domingo, 3 de octubre de 2021

Misión de Protección Electoral

Por Luis Manuel Aguana

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¿Cuál debería ser el enfoque más apropiado para analizar la decisión de la Unión Europea (UE) de enviar una Misión de Observación Electoral (MOE) a Venezuela para las elecciones regionales irritas del 21 de Noviembre? ¿Forzar a los venezolanos a creer que esos comicios serán “transparentes” solo porque la UE así lo decidió? ¿Darle a Maduro una legitimidad de la que carece desde el inicio de su segundo mandato ilegitimo que comenzó en el año 2018? ¿Darle la espalda al mandato claro del pueblo venezolano, que en una Consulta Popular vinculante realizada del 7 al 12 de diciembre de 2020, rechazo mayoritariamente las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre de 2020, y cuyos diputados ilegítimos designaron un Consejo Nacional Electoral igualmente ilegitimo, que está llamando a esas supuestas elecciones?

Lo cierto es que para los venezolanos que creemos no haber perdido la cordura, no existe tal cosa como una elección el 21N. Lo que existe es la decisión del organismo electoral del régimen de Maduro para repartirse los cargos de Gobernadores y Alcaldes así como asignarles puestos a la oposición comprada y generar una supuesta tranquilidad de equilibrio político frente a la Comunidad Internacional, promoviendo que los venezolanos asistan a eso que llaman elecciones el 21N. Y la UE estará colaborando con eso. Así de simple.

¿Y porque hago esta aseveración tan dura en contra de una organización tan importante de carácter internacional como la UE? Porque si ellos conocen bien lo que pasa en Venezuela, como en efecto lo conocen, porque ya es del conocimiento público mundial a través de los informes acerca de la violación de los Derechos Humanos realizados por misiones calificadas de la ONU y la OEA, y los juicios en curso en la Corte Penal Internacional (CPI) por delitos de Lesa Humanidad en contra de Nicolás Maduro Moros y sus delincuentes, y más aun, se han leído su propio Manual de Observación Electoral (MOE), concluirían que amparados en sus propios fundamentos, esa Misión no tiene ninguna razón para venir a Venezuela. Efectivamente, de acuerdo a los Fundamentos establecidos de la observación electoral de UE en la Tercera Edición (2016) del Manual de Observación Electoral de la UE, Sección 1.2, Página 17, se establece:

“La observación es una herramienta que se emplea en el contexto más amplio de la política de la UE de apoyo a la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos. El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PDCP) establece que los ciudadanos tienen derecho a participar en el gobierno y los asuntos públicos de sus países a través del voto o siendo elegidos en elecciones legítimas y periódicas. No obstante, el derecho de participación no se puede ejercer aisladamente; unas elecciones legítimas y democráticas sólo pueden tener lugar cuando todas las personas, sin discriminación, tienen garantizadas sus libertades fundamentales y sus derechos políticos. Entre estos figuran las libertades de expresión, asociación, reunión y movimiento. Los derechos humanos, el derecho a la participación y a otras libertades y derechos fundamentales asociados a este no se pueden alcanzar sin las garantías establecidas por el Estado de derecho(resaltado nuestro) (Pueden descargar el Manual de observación Electoral de la Unión Europea, Tercera Edición, 2016, en https://tinyurl.com/5rkhw4ty).

Y efectivamente así es: “unas elecciones legítimas y democráticas sólo pueden tener lugar cuando todas las personas, sin discriminación, tienen garantizadas sus libertades fundamentales y sus derechos políticos”. Podríamos preguntarle al Sr Josep Borrell, Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, si eso es lo que está sucediendo en Venezuela, como requisito fundamental para que su Misión se acerque a nuestro país. Y la respuesta, si el Sr. Borrell se ha tomado la molestia de leer su propio Manual de Observación Electoral, debería ser definitivamente NO. No existe libertad de expresión, asociación reunión y movimiento. Y como no existe Estado de Derecho a consecuencia de un régimen que se ejerce sin ningún apego a los Derechos Humanos, mal puede haber elecciones libres, justas y verificables que sea objeto de alguna observación internacional.

