jueves, 2 de septiembre de 2021

Elecciones “casi” justas

Por Luis Manuel Aguana

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En una decisión ya tomada desde hace meses la MUD hace oficial su participación en las elecciones regionales convocadas por el CNE ilegítimo del régimen para el 21N. Es por eso que los venezolanos, acostumbrados a las decisiones de esta oposición nunca creímos que hicieran otra cosa.  Cada partido político “opositor” desde que se anunciaron las elecciones para el 21N comenzó en todo el país la acostumbrada ronda de zancadillas para apropiarse del puesto correspondiente para “competir” con el régimen en unas elecciones sin condiciones. En consecuencia no era de esperarse otra cosa diferente.

Pero, ¿qué es lo diferente ahora? La coincidencia de esa decisión con las negociaciones en México. Si la oposición política del régimen, así llamada por la Comunidad Internacional, fue a México, entre otras cosas, para precisamente buscar condiciones electorales justas, ¿porque antes de terminar las negociaciones se entrega y acuerda participar? Porque decir que “Sabemos que estos comicios no serán unas elecciones justas ni convencionales. La dictadura ha impuesto obstáculos graves que ponen en riesgo la expresión de cambio del pueblo venezolano. Sin embargo, entendemos que serán un terreno de lucha útil para fortalecer a la ciudadanía e impulsar la verdadera solución a la grave crisis de nuestro país: unas elecciones presidenciales y legislativas libres”, no es precisamente una manera de presionar al régimen para que cambie las condiciones en que las hará (ver Plataforma Unitaria participará en comicios del 21 de noviembre con la tarjeta de la MUD, en https://efectococuyo.com/politica/plataforma-unitaria-participara-en-comicios-del-21-de-noviembre-con-tarjeta-de-la-mud/).

La decisión firme de participar en ese evento electoral a espaldas del mandato de la Consulta Popular del Diciembre de 2020, no solo pone a quienes tomaron esa decisión en un claro desconocimiento del mandato del pueblo venezolano de exigir el cese de la usurpación de Nicolás Maduro Moros, para ir luego a unas elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables (1ra pregunta de la Consulta Popular de Diciembre 2020), sino también a desconocer la decisión del pueblo de rechazar el evento electoral del 6 de Diciembre donde se eligió de manera ilegitima el parlamento que designó al CNE que convoca las elecciones del 21N (2da pregunta de la Consulta Popular de Diciembre 2020). No en vano Maduro quiere ver desde su sillón a Guaidó votando en esas elecciones para definitivamente validar ante el mundo su presidencia ilegitima frente a la legítima del Presidente Encargado.

Bien decía Einstein que el infinito se definía como el tamaño de la estupidez humana. Pensar con los bolsillos como lo está haciendo Henry Ramos Allup y el resto de sus socios y actuar con el régimen nos puede costar a los venezolanos un gran retraso en el rescate del país pero de ninguna manera significa que las decisiones que tomen para cogobernar con Maduro sean respaldadas por los venezolanos, y menos aun asistiendo con los ojos cerrados a unas elecciones “casi” justas, como ellos mismos las llaman, que sellarían la permanencia de Maduro en el poder.

¿Y por qué digo esto? Porque esa oposición mediocre no se ha paseado por la realidad de que aceptar el juego del régimen tiene consecuencias de cara a la Comunidad Internacional. El reconocimiento que ahora están dando oficialmente a ese evento electoral significa que cualquier país que le haya dado el reconocimiento a Juan Guaidó podrá dejar de hacerlo, porque si en nuestro propio país quienes supuestamente se oponen al régimen deciden de manera oficial que sus elecciones “casi” justas son válidas para ellos, nadie afuera en su sano juicio tiene porque decir lo contrario. Dirán con seguridad “ese es un problema de los venezolanos” y punto, dando por terminada cualquier discusión y aceptando que Maduro es el legitimo mandatario en Venezuela, echando por la borda el montón de muertos que nos ha costado a los venezolanos llevar al régimen de Maduro a negociar las sanciones por violar nuestros derechos humanos y destruir al país. ¿Se dan cuenta del porque les decimos cómplices de nuestra tragedia?

Esta situación será aun mas grave si la oposición reconocida internacionalmente acepta ir a un revocatorio con Maduro. Perdiendo ese revocatorio, a la oposición política no le quedaría más remedio que reconocer la presidencia de Nicolás Maduro Moros, dejando a la Comunidad Internacional sin argumentos para poder sostener a una Presidencia Encargada. Tal vez eso es en el fondo lo que desean los caimanes del G4 (¿se acuerdan como los dibujaba el gran Zapata en sus caricaturas de Zapatazos?) y recomponer una situación política mas de acuerdo a una Venezuela colaboracionista de Vichy.

