Por Luis Manuel Aguana
La amenaza abierta del CNE a la negativa de asistencia técnica
de la Comisión Nacional de Primaria (CNP), según la cual el Poder Electoral
tiene competencia exclusiva para organizar cualquier elección en el país,
incluidas las reinas de belleza y de carnaval en cualquier lugar de Venezuela,
nos hace inferir que de un momento a otro, incluso durante el mismo día 22 de
octubre, fecha de la elección, debemos esperar la intervención del régimen en
las primarias de la oposición.
En su comunicado de respuesta a la CNP, el CNE indicó: “El poder electoral, de conformidad con la Constitución, la Ley Orgánica del Poder Electoral y demás disposiciones legales aplicables, tiene la competencia exclusiva de organizar elecciones, suministrando apoyo técnico y logístico, a gremios profesionales, sindicatos, organizaciones con fines políticos; así como a los consejos comunales, comunas y demás organizaciones sociales que lo soliciten” (ver Morfema Press: Amoroso y porfiado: El CNE reafirma competencia exclusiva para realizar elecciones en Venezuela, en https://morfema.press/actualidad/amoroso-y-porfiado-el-cne-reafirma-competencia-exclusiva-para-realizar-elecciones-en-venezuela/)(resaltado nuestro).
De la simple lectura del Artículo 293.6 se deduce que la Constitución no establece dentro de las funciones del CNE ninguna exclusividad: “El Poder Electoral tiene por funciones:… 6. Organizar las elecciones de sindicatos, gremios profesionales y organizaciones con fines políticos en los términos que señale la ley. Así mismo, podrán organizar procesos electorales de otras organizaciones de la sociedad civil a solicitud de éstas, o por orden de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia….” (resaltado nuestro).
Y, a su vez, la ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPE), establece: “Deber de realizar procesos electorales, Articulo 172: El Consejo Nacional Electoral podrá a solicitud de las organizaciones sociales, organizar y dirigir sus procesos electorales. Así mismo, prestará la asesoría técnica para la celebración de los mencionados procesos electorales, en concordancia con el Artículo 293 numeral 6 de la Constitución de la República. Igualmente, el Consejo Nacional Electoral por orden de los Tribunales Contenciosos Electorales, deberá organizar los procesos electorales de las organizaciones sociales”. (resaltado nuestro).
Con base a esa normativa, no solo no tienen la exclusividad, sino tampoco la solicitud de asistencia definitiva que exige la ley. Como bien lo dice el Artículo 293.6, el CNE podrá organizar las elecciones “en los términos que señale la ley” -en este caso la Ley Orgánica de Procesos Electorales- que a su vez indica que tal asistencia debe ser “a solicitud de las organizaciones sociales”. Sin embargo, ¿qué puede importarle lo que dice la ley a una tiranía? Tienen un Poder Judicial que indicará que tales elecciones primarias pueden tutelarlas a través de su CNE “por orden de la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia”, cosa que los Magistrados del TSJ del régimen se apresurarán a realizar a su solicitud cuando así se los ordenen.
Sin embargo, no es esta secuencia lógica de la trampa que se está montando -y que ya he reseñado previamente- lo que me mueve a escribir esta nota, sino a intentar poner en perspectiva que todo este circo alrededor de las primarias opositoras le han hecho olvidar a los venezolanos el verdadero sentido de lo que se debe lograr con el hito de las elecciones de 2024. Ojalá que el hito se convirtiera en el objetivo final de salir del régimen a través de una candidatura que represente de verdad el sentimiento de cambio de los venezolanos. Sin embargo, dadas las circunstancias, el objetivo más cercano –o hito inmediato- debe ser impedir que el régimen pueda legitimarse el 2024, si no logramos imponer una candidatura representativa del sentir de la gente. No se puede perder la perspectiva.
¿Qué significa esto? Algunos creen que el objetivo del régimen es suprimir el proceso de primarias y eso es un error. El régimen necesita las primarias frente al mundo y está desesperadamente intentando que sea la misma oposición oficial la que resuelva el problema que les ocasionó a ambos el surgimiento inusitado e imprevisto de la candidatura de María Corina Machado (MCM), que representa un peligro para el futuro de los dos.
