miércoles, 20 de diciembre de 2023

Saab, rehenes y aliados de lucha

Por Luis Manuel Aguana

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A esta hora ya es público, notorio y comunicacional el intercambio de prisioneros por Alex Saab, acordado entre el régimen de Nicolás Maduro Moros y los EEUU. En efecto, las agencias de noticias Reuters y AP informaron que “El gobierno de Estados Unidos liberó a Alex Saab, un cercano aliado del presidente Nicolás Maduro, como parte de un intercambio de prisioneros que incluye a al menos 10 ciudadanos estadounidenses encarcelados en Venezuela (ver La Voz de América, EEUU libera a Alex Saab a cambio de todos los estadounidenses detenidos en Venezuela, en https://www.vozdeamerica.com/a/eeuu-libera-a-alex-saab-a-cambio-de-todos-los-estadounidenses-detenidos-en-venezuela-agencias/7405549.html).

Pero lo escandaloso de la noticia no es tanto la liberación de un delincuente enjuiciado por la justicia de los EEUU, sino que efectivamente funcionara el secuestro en Venezuela de ciudadanos norteamericanos, mantenidos como rehenes, para lograr su liberación. Visto así, no existe ninguna razón para que cualquier gobierno autoritario del mundo que desee algo del gobierno norteamericano, lo consiga a través del secuestro de sus connacionales en su territorio. ¿Qué pasaría con aquella famosa consigna norteamericana de que con terroristas no se negocia? Al parecer con el régimen de Maduro no aplica.

Y no es que no entienda el porqué los norteamericanos procedan de esta forma por las razones humanitarias de los rehenes que el régimen mantiene en cautiverio en sus mazmorras. Lo que es preocupante aquí es que esa debilidad demostrada con el régimen de Maduro por parte de los norteamericanos pudiera estar afectando la lucha legítima que tenemos en Venezuela por sacarnos de encima a esta peste que representa el régimen castro-chavista-madurista, poniendo en duda cualquier consejo, apoyo o sugerencia que nos hagan para salir del régimen, porque no podríamos saber si lo están haciendo por desear ayudarnos a rescatar el país o por razones de coacción, que luego puedan resultar  perjudiciales para los intereses de los venezolanos, al encontrarse los norteamericanos claramente comprometidos con el régimen. Pero eso nunca podremos saberlo, ¿verdad?

Por otro lado, está el hecho que, por un lado, los norteamericanos conversan con el comando de la oposición en la mañana, pero en la tarde negocian con el régimen de Maduro en una agenda completamente diferente. ¿Cómo saber si lo que le dicen a la oposición va en el sentido correcto de salir de ellos, si es que verdaderamente están interesados en que regresen a Venezuela la democracia y la libertad? A pesar de esa duda, yo todavía creo, ingenuo yo, que, en general, la política norteamericana de siempre, ha estado orientada a la recuperación de esas entidades sagradas por las que han muerto decenas de venezolanos en las calles desde hace más de 20 años. Pero la realidad muestra que episodios como el de Alex Saab ponen de manifiesto todo lo contrario.

El ejemplo más reciente lo tenemos con el caso de la presencia de María Corina Machado (MCM) en el TSJ, antro de la justicia del régimen, a instancias de los EEUU, quienes fueron los primeros en dar la noticia. Por más justificación que la candidata diera a la opinión pública luego de salir de allí, la amarga decepción que nos invadió a no pocos venezolanos, no solo fue que faltara a su palabra de no concurrir a ninguna instancia de este régimen ilegítimo, sino que más allá de aceptarles una legitimidad que fuera de toda duda no tienen para administrar justicia, les reconoce algo muy importante en toda lucha: beligerancia. De acuerdo a la Real Academia Española de la Lengua, “conceder o dar beligerancia a alguien” significa: “1. locs.verbs. Atribuirle la importancia bastante para contender con él. U. m. con neg.” (ver DRAE, Beligerancia, en https://dle.rae.es/beligerancia?m=form).

La justicia del régimen no está a la altura para que ningún venezolano le conceda la importancia suficiente para someter a su consideración cualquier asunto, en especial de índole jurídica. Si así fuera, no estuviéramos en la situación en la que se encuentra Venezuela. Hubiera sido suficiente solicitar justicia ante su TSJ. Venezuela no tuviera presos políticos, en primer lugar. Para concurrir al TSJ primero se tendría que limpiar a fondo el Poder Judicial. Precisamente por estar de acuerdo con MCM en asuntos como estos fue que los venezolanos votamos por ella el 22 de octubre. Si no, ¿qué sentido tendría su victoria por más del 90%? Este es el verdadero sentido de este reclamo principista.

Ahora bien, se puede entender que el principal aliado internacional de la oposición en la lucha en contra del régimen de Nicolás Maduro Moros, los EEUU, hayan negociado con el régimen de Maduro un canje de prisioneros norteamericanos, que al parecer también incluye algunos de reciente data como el Presidente de SUMATE, Roberto Abdul (ver La Patilla, Confirman liberación del Presidente de Súmate, Roberto Abdul, en https://tyht.cgixix.com/2023/12/20/confirman-liberacion-del-presidente-de-sumate-roberto-abdul/).

