domingo, 22 de septiembre de 2024

La oportunidad de Edmundo

Por Luis Manuel Aguana

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Todavía me es difícil de entender por qué sigue siendo más importante para todo el mundo la explicación de las razones que llevaron a Edmundo González Urrutia (EGU) a salir de Venezuela, que abordar el inmenso número de posibilidades positivas que su salida del país tiene y puede tener para los venezolanos, para la materialización del resultado real de las elecciones del 28 de julio. Pareciera que una parte de la opinión pública encontrara algún avance a nuestro principal problema –salir del régimen-  revisando el detalle de la extorsión de la cual fue objeto EGU para que firmara cualquier cosa que le pusieran al frente para resguardar su vida y la de su familia.

¿Qué parte no entendieron de que un EGU muerto o encerrado en una tumba del régimen, hubiera significado que no valieran nada los 25 asesinatos y más de 2.000 detenciones arbitrarias cometidas después del 28 de julio? ¡Claramente que hubo un delito al extorsionarlo con su seguridad y la de su familia para entregarle un salvoconducto para salir del país! Y que debía estar fuera para resguardar lo que algunos no quieren o no les da la gana todavía entender, por un sinfín de mezquinas razones: ¡QUE EGU ES EL ÚNICO DEPOSITARIO de la Soberanía Popular expresada el 28 de julio! ¡Sin él no hay nada que cobrar!

Y en el medio del océano de los más atroces delitos cometidos por este régimen a través de sus principales representantes en más de 25 años, ¿por qué todavía se sigue insistiendo en cómo EGU salió de Venezuela? ¡Es por eso por lo que seguimos en esta lucha! ¡Por la restitución de las libertades y el Estado de derecho! Claramente, a la vuelta de la legalidad en el país se deberán determinar las respectivas responsabilidades de los actores de este lamentable episodio, tanto de venezolanos como de extranjeros y abrir los procesos penales correspondientes.

Pero aquí voy a lo que considero más importante de este impasse de la lucha política: ¿Qué interés podía haber en desprestigiar o minimizar el carácter de EGU en esta situación, colocándolo como un cobarde o de supuesta “marioneta” de unos vividores de la política venezolana o española? ¿Quién o quiénes están detrás de todo esto que aún continúan echándole leña a ese fuego, y que no salgamos de esta discusión estéril? A eso es lo que los venezolanos tenemos que ponerle el ojo. Las envidias se han puesto al rojo vivo y hay mucha gente de la vieja política que prefiere destrozar lo que se ha alcanzado, a permitir que se siga avanzando en la recuperación del país, con la conducción de un liderazgo distinto.

¡Ya EGU está afuera de Venezuela! ¡Hay que continuar! ¿Qué es posible que el régimen se ensañe con su familia luego de haber establecido que luchará por hacer valer la Soberanía Popular, contrario a lo que decía el papel que firmó? Es posible. Pero EGU ya está más arriba de eso, y no solo es responsable del futuro de ellos SINO DE LOS MILLONES DE VENEZOLANOS QUE VOTAMOS POR EL que permanecemos también secuestrados con su familia en el país. Esa fue la pesada carga que aceptó cuando decidió representarnos en la elección del 28 de julio en lugar de María Corina Machado (MCM). Los votos fueron depositados por EGU para restablecer un modo de vida que nos arrebataron, y nos pertenece a los venezolanos.

Pero los responsables del intento de desprestigio de EGU al salir del país, siguen allí vivitos y coleando. Seguirán asechando, buscando, al igual que el régimen, una nueva  oportunidad para que fracase y con él, cualquier iniciativa dirigida a hacer valer el resultado de la elección del 28 de julio. Y estarán muy cerca de EGU porque saben que solo así pueden hacerlo fracasar. La sola presencia del verdadero representante de la Soberanía Popular venezolana en los escenarios internacionales le abrirá cualquier puerta, y eso lo resienten en el régimen y al parecer mucho más en la oposición que fracasó en el intento de  cerrarle el paso al sentimiento popular de cambio en el país. El enemigo seguirá allí asechando, aun cuando haya perdido las elecciones.