El régimen le dio a los partidos de la oposición oficial la oportunidad y el tiempo suficiente de resolver el problema, cosa por la que diligentemente se ha movido Henrique Capriles al plantearle a la CNP una propuesta de qué hacer si se elige a un precandidato inhabilitado, cosa que aún no deciden. De la misma manera, la sospechosa posición de Manuel Rosales, que incluye su negociación con Capriles, manteniéndose al margen de las primarias, solo esperando la intervención del régimen con el CNE para inscribirse en un proceso renovado de primarias sin los inhabilitados. Sin embargo, ya se les acabó el tiempo, y al necesitar impedir que MCM se convierta en candidata presidencial de la oposición, tendrán intervenir directamente.
Toda esta basura pretende enviarle un mensaje a la
Comunidad Internacional de que existirá un proceso limpio de escogencia, con el
voto del pueblo opositor, de un candidato que se enfrente de una manera
transparente al régimen en el 2024, a sabiendas de que, desde ahora mismo, el
régimen maniobra con su oposición comprada para dejar fuera del proceso a
quienes inhabilitaron ilegalmente desde un principio, en especial a MCM.
Esto nos lleva a plantear el rechazo a cualquier
elección, primaria o presidencial, que no incluya a TODOS los candidatos que se
postulen, y hacer un llamado a la Comunidad Internacional de RECHAZAR por
ilegítima cualquier elección que se lleve a cabo en Venezuela sin la
participación en las elecciones primarias y presidenciales de TODOS LOS
PRECANDIDATOS O CANDIDATOS, para ambos procesos.
¿Y por qué esta sentencia? Porque los venezolanos vamos
rumbo a un secuestro judicial de las primarias con la intención de sacar del
camino a MCM como principal candidata opositora, con la aceptación cómplice de
los partidos de la llamada Plataforma Unitaria. El problema para el régimen no
son las primarias, es MCM (ver No son las primarias, es María Corina, en https://ticsddhh.blogspot.com/2023/09/no-son-las-primarias-es-maria-corina.html).
Y si el régimen no percibe que será igualmente rechazado y no reconocido por la
Comunidad Internacional, tanto por esa acción como en no aceptarla como
candidata presidencial, de nada habrá valido todo el esfuerzo de intentar salir
electoralmente de esta tragedia.
La razón principal por la cual el régimen está
financiando a la oposición cómplice, para obtener un candidato “opositor”
aceptable a sus propósitos, es lograr que la elección de 2024 sea considerada
legítima a los ojos de la Comunidad Internacional, logrando el cese de
sanciones y el reintegro de Venezuela al concierto de las naciones.
Todos los venezolanos, tanto los que vivimos aquí como
los que tuvieron que exiliarse, tenemos que hacer el mayor esfuerzo para
impedir que eso suceda. Y eso solo será posible si logramos convencer a todo el
mundo que solo una elección que incluya a todos los candidatos, en especial
MCM, tanto en las elecciones primarias sin intervención del régimen con su CNE,
como en las elecciones presidenciales con condiciones mínimas de participación,
son las condiciones “sine qua non” para que los resultados de la elección
presidencial de 2024 puedan ser considerados legítimos. De otra manera, solo
será un engaño que debería ser rechazado por el mundo, como lo fueron las
ilegítimas elecciones de Maduro en mayo de 2018.
Si el régimen está preparando la emboscada jurídica de las primarias autogestionadas del 22 de octubre es porque cree que puede hacerlo sin consecuencias. Hay que hacerles percibir lo contrario. Que si las secuestra, no logrará su objetivo de legitimarse el 2024 así pongan a un bate quebrado como Manuel Rosales como monigote a derrotar, o cualquier otro que no represente el verdadero sentimiento de cambio de los venezolanos. Y eso hay que hacérselo saber desde ahora mismo. Para eso debe moverse la verdadera oposición con los EEUU, la Unión Europea, y el resto de los países comprometidos en el rescate de la democracia y la libertad en Venezuela, y lograr los pronunciamientos respectivos, so pena de una repetición del 2018 en el 2024. No queda mucho tiempo para eso…
Caracas, 8 de Octubre de 2023
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