jueves, 14 de mayo de 2020

Sánchez Berzaín: ¡qué vergüenza con ese señor!

Por Luis Manuel Aguana

En Venezuela hay un viejo chiste de un fulano que se enteró que su mujer lo engañaba. Esperó escondido en su casa para agarrarla in fraganti en el acto con el individuo. Al llegar la infiel acompañada del sujeto y comenzar a mostrarse tal cual la habían echado al mundo, aparecieron las arrugas y los pliegues que su esposa tenia y que solamente él creía que conocía después de muchos años de matrimonio. Pero en lugar de enfrentarlos y descubrirlos, se quedo escondido avergonzado de la condición física de su esposa frente al desconocido, diciéndose a si mismo ¡qué vergüenza con ese señor!

Esa misma sensación me paso por la mente cuando Carlos Sánchez Berzaín, Director Ejecutivo del Instituto Interamericano para la Democracia, desnudara la inacción de Juan Guaidó ante lo que está sucediendo en Venezuela, explicando con lujo de detalles cómo podría el Gobierno Interino desalojar institucionalmente y con toda la legalidad del mundo y por la fuerza al régimen de Nicolás Maduro Moros (ver  Presidente Guaidó debe pedir y organizar coalición internacional militar para liberar a Venezuela, en https://youtu.be/6RB53HlF4BA).

¡Qué vergüenza que te digan eso! ¿Cómo es posible que a esa misma conclusión política no se haya llegado en Venezuela en todo este tiempo en que Guaidó ha ejercido como Presidente Encargado? La cosa fue tan contundente que hasta el Ciudadano Leopoldo Castillo enmudeció porque no tenía como rebatir que Guaidó no hubiera hasta este momento procedido institucionalmente como Presidente legitimo de Venezuela solicitando la ayuda militar internacional necesaria para desalojar la mafia de delincuentes que se han apoderado del país, como se le ha recomendado múltiples veces, no solo en Venezuela sino en el exterior. Tengo la impresión que Castillo y EVTV, como ancla comunicacional del Gobierno Interino, fueron por lana y salieron trasquilados. Intentaban con esa entrevista  justificar públicamente la chapuza del famoso contrato, utilizando la opinión calificada de quien ha sido uno de los personajes que internacionalmente tiene más claro el problema venezolano. Y siendo como es Leopoldo Castillo especialista en temas internacionales no le quedo otra que aceptar ese juicio.

Pues bien, Juan Guaido definitivamente no está actuando de la manera que corresponde como Presidente Encargado y legitimo de Venezuela. Para cualquiera que haya visto esa entrevista eso resulta más que evidente. Pero para los venezolanos es un lugar común decir que está controlado por el G4 (Henry Ramos Allup) y el jefe de su partido (Leopoldo López), quienes han decidido por él cohabitar con Nicolás Maduro Moros, a contracorriente de lo que pensamos todos quienes estamos sufriendo el infierno narco socialista en Venezuela. En otras palabras, no es Juan Guaidó el que decide en el Gobierno Interino por más Presidente Encargado que podamos decirle. ¿Cómo deja eso a la persona de Juan Guaidó? ¿Cómo un títere? Y esto no me lo pregunto yo solamente.

Ponerse al frente de una operación militar de rescate de Venezuela, no es cualquier cosa. En primer lugar requiere de una decisión política fundamental de la persona del Presidente Encargado y su Gobierno Interino. Además requiere de una tesitura personal muy especial de quien tome esa decisión, que está muy lejos de ser la de alguien de las características de un títere. ¿Tenemos realmente eso con Juan Guaidó? Si lo que tenemos es una persona que se deja manejar por otros por encima de las graves necesidades de sus compatriotas, debemos de una vez enfrentarlo en Venezuela y ver cuáles son las salidas para ese problema.

La oposición oficial del G4 nos ha dicho claramente no está en la disposición de tomar ninguna decisión que enfrente al régimen por la fuerza, y se ha demostrado que es por los múltiples vínculos que los atan con ellos, lo que la convierte en su principal protector y aliado. Si esto no es así, demuéstrenlo inmediatamente moviéndose en la dirección correspondiente. Nada me gustaría más que estar completamente equivocado.