Es por eso que estando EGU ya afuera, el resto de los venezolanos solo debemos darle la oportunidad al Presidente Electo para hacer lo que tiene que hacer. Y eso me hace recordar un cuento que leí en alguna parte y que busqué sin éxito para hacerles la referencia. Mis disculpas anticipadas si alguno de ustedes lo conoce y no es exactamente como lo describo aquí. El cuento trata de alguien que le pregunto a Dios quién había sido el estadista más grande de toda la historia. Y Dios recorrió con él la historia desde el mismo principio, presentándole a Alejandro Magno, a Julio César, a Napoleón, a Bolívar, a Churchill y muchísimos estadistas y líderes de la historia humana. ¿Cuál de esos es?, preguntó el acompañante ansioso. Espera, todavía no llegamos, dijo Dios. Finalmente, llegaron a un pequeño taller donde un humilde zapatero trabajaba a la luz de una vela. Y Dios señaló: este es el estadista que buscas. La persona con asombro le dijo a Dios, ¿cómo puede ser un humilde zapatero el estadista más grande de la historia? Pues ese es -dijo Dios- solo que nunca le dieron la oportunidad...

No digo que EGU sea un estadista ahora, pero la historia y los venezolanos le hemos dado la oportunidad de serlo. Y solo Dios sabe que tendrá toda la ayuda desinteresada que pueda recibir de las mentes más privilegiadas de Venezuela regadas por todo el mundo. ¿Cómo podría fracasar? Si alguna oportunidad ha tenido Venezuela para resolver y salir adelante es esta si sabemos cómo aprovecharla, en especial si quien se encuentra al frente es un diplomático de carrera, cuya especialidad natural es la resolución pacífica de los conflictos.

Si de algo está seguro el régimen de Nicolás Maduro Moros es que no serán tolerados en el largo plazo en su condición de ilegítimos. Ya hay suficiente información oficial y extraoficial que indica que el régimen violentó la Soberanía Popular, y el cerco irá cerrándose implacablemente con el tiempo. Tendrán que negociar tarde o temprano.

Sin embargo, hay factores externos que los empujan a creer que pueden salirse con la suya. Es por eso que hay que abordarlos diplomáticamente. Por ejemplo, ¿cuál sería el problema que un equipo multidisciplinario encabezado por EGU, bajo la mentoría de EEUU y la UE, negocie con China y Rusia de manera directa una forma de convivencia que preserve sus intereses en el país, demostrándoles que un gobierno democrático con el respaldo mayoritario del pueblo venezolano presidido por EGU, sería más beneficioso para ellos que uno ilegítimo, dándole una salida democrática y pacífica al problema? Serían entonces los chinos y los rusos quienes le dirían al régimen que sería más conveniente para los intereses de todos que depongan su actitud y negocien una salida.

En el año 2020, ANCO le dirigió una comunicación al Presidente de Rusia, Vladimir Putin en ocasión de unas palabras que este pronunciara en el marco del Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF) en junio de 2019, reseñadas por el Diario Sputnik según las cuales “la crisis de Venezuela debe ser resuelta por el propio pueblo venezolano, y es el pueblo quien debe decidir si Maduro debe permanecer en el poder o no, mediante el dialogo, las consultas y la interacción entre diferentes fuerzas políticas” (ver ANCO entrega carta al Presidente de Rusia, Vladimir Putin, en http://ancoficial.blogspot.com/2020/02/comunicado-anco-anco-entrega-carta-para.html). En esa oportunidad abogábamos por una solución pacífica y electoral al problema venezolano.

Esta comunicación fue respondida oficialmente el 25 de mayo de 2020 a través de su Embajador en Venezuela, Sr. Sergey Melik-Bagdasarov, donde claramente se indicaba  en nombre del Presidente Putin, que “Rusia ha abogado por el arreglo en Venezuela por los mismos venezolanos” (ver carta de respuesta de la Embajada de Rusia, en https://tinyurl.com/ybwsehce). Mal podría entonces Rusia como país, luego de esas palabras del Presidente Putin en San Petersburgo en 2019, oponerse a que efectivamente los venezolanos hayamos decidido por una mayoría abrumadora el 28 de julio, que Maduro abandonara el poder por la vía pacífica y democrática. De la misma manera, China y el resto de los países que acompañan al régimen.

Es claro que nada de esto será fácil, pero China y Rusia son los principales pilares externos de sostenimiento del régimen. Los cubanos tendrían que alinearse a lo que allí se decida porque ellos serían seguramente protegidos en una negociación como esa. Si lo externo es abordado con éxito, los pilares internos que los sostienen no tardarán en ceder. Una personalidad como EGU, con el claro respaldo de la Soberanía Popular venezolana y de países como EEUU y los integrantes de la UE, puede llegar a acuerdos legítimos de ese calibre con esos países, y asegurar que este grave problema que tenemos se resuelva en muy corto plazo. ¿Imaginación mía? Tal vez, pero estas son solo ideas de alguien que de verdad cree que hasta un humilde zapatero puede llegar a ser un estadista si se le da la oportunidad…

Caracas, 22 de Septiembre de 2024

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

Email: luismanuel.aguana@gmail.com

Twitter:@laguana

martes, 17 de septiembre de 2024

La papa caliente del reconocimiento

Por Luis Manuel Aguana

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¿Por cuánto tiempo más la Comunidad Internacional seguirá exigiendo al régimen de Nicolás Maduro Moros que “presente las Actas” del 28 de julio para reconocer o no su condición de “gobierno legítimo”? La pregunta es pertinente porque hasta que eso no pase, Venezuela seguirá estando en un limbo perjudicial para todos los que vivimos en el país y en el continente.

Para este escribidor esa cuestión es tan importante que no solo amerita una discusión abierta acerca de este tema de todos los factores políticos nacionales e internacionales, sino de la presión generalizada del mundo para tomar una posición definitiva en ese muy importante asunto, ya que en eso se está jugando el futuro político cercano de Venezuela y Latinoamérica, y en consecuencia, de los principales actores políticos de cada país.

La cuestión no es tan simple como se ve superficialmente. Para la mayoría de los venezolanos que votamos el 28 de julio, el régimen simplemente le dio una “patada a la mesa” electoral y decidió alzarse con el poder, desconociendo los verdaderos resultados de la elección. Pero para la Comunidad Internacional que no vota en Venezuela, los procedimientos y los datos probatorios son importantes para un reconocimiento cabal del resultado. Y esos solo pueden salir de la entidad oficial que rige los procesos electorales en los países. Y como todos sabemos, esa entidad oficial no es más que la oficina de elecciones del régimen, que no podía dar otro resultado diferente al que dio en la madrugada del 29 de julio.

Siendo así, el juego pareciera estar trancado. Por el lado opositor, pareciera que el haber publicado las Actas de los testigos de la oposición en la elección, único documento oficial entregado de acuerdo a la ley a los participantes oficiales de una elección para constatar los resultados, pareciera no ser suficiente al mundo para aceptar el verdadero resultado. Por el otro lado, ni siquiera la entidad oficial electoral de Venezuela, el CNE, ha publicado los resultados ofíciales en la Gaceta Electoral, después de haber proclamado a Nicolás Maduro Moros como “Presidente Electo”, en los 30 días siguientes, tal y como lo exige la Ley Orgánica de Procesos Electorales y su respectivo Reglamento:

Artículo 155 de la Ley Orgánica de Procesos electorales de Venezuela vigente:” El Consejo Nacional Electoral ordenará la publicación de los resultados de los procesos electorales en la Gaceta Electoral de la República Bolivariana de Venezuela, dentro de los treinta días siguientes a la proclamación de los candidatos electos y las candidatas electas”.

Artículo 395 del Reglamento de la Ley Orgánica de Procesos Electorales vigente: “Los resultados electorales serán publicados en la Gaceta Electoral de la República Bolivariana de Venezuela, dentro de los treinta (30) días siguientes a la proclamación de las candidatas electas y candidatos electos”.

Así pues, si no han publicado los resultados a los que les obliga la Ley y su Reglamento, mucho menos publicarán las Actas que respaldan esos resultados.

A esto último debemos agregar que el CNE nunca ha publicado las Actas de ninguna elección, solo pública los resultados de cada circuito electoral que es lo que la ley les exige. Y este es un punto muy importante ya que la Comunidad Internacional está exigiendo algo que el CNE no está obligado a dar de acuerdo a la ley venezolana. A ellos simplemente les bastaría con publicar unos resultados sin respaldo de Actas para seguir sosteniendo que Nicolás Maduro Moros es el ganador de las elecciones del 28 de julio.

