domingo, 12 de septiembre de 2021

Abstencionismo en tiempos de negociación

Por Luis Manuel Aguana

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Al haberse caído la careta de la MUD en torno a su participación ya oficial en las elecciones del 21N, es obligante abordar de nuevo de la abstención militante como el principal mecanismo de rechazo a quienes insisten en hacerle el juego al régimen con la desgastada excusa de “defender los espacios”, espacios que por lo demás el régimen se ha encargado de llenar con su gente, quiéranlo o no aquellos que nos achacan la culpa de “perder” por no participar en elecciones ilegitimas.

En este espacio no daré las razones que ya expliqué extensamente en el año 2012 (ver Abstencionismo en tiempos de dictadura, en https://ticsddhh.blogspot.com/2012/12/abstencionismo-en-tiempos-de-dictadura.html) y en el año 2017 (ver Abstención en tiempos de colaboracionismo, en https://ticsddhh.blogspot.com/2017/10/abstencion-en-tiempos-de.html) y que al parecer no han sido suficientes para aquellos cuya razonamiento todavía se basa en que los ciudadanos “no podemos hacer otra cosa” que votar o que “si no hubiéramos votado en el 2015” no estaríamos en el lugar “privilegiado” en el que nos encontramos ahora, según la cual “no existiría una Comunidad Internacional reconociendo a Guaidó como Presidente Encargado”. Es importante responder a esas interrogantes para aquella población a la que se manipula para que vote en elecciones ilegitimas como resultado de una narrativa que impulsa un “efecto rebaño” producido por sectores coludidos con el régimen u otros que ingenuamente caen en ese discurso superficial, aunque como he repetido muchas veces, no existen ingenuidades en política.

Una importante cantidad de electores venezolanos aun no han terminado de asimilar en su totalidad el carácter hegemónico y autoritario de quienes hoy detentan el poder en Venezuela. Y eso no ha sido gratis, alguien ha pagado por eso. Para llegar allí los partidos políticos opositores que dependen de elecciones con el régimen para sobrevivir y grupos de opinión interesados -y frecuentemente tarifados- han sido una pieza clave para que la totalidad de los venezolanos aun no se encuentren convencidos que quienes están usurpando el poder en Venezuela no lo dejarán por la vía del sufragio, y que aun insisten que la única salida es votar en tiranía. Tal vez si hubiera una Junta Militar como la que tuvo el Gral. Marcos Pérez Jiménez, sería más simple convencer a los venezolanos de que el General a cargo no les daría elecciones sin antes tener los resultados a su favor. Pero en su lugar se encuentran Maduro y sus delincuentes, que son mucho peores, y aun así todavía creen que obtendrán Gobernaciones y Alcaldías de unas elecciones con ellos.

Entonces estamos aquí detenidos entre argumentos en contra y a favor de ir a votar, sin pasearnos antes que la pregunta no es si votar o no el 21N. La pregunta es si una elección de cargos en un ecosistema político completamente distorsionado y corrupto tras 20 años de socialismo depredador va a resolver el problema de Venezuela. Esa es la verdadera pregunta. Y si la respuesta es NO, entonces la siguiente pregunta debería ser que es lo que hay que hacer primero para enderezar lo que debe estar enderezado para que ese ecosistema funcione para hacer elecciones.

Ante el razonamiento espurio de que los venezolanos no podemos hacer otra cosa que votar en dictadura, la respuesta es RESISTIR. Si, resistir como lo hizo Alberto Carnevali en la dictadura de Pérez Jiménez. cuando llamó a los venezolanos “de la manera más resuelta (a mantener) un permanente estado de rebelión civil, una indesmayable ofensiva de oposición popular, que mantenga agresivos y encrespados los ánimos de todos los venezolanos contra la humillación de que somos víctimas para impedir en todo momento que la dictadura de Pérez Jiménez se estabilice sin resistencia”, realizado ante el fraude electoral de la dictadura perezjimenista en las elecciones para elegir la Asamblea Constituyente que se debía instalar en 1953 (ver Rebelión Civil, en  https://ticsddhh.blogspot.com/2013/11/rebelion-civil.html). Como dije en ese en ese entonces, si cambiamos  el nombre de “Pérez Jiménez” por el de “Nicolás Maduro Moros”, el comunicado bien lo pudo escribir Alberto Carnevali para la sociedad venezolana de la actualidad.

