viernes, 19 de febrero de 2021

El océano de la Sociedad Civil

Por Luis Manuel Aguana

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Desde que un prócer del chavismo originario pregunto: “¿La sociedad civil? ¿Cómo se come eso?” han habido múltiples intentos de organizar de alguna manera a esa masa informe de ciudadanos que en una comprobada mayoría sumamos millones en contra del régimen de Nicolás Maduro Moros en el reclamo por el regreso del Estado de Derecho a Venezuela. Nadie en particular puede atribuirse tal representación.

La sociedad civil en Venezuela es, y supongo que así será igualmente en otras partes del mundo, un océano de especies diferentes cuya diversidad es precisamente la que la hace rica en matices, representando cada aspecto de la vida en comunidad. Nadie puede organizar esa diversidad ni mucho menos atribuirse ninguna representación de ella. A lo más que se puede llegar es a sumar voluntades a favor de una causa común en aquellos que puedan parecerse, pero la experiencia nos dice que ni aun así. Lo que queda es que si algún grupo u organización logra el milagro de sumar mayores voluntades a favor de una causa que los anime a todos, la experiencia indica que se hará más fuerte y será capaz de influir en los demás en ese gran océano. 

Y al igual que los peces en el océano, será cada vez más difícil que pueda ser engullido por otros peces más pequeños, e incluso por otras especies. Pero es claro que la causa de esa organización debe ser objetiva y clara. No puede dejar lugar a dudas de ninguna naturaleza y lo más importante: que sea una aspiración que nos convoque a todos. Y eso no es fácil de conseguir.

La organización de la sociedad civil a la que pertenezco, ANCO, comenzó como un sentimiento de cambio de los venezolanos de las regiones de Venezuela. El grito de un país olvidado que reclama y sigue reclamando un lugar en la toma de decisiones de un sistema construido del centro hacia la periferia, donde toda la estructura de poder y de reparto se encuentra bajo el control de quien le ponga las manos a Miraflores. Y como finalmente eso lo lograron unos delincuentes, terroristas y narcotraficantes, la ruina de Venezuela se hizo más evidente y palpable. 

Nuestra causa es la autonomía regional en todos los sentidos, política, económica, territorial, judicial, institucional, con la construcción de un nuevo Pacto federal donde el verdadero poder resida en el ciudadano, como la base fundamental de la pirámide institucional. Eso es un planteamiento de fondo, no de forma. Nuestro Gran Cambio propuesto reside allí. Aquí no hay cargos que buscar hasta que ese cambio se logre. Los cargos que buscaremos –si es que lo hacemos- serán aquellos que los mismos ciudadanos puedan controlar cuando exista un sistema que proteja lo que es de todos hasta el nivel más bajo de la pirámide del Estado.

Fuimos proponentes fundamentales de la Consulta Popular porque creemos en que el Depositario de la Soberanía tenía y tiene mucho que decir y decidir en relación a la tragedia que nos afecta directamente. Los partidos políticos han desdeñado y aun desdeñan la opinión del pueblo en los asuntos que le conciernen, por encima de lo dispuesto en la Constitución de 1999, que es por cierto lo único de lo que disponemos los venezolanos para defendernos del narco régimen. Cuando podamos cambiarla lo haremos para una mucho mejor, pero por ahora usaremos esa. 

Las figuras más visibles de ANCO, la Dra. Blanca Rosa Mármol de León y el Ing. Enrique Colmenares Finol, hicieron un llamado (ver ANCO Oficial en  https://ancoficial.blogspot.com/2021/02/blanca-rosa-marmol-de-leon-casi-siete.html y https://ancoficial.blogspot.com/2021/02/ing-enrique-colmenares-finol-solo-la.html) a ese océano de la Sociedad Civil en nombre de un fenecido Comité Organizador de la Consulta Popular designado por la Asamblea Nacional, con el fin de insistir en que la obra que comenzó con ese acto cívico monumental realizado con mucho esfuerzo en todo el mundo del 7 al 12 de Diciembre de 2020 solo está comenzando, y que debe transformarse en un movimiento cívico de grandes magnitudes a los fines de ser capaz de desplazar al régimen con la organización adecuada en todo el país. Todos los que participamos en ese esfuerzo de la Consulta Popular, y ellos en especial tenemos la autoridad moral de hacer ese planteamiento.

Pero ese llamado no es de ninguna manera fácil, porque en primer lugar ni ellos ni nosotros representamos a la Sociedad Civil en su conjunto pero si a un sentimiento de cambio profundo que tenemos en toda Venezuela de que las cosas sean diferentes. Solo somos una organización en ese océano descrito pero que tiene la pretensión de crecer para convertirse en un sentimiento indetenible y que todos nos acompañen en ese Gran Cambio que le hemos propuesto al país (ver El Gran Cambio, una propuesta para el país que queremos, en https://ancoficial.blogspot.com/2021/01/comunicado-anco-el-gran-cambio-una.html).

