jueves, 12 de junio de 2025

Venezuela, percepciones y realidades

Por Luis Manuel Aguana

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Cada vez que un líder opositor dice que el régimen “está más débil que nunca”, que “está caído”, cuando la realidad parece demostrar todo lo contrario, me pregunto: ¿sobre cuáles hechos sustentan esa afirmación? ¿O es que hay realidades que solo ellos conocen, que les permiten hacer esas aseveraciones? O más bien será que piensan que al resto de los mortales solo nos queda creer para no perder de alguna manera la esperanza de que todavía las cosas pueden cambiar, basándose en una confianza depositada en las dos fechas clave de la oposición, el 22 de octubre de 2023 y el 28 de julio de 2024.

Pero la inevitable siguiente pregunta sería: ¿y hasta cuándo puede durar eso? Pero hasta esa confianza no es ilimitada, por más alta que esta haya demostrado ser hasta ahora. De allí que se necesita estar abonándola con pequeñas victorias, hasta conseguir la victoria final. Pero si estas pequeñas victorias son difíciles también, se requiere de algo más para mantener las pelotas de la confianza de la gente en el aire, tal como lo haría un malabarista.

La “pequeña victoria” del escape de los rehenes de la embajada argentina –que bien puede considerarse como gran victoria desde la perspectiva de los Derechos Humanos y la lucha valiente de los venezolanos- fue de mucha ayuda a la oposición para levantarle el ánimo y la moral a los ciudadanos, de que todavía se pueden realizar acciones frente al régimen, para mantener la confianza de que si se puede llegar “hasta el final”.

Sin embargo, en la medida en que las “pequeñas victorias” se distancian entre sí, se erosiona naturalmente la confianza, requiriéndose de una estrategia que vaya más allá que decir todos los días que el régimen “está débil” y se “caerá mañana”, solo porque la oposición lo afirma (a menos, claro está, que se demuestre con hechos).

El régimen no está quieto, esperando que lo desplacen, se reafirma y se atornilla cada día con cada decisión que toma. Mi estimado amigo, el Dr. José María Rodríguez, autor de la Tesis del 1% (ver La tesis del 1% y Constituyente, en https://ticsddhh.blogspot.com/2025/05/la-tesis-del-1-y-constituyente.html) indica, no sin razón, que con las próximas elecciones locales, se reafirma su tesis de la incorporación a ese 1% de auténticos líderes opositores locales, que aun no estando a favor del régimen y sabiendo que van a perder, prefieren hacerle el juego participando en esas elecciones, en una suerte de estrategia propia de supervivencia hasta que las cosas cambien.

Este fenómeno no es algo que pueda considerarse puntual, es absolutamente estructural. Y va en la dirección de que es una respuesta natural de la política ante la percepción de  ausencia de algo que realmente sea una línea cierta de oposición clara y con resultados frente al país.

Tal vez suenen duras estas palabras, e incluso injustas. Pero no estamos frente a cualquier oponente, y considero que todos los venezolanos somos dolientes de esta situación, por lo que tenga o no razón en mis afirmaciones, desde esta pequeña tribuna me siento en la obligación de hacerlas, a fin de llevarlas a la discusión de quien sea que maneje el barco opositor, que a este punto comienzo a dudar que sea el que todos creemos y a que intereses responda.

Existe un principio perteneciente a la Ciencia del Comportamiento Aplicada que indica  que la realidad y la percepción de la realidad son dos cosas completamente diferentes (ver La percepción sigue siendo realidad, en https://ticsddhh.blogspot.com/2024/11/la-percepcion-sigue-siendo-realidad.html). Y reafirmo aquí que eso es especialmente cierto cuando se trata de política, área que es completamente de la esfera del comportamiento humano.

¿Por qué saco a colación este principio ahora? Porque puede ser visto desde la perspectiva del ejercicio de la política, a fin de que estemos preparados para identificar cuando las personas están convencidas de “realidades”, cuando en verdad lo que están convencidas es de las “percepciones” que tienen de esas realidades, algunas veces distorsionadas por la información que recibimos del régimen y de la oposición. Y eso nos está haciendo muchísimo daño, en especial cuando estamos enfrentando a un oponente que maneja las percepciones de la realidad a su antojo.