Resistirse a aceptar sumisos que la tiranía de Nicolás Maduro Moros perdure es en lo que deberíamos estar haciendo los venezolanos, incluyendo esos partidos que quieren coexistir, simulando un estado de normalidad que no existe en Venezuela, que lo que da es excusas a los países de la Comunidad Internacional que han respaldado al Gobierno Encargado a decir que este no tiene razón de existir porque los venezolanos aceptamos electoralmente una situación a todos luces inaceptable, llegando a la conclusión de que si nosotros lo aceptamos, ¿porque ellos no habrían de hacerlo?

Si los venezolanos no hubieran votado mayoritariamente por la oposición en el 2015 una sola cosa habría pasado: NADA. Aquí se han perdido casi 6 años donde se ha profundizado dramáticamente la destrucción de Venezuela. Ha sido más bien una desgracia que esta oposición mediocre se le hayan dado los votos en esas elecciones parlamentarias de diciembre de 2015 y no haya sido capaz de sacudirse la tiranía estableciendo un Gobierno de Transición de las manos del Parlamento. La mejor prueba de que nuestros votos fueron mal utilizados fue precisamente el resultado de esa elección parlamentaria de 2015.

La nueva directiva del CNE ilegitimo se pasea por toda Venezuela tratando de convencernos que el sistema electoral sigue siendo “el mejor del mundo” como lo bautizó  Tibisay Lucena y resulta que el mejor vocero de esa mentira de propaganda goebbeliana es el Rector que se dice de la oposición. ¿Y en que fundamenta esa gira? En que “es imposible” que se sepa la identidad del elector. Y aunque eso fuera cierto, que no lo es, ese no es el problema. El problema es que el régimen cambió el sistema de escrutinio de manual a automatizado, dejando a que las maquinas decidan los resultados. Es decir que si ellos cambian los votos dentro de las maquinas, aunque los interesados tengan las actas, no valdrá por ley sino lo que diga su sistema. Y no existe sistema automatizado que no se pueda violar. Cualquier técnico con el suficiente conocimiento puede cambiar los resultados (ver La trampa del Voto Electrónico: De Escrutinios Manuales a Escrutinios Automatizados, en https://ticsddhh.blogspot.com/2013/11/la-trampa-del-voto-electronico-de.html).

¿En qué país del planeta se escruta por sorteo solo un porcentaje de las urnas electorales? Ese fue el sistema que inventó el régimen para intervenir en las urnas que no se abren. ¿Por qué el régimen no abre el 100% de las cajas de votos con la presencia de la observación internacional y los testigos de todas las partes con el pueblo presente? Ese es precisamente el problema, tenemos un sistema electoral estructuralmente viciado.

Por definición no existe abstencionismo en tiranía, lo que existe es resistencia civil para no convalidar elecciones dentro de un sistema que no cree en ellas y solo busca su legitimación. No concurrir a las urnas electorales que son el santuario de la democracia, no es más que el respeto que le damos a la institución del voto quienes si creemos en ese sistema, que ha sido pisoteado por el régimen de Chávez y luego por el de Maduro, y que debe ser restablecido de las manos del pueblo venezolano.

Y esto no es retorico porque no sepamos que hacer luego de no votar. Los venezolanos que sabemos que no hacemos nada con ir a votar en tiranía, debemos proponer –y estamos proponiendo- cauces para que se produzca un cambio OBLIGANDO a los secuestradores a entregar a Venezuela. Si esto es a través de una negociación con auxilio de la Comunidad Internacional, bienvenida sea la negociación como ya lo hemos sugerido. Pero si no se logra obligar por esa vía, más temprano que tarde los hechos desembocarán en otra solución. Y por eso estamos organizándonos desde la sociedad civil, para producir las acciones que nos lleven a esa solución que rescate de la institucionalidad y el restablecimiento constitucional y democrático. Aquellos que se quieran sentar en una acera esperando pasivamente a que las cosas cambien votando en tiranía, son los que activamente estarán colaborando consciente o inconscientemente para que esa tiranía se perfeccione y se afiance.