Los venezolanos que deseamos un cambio perderíamos ese revocatorio porque se recrearían las mismas condiciones del 2004 cuando Chávez retrasó un año esa solicitud hasta estar preparado con sus Misiones y sus máquinas de lotería en el CNE manejadas por Jorge Rodríguez y programadas por SmartMatic, una empresa que se convirtió en multinacional con el dinero de los venezolanos producto del fraude electoral cometido. Y ahora se encuentran en mejores condiciones que el 2004 porque ya no están en Venezuela más de 5 millones de emigrados, con una plataforma técnica “Made in China” consolidada para el fraude en el CNE, y una oposición débil, dividida, corrupta y deseosa de hacer negocios con el régimen.

Los políticos lograrán sus elecciones como querían, pero, ¿quiénes resultaran perdedores en todo este drama? Los venezolanos. Y ustedes me dirán: ¡usted lo que quiere es que nos coma el tigre! Y yo les diría que ya el tigre nos comió desde hace tiempo cuando seguimos respaldando y permitiendo que los Henry Ramos Allup, los Leopoldo López, los Henrique Capriles, los Manuel Rosales, los Julio Borges y pare usted de contar, que todos conocemos, sigan representando los intereses de los venezolanos.

Tenemos que hacer un esfuerzo sobrehumano de buscar nuevas opciones, así nos equivoquemos. No podrá ser peor de lo que ya tenemos y que hay que cambiar urgentemente. Pero ya no será para esta vuelta electoral que ya perdimos por la aceptación de unas elecciones “casi” justas con el régimen por parte de una oposición vendida. Tendremos que lograr romper ese círculo vicioso y darle la confianza a otra gente. Pero antes, Maduro tiene que irse. Y para que eso ocurra debemos hacer realidad el mandato expresado por el pueblo venezolano en las Consultas Populares de 2017 y 2020, comenzando por expresar nuestro más firme rechazo a las elecciones regionales del 21N y no votar en esas nuevas elecciones ilegitimas y mucho menos en el revocatorio criminal que están cocinando en México. A Venezuela solo la salvaremos los venezolanos…

Caracas, 2 de Septiembre de 2021

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lunes, 30 de agosto de 2021

El revocatorio, la última apuesta

Por Luis Manuel Aguana

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No es nueva la discusión de si hacer una constituyente antes o después de haber salido del régimen de Nicolás Maduro Moros. De hecho, en un contexto político muy diferente en el país, comenté eso por un planteamiento del Dr. Jesús Petit Da Costa en el año 2014 (ver Constituyente: ¿antes o después?, en https://ticsddhh.blogspot.com/2014/05/constituyente-antes-o-despues.html) donde fundamentado en la máxima “se convoca la Constituyente para que redacte una Constitución que legitime el nuevo régimen y establezca el nuevo sistema político-jurídico, tal como lo conciben los que han tomado el poder”, despachaba de un plumazo cualquier intento de convocar al pueblo venezolano antes de salir del régimen.

Y el todo se centraba en el “para qué” convocar al constituyente, si para legitimar la situación política de los nuevos gobernantes, como se había realizado en toda nuestra historia republicana, o para crear un ecosistema institucional capaz de enfrentar los retos de una nueva Venezuela que necesita deslastrarse de los vicios del pasado para poder desarrollarse. Esta última proposición es la definición misma de nuestra propuesta en ANCO.

Un viejo dicho venezolano indica que “las cabras siempre tiran para el monte”, sugiriendo que aunque uno explique y explique las razones fundamentales sobre las que construimos nuestra propuesta de cambiar a Venezuela, El Gran Cambio, para legarle a nuestros hijos y nietos un país con las condiciones mínimas para poder crecer y desarrollarse sin necesidad de emigrar, todavía permanece la reminiscencia de un pasado que tira para el monte del retraso que provoco esta situación.

¿Por qué todavía hay gente que dice que hay que salir del régimen para poder ir a una Constituyente? Esa afirmación constituye en sí misma una contradicción. UNA VEZ QUE CUALQUIER FUERZA DESPLACE AL REGIMEN, ESTAS MISMAS FUERZAS DICTARÁN LOS TERMINOS SOBRE LAS QUE SE ERIGIRÁN LOS NUEVOS ACTORES EN EL PODER. Eso es lo que ha ocurrido siempre en Venezuela. Esa era precisamente la discusión sostenida con el Dr. Petit Da Costa en el 2014. Ustedes creen que si la oposición oficial le pone la mano al gobierno de este país hará una Constituyente? O peor aún, harán una Constituyente a su medida, como la que hizo Hugo Chávez en 1999 y el resto de los gobernantes que llegaron antes que el, después de una disrupción en el proceso político venezolano.

