Por Luis Manuel Aguana
Los venezolanos somos muy dados a tomar en broma todo lo que nos pasa. Nuestra personalidad como pueblo nos hace ser una sociedad única, que olvida de esa manera las desgracias a las que somos sometidos. Esta cualidad nos hace sentirnos muy orgullosos, siendo esa dimensión de reírnos de nosotros mismos es, por decir lo menos, remarcable.
El más reciente caso de Nicolás Maduro Moros anunciando desde China la posibilidad de que un venezolano pudiera llegar a la luna con la ayuda del gigante asiático, explotó en las redes sociales locales con memes de todo tipo, desde un Maduro vestido de astronauta con ticket chino de solo ida, hasta las más recalcitrantes críticas a un régimen que sin ocuparse de los hospitales públicos está pensando ese nivel de propaganda política.
Ya en el pasado la propaganda del régimen, con Chávez poniendo 3 satélites en órbita de la mano de los chinos (¡no uno, sino 3!) representó una inversión perdida de más de 400 millones de dólares, cuando en marzo de 2020 y por error humano “el régimen de Nicolás Maduro reconoció que el primer satélite del país, de 5.100 kilogramos, construido y lanzado en China en octubre de 2008, quedó fuera de órbita sin posibilidad de recuperación. Esa «falla» dejó a gran parte del país con interrupciones en las conexiones a internet y en algunas transmisiones por radio y televisión” (ver ABC de España, Venezuela pierde su satélite de telecomunicaciones “joya de la corona” chavista, en https://www.abc.es/internacional/abci-venezuela-pierde-satelite-telecomunicaciones-joya-corona-chavista-202004062030_noticia.html).
Tuvieron que pasar “casi todos los servicios de televisión y radio que funcionaban con el satélite Venesat-1 al satélite norteamericano Intelsat 14”, teniéndose que meter con la mayor vergüenza en el bolsillo su propaganda “antiimperialista”. Quién sabe cuánto nos va a costar a los venezolanos, esta vez la nueva pieza de propaganda del régimen, al endeudarnos aún más con China para poner un hombre en la luna.
Pero lo cierto es que el asunto con China no son cuentos chinos. China es el primer acreedor de Venezuela, y los acuerdos petroleros con ese país asiático se están pagando con crudo venezolano, en detrimento de las urgentes necesidades de nuestro pueblo en salud, educación, alimentación, vivienda, servicios, etc., etc., etc…. No le hemos visto absolutamente nada a esa inversión china, entre otras razones, por el latrocinio de personajes como Tareck El Aissami. Y aunque los pocos datos indiquen que la deuda pendiente respaldada por petróleo con los chinos se ha reducido desde los más de 60.000 millones de dólares iniciales con Chávez en 2007, a un monto entre 11.000 y 12.000 millones de dólares, Maduro fue a China buscando más crédito (ver INFOBAE, China reanuda lazos con Venezuela ante la mirada atenta de los EEUU, en https://www.infobae.com/venezuela/2023/05/03/china-reanuda-los-lazos-con-venezuela-ante-la-mirada-atenta-de-estados-unidos/).
Pero el mundo siguió girando y China no es la misma desde 2007. Un informe de inteligencia de septiembre de uno de los analistas internacionales más reconocidos, Ian Bremmer, nos describe en pocas palabras la actual situación de una China en crisis:
“Tras cuarenta años de extraordinario crecimiento, la economía china puede estar entrando en una era de estancamiento. El desempleo juvenil acaba de alcanzar la cifra récord del 21%. La actividad manufacturera se contrae. Las exportaciones han disminuido a causa de la inflación y los tipos de interés al alza en Estados Unidos y Europa. La inversión extranjera se ha estancado. La salida de capitales se acelera. El sector inmobiliario, que representa una quinta parte de la economía, se desploma”…” Los riesgos económicos y financieros parecen más urgentes que nunca, ya que los límites del modelo de crecimiento chino se han hecho evidentes. Atrás quedaron los días de crecimiento del 10%: el FMI espera ahora que la economía china crezca por debajo del 4% anual en los próximos años, muy por debajo del objetivo oficial del gobierno de "en torno al 5%". La ralentización se sustenta en retos estructurales para las perspectivas económicas a largo plazo de China, como una demografía desfavorable, un elevado endeudamiento y la intensificación de la competencia geopolítica con Estados Unidos y sus aliados” (ver Ian Bremmer, Gzero, Los problemas económicos de China, explicados, en https://www.gzeromedia.com/chinas-economic-woes-explained).