Mejor no lo pudo decir nadie como Alberto Carnevali en 1952, al cerrar su comunicado desde la resistencia:

“…Porque el patriótico reclamo nacional está concebido en otra forma inexorable: si no combatimos ahora hasta triunfar, el pueblo será esclavizado ignominiosamente por tiempo indefinido. El pueblo tiene que defender ahora mismo su libertad a cualquier precio y con los medios que tenga en sus manos. El pueblo tiene que combatir con sus propios recursos, los interminables recursos de la acción de masas, que en nuestro país existen en condiciones invalorables para la conquista del triunfo. Somos la mayoría de la nación. Somos todo un pueblo. La dictadura está desasistida de todo respaldo social y de todo apoyo moral. Una indoblegable decisión de lucha alienta prodigiosamente nuestros corazones. Una fe desbordante enciende nuestra sangre. Contamos en resumen, con preciosos factores humanos y morales suficientes paran dotar nuestra capacidad de combate de un poderío mil veces más fuerte que las mas aceradas corazas del despotismo”.

Su palabra imperecedera vaya adelante…

Caracas, 12 de Septiembre de 2021

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viernes, 10 de septiembre de 2021

La aclaratoria de Maduro

Por Luis Manuel Aguana

English version

En el mejor de los estilos de “no aclares porque enredas”, el régimen aclaró al mundo el rol que juegan las partes en las negociaciones de México. Siempre he pensado que en política no existen ingenuidades. Nadie puede decir en política  “me engañaron” sin que se piense que estás metido en el guiso. Efectivamente, las afirmaciones contenidas en el comunicado No. 1779 – 2021 de la Misión Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la Oficina de las Naciones Unidas y demás Organismos Internacionales con sede en Ginebra, oficina que representa los intereses del régimen Nicolás Maduro Moros ante la Comunidad Internacional, ratificaron con todas sus letras lo que los venezolanos supimos desde el mismo momento que “las partes” firmaron ese Memorando de Entendimiento en México, pero que la oposición oficial no ha querido admitir: han RECONOCIDO oficialmente  el régimen que usurpa el poder en Venezuela (ver Comunicado No. 1779 – 2021, del 06 de septiembre de 2021 de la Misión Permanente de la República Bolivariana de Venezuela ante la Oficina de las Naciones Unidas y demás Organismos Internacionales con sede en Ginebra, en https://tinyurl.com/57x96w3h).

¿Qué hace el régimen haciendo esa aclaratoria ante la Comunidad Internacional? Tres cosas: 1) informa que “los extremistas” que fueron a negociar en México lo hicieron porque reconocieron su condición de “gobernantes legítimos”; 2) afirma que al negociar, esa “oposición más extremista” pone fin a “una diatriba inconstitucional acerca de una supuesta institucionalidad paralela” o Gobierno Encargado, esfumando el papel de Guaidó desde el año 2019; y 3) trata de imponer internacionalmente a los factores de la oposición alacrán comprada que fueron a las elecciones parlamentarias ilegitimas del 6D-2020.

Ahora bien, la aclaratoria se basa en una supuesta “matriz de opinión” internacional según la cual se da “continuidad a su fallida narrativa desatada desde el año 2019, sobre la supuesta existencia de dos gobiernos en la República Bolivariana de Venezuela” y que “no se trata de una negociación entre dos factores políticos que se encuentren en igualdad de representación ni de legitimidad”. En otras palabras el régimen va a México a que esos “extremistas” les quiten las sanciones que pesan sobre sus delincuentes pero que no tienen la misma representación y legitimidad que ellos dicen tener. ¿Cómo se entiende eso?

Aparte de lo contradictorio de ese planteamiento, el fondo es muy revelador: la oposición oficial fue a México, no a resolver los problemas graves que tenemos los venezolanos y que debería ser materia de la discusión principal, sino a una rendición política incondicional para lograr una supervivencia, y “pacificándose” a través de los arreglos que se lleguen allá. Fueron a entregarnos para convivir con ellos y el régimen les está restregando públicamente su condición de traidores a través de este comunicado que funciona como una suerte de pastilla de “ubicatex” para recordarles la razón por la que fueron allá y su condición de entrega. Y no porque lo haya escrito el régimen no significa que esto no sea una realidad lamentable.