Durante ese llamado al país, los ex integrantes del Comité Organizador de la Consulta Popular solicitaron el apoyo de las organizaciones civiles en Venezuela y el mundo a acompañar un Pacto para la Activación del Artículo 333 de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela para el Restablecimiento Constitucional y a formalizar en toda Venezuela la unión de las organizaciones de la Sociedad Civil a través de un esfuerzo organizativo coordinado para el Restablecimiento Constitucional y la Reafirmación de la Soberanía Popular.

Este paso es determinante para lo que viene ahora en Venezuela, donde se desaparecieron los partidos y aparecieron unas organizaciones cohabitantes que en lugar de enfrentar al narco régimen, ahora nos piden acudir a unas elecciones de Gobernadores y Alcaldes sin que haya cambiado absolutamente nada desde el 20 de Mayo de 2018 y el 6 de Diciembre de 2020. Unos políticos que terminaron de venderse al régimen porque ya no tienen nada que ofrecerle al pueblo venezolano que no sea su cara para ser electos en unos cargos que ellos mismos saben que no servirán para bajarle absolutamente nada al sufrimiento del pueblo venezolano.

Solo quedamos nosotros en la Sociedad Civil y todas las organizaciones que la componemos. Dimos el paso de proponerles una fórmula para seguir juntos y hacer cumplir el mandato de un pueblo que creemos que todavía no ha perdido la esperanza. Hagamos organizadamente de ese océano un tsunami que socave las bases del régimen hasta que caiga. Solo eso nos queda por hacer…

Caracas, 19 de Febrero de 2021 

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lunes, 15 de febrero de 2021

Las implicaciones de un mandato

Por Luis Manuel Aguana

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Ha sido muy difícil explicar la trascendencia de la expresión ciudadana ocurrida del 7 al 12 de Diciembre de 2020. Mas que el mero nombre al que quieren reducirla para apartarla del camino aquellos que tienen intereses diferentes a los del pueblo venezolano, la Consulta Popular representa el deseo y a la vez el mandato de un pueblo, dirigido a todos los venezolanos, pero en especial a quienes dicen ser sus representantes políticos. Decir despectivamente “la consulta no sirvió para nada” no solo desconoce el fondo mismo de la expresión democrática de un pueblo sino de las consecuencias que esa expresión tiene en una sociedad que desea vivir en democracia.

Cuando decimos que los poderes tienen su fuente principal en el voto de los ciudadanos, es porque cuando le ponemos un termómetro a la voluntad del pueblo y medimos su expresión, de los resultados de tal medición decidimos quienes conducirán el destino de todos al darles el poder para que tomen decisiones por nuestra cuenta. Es exactamente lo mismo cuando decidimos asuntos al consultárselos a los ciudadanos. El pueblo decide. Ese es el principio de la democracia.

Los venezolanos decidimos vivir en democracia a pesar que quienes conducen el país lo han sometido por encima de eso y por la fuerza de las armas. Pero aun cuando eso sea así por la fuerza de los hechos, la razón sigue asistiéndonos a quienes creemos que son las mayorías quienes deciden, Y esas decisiones no se borran porque alguien tenga un fusil para evitarlo. Los primeros que debemos estar convencidos de eso somos los demócratas, los que creemos en el principio democrático.

Si la voluntad de los venezolanos en su mayoría se manifestó en una Consulta Popular, convocada de acuerdo lo establecido en la Constitución, de exigir que Maduro y su régimen deben abandonar el poder para que se puedan producir elecciones libres, transparentes y verificables, mal podría nadie que se llame a si mismo demócrata llamar a algún proceso electoral antes de que esa misma voluntad sea satisfecha. Esa es una lógica irrefutable.

Sin embargo los enemigos de la Consulta Popular, que por cierto en su gran mayoría no se hallan en la acera del régimen sino de la “oposición”, siguen insistiendo en que la Consulta “no sirvió para nada” porque el régimen de Nicolás Maduro Moros no se derrumbó al día siguiente de producidos los resultados. Pues bien, los venezolanos deben entender que si seguimos la lógica detrás de estos resultados, NO ES POSIBLE para nadie convocar a ninguna elección después del 12 de Diciembre de 2020 antes de que el régimen abandone el poder, siendo este es el primer resultado de la Consulta Popular. Y quienes lo hagan son cómplices del régimen de Nicolás Maduro Moros.

Lo anterior hace ilegitima la convocatoria que los factores políticos del régimen y su oposición están haciéndole engañosamente a los venezolanos. Ya groseramente existen listas de candidatos a Gobernadores haciendo caso omiso a lo expresado por los venezolanos en Diciembre como si eso no hubiera pasado. ¡Cuidado con eso! Les puede pasar lo mismo que a Maduro el 20 de Mayo de 2018 y 6 de Diciembre de 2020. Desconoceremos cualquier proceso electoral que se produzca con Maduro en el poder, al margen del mandato de la Consulta Popular.

