Por Luis Manuel Aguana
Por favor, primero las definiciones. En un país donde nos encanta buscar nuevos significados a las cosas y enriquecer permanentemente el lenguaje, no hay nada más directo y esclarecedor que poner el adjetivo correcto a la persona o a la situación, y que este lo defina en toda su extensión.
De acuerdo al blog “De cualquier vaina”, “En el -algunas veces abusivo- humor venezolano se le dice bate quebrao -en son de mofa malsana- a la persona que no logra hacer las cosas bien para contribuir con su propia causa personal o con la de la colectividad. En inglés, los gringos -un poquito más políticamente correctos que nosotros- dirían he/she does not deliver para expresar la falta de competencia al realizar alguna acción específica” (ver ¿Qué es un Bate Quebrao?, en https://decualquiervaina.blogspot.com/2010/01/que-es-un-bate-quebrao.html) (resaltado nuestro).
A mi juicio, la anterior definición, describe a cabalidad el comportamiento aborrecible de personajes de las candidaturas de la oposición oficial que ya comenzaron a tejer un plan para apoderarse de la candidatura presidencial de la oposición, sin contar con el aval del pueblo opositor venezolano.
Bajo el expediente de estar preparados para la eventualidad de que el candidato ganador de las primarias este inhabilitado por el régimen, la Comisión Nacional de Primaria (CNP), a solicitud del precandidato Henrique Capriles, aprobó que fuera discutida una normativa que decida la sustitución del candidato más votado por el pueblo opositor si este se encuentra “inhabilitado” por el régimen (ver Maduradas, Plataforma Unitaria de la oposición discutiría propuesta de Henrique Capriles sobre sustitución de candidatos para las primarias, en https://maduradas.com/plataforma-unitaria-la-oposicion-discutiria-propuesta-henrique-capriles-sustitucion-candidatos-las-primarias/).
¿Qué mamarrachada es esa? ¿Puede la CNP o los supuestos partidos opositores decidir quién es el candidato ganador por encima de la voluntad de los venezolanos, solo porque el régimen ilegalmente vetó a candidatos para la elección presidencial? ¿No se supone que en el caso de que los venezolanos elijan un candidato inhabilitado, todos esos partidos se hagan uno solo para defender el derecho de ese candidato para participar en esa elección? En estricta lógica, en principio, el solo hecho de tan siquiera considerar esa propuesta va en contra de la decisión tomada por la CNP, de que los candidatos inhabilitados participen en esa elección primaria.
Tal vez deberían llamar a esa normativa “Normas para evitar que María Corina Machado (MCM) sea la candidata opositora”, porque de acuerdo a dos encuestadoras distintas de agosto 2023, todos los candidatos sumados no llegan más allá del 20% de las preferencias de la Venezuela opositora frente a un 80% de MCM (ver Intención de voto, Poder y Estrategia, en https://twitter.com/krlozgalindz/status/1696573476516098213/photo/1, y Polianalítica, en https://twitter.com/polianalitica/status/1696562852033712322).
Cualquier cosa que apruebe la CNP para sustituir la preferencia electoral de los venezolanos en esas primarias debe ser rechazado por el país, haciendo inválida por los hechos la razón misma del porqué se constituyo esa Comisión, por lo cual debería desmontarse de manera inmediata si deciden ese contrasentido. Si esas primarias se llegaran a realizar, CUALQUIERA que sea el candidato ganador, será el representante de la oposición venezolana frente al régimen, así a los bates quebrados que le hacen juego no les guste y le tranquen conjuntamente con Maduro la posibilidad de participar en la elección presidencial, que constituye otra cosa muy diferente.
Una cosa es un candidato presidencial inhabilitado por procedimientos ilegales, ganador de una elección primaria, y otra muy diferente, un precandidato inhabilitado de unas primarias. Eso lo sabe el régimen y su oposición entregada, que buscan con desesperación cerrarle el paso a una opción que dice estar dispuesta a llegar “hasta el final” a pesar de esa persecución.
El primer hito para poder llegar a ese “hasta el final” es que se produzcan efectivamente esas elecciones primarias que coronen al candidato con mayor opción en las encuestas. Si se concreta esa normativa de los partidos entregados al régimen, que no tiene ninguna validez frente a la decisión del pueblo venezolano en primarias, el candidato que terminen decidiendo, no solo será un títere que no tendrá aceptación popular, por lo burdo del montaje realizado, sino que convertirán a esa elección presidencial en una farsa peor que la de mayo de 2018, que causo la reacción de rechazo de la Comunidad Internacional y la consiguiente ilegitimidad del régimen, por lo que perderán lo que ansiosamente buscan, que no es otra cosa que lavarse la cara frente al mundo.
En otras palabras, ese consenso entre bates quebraos producirá el efecto contrario al que buscan, porque como bien indica la misma definición, un bate quebrao “no logra hacer las cosas bien para contribuir con su propia causa personal o con la de la colectividad”. En el caso de su propia causa, porque el pueblo los terminará de enterrar haciendo ilegitima esa elección y en el de la colectividad, todavía menos porque va en contra de los intereses de quienes desean un cambio y creyeron de buena fe en un sistema de elección opositora que termina por esa decisión, en un fraude, demostrando finalmente “la falta de competencia al realizar alguna acción específica”. Más bates quebraos no pueden ser…
Esta reacción de los partidos colaboracionistas del G3 y su hija, la CNP, para aprobar una normativa de consenso entre bates quebraos me hizo recordar las extraordinarias intervenciones de Teodoro Petkoff en sus editoriales en Tal Cual, y que dieron origen a la definición expresada arriba, precisamente porque Teodoro tituló su editorial del 26 de enero de 2010, “Bate quebrado”, refiriéndose a Chávez y el cierre de RCTV como acciones inútiles. El editorial finalizaba así:
“El cierre de RCTV apunta, desde luego, a reducir casi a la nada la posibilidad de comunicación televisiva de cualquier opinión distinta a la del Poder. Será inútil. Tendrán que prohibir Internet, Twitter, los celulares, los SMS y toda la fantástica parafernalia comunicacional de estos tiempos, para callar a este pueblo. Pero, más allá de esto, por encima de la vocación totalitaria del régimen, que quisiera una sociedad silenciosa y resignada, lo que reconforta y llena de esperanza es la presencia indomable de un país que no se la cala, que responde y lucha. «Esto nos lo cobramos en septiembre», dice una voz anónima en algún periódico. Voz del común. Pura sabiduría popular de quien sabe que no por mucho madrugar amanece más temprano y que el juego no se acaba sino cuando se acaba” (ver Editorial de Tal Cual, Bate quebrado, por Teodoro Petkoff, 26 de enero de 2010, https://talcualdigital.com/bate-quebrado-por-teodoro-petkoff/).
Al igual que en esa oportunidad, la aprobación de esa normativa “sustitutiva” será inútil. Maduro y sus bates quebraos de la oposición oficial podrán silbar en la oscuridad para espantar el miedo que les produce la decisión popular de salir de ellos con la candidatura presidencial de MCM. Suerte con eso. Es esa presencia indomable de un pueblo que no se la cala y que responde y lucha, como decía Petkoff. El lenguaje beisbolero venezolano expresado en esa definición está lleno de sabiduría popular. Ya no convencen ni les dan “un palo a nadie” y “aunque vengan en cajas cuadradas, las pelotas seguirán siendo redondas” y el juego, como decía Yogi Berra y acertadamente recordado por Teodoro, no se acaba sino cuando se acaba. ¡Y si es con bates quebraos, más todavía!
Caracas, 1ro de Septiembre de 2023
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