En medio de ese despelote chino, producto de la Guerra Fría económica de China con los EEUU, el régimen que no tiene para donde correr, se va a la China a seguir pidiendo prestado bajo el mismo esquema del pasado, poniendo como garantía nuestras reservas de crudo. Pero los chinos, que no están en la misma situación de antes, no nos ven ahora, como en el pasado, como ovejas para trasquilar, sino como carne para el asador.
En una nota del mes pasado, el Dr. Evan Ellis, profesor investigador de estudios latinoamericanos en el Instituto de Estudios Estratégicos de la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos, experto en las relaciones de la región con China y otros actores del hemisferio no occidental, responde precisamente esa inquietud. La nota lleva por título “Qué significa para el mundo en desarrollo la debilidad económica de China a largo plazo” (ver What China’s Long-Term Economic Weakness Means for the Developing World, en https://revanellis.com/what-chinas-long-term-economic-weakness-means-for-the-developing-world). El Dr. Ellis indica allí que ese problema de los chinos significa bastante para nosotros:
“La debilidad financiera entre las empresas estatales chinas y los bancos asociados puede ralentizar los préstamos y los principales compromisos de inversión en el extranjero, incluidos los grandes proyectos de infraestructuras de transporte, aunque es probable que los recursos sigan fluyendo en sectores de alta prioridad como las telecomunicaciones, la generación y transmisión de energía renovable, los vehículos eléctricos, las cadenas de suministro de litio y otros sectores estratégicos que China ha priorizado públicamente. También es probable que el gobierno chino siga canalizando cantidades limitadas de dinero a países a los que Pekín pretende recompensar por cambiar el reconocimiento de Taiwán a China, entre ellos El Salvador, Nicaragua y Honduras, con el fin de atraer a otros para que también lo hagan. En la medida en que el gobierno chino permita que el yuan se deprecie frente al dólar, también perjudicará a regímenes populistas como los de Argentina, Brasil y Venezuela, que han promovido el uso del yuan en los contratos de materias primas y de otro tipo, al tiempo que desincentivará a otros a seguir esta práctica” (resaltado nuestro).
Dicho en venezolano, los chinos se preparan para pagar con yuanes devaluados, o en otras palabras, con menos dólares, nuestro principal producto de exportación, haciendo no solo más largo el pago de nuestra deuda con ellos, sino que estaremos prácticamente regalándoles el petróleo a un precio que ya es de por sí preferencial, pero aumentando nuestra deuda a largo plazo. Y la deuda seguirá creciendo en intereses año tras año, en especial con estos delincuentes que controlan el gobierno venezolano, y que se deslumbran cuando les ofrecen espejitos relucientes como poner un venezolano en la luna. Mayor imbecilidad, imposible.
La estrategia de China, con países cada vez más
endeudados con ellos, es que nunca se les pueda pagar, manteniendo a los países
alrededor de su órbita política por deudas, utilizándolos como piezas de un
juego de Monopolio mundial. Ese fue el caso de Sri Lanka, que se vio obligado a
entregar parte de su soberanía, el puerto de Hambantota, a China en 2017, en
pago de su deuda: “El país insular pronto
se vio incapaz de pagar el servicio de la deuda china. Pekín aprovechó la
ocasión para obligar a Sri Lanka en 2017 a ceder el puerto de Hambantota, en
régimen de arrendamiento por 99 años a las empresas chinas que lo construyeron
y financiaron” (ver Diario Las Américas, China utiliza endeudamiento de Sri
Lanka para mostrar fuerza militar, en https://dialogo-americas.com/es/articles/china-utiliza-endeudamiento-de-sri-lanka-para-mostrar-fuerza-militar/).
De seguir el régimen en funciones de gobierno, los venezolanos tendremos que
prepararnos para ver que parte del territorio venezolano Maduro y sus
delincuentes le entregarán a los chinos para pagar sus deudas…
Lamentablemente, todavía los norteamericanos siguen pensando que el caso venezolano no representa un problema de seguridad nacional, o al menos eso nos dan a entender, para no ayudarnos a salir como se debe de un secuestro delincuencial. Esperen y verán si insisten en ayudar indirectamente al régimen, dejándoles espacio suficiente con los colaboracionistas de la oposición, para atornillar a Maduro por la vía electoral, aumentando día a día la deuda con los chinos. Este es el verdadero cuento chino de Venezuela, que tiene como anécdota graciosa poner en la luna a un venezolano. Sin embargo, la verdad dolorosa es que todos ya nos encontramos en la luna si no nos percatamos de esta cruda realidad…
Caracas, 18 de Septiembre de 2023
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