Pero, – ¡allí el bendito “pero” de nuevo!- las Actas fueron publicadas por la oposición. Si estuviéramos en un país con vigencia del Estado de Derecho, se podría demandar en un tribunal los resultados alterados así publicados por el régimen y revertir el resultado final de la elección, haciendo la respectiva comparación con las Actas que tiene el CNE por ley, con las que tiene la oposición. Pero este lamentablemente no es el caso. El régimen monto un teatro en su TSJ y llegaron unilateralmente a la conclusión de que Nicolás Maduro Moros fue el ganador “indiscutible” de la elección del 28 de julio, desatando al mismo tiempo una persecución política que todavía no cesa en contra de la oposición.

Entonces la Comunidad Internacional que nos metió en este predicamento electoral con el Acuerdo de Barbados - acuerdo que el régimen también ignoró flagrantemente- tiene una papa caliente en las manos y no podrá seguir sosteniendo indefinidamente que “Maduro presente las Actas” porque entre otras cosas no tiene porqué hacerlo. Tendrán que obligatoriamente tomar una DECISIÓN POLÍTICA de aceptar o no cualquier resultado que presente el régimen, si es que los presenta, más allá del show lamentable del Presidente del CNE en la madrugada del 29 de julio, y darse una fecha límite muy breve para hacerlo.

A estas alturas, es muy difícil que exista unanimidad en todos los países de aceptar la legitimidad del régimen de Nicolás Maduro Moros. Pero lo que no puede seguir existiendo es el “hasta que Maduro presente las Actas”. Ya deben decidir, a la mayor brevedad, aceptar o no a Maduro como Presidente legítimo. Y lo más importante, el futuro de nuestro país y el de Latinoamérica dependerá de la decisión de los países que  acepten o no a Maduro como tal.

¿Por qué digo esto? Porque todo se perfila a que los países que tomarán como legítimo a Maduro serán los de la órbita antioccidental, encabezada por China, Rusia, Irán y Cuba, seguidos por Nicaragua, y Bolivia, inscritos ya en ese eje, sin importar Actas o resultados. Colombia, Brasil, México, tendrán que tomar una decisión en breve. Incluso Pedro Sánchez en España, cuyo gobierno insiste en la cantaleta post 28 de julio “que Maduro presente las Actas”, tendrá que decidir pronto alinearse o no con su propio Parlamento. El trabajo de Edmundo González Urrutia (EGU) deberá estar enfocado ahora en la decisión del Parlamento Europeo de lograr que esa instancia de los 27 países de la Unión Europea lo reconozca como Presidente Electo legítimo de los venezolanos.

Esa papa caliente del mundo del reconocimiento a un gobierno en Venezuela se debe  resolver a la brevedad. Si los EEUU y el Parlamento Europeo reconocen a EGU como Presidente Electo legítimo, estarán dando pruebas válidas de la promesa que nos hicieron de que la vía de resolver el problema político de Venezuela se lograba mediante elecciones. Pues bien, ya no nos pueden salir ahora con otra cosa. Pero eso, aunque difícil, es necesario pero no suficiente. Les falta el paso trascendental de lograr que el eje antioccidental que ha logrado avances importantísimos en Latinoamérica, a través de la Venezuela de 25 años de Chávez-Maduro, Cuba, Nicaragua y Bolivia, retroceda en nuestro país.

Si la fuerza fundamental que representan las democracias de occidente logran con nuestra activa presencia ese paso con Venezuela –y no hay ninguna razón, ni económica, ni política, ni militar, para no lograrlo- se podrá restaurar el equilibrio perdido en Latinoamérica cuando los EEUU abandonaron su propia área de influencia natural dándoles paso a los principales abanderados de la multipolaridad del mundo. La recuperación de Venezuela para la democracia y la libertad del continente le conviene a todo mundo, inclusive a aquellos que pretenden un estilo de vida antinatural para nosotros. Es tarea de los venezolanos en cualquier lugar del mundo, hacérselos entender, en especial a aquellos que se les olvidó que esta es la tierra de Bolívar…

Caracas, 17 de Septiembre de 2024

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

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