Ahora bien, si conceptualmente eso es así y la UE con Josep Borrell al frente, decidieron omitir ese gigantesco detalle, la UE también puede desplegar Misiones de Observación Electoral con el fin de realizar una evaluación del proceso:

“La UE es también consciente de que la observación internacional permite realizar una evaluación integral, independiente e imparcial de un proceso electoral. Al aumentar la transparencia y la responsabilidad, la observación electoral promueve la confianza pública en el proceso electoral y puede contribuir a estimular la participación electoral. Este hecho, a su vez, permite mitigar potenciales situaciones de conflicto de carácter electoral” (ver Sección 1.2, Pág. 18, del Manual de Observación Electoral de la UE).

En otras palabras, con el solo hecho de venir a Venezuela la UE estaría promoviendo “confianza pública en el proceso electoral y puede contribuir a estimular la participación electoral”. ¿Es eso lo que quieren los socialistas europeos al aceptar traer la Misión de Observación Electoral de la UE a sabiendas que no pueden venir porque su mismo Manual establece claramente que esa observación tiene solo cabida en entornos donde exista un Estado de Derecho y la protección a los Derechos Humanos?

La prensa española reseña que la UE está respondiendo a una solicitud de la “oposición” venezolana: “Tras analizar la solicitud de la oposición durante meses, la Unión Europea ha decidido enviar una misión de observación electoral a las elecciones de gobernadores y alcaldes del 21 de noviembre en Venezuela, un indicio de que la comunidad internacional busca que mejoren las condiciones electorales en el país, tras años de considerar fraudulentas sus elecciones” (ver El Mundo de España, en https://www.elmundo.es/internacional/2021/09/29/6154c886fc6c8338108b4594.html).

Si esto es en realidad así, la decisión de participar en esas elecciones ya habría sido tomada por los partidos que supuestamente hacen “oposición” al régimen, engañando al pueblo venezolano durante meses en que dijeron todo lo contrario, y la UE tras “analizar la solicitud durante meses” decidió participar en ese tinglado electoral de Maduro. Mejor ejemplo para la definición de “colusión” (Def DRAE: 1. F. Der. Pacto ilícito en daño de tercero), donde los perjudicados somos todos los venezolanos.

Al menos alguien fuera de Venezuela se ha dado cuenta de ese delito: “Los senadores estadounidenses Marco Rubio y Jim Risch repudiaron este jueves que desde la Unión Europea (UE) se envié una misión de observación para los comicios del 21 de noviembre, e insistieron en que desde el organismo europeo “no deben ayudar a Nicolás Maduro” a que prolongue su “control autoritario” en Venezuela”. (ver Senadores Rubio y Risch dicen que desde la UE “no deben ayudar a Maduro”, en https://www.noticierodigital.com/2021/09/senadores-rubio-y-risch-dicen-que-desde-la-ue-no-deben-ayudar-a-maduro/).

¿Pero realmente es así? Creo que la UE podría estar siendo víctima indirecta de esa colusión mencionada, a manos de Josep Borrell sempiterno socialista del PSOE, y que la UE está cayendo en conjunto en los intereses de los socialistas españoles de proteger a como de lugar al régimen de Maduro. ¡Cuidado con eso! El gobierno de Pedro Sánchez se encuentra en este momento en el banquillo, en especial por las posibles declaraciones incriminatorias del “Pollo” Carvajal ante la Audiencia Nacional española, quien ha anunciado que si cae “no caerá solo”. Ya la prensa internacional reseña “¿Cuánto sabe el Pollo de Podemos y el PSOE?” (ver PanamPost La amenaza del “Pollo” Carvajal que asusto a Sánchez: “Si caigo no caeré solo” en https://panampost.com/gabriela-moreno/2021/09/15/amenaza-pollo-carvajal-sanchez/.

Esta trama policiaca que apenas comienza, nos involucra a todos los venezolanos porque al parecer al igual que en Venezuela, los socialistas son igualmente criminales en España y hay quienes son capaces de involucrar un proceso tan delicado como una observación electoral internacional y convertir una Misión de Observación Electoral oficial de una agrupación de prestigio como la UE en una Misión de Protección Electoral para proteger una mafia que existe en España y a quienes les dieron dinero de manera ilícita desde el régimen de Maduro. La Unión Europea debería revisar con mucho cuidado como Institución la decisión del envío de esa Misión de Observación Electoral si de verdad está interesada en resolver el problema venezolano…

Caracas, 3 de Octubre de 2021

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viernes, 24 de septiembre de 2021

El factor Colombia

Por Luis Manuel Aguana

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El retorno de la democracia a Venezuela es fundamental y cualquier acuerdo que consolide la dictadura será una tragedia continental que solo fomentará el éxodo y la miseria”. Así se expresó el Presidente de Colombia Iván Duque en relación al dialogo que se realiza en México entre la usurpación y la oposición oficial (ver Twit de Iván Duque, en https://twitter.com/IvanDuque/status/1435205148461129729).

