Además requiere de
una tesitura personal muy especial de quien tome esa decisión, que está muy
lejos de ser la de alguien de las características de un títere. ¿Tenemos
realmente eso con Juan Guaidó? Si lo que tenemos es una persona que se deja
manejar por otros por encima de las graves necesidades de sus compatriotas,
debemos de una vez enfrentarlo en Venezuela y ver cuáles son las salidas para
ese problema.
La oposición oficial del G4 nos ha dicho claramente no está en la disposición
de tomar ninguna decisión que enfrente al régimen por la fuerza, y se ha
demostrado que es por los múltiples vínculos que los atan con ellos, lo que la
convierte en su principal protector y aliado. Si esto no es así, demuéstrenlo
inmediatamente moviéndose en la dirección correspondiente. Nada me gustaría más
que estar completamente equivocado.
Es por eso que cuando vemos desnudar la realidad de la oposición oficial
venezolana, mostrando toda la fealdad debajo del ropaje de su principal líder
como Presidente legítimo, decimos, ¡qué vergüenza con Carlos Sánchez Berzaín!,
quien como cualquier latinoamericano esperaría que con la histórica tradición
libertadora de los venezolanos, nuestro liderazgo político hubiera asumido una
actitud más cónsona con esa herencia republicana.
Cuando Bolívar salió fuera de Venezuela a buscar la ayuda de soldados
extranjeros, ya estaba al frente de la lucha por la independencia. No fue a que
otro nos liberara por el pago de un contrato sin él mismo haberla comenzado
personalmente. Ya se había puesto al frente de la gesta libertadora. Pues es
algo así lo que está planteado en Venezuela. La naturaleza criminal de quienes
han tomado de rehenes a la población para saquear el país, nos habla del tamaño
de las decisiones que se deben tomar y de la altura moral y ética de quienes
deben hacerlo. La gran pregunta es ¿tenemos los venezolanos al frente de esta
lucha a esas personas? La cruda realidad nos indica que no.
Pero si no tenemos al frente a las personas correctas ahora, eso no
significa que no existan. Será entonces nuestro deber y obligación lograr que
se produzca un cambio porque por algo muchos venezolanos dignos han dejado su
sangre en las calles y en las cárceles de este país. No puede ser que dejemos
que quienes tienen ahora la responsabilidad de conducir los destinos de una
oposición oficial inmoral, que dejó de representarnos hace tiempo, alarguen
criminalmente esta matanza en cámara lenta –Diego Arria dixit- a la que está
sometida Venezuela.
La situación venezolana no acepta más retrasos. Si el Presidente
legítimo no actúa, sea por la razón que sea, no tomando las decisiones que le corresponden
asumiendo su responsabilidad, que es UNICA Y PERSONALISIMA, entonces tendrá que
venir otro a tomarlas. Si Juan Guaidó llegó a esa posición de Presidente
Encargado por imperativo del Art. 233 de la Constitución, será necesario un
pronunciamiento del TSJ Legitimo y de los constitucionalistas del país acerca
de la situación inédita que se nos está presentando con un Presidente que no ha
cumplido con su obligación de convocar a elecciones como se lo exigió el Art
233, y lo exigimos todos los venezolanos el 23 de Enero de 2019, luego de más
de un año de haber asumido el cargo. Tendrá que venir alguien a sustituirlo. Ese
debate tendremos que darlo. Ya basta de seguir dando vergüenza ajena…
Caracas, 14 de Mayo de 2020
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana