miércoles, 30 de agosto de 2023

El ejemplo de Argentina

Por Luis Manuel Aguana

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Han comenzado a correr por las redes sociales las comparaciones entre las candidaturas de Javier Milei en Argentina con la de María Corina Machado (MCM) en Venezuela. Y aunque a veces resulten  odiosas las comparaciones, creo importante mencionar que ambas candidaturas se están enfrentando al poder avasallante de dos Estados, que, respetando las distancias, responden a las estrategias de dominación latinoamericana de la izquierda internacional, cuyo principal exponente es el famoso Foro de São Paulo.

Sin embargo, fuera de eso, hay diferencias fundamentales. El Estado argentino no ha llegado a la podredumbre institucional del Estado venezolano, al menos en lo que respecta al secuestro descarado de instituciones como la electoral, que aún puede existir una situación en la que un personaje como Milei, que sale de la nada, puede desafiar a los dos grandes polos partidistas y ganar en la mayor proporción las primarias abiertas, simultáneas y obligatorias (PASO), constituyéndose en la primera opción para ganar las venideras elecciones presidenciales en ese país (ver Reparto de los votos en las elecciones primarias (PASO) de Argentina en 2023, por candidato, en https://es.statista.com/estadisticas/1405438/resultado-oficial-de-las-elecciones-primarias-paso-de-argentina/).

El discurso frontal y abierto de Milei en contra de lo que él definió como la “casta política” de Argentina, no solo del gobierno, sino de la oposición oficial de ese país, ha sido la clave para explicar ese fenómeno que tiene al mundo con los ojos puestos en Argentina. Se puede comparar perfectamente esa casta política argentina con la venezolana y no le encontraríamos ninguna diferencia (ver La “casta política” de Venezuela, en https://ticsddhh.blogspot.com/2023/06/la-casta-politica-de-venezuela.html).

En consecuencia, las propuestas de Milei van en concordancia con el daño que ha producido esa casta política por más de 100 años en la estructura institucional del país y en el bienestar de los argentinos. Javier Milei comienza sus propuestas explicando que lo primero que hay que hacer es una reforma del Estado: “Lo primero que vamos a estar describiendo es la reforma del Estado. El Estado argentino es la principal causa del empobrecimiento de los argentinos, no solamente por su tamaño elefantiásico, que lo torna impagable, sino también por la maraña de regulaciones que se desprende de cada una de las oficinas estatales que entorpecen el funcionamiento de la economía. La función del Estado no es entrometerse en cada aspecto de la vida de los individuos, ni para bien ni para mal. La función del Estado es proteger los derechos fundamentales, es decir, proteger el derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad. Por eso nuestra primera acción de gobierno va a ser promover una reforma completa del Estado para volver al modelo de Estado que teníamos antes de la llegada del kirchnerismo al poder…” (ver Las propuestas de Javier Milei, en https://www.youtube.com/watch?v=8cJcNBUjfZA) (resaltado nuestro).

Sin embargo, en la Venezuela de hoy, nuestra principal apuesta para el cambio de nuestra realidad política, a diferencia de Milei, no se basa en un cambio de las estructuras del Estado y en consecuencia, del desplazamiento de todos aquellos que se han enriquecido de esa realidad –del régimen y de la oposición- sino en la derrota electoral del castro-chavismo-madurismo, dejando de lado que para que eso pueda ser sustentable se requiere de inmediato y desde el primer día, como en el caso argentino, de una reforma del Estado mucho mayor que la que está proponiendo Milei, con una profundidad que abarque toda la estructura constitucional venezolana. Sin haber llegado Argentina a la destrucción que tiene Venezuela, lo primero que pone por delante el principal candidato para salir de su propio castro-chavismo-madurismo, el kirchnerismo, es comenzar por una reforma del Estado. En ambos planteamientos radica una diferencia fundamental que define estrategias y mensajes políticos.