¿Y quién es el receptor mayoritario de ese éxodo y miseria? Adivinaron bien: Colombia. Ese mensaje del Presidente Duque hace solo dos semanas puso de relieve la importancia que reviste el problema venezolano para los colombianos, y que a mi juicio adelanto la intención de comprar un ticket para participar como actor interesado en cualquier iniciativa en la dirección que resuelva el problema de los venezolanos.

Y no es que Colombia haya estado políticamente ausente de nuestro problema – todo lo contrario- sino que en la medida que el problema venezolano se ha ido agravando, como apuntan los primeros resultados de esa negociación que reveló que no fue más que una oportunidad que no desperdició el régimen de Maduro para arrodillar a la oposición oficial a reconocer su gobierno ilegítimo, se hace más evidente que actores internacionales directamente afectados por la crisis venezolana deberán tener una presencia cada vez más activa en su solución. La declaración mencionada del Presidente Duque apunta en esa dirección.

Pero si con la declaración mencionada el Presidente Duque dejó claro el interés de los colombianos en una pronta solución del problema venezolano, su discurso en la Asamblea General de la ONU, lo puso en evidencia: “Los diálogos entre el gobierno interino de Venezuela que encarna la resistencia democrática y la narco dictadura, si bien dan algunas esperanzas, no nos permite ser ingenuos pues el único desenlace efectivo de ese encuentro es la convocatoria cuanto antes de una elección Presidencial, libre, transparente y con una minuciosa observación internacional. Cualquier salida que perpetúe el oprobio dictatorial y le permita al régimen ganar tiempo agudizará el mayor desastre humanitario que conozca nuestro continente. El fin de la dictadura es el único camino viable para el bienestar del pueblo venezolano. Debe ser sobre todo el propósito de la acción internacional” (ver Noticiero Digital,  intervención del Presidente Iván Duque en la Asamblea General de la ONU, en https://www.instagram.com/reel/CUFuP_6h6fS/?utm_medium=copy_link).

Bien podría decirse que el Presidente Duque habló en representación del sentimiento general del pueblo venezolano en la Asamblea General de la ONU. Sin embargo, el Presidente de Colombia repitió lo que infinidad de veces han dicho en la Comunidad Internacional y se ha repetido como una verdad goebbeliana, una mentira repetida mil veces: que una elección Presidencial libre, transparente y verificable internacionalmente, es una solución al problema venezolano. Desde aquí deseo sacar de su error, no solo al Presidente Duque, sino a todos aquellos factores que nacional e internacionalmente creen que solo sacando a Maduro del poder a través de ese método pacifico, electoral y constitucional resolveremos la gravísima situación política de Venezuela.

Y esto lo hemos repetido mucho desde esta tribuna en la red y desde el seno de la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO: la institucionalidad venezolana está completamente destruida, y la cosa deforme y distorsionada que existe en la actualidad debe ser sustituida antes de intentar una nueva elección Presidencial. Todos y cada uno de los Poderes Públicos venezolanos, no solo el Poder Ejecutivo, que se encuentra usurpado por Maduro, y respaldado por un Alto Mando Militar felón, deben ser removidos para iniciar el restablecimiento constitucional de la República.

No se puede hacer una elección presidencial libre, transparente y con una minuciosa observación internacional como lo indicó el Presidente Duque, si no contamos con un Tribunal Supremo de Justicia libre de jueces comprados con dinero del narcotráfico que maneja a su discreción el régimen de Nicolás Maduro Moros, así como no se puede hacer una elección libre, justa y verificable sin antes contar con un Poder Electoral previamente depurado, robusto, transparente y libre de fraude. La Sentencia del Tribunal Supremo de Justicia legítimo del 13 de junio de 2018 declaró “NULO E INAPLICABLE el uso del sistema automatizado de votación y escrutinio que actualmente existe en Venezuela para la elección de los cargos de representación popular de los poderes públicos, así como para la celebración de los referendos…”; y asimismo ordenó “…la DEPURACION Y ACTUALIZACION del Registro Nacional Electoral, debiéndose efectuar las debidas correcciones sobre la identidad de cada ciudadano venezolano o extranjero habilitado para ejercer el voto, así como el diseño e implementación de un sistema de votación y escrutinio fundamentalmente manual…” (ver Sentencia en TSJ Legítimo declara Nulo el Uso del Voto Automatizado para Elecciones en Venezuela, en http://ticsddhh.blogspot.com/2018/06/tribunal-supremo-de-justicia-declara.html). Estas previsiones no se han hecho realidad y ni siquiera se han discutido en el seno de la oposición venezolana que negocia en México, ni es del conocimiento pleno de la Comunidad Internacional. Es hora de cambiar esa ecuación.

De manera que para salir del grave problema que tenemos en Venezuela debemos convocar a la fuente de todos los poderes y la legalidad, que no es otro que el pueblo soberano. Esto está previsto plenamente en nuestro ordenamiento constitucional y se llama Asamblea Nacional Constituyente Originaria. Son los delegados del pueblo de los 4 rincones del país quienes deben ser convocados y electos a través de un proceso libre y transparente con auxilio de la Comunidad Internacional, para disponer de los poderes Públicos y ordenar la realización de unas elecciones Presidenciales y Parlamentarias a los fines de restablecer el orden constitucional del país. Ese sería el cuerpo llamado a destituir a quienes usurpan los Poderes Públicos de manera ilegitima y designar un Gobierno de Transición que organice esas elecciones y se haga cargo del Poder Ejecutivo hasta que esas elecciones se produzcan. Cualquier proceso de negociación planteado desde el exterior debería apuntar a una elección Constituyente, NO a una elección Presidencial

Esa sería la verdadera ruta para regresar a Venezuela a su cauce legítimo, restableciéndose el orden constitucional. Elegir a medias a un Presidente de la República sin resolver antes el grave problema institucional que padece la República, sería la receta perfecta para un estrepitoso fracaso, porque no solo se constituiría en un suicidio político frente al régimen, sino que agravaría aun más la situación de los venezolanos porque el resto de los poderes corruptos del régimen se encargarían de hacer fracasar cualquier iniciativa de restauración de la República.

Una consecuencia inmediata de un paso tan trascendental como ese, al rehacer el entramado institucional del país, sería examinar a fondo la relación con nuestro principal vecino, Colombia, y todo lo que ello implica en el camino de recobrar nuestra seguridad económica y política. Será necesario abordar una discusión seria y detallada en una Asamblea Nacional Constituyente Originaria nuestra relación política, económica, social y comercial con Colombia, el relanzamiento del comercio binacional destruido por Hugo Chávez Frías al arruinar en el año 2006 la Comunidad Andina de Naciones (CAN) (ver La salida venezolana de la CAN y sus repercusiones sobre la integración regional http://www.realinstitutoelcano.org/wps/portal/rielcano_es/contenido?WCM_GLOBAL_CONTEXT=/elcano/elcano_es/zonas_es/dt28-2006), donde Colombia y Venezuela se llevaban la mayor parte, así como la normalización de la situación de nuestras fronteras frente a los grupos irregulares que protegen el narcotráfico. Todo eso y mucho más hacen que el retraso en resolver la usurpación del régimen de Maduro se haya convertido ahora en un problema de nuestros dos países.

La estrecha relación de hermandad y cercanía de nuestros Estados fronterizos con los Departamentos correspondientes en Colombia, es un activo fundamental que debemos aprovechar quienes hacemos lucha activa frente a la tiranía para el bienestar de ambas naciones. Tenemos demasiadas cosas en común que estamos perdiendo ambos países al no resolverse el problema político de Venezuela, lo que hace a la Colombia democrática nuestro principal aliado en la lucha en contra del régimen de Nicolás Maduro Moros.

Y así como hemos solicitado la presencia de una representación calificada de la sociedad civil venezolana en cualquier proceso de negociación arbitrado por la Comunidad Internacional, creemos que igualmente Colombia tiene un puesto merecido tanto como nosotros, como dolientes de la tiranía de Nicolás Maduro Moros. Las declaraciones del Presidente Duque al abogar por una solución en Venezuela es solo el comienzo para que el factor que significa Colombia pueda cambiar la ecuación política en Venezuela.

Caracas, 24 de Septiembre de 2021

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