Por Luis Manuel Aguana
¿Cuál debería ser el enfoque más apropiado para analizar la decisión de la Unión Europea (UE) de enviar una Misión de Observación Electoral (MOE) a Venezuela para las elecciones regionales irritas del 21 de Noviembre? ¿Forzar a los venezolanos a creer que esos comicios serán “transparentes” solo porque la UE así lo decidió? ¿Darle a Maduro una legitimidad de la que carece desde el inicio de su segundo mandato ilegitimo que comenzó en el año 2018? ¿Darle la espalda al mandato claro del pueblo venezolano, que en una Consulta Popular vinculante realizada del 7 al 12 de diciembre de 2020, rechazo mayoritariamente las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2020, y cuyos diputados ilegítimos designaron un Consejo Nacional Electoral igualmente ilegitimo, que está llamando a esas supuestas elecciones?
Lo cierto es que para los venezolanos que creemos no haber perdido la cordura, no existe tal cosa como una elección el 21N. Lo que existe es la decisión del organismo electoral del régimen de Maduro para repartirse los cargos de Gobernadores y Alcaldes así como asignarles puestos a la oposición comprada y generar una supuesta tranquilidad de equilibrio político frente a la Comunidad Internacional, promoviendo que los venezolanos asistan a eso que llaman elecciones el 21N. Y la UE estará colaborando con eso. Así de simple.
¿Y porque hago esta aseveración tan dura en contra de una organización tan importante de carácter internacional como la UE? Porque si ellos conocen bien lo que pasa en Venezuela, como en efecto lo conocen, porque ya es del conocimiento público mundial a través de los informes acerca de la violación de los Derechos Humanos realizados por misiones calificadas de la ONU y la OEA, y los juicios en curso en la Corte Penal Internacional (CPI) por delitos de Lesa Humanidad en contra de Nicolás Maduro Moros y sus delincuentes, y más aun, se han leído su propio Manual de Observación Electoral (MOE), concluirían que amparados en sus propios fundamentos, esa Misión no tiene ninguna razón para venir a Venezuela. Efectivamente, de acuerdo a los Fundamentos establecidos de la observación electoral de UE en la Tercera Edición (2016) del Manual de Observación Electoral de la UE, Sección 1.2, Página 17, se establece:
“La observación es una herramienta que se emplea en el contexto más amplio de la política de la UE de apoyo a la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PDCP) establece que los ciudadanos tienen derecho a participar en el gobierno y los asuntos públicos de sus países a través del voto o siendo elegidos en elecciones legítimas y periódicas. No obstante, el derecho de participación no se puede ejercer aisladamente; unas elecciones legítimas y democráticas sólo pueden tener lugar cuando todas las personas, sin discriminación, tienen garantizadas sus libertades fundamentales y sus derechos políticos. Entre estos figuran las libertades de expresión, asociación, reunión y movimiento. Los derechos humanos, el derecho a la participación y a otras libertades y derechos fundamentales asociados a este no se pueden alcanzar sin las garantías establecidas por el Estado de derecho” (resaltado nuestro) (Pueden descargar el Manual de observación Electoral de la Unión Europea, Tercera Edición, 2016, en https://tinyurl.com/5rkhw4ty).
Y efectivamente así es: “unas elecciones legítimas y democráticas sólo pueden tener lugar cuando todas las personas, sin discriminación, tienen garantizadas sus libertades fundamentales y sus derechos políticos”. Podríamos preguntarle al Sr Josep Borrell, Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, si eso es lo que está sucediendo en Venezuela, como requisito fundamental para que su Misión se acerque a nuestro país. Y la respuesta, si el Sr. Borrell se ha tomado la molestia de leer su propio Manual de Observación Electoral, debería ser definitivamente NO. No existe libertad de expresión, asociación reunión y movimiento. Y como no existe Estado de Derecho a consecuencia de un régimen que se ejerce sin ningún apego a los Derechos Humanos, mal puede haber elecciones libres, justas y verificables que sea objeto de alguna observación internacional.
Ahora bien, si conceptualmente eso es así y la UE con Josep Borrell al frente, decidieron omitir ese gigantesco detalle, la UE también puede desplegar Misiones de Observación Electoral con el fin de realizar una evaluación del proceso:
“La UE es también consciente de que la observación internacional permite realizar una evaluación integral, independiente e imparcial de un proceso electoral. Al aumentar la transparencia y la responsabilidad, la observación electoral promueve la confianza pública en el proceso electoral y puede contribuir a estimular la participación electoral. Este hecho, a su vez, permite mitigar potenciales situaciones de conflicto de carácter electoral” (ver Sección 1.2, Pág. 18, del Manual de Observación Electoral de la UE).
En otras palabras, con el solo hecho de venir a Venezuela la UE estaría promoviendo “confianza pública en el proceso electoral y puede contribuir a estimular la participación electoral”. ¿Es eso lo que quieren los socialistas europeos al aceptar traer la Misión de Observación Electoral de la UE a sabiendas que no pueden venir porque su mismo Manual establece claramente que esa observación tiene solo cabida en entornos donde exista un Estado de Derecho y la protección a los Derechos Humanos?
La prensa española reseña que la UE está respondiendo a una solicitud de la “oposición” venezolana: “Tras analizar la solicitud de la oposición durante meses, la Unión Europea ha decidido enviar una misión de observación electoral a las elecciones de gobernadores y alcaldes del 21 de noviembre en Venezuela, un indicio de que la comunidad internacional busca que mejoren las condiciones electorales en el país, tras años de considerar fraudulentas sus elecciones” (ver El Mundo de España, en https://www.elmundo.es/internacional/2021/09/29/6154c886fc6c8338108b4594.html).
Si esto es en realidad así, la decisión de participar en esas elecciones ya habría sido tomada por los partidos que supuestamente hacen “oposición” al régimen, engañando al pueblo venezolano durante meses en que dijeron todo lo contrario, y la UE tras “analizar la solicitud durante meses” decidió participar en ese tinglado electoral de Maduro. Mejor ejemplo para la definición de “colusión” (Def DRAE: 1. F. Der. Pacto ilícito en daño de tercero), donde los perjudicados somos todos los venezolanos.
Al menos alguien fuera de Venezuela se ha dado cuenta de ese delito: “Los senadores estadounidenses Marco Rubio y Jim Risch repudiaron este jueves que desde la Unión Europea (UE) se envié una misión de observación para los comicios del 21 de noviembre, e insistieron en que desde el organismo europeo “no deben ayudar a Nicolás Maduro” a que prolongue su “control autoritario” en Venezuela”. (ver Senadores Rubio y Risch dicen que desde la UE “no deben ayudar a Maduro”, en https://www.noticierodigital.com/2021/09/senadores-rubio-y-risch-dicen-que-desde-la-ue-no-deben-ayudar-a-maduro/).
¿Pero realmente es así? Creo que la UE podría estar siendo víctima indirecta de esa colusión mencionada, a manos de Josep Borrell sempiterno socialista del PSOE, y que la UE está cayendo en conjunto en los intereses de los socialistas españoles de proteger a como de lugar al régimen de Maduro. ¡Cuidado con eso! El gobierno de Pedro Sánchez se encuentra en este momento en el banquillo, en especial por las posibles declaraciones incriminatorias del “Pollo” Carvajal ante la Audiencia Nacional española, quien ha anunciado que si cae “no caerá solo”. Ya la prensa internacional reseña “¿Cuánto sabe el Pollo de Podemos y el PSOE?” (ver PanamPost La amenaza del “Pollo” Carvajal que asusto a Sánchez: “Si caigo no caeré solo” en https://panampost.com/gabriela-moreno/2021/09/15/amenaza-pollo-carvajal-sanchez/.
Esta trama policiaca que apenas comienza, nos involucra a todos los venezolanos porque al parecer al igual que en Venezuela, los socialistas son igualmente criminales en España y hay quienes son capaces de involucrar un proceso tan delicado como una observación electoral internacional y convertir una Misión de Observación Electoral oficial de una agrupación de prestigio como la UE en una Misión de Protección Electoral para proteger una mafia que existe en España y a quienes les dieron dinero de manera ilícita desde el régimen de Maduro. La Unión Europea debería revisar con mucho cuidado como Institución la decisión del envío de esa Misión de Observación Electoral si de verdad está interesada en resolver el problema venezolano…
Caracas, 3 de Octubre de 2021
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