Si hay algo que los venezolanos despreciamos es que nos tomen por pendejos. La declaración de Ginebra descubre dos cosas fundamentales: a) no tenemos oposición política que defienda los intereses de los venezolanos, y mucho menos actores políticos que sirvan para afrontar la etapa más dura que está sufriendo Venezuela; y b) que cualquier “acuerdo” que salga de allí es irrito para todos los venezolanos. Esa aclaratoria nos recuerda que vamos tarde en la construcción del liderazgo que verdaderamente luche por sacar a Venezuela de esta tragedia y la cantera de la cual echar mano se encuentra irremediablemente en las organizaciones de la sociedad civil.

Pero el régimen estableció también en la aclaratoria algo sumamente importante: al desconocer en México a quien resulta formalmente reconocido internacionalmente por la Comunidad Internacional como gobierno legitimo, dando apertura solamente a los partidos opositores (G4) que se han vendido para negociar unas cuotas, está renunciando a la posibilidad de que ese Gobierno Encargado que desconoce, que es el único que tiene el reconocimiento de los países dueños de las sanciones, las logre efectiva y oficialmente levantar precisamente con esos gobiernos. El régimen se negó a que existiera una representación del Gobierno Encargado, lo cual reveló sus intenciones originales de negociar con los partidos de la oposición oficial –como siempre lo ha hecho-  dueños del Acuerdo de la Transición y que son los que controlan el Gobierno Encargado, pero olvidando que quien en última instancia dispone de la clave para negociar a su vez el levantamiento de esas sanciones es precisamente al que no quieren en la mesa.

Y ustedes me dirán “pero el Gobierno Encargado y el G4 son lo mismo”, y yo diría que eso es verdad a la luz de todo lo que ha sucedido hasta ahora, pero al final las sanciones, si se levantan, será con la aprobación de ese Gobierno Encargado reconocido internacionalmente, con las consiguientes responsabilidades que eso conlleva. Allá Juan Guaidó si desea cargar con la culpa de sus compañeros del G4, que han demostrado no tener problemas de cambiar a mamá Venezuela por un par de sandalias, al negociar levantar las sanciones a estos delincuentes sin que antes exista un cese de la usurpación de los Poderes Públicos, que sería lo único que provocaría unas nuevas elecciones presidenciales y parlamentarias en Venezuela.

Por otro lado la Comunidad Internacional ha sido más que enfática al indicar que solo estudiarán levantar las sanciones a los delincuentes del régimen si de México sale un acuerdo para unas elecciones presidenciales y parlamentarias libres, justas y verificables, tal y como lo indicara el Embajador de los EEUU en Venezuela, con sede en Bogotá, James Story: Los Estados Unidos de América apoyamos ese proceso liderado por Venezuela que resulte en una solución negociada integral a la crisis venezolana. Seguimos priorizando el retorno del Estado de Derecho y la democracia en Venezuela y que los venezolanos puedan expresarse políticamente a través de elecciones locales, regionales y presidenciales libres justas y verificables, y realizadas a través de un proceso transparente inclusivo y creíble” (ver James Story, en Alo Embajador, 26 de agosto 2021 https://twitter.com/usembassyve/status/1430991418344886273).

Si la oposición oficial tuviera al menos un gramo de dignidad ya se hubiera levantado de esa mesa de negociaciones en México al conocer la aclaratoria insultante del régimen. Y si no hubo dignidad antes, tampoco la habrá después. Ya comenzaron a negociar “temas vinculados a justicia y reparación” sin que el régimen haya soltado al primer preso político producto de esas negociaciones y abordar a solicitud del régimen el “acceso a fondos en organismos multilaterales” sin ninguna contraprestación que conlleve a demostrar su intención de mejorar la calidad de vida de los venezolanos. Cada día que se pasa en México es día que gana el régimen en el poder. Los venezolanos debemos finalmente aceptar que SIN CESE DE LA USURPACION NO HABRA LEVANTAMIENTO DE SANCIONES. Ya es hora de un Gran Cambio para Venezuela…

Caracas, 10 de Septiembre de 2021

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