Es por eso que cuando vemos desnudar la realidad de la oposición oficial venezolana, mostrando toda la fealdad debajo del ropaje de su principal líder como Presidente legítimo, decimos, ¡qué vergüenza con Carlos Sánchez Berzaín!, quien como cualquier latinoamericano esperaría que con la histórica tradición libertadora de los venezolanos, nuestro liderazgo político hubiera asumido una actitud más cónsona con esa herencia republicana.

Cuando Bolívar salió fuera de Venezuela a buscar la ayuda de soldados extranjeros, ya estaba al frente de la lucha por la independencia. No fue a que otro nos liberara por el pago de un contrato sin él mismo haberla comenzado personalmente. Ya se había puesto al frente de la gesta libertadora. Pues es algo así lo que está planteado en Venezuela. La naturaleza criminal de quienes han tomado de rehenes a la población para saquear el país, nos habla del tamaño de las decisiones que se deben tomar y de la altura moral y ética de quienes deben hacerlo. La gran pregunta es ¿tenemos los venezolanos al frente de esta lucha a esas personas? La cruda realidad nos indica que no.

Pero si no tenemos al frente a las personas correctas ahora, eso no significa que no existan. Será entonces nuestro deber y obligación lograr que se produzca un cambio porque por algo muchos venezolanos dignos han dejado su sangre en las calles y en las cárceles de este país. No puede ser que dejemos que quienes tienen ahora la responsabilidad de conducir los destinos de una oposición oficial inmoral, que dejó de representarnos hace tiempo, alarguen criminalmente esta matanza en cámara lenta –Diego Arria dixit-  a la que está sometida Venezuela.

La situación venezolana no acepta más retrasos. Si el Presidente legítimo no actúa, sea por la razón que sea, no tomando las decisiones que le corresponden asumiendo su responsabilidad, que es UNICA Y PERSONALISIMA, entonces tendrá que venir otro a tomarlas. Si Juan Guaidó llegó a esa posición de Presidente Encargado por imperativo del Art. 233 de la Constitución, será necesario un pronunciamiento del TSJ Legitimo y de los constitucionalistas del país acerca de la situación inédita que se nos está presentando con un Presidente que no ha cumplido con su obligación de convocar a elecciones como se lo exigió el Art 233, y lo exigimos todos los venezolanos el 23 de Enero de 2019, luego de más de un año de haber asumido el cargo. Tendrá que venir alguien a sustituirlo. Ese debate tendremos que darlo. Ya basta de seguir dando vergüenza ajena…

Caracas, 14 de Mayo de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

viernes, 8 de mayo de 2020

Wilexis Presidente

Por Luis Manuel Aguana

¿Y por qué no? En un país con los valores distorsionados y extraordinariamente mal gobernado por un capo buscado por la justicia internacional, con un precio sobre su cabeza de 15 millones de dólares, porque razón Wilexis Alexander Acevedo Monasterios no podría aspirar a ser Presidente, considerando que uno de los barrios más grandes de Latinoamérica, el barrio José Félix Ribas de Petare, grita con cacerolas a favor de él? Al menos ese pran puso orden en José Félix Ribas con un mini ejército armado hasta los dientes, y eso es bastante decir.

Y no me malentiendan. No es que yo quisiera que Wilexis o cualquier otro malandro ocupe la Primera Magistratura, ES QUE YA LA OCUPAN. Pero si van a estar allí al menos que se comporten como Wilexis y se dediquen a proteger a la gente, como al parecer hace Wilexis en el barrio José Félix Ribas, según lo describe el periodista Rafael Flores Esparza en La Razón: Desde que tomó el poder y «control» de la zona, Wilexis es visto como una especie de Robin Hood de su barrio, una imagen parecida a la que tenían los ciudadanos de Medellín del narcotraficante Pablo Escobar: el que le quita a los ricos y le da a los pobres, y les brinda seguridad.” (ver Wilexis se apodera de José Féliz Ribas #Petare, en https://www.larazon.net/2020/05/wilexis-se-apodera-del-jose-felix-ribas/).

Pero la cosa no para allí. Y es fundamentalmente lo que me llamó la atención al escribir esta nota. No es que el régimen persiga a Wilexis por su condición de delincuente o azote en el mencionado barrio de Caracas. No. ¡Lo persigue porque no es un malandro al servicio del régimen! Según describe el periodista Esparza, Wilexis tiene a su mando entre 150 a 200 hombres, la mayoría no pasa de los 30 años” y “están armados con escopetas y pistolas, además de radios transmisores para comunicar al instante todo lo que sucede”.