Pero lo que no se puede entender es una estrategia opositora que busca llegar a elecciones para ganarle a un régimen que toma rehenes para salirse con la suya. Simplemente de ese modo nunca se ganarán elecciones. Siempre existirá la posibilidad que el régimen de Maduro, secuestre a quien quiera en el país –en especial norteamericano- para conseguir cualquier cosa, entre ellas “ganar” las elecciones con el visto bueno de nuestro principal aliado internacional, que como hemos visto, puede ceder ante esa situación.

¿Ante eso, qué hacer? Creo que lo primero es no perder el rumbo y menos aún los valores que lo sustentaron. El pueblo venezolano creyó en un liderazgo transparente basado en la verdad y la honestidad representado por MCM. Creo que si los EEUU están severamente comprometidos, bien sea por su agenda energética internacional o por cualquier otra causa que comprometa nuestro futuro de democracia y libertad, debemos continuar nuestro camino solos, así sea mucho más duro el resultado a corto plazo, y por lo menos hasta que la situación política interna en ese país cambie sustancialmente y se alinee más claramente con nuestros objetivos firmes de salir del régimen.

Esa propuesta puede implicar que haya más presos políticos, y tal vez más sufrimiento a la familia venezolana. Pero habrá más honestidad en esta lucha que libramos todos, en especial entre quienes se han comprometido a representarnos frente a ella. Estarían con nosotros solamente los que verdaderamente nos quieren libres, no quienes lo dicen, cuidando por detrás sus intereses con nuestros enemigos. Eso no representa una ayuda, sino todo lo contrario. Con amigos mediatizados a la larga nunca conseguiremos la libertad. Preferirán que Maduro y sus criminales se queden en el gobierno si eso les sirve a sus intereses, y lo peor es que te convencerán de eso, como ocurrió con el interinato.

El liderazgo opositor encabezado por MCM debe concientizar que la fuerza opositora solo existe porque los venezolanos, no ningún gobierno extranjero ni nadie en el escenario internacional, hicieron algo para eso ocurriera. Solo el pueblo le dio a MCM su representación. Si ella se equivoca lo vamos a pagar todos. Entonces que esas equivocaciones valgan la pena porque las cometimos nosotros, porque la elegimos a ella y no por cuenta de otro, y que sirvan de aprendizaje para avanzar, manteniendo los valores que en primera instancia originaron esa confianza de la gente. Estoy seguro de que así, por largo y difícil que sea el camino, solos o con poca ayuda, más temprano que tarde estaremos condenados a tener éxito, llegando indefectiblemente adonde nos proponemos.

Caracas, 20 de Diciembre de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos,

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

domingo, 17 de diciembre de 2023

MCM ante el TSJ: ¿Táctica o error?

Por Luis Manuel Aguana

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Al Libertador Simón Bolívar, a los 193 años de su muerte, quien si tuvo claro los intereses de los venezolanos por quienes luchó y murió…

La decisión de María Corina Machado (MCM) y su equipo de asesores cercanos, al concluir que lo más conveniente era concurrir al TSJ controlado del régimen de Maduro, en el lapso impuesto por ellos, para presentar sus alegatos en relación con una inhabilitación impuesta ilegalmente, con la señal de aprobación del gobierno de los EEUU (ver tweet de @usembassyve Aplaudimos a MCM…, en https://twitter.com/usembassyve/status/1735748536019333157), trajo mi memoria el mismo respaldo que dieron los EEUU, y que los venezolanos también aplaudimos, a Juan Guaidó y su gobierno interino durante 4 largos años sin resultado alguno, hasta que no hubo nada ni nadie a quien respaldar.

Si MCM, luego de haberle dicho al país que no se pondría en manos de la justicia del régimen de Maduro, cambió de parecer por el consejo de la administración de Biden, imagino que solo podría ser por una cosa: que si luego que el régimen ratifique a través de su TSJ, bajo cualquier argumentación posible y abusiva, la inhabilitación de MCM, el gobierno de los EEUU decidirá restaurar las sanciones al régimen de Maduro, considerando otras medidas que obliguen la participación de MCM en las elecciones de 2024, con la garantía plena del gobierno norteamericano.

Todo esto lo digo porque luego de oír la declaración de MCM después de salir del TSJ ilegítimo de la Av. Baralt, pareciera que la gravedad de este problema no se ha comprendido cabalmente: “Y a este régimen no les vamos a dar una sola excusa para que se salgan de la ruta electoral. Nosotros no nos vamos a salir de la ruta electoral y ellos no se van a poder  salir de la ruta electoral. Maduro y su régimen no se van a poder salir de la ruta electoral. Van a tener que cumplir con sus acuerdos y con lo que es la voluntad de todos los venezolanos…” (ver Declaración de MCM, en https://youtu.be/EByn-evRpHY?t=53).