De allí la importancia trascendental de esta discusión. Les pregunto, ¿por qué creen Uds. que la oposición oficial se ha negado en redondo a la convocatoria Constituyente desde que se planteo el tema después de 1999? Porque serían desplazados por nuevos actores políticos y nuevas fuerzas que existen en el país dado el rechazo sin paralelo en la historia que han tenido todos los dirigentes políticos de ambos bandos, los del régimen y especialmente los de la oposición entregada, por la conducción deficiente de la grave crisis venezolana. La Constituyente sería como el ácido que limpiaría hasta el fondo el escenario para darles oportunidad a otros actores en la escena política nacional. Ese es el verdadero problema que tenemos entre las manos.

Cuando sugerimos que en el marco de un nuevo proceso de negociación político que se debe dar en Venezuela para hacer el intento de salir pacíficamente de este hueco en donde nos han hundido, tanto el régimen como su oposición, lo hacemos en la convicción que solamente el pueblo venezolano será capaz de resolver la profunda crisis que nos aqueja. Y el UNICO instrumento constitucional y pacífico que tenemos es convocarnos todos en una Constituyente para REFUNDAR el país, como lo hemos planteado desde hace muchos años, y ahora se nos ha unido la Iglesia Católica en el concepto porque finalmente esa institución ha entendido que sin hacer eso en el fondo nunca habrá paz en Venezuela.

¿Por qué dicen los viejos dirigentes políticos que la Constituyente debe venir “después”? Porque el problema de ellos no es resolver el problema de los venezolanos. Su problema es resolver primero el problemas de ELLOS estableciendo su salvación primero –quítate tu para ponerme yo- para después “ver” si es conveniente o no para sus intereses hacer una Constituyente. ¡Eso es lo que tenemos que rechazar de una manera categórica!

La Constituyente, mis queridos amigos, es el instrumento, el mecanismo mediante el cual el pueblo decide y expresa su decisión para determinar su futuro. No puede ser el instrumento de un vencedor (caso Chávez en 1999) ni es la competencia tampoco para salir de un gobernante. Se coloca equivocadamente el revocatorio de Maduro como la nueva panacea como si el problema fuera de quien gobierna. El problema de Venezuela ES EL SISTEMA POLITICO PODRIDO que ha venido en picada desde antes de 1999 que hay que cambiar con urgencia para salvar la vida del paciente. No estamos planteando ponerle al país un marcapasos o hacerle un cateterismo de coronarias para seguir en el sufrimiento. Estamos proponiendo un transplante completo de corazón para que el cuerpo institucional del país siga viviendo.

Pero aquellos que viven de seguir medrando en lo que hay, en el mismo sistema político que nos ha llevado al más grande de los abismos humanitarios del planeta, siguen insistiendo en el “quítate tu para ponerme yo”, al parecer sin haberse dado cuenta que YA NADIE LOS QUIERE. Pero si se han dado cuenta muy bien. Es por eso que su última apuesta por su supervivencia es vendernos una solución donde “parece” que quieren un cambio pero para que nada cambie. Proponen un revocatorio en la mejor de las condiciones para Maduro.

El régimen fingirá “ceder” para ese revocatorio en México porque eso es lo más conveniente para sus intereses, y la “oposición” lo aceptará con júbilo porque igualmente les interesa. De hecho el régimen pagará por ese revocatorio a quien participe porque al ganarlo en sus términos cobrará un reconocimiento internacional que ahora no tiene, abriendo un nuevo capítulo funesto para la historia de Venezuela. En este momento ya no es relevante quién propuso ese revocatorio (aunque no olvidaremos nunca que fue del lado “opositor”). Ahora lo más importante es que sepamos porque lo propusieron y actuar en consecuencia, rechazando con todas las letras las elecciones regionales ilegitimas que negociarán en México y se darán el 21N, y la supuesta “solución” revocatoria que saldrá después. Ya el régimen ganó con solo haberlos sentado en esas negociaciones y que esa “oposición” los haya reconocido aceptando el Memorando de Entendimiento escrito por ellos. Lo que habrá ganado Venezuela es que después del 21N y la mala apuesta de un revocatorio será el comienzo del fin para una oposición que nunca fue oposición…

Caracas, 30 de Agosto de 2021

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