Este primer resultado (o más bien consecuencia) de la Consulta Popular inhabilita CUALQUIER negociación nacional e internacional que conduzca a elecciones con el régimen en funciones de gobierno, y que de realizarse tales negociaciones la primera condición para sentarse con nadie debe ser que Maduro y su régimen se aparten del poder, en obediencia estricta a la voluntad que el pueblo expresó del 7 al 12 de Diciembre de 2020. De esto DEBERÍA estar informada la Comunidad Internacional, y en especial la Unión Europea y su Grupo de Contacto, quienes están solicitando de nuevo otra ronda de conversaciones con miras a producir elecciones con el régimen de Nicolás Maduro Moros. Y como sabemos que los partidos políticos están en eso en el exterior desde ya estamos solicitando la presencia de una representación reconocida y calificada de la Sociedad Civil en cualquier posible negociación que se pueda iniciar, con intermediación de la Comunidad Internacional, al margen de ese mandato del pueblo venezolano.

El otro resultado de la Consulta Popular, aun sin que nadie haga absolutamente nada después de expresada la voluntad popular del 7 al 12 de Diciembre de 2020, es la decisión del pueblo de que CUALQUIER venezolano tiene la suprema autorización (y digo SUPREMA porque viene de la autoridad más alta en cualquier democracia) de gestionar lo que sea necesario para proteger a los venezolanos de los crímenes de Lesa Humanidad y detener los desafueros del régimen.

Y esto es perfectamente lógico. No solo los políticos tienen esa responsabilidad sino cualquier venezolano consciente, investido o no de autoridad, como lo dice el Artículo 333 Constitucional. Si alguien tiene por cualquier circunstancia el poder para mover lo que sea necesario afuera para socorrer a los millones de venezolanos que están pasando necesidad en nuestro país, el pueblo decidió darle el poder para gestionar lo necesario para hacerlo. Desde una pequeña protesta cívica hasta una invasión militar si así lo creen conveniente. De allí que aquellos que creen que esta última puede ser una solución al problema tienen desde el 12 de Diciembre la autorización constitucional del pueblo venezolano. Basta de pedírselo por las redes sociales a Guaidó o a cualquiera; ya pueden moverse ustedes mismos concretamente para lograrlo porque ya cuentan con el mandato del único que puede autorizar semejante cosa. Y esto no es retórico.

Y para aquellos que apunten que estoy convocando a desatar la violencia en Venezuela, desde ya les digo que se equivocan. Sólo les ilumino acerca de las posibles implicaciones y repercusiones de lo que determinó el pueblo venezolano con la Consulta Popular e ilustrarlos de que lo resuelto del 7 al 12 de Diciembre de 2020 no es una mera declaración sin implicaciones. Es la determinación del pueblo venezolano de llegar hasta las últimas consecuencias solo por ese mandato.

Alguien siempre saldrá argumentando: “pero esa Consulta Popular no es vinculante”, como ya lo esgrimió la misma Asamblea Nacional de 2017 cuando destempladamente decidió no acatar el mandato del pueblo el 16 de julio de ese año. A esos les digo que terminen de entender el carácter participativo de la Constitución de 1999, donde se modificó la esencia del Articulo 5 (Articulo 4 de la anterior de 1961) que explica como se ejerce la Soberanía a partir de 1999: “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley...”, y la forma prevista en la constitución, específicamente en el Artículo 70, es el siguiente: “Son medios de participación y protagonismo del pueblo en ejercicio de su soberanía, en lo político: la elección de cargos públicos, el referendo, la consulta popular...”. Entonces los venezolanos ejerciendo nuestra Soberanía decidimos lo expresado en las 3 preguntas de la Consulta Popular realizada del 7 al 12 de Diciembre de 2020.

Todo lo arriba señalado va en el sentido de ilustrarle a mis estimados lectores que desde ya esa Consulta Popular está operando sin que hayamos todavía movido un dedo en hacer efectivo en la práctica el mandato que de ella emana, mas allá de exigir su respeto y cumplimiento e informar de ella a todo el mundo. Eso vendrá en algún momento que no tengo porque explicar. Solo aquellos que si estamos dispuestos a hacerlo cumplir debemos ahora estar pensando en los diferentes mecanismos concretos para el desplazamiento del régimen en concordancia con el mandato emanado por la Consulta Popular. Algunos lo estamos pensando de manera pacífica y constitucional. Otros tal vez no tanto. Pero lo importante es que ya existe el instrumento constitucional y el mandato supremo del pueblo venezolano, con todas sus implicaciones. Quedará de parte de cada uno de nosotros hacer que se cumpla…

Caracas, 15 de Febrero de 2021

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