¿Cómo se puede entender un ejército semejante al mando de un delincuente? Pues están armados hasta los dientes por cuenta del régimen para el control de los barrios populares y la entrega de las bolsas CLAP en las principales ciudades del país. Pero Wilexis “saltó la talanquera” política: “El pran fue designado por el alcalde José Vicente Rangel Ávalos como juez de paz de la zona, pero en enero saltó la talanquera al reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado, una traición que generó una cacería en su contra por parte de las Fuerzas de Acciones Especiales.”. Eso no se puede perdonar. Y cual banda disidente de la mafia hay que liquidarlo.

Wilexis ya no responde a las instrucciones del régimen por lo que ahora es perseguido con toda la fuerza institucional del resto de los malandros oficiales. Imagínense, un individuo dueño de un pequeño ejército de 200 soldados, armado con armas automáticas, municiones y comunicaciones y además super protegido por su gente del barrio. Sacarlo de allí no le será una tarea fácil al régimen: “Su banda  está lo suficientemente armada con fusiles AR-15, FAL, Mini Uzi y hasta escopetas y granadas”. ¿Qué tal?

A eso es lo que se enfrentará cualquier Gobierno de Transición una vez que caiga el régimen. Habrá una nacionalización de los feudos controlados por esos pranes en toda la geografía nacional. Wilexis visualizo eso desde el año pasado y decidió adelantarse a la situación política después de la caída del régimen. Pero tal vez no viva lo suficiente para contarlo.

Pero hay una situación que es menester estudiar aquí, que no es otra cosa que el tipo de control que ejerce el régimen sobre esos grupos criminales. Es el mismo de las organizaciones del crimen. Les asignan un territorio para su explotación, los arman y esperan lealtad. Si alguien los traiciona, los asesinan. No es un gobierno el que persigue a Wilexis para aplicarle la justicia por sus crímenes. No. Son sus socios que dejaron de percibir lo que les corresponde en participación. Es la prueba evidente que en Venezuela ya no hay gobierno sino a Pablo Escobar gobernando. Si Wilexis derrotara con esos 200 muchachos armados hasta los dientes a las hordas del régimen y ampliara su base de influencia, entonces sería el que mandara. No es otra cosa la que está planteada con la reciente incursión armada en Macuto. Así de simple. La ley del más fuerte. ¿Y por qué no podría ocurrir eso?

Wilexis pudiera lograr, en un estado tan distorsionado de cosas como las que ocurren en Venezuela, llegar a Miraflores y alzarse con la Presidencia de la República. ¿No es a plomo limpio la cosa, pues? El régimen se ha planteado para gobernar a los venezolanos, no el consabido esquema democrático de los poderes públicos, sino el mismo esquema que hubiera tenido Pablo Escobar en Colombia de haber sido Presidente. Delincuentes y sus jefes-pranes en control del país dentro de una estructura piramidal. Ese esquema tiene la debilidad estructural de que cada feudo puede alzarse con el santo y la limosna como lo está haciendo Wilexis. Y si tiene suficiente poder y bolas puede comerse a quien lo enfrente. Eso es lo que pasa entre las bandas criminales. Ese fue el esquema que impuso Chávez para proteger su revolución delincuente y ahora estamos viendo los resultados.

Si mañana el régimen se encuentra con un pran o jefe con el suficiente poder para enfrentarlos en su elemento, la violencia, los derribará de ese pedestal donde se encuentran y se pondrán ellos. Esa es la inestabilidad de los países del África. A eso es a lo que nos ha llevado el Socialismo del Siglo XXI.

Me gustaría que la oposición oficial se enfrentara al espejo de Wilexis y aterrizara. No es con acuerdos con los Wilexis de Venezuela que saldremos de este problema. Es logrando poner la fuerza que solo existe fuera del país y la poca que aún queda dentro de él, al servicio de los venezolanos, como podremos recobrar la libertad. Y eso no se logra traicionando a aquellos que entienden que la solución se encuentra en contraponer la violencia institucional a la violencia delincuencial del régimen, para lograr poner orden de nuevo en Venezuela y recuperar el poder para la democracia. De otra manera vayan buscándose con los pranes que controlan Venezuela un territorio para disputárselo a los Wilexis que se encuentren en el camino. Suerte con eso. Tal vez cuando lo logren ya Wilexis sea Presidente…

Caracas, 8 de Mayo de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
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