Es claro que “salir del régimen” es un mensaje muy importante para los venezolanos que hemos padecido por más de 20 años la destrucción física, moral e institucional del país. Pero aunque es necesario expresar eso, no es de ninguna manera suficiente. Respetando las distancias entre ambas sociedades, la argentina y la venezolana, el mensaje claro explicando el “qué” para luego explicar con detalle el “cómo”, en la voz del mismo candidato Milei (les recomiendo ver completo el video de su propuesta señalado arriba), ha arrastrado decididamente al voto de los argentinos, y especialmente el de los jóvenes, que se hartaron de políticas estatistas que no han dado resultado en ninguna parte del mundo, provocando hiperinflación y pobreza galopante.

El sistema electoral de Argentina pareciera estar lo suficientemente sano todavía para elegir a un personaje con las ideas de Javier Milei, pero en Venezuela el caso es completamente diferente. Casi 24 años de destrucción han hecho su efecto en Venezuela, y en especial en nuestra realidad electoral, al punto de dudar que aunque exista para las elecciones de 2024 una observación confiada de la Comunidad Internacional, ya el nuevo árbitro electoral, el CNE, viene viciado desde su nacimiento con una composición pactada entre el régimen y su oposición complaciente: “Esta fue una negociación directa entre el chavismo con Manuel Rosales y Henry Ramos Allup en representación de sus propios grupos, pero con anuencia de la MUD. Esto quiere decir que la llamada Plataforma Unitaria para evitar cuestionamientos públicos dejó en libertad a Ramos Allup para avanzar los acuerdos selectivos y bilaterales con el chavismo hasta proponer un miembro en el nuevo CNE…” (ver La Razón, Humberto González Briceño, El Nuevo CNE chavista no es para espantar votos sino para un megafraude, en https://larazon.net/2023/08/el-nuevo-cne-chavista-no-es-para-espantar-votos-sino-para-un-megafraude/).

Ante esta realidad, ¿seguirá siendo la estrategia opositora concurrir a elecciones con estos criminales, sin antes mediar un enfrentamiento? Ya el régimen planteó ese enfrentamiento al iniciar una nueva persecución en contra de Antonio Ledezma por indicar en una entrevista “que la única manera de poder llevar adelante la inscripción de una mujer que está siendo vetada por el régimen es poniendo en marcha la desobediencia civil…” (ver El significado de una consigna, en https://ticsddhh.blogspot.com/2023/08/el-significado-de-una-consigna.html).

El ejemplo de Argentina debería bastarnos al menos para considerar reformular el planteamiento opositor al país, incluyendo en él una necesaria reforma del Estado. Los cambios planteados por Milei no requieren de una reforma constitucional, como la reducción del tamaño del Estado con privatizaciones o eliminación de Ministerios e instituciones como el Banco Central. Pero en Venezuela, los cambios necesarios representan una convocatoria del Poder Originario a través de un proceso Constituyente.

El Estado venezolano, a diferencia del argentino, requiere ser refundado desde sus cimientos (ver ANCO, el porqué y el para qué de una Constituyente, en https://ticsddhh.blogspot.com/2022/09/anco-el-porque-y-el-para-que-de-una.html), faltándole a cualquier propuesta que se haya planteado hasta ahora para enfrentar al engendro que nos desgobierna, iniciar como lo propone Milei con esa pieza clave que le permita sustentarse en el tiempo.

Si la opción de MCM logra a imponerse sobre las maniobras colaboracionistas de la falsa oposición, difícilmente su triunfo no se concretará en una candidatura presidencial, porque ese solo hecho derribaría al régimen. De allí que toda la fuerza institucional que posee el Estado criminal dirigido por Maduro se encuentre ahora dirigida a que MCM no se convierta en candidata oficial de la oposición en Venezuela. Ellos y sus colaboracionistas harán todo lo necesario para detenerla.

Si lo anterior llegara a suceder, lo que se perfilaría entonces sería la redefinición política definitiva de quien es oposición y quien no lo es en Venezuela, más allá de la escogencia de un “candidato opositor”, así las fuerzas colaboracionistas de la oposición oficial se alcen, régimen mediante, con una “candidatura opositora” complaciente, que cada día que pasa apunta más hacia Manuel Rosales. En ese punto, al menos nos acercaríamos mucho más al ejemplo de Argentina, con una oposición real y clara frente a los criminales y sus alacranes que desean continuar en el poder. Ese hecho marcaría un nuevo rumbo para el futuro la lucha opositora en Venezuela…

Caracas, 30 de Agosto de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

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