¿De dónde saca MCM y su equipo que el régimen quiere salirse de la ruta electoral? ¡El régimen no está interesado en salirse de la ruta electoral!, en especial después del fracaso de Maduro en San Vicente y Las Granadinas. Pero en lo que sí está interesado el régimen es en una ruta electoral SIN LA PRESENCIA DE MCM. El régimen quiere ir a elecciones solamente con los bates quebrados que le interesa, y que todavía maniobran, abierta o encubiertamente, para que MCM no participe en las elecciones.

Ni Rosales, ni Capriles, ni Superlano, ni Prosperi, ni toda la constelación de posibles candidatos, superan cada uno más allá del 5% en las encuestas. Es por eso que montaron ese tinglado de la propuesta de Barbados del TSJ, con la pequeña ayuda de Gerardo Blyde, para filtrar a los que deseen. Esto hace que el 10% o menos que régimen tiene en las encuestas luzca como sobrado en cualquier elección, haciendo creíble su victoria a los ojos del mundo. Y eso es lo que sigue operando a pesar de que los venezolanos elegimos el 22 de octubre a una representante de la oposición para el 2024.

Es claro que MCM no debe hacer algo que implique que no quiere una solución pacífica, democrática, y electoral a la crisis del país. Pero lo que no puede ignorar es que los venezolanos estamos SOLOS en esta desgracia. Los EEUU solo responden a sus intereses geopolíticos, y deseo suponer que una decisión del TSJ del régimen en contra de la participación MCM en las elecciones de 2024, desatará en los EEUU por parte de su gobierno unas reacciones que obliguen al régimen a medirse con la verdadera representante de la oposición venezolana, electa el 22 de octubre. No se puede entender de otra manera que MCM haya ido al TSJ ilegítimo a “esperar justicia” del régimen.

Pero si los EEUU respetan las decisiones del Poder Judicial del régimen de Maduro, por más absurdas que sean, como eventualmente es posible -y porque diplomáticamente no puede pasar otra cosa- entonces deberemos suponer que ese país también decidirá en consecuencia que la ruta electoral con un régimen como el que existe en Venezuela no puede operar porque no estará debidamente representada la oposición verdadera del país en las elecciones, dando por descartado cualquier reconocimiento al resultado de esas elecciones.

No hubo ningún paso importante que diera la PU-MUD, Juan Guaidó y el interinato, sin consultarlo con el Embajador de los EEUU en Venezuela con sede en Bogotá. ¿Existió alguna garantía de apoyo posterior a esas decisiones? No lo sé, pero la línea permanente de la oposición oficial siempre paso por esa oficina, y aunque las decisiones finales terminaron estando en manos de los venezolanos, los resultados están a la vista de todos: un fracaso total, por lo que aún seguimos en manos de la tiranía. Es por eso que el 22 de octubre los opositores decidimos una conducción opositora distinta, enterrando a la vieja oposición, y que surgiera una nueva con independencia de criterio, capaz de discernir un camino ganador a pesar de lo que opinara quien sea, así ese fuera los mismísimos EEUU.

En este punto no sabemos si la administración Biden es capaz de quemar a MCM a favor de sus intereses petroleros con el régimen, claramente demostrados cuando le pasaron por encima al Gobierno Interino conversando directamente con Maduro, o verdaderamente desean que Venezuela recupere su democracia para pasar a ser un aliado energético confiable pero soberano en sus decisiones.

Cualquiera de las dos maneras les es igualmente válida, geopolíticamente hablando, pero muy diferente de cara a nuestro bienestar como venezolanos. ¿Qué tiene que pasar para que se interesen en lo segundo y no en lo primero? Lo peor que puede hacer nuestra representación opositora es confiar ciegamente, debiendo trabajar para lograr garantías a favor de nuestros propios intereses, para salir del régimen a la brevedad, aun sabiendo que a los norteamericanos les es completamente neutro lo que nos pase, así existan 8 millones de migrantes venezolanos en el continente.

Un ejemplo, ¿le es conveniente a los EEUU, y a los intereses en ese país, que los venezolanos recuperemos el territorio Esequibo? Lo primero que me viene a la mente es que ese no es su problema, es nuestro. A la luz de quienes están explotando petróleo allí, tal vez los intereses del consorcio ExxonMobil, de fuerte participación norteamericana, estén mejor resguardados en un gobierno como el de Guyana, miembro del Commonwealth británico, que con un régimen socialista inestable.

¿Qué consejo creen ustedes que los EEUU nos darían ante ese problema? Piénsenlo. Eso no quiere decir que nos deseen mal, lo que quiere decir es que nosotros debemos saber diferenciar por dónde van los intereses de quienes dicen estar contigo y por qué. Saber eso marca la diferencia entre el éxito y el fracaso. Ojalá que esta táctica de MCM y su equipo con el TSJ no termine en un error cometido a instancias de los EEUU. Sería triste volver al pasado reciente del interinato. En todo caso, sería una enseñanza en nuestra ya accidentada ruta por la libertad. Espero no nos vuelvan a tomar por pendejos otra vez…

Caracas, 17 de Diciembre de 2023

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