Pero si efectivamente el régimen se está cayendo como grita todos los días la oposición, es claro para todos que esa oposición no está haciendo absolutamente nada para demostrar que es una realidad (si en verdad lo es), porque en Venezuela la percepción es completamente la contraria.

En términos de la Ciencia del Comportamiento, hay un principio fundamental: La gente estará más feliz y más cómoda cuando cree que tiene algún control sobre un proceso en el que está directamente involucrada, particularmente si es uno desagradable. Si estamos al frente de una lucha desigual y sin cuartel frente a alguien que saben que nos está haciendo daño, siempre preferirán estar en control de alguna parte de ese proceso que no estarlo.

Esperar pasivamente a que el líder resuelva y “libere al país” es definitivamente mucho más angustiante y contraproducente, en especial si este se equivoca, porque la percepción de su culpa será mucho más abrumadora que la que tendría si todos estamos participando de alguna forma y en  alguna parte concreta de ese proceso. De allí que la estrategia opositora debe establecer fórmulas de participación ciudadana para esa lucha, que por obvias razones ya no podrán ser electorales.

¿Cómo haría la oposición para enfrentar la percepción de la realidad que el régimen expone? Solo hay dos maneras: o demostrando que la percepción de la realidad que indica el régimen es falsa (demostrando que efectivamente está cayendo), o imponiendo su propia percepción de la realidad, fundamentada con demostraciones palpables de avances en la lucha, cosa que lamentablemente no existe más allá de los hitos conocidos, siendo el último ya hace casi un año.

El reto no es fácil, pero tampoco imposible. Tal vez si la oposición se abre a la creatividad del resto de los venezolanos, puedan encontrarse fórmulas que hagan cambiar la percepción de la realidad del país a una más optimista, y más acorde con lo que todos deseamos. Por lo pronto, ojalá que este planteamiento solo sea parte de una percepción equivocada de este escribidor acerca la oposición, y la realidad sea otra. No creo que esperemos mucho para conocer cuál es en verdad la realidad…

Caracas, 12 de Junio de 2025

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

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martes, 3 de junio de 2025

Cambio constitucional, desafío y oportunidad

Por Luis Manuel Aguana

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En su más reciente comunicado la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, le sale al paso a la intención de algunos grupos interesados en preservar la constitución vigente bajo la consigna “no la reformes, cúmplela”. La pretensión de oponerse a la Reforma Constitucional del régimen, retrasada hasta la instalación de la nueva Asamblea Nacional en enero de 2026, manteniendo la actual constitución, es a juicio de ANCO, indefendible (ver Comunicado ANCO, LA CONSTITUCIÓN DE 1999 ES INDEFENDIBLE. HAY QUE CONVOCAR AL PODER CONSTITUYENTE ORIGINARIO - 01-06-2025, en https://ancoficial.blogspot.com/2025/06/comunicado-anco-la-constitucion-de-1999.html).

En este nuevo comunicado, ANCO reafirma la necesidad de contraponer a esa constituyente disfrazada de reforma la prerrogativa constitucional de convocar una Asamblea Nacional Constituyente Originaria mediante los mecanismos establecidos en la Constitución de 1999, dado que el régimen pretende transferir a las comunas lo que es un derecho inalienable del pueblo venezolano: el ejercicio de su soberanía a través del voto directo y secreto. Esto ya es conocido en todo el mundo, hasta el punto de que es noticia en los portales de los principales centros de análisis político. Crisis Group, una organización internacional independiente especializada en el análisis de conflictos a escala mundial, informa de lo siguiente sobre Venezuela y la propuesta de reforma de Maduro:

“Con el  objetivo explícito de desmantelar la democracia burguesa, la reforma transferiría el poder de los gobiernos estatales y municipales a asambleas populares dependientes del ejecutivo, creando una estructura paralela que desfinanciaría los ayuntamientos y reduciría drásticamente sus funciones. Aunque los detalles aún no son públicos, analistas consultados por Crisis Group afirmaron que es probable que el gobierno esté dando un paso hacia la sustitución de la democracia representativa por un modelo de gobernanza basado en la participación ciudadana directa, eliminando así el sufragio universal y el voto secreto. Los venezolanos rechazaron por un estrecho margen una propuesta de reforma constitucional similar en el auge de la popularidad de Chávez en 2007, y Maduro podría enfrentarse a críticas incluso dentro de sus propias filas” (ver Crisis Group, Venezuela: ¿Últimas exequias para una salida electoral al conflicto? 02-06-2025, en https://www.crisisgroup.org/latin-america-caribbean/andes/venezuela/venezuela-last-rites-electoral-route-out-conflict) (resaltado nuestro).

Tal y como lo menciona Crisis Group, tanto Maria Corina Machado (MCM) como el régimen se atribuyeron la victoria en los resultados de las elecciones regionales del 25 de mayo. Pero lo cierto fue que nadie ganó. No ganamos quienes hemos dicho en un sinfín de oportunidades que el sistema electoral del régimen es una estafa, como se demostró el 28 de julio de 2024, ni tampoco gano el régimen, a pesar de haber pintado el mapa de Venezuela en rojo, aunque los resultados que presentaron representan una participación electoral del 13,59%, lo que da lugar a decir con propiedad que esos Gobernadores, Alcaldes y Diputados de la Asamblea Nacional y Consejos Legislativos, no representan a nadie, esto es, a la mayoría de la población venezolana restante, estimada en la diferencia del 86,41% (ver Meganalisis, Boletín Final, Participación del 25 de mayo, en https://x.com/Meganalisis/status/1926778960790122863).

En otras palabras, aunque el resultado señale al régimen como un gigante con los pies de barro después del 25 de mayo, el juego sigue siendo suma cero. Ni la oposición ha tenido la fuerza suficiente para desplazar al régimen, ni el régimen tiene un respaldo suficiente para desplazar a la oposición, demostrado con las cifras del 25 de mayo, dejando por lo pronto el resultado en “tablas”, pero en conteo descendiente para la oposición, si a esto le sumamos que mucha de la estrategia opositora se basa en el apoyo que finalmente termine saliendo de los EEUU.

Siendo lo más objetivo posible, “el apoyo de los EEUU” desde la óptica de MCM refiere al apoyo demostrado Secretario de Estado de los EEUU, Marco Rubio y la fracción latina del Estado de la Florida de los EEUU. Sin embargo son publicas, notorias y comunicacionales las diferencias en la política exterior hacia Venezuela entre Ricard Grenell, muy cercano al Presidente de los EEUU, y Marco Rubio. Crisis Group las señala de la siguiente manera:

“Con la oposición de línea dura y moderada aparentemente desprovista de una estrategia viable, la ruta hacia el cambio político en Venezuela parece haberse vuelto más dependiente del apoyo externo. Pero allí también, las divisiones son marcadas. La "máxima presión", como propugnan Machado y Rubio, equivale a una repetición de la política que fracasó hace cinco años, aunque aún cuenta con un ferviente apoyo a la estrategia en algunos sectores republicanos. Si la facción de Grenell prevalece en Washington, es probable que el resultado sea la consolidación del gobierno de Maduro, liberado de las condiciones externas en materia de democracia y derechos humanos. Grenell, quien actuó inmediatamente después de la investidura de Trump en enero para alcanzar un acuerdo con Maduro,  indicó al mes siguiente que el presidente estadounidense "no quiere un cambio de régimen”” (ver Crisis Group, en la nota anteriormente señalada) (resaltado nuestro).

Difícilmente podría decirse que funcionarios como Rubio o Grenell sean lo que se pueda llamar estables en un gobierno como el de Donald Trump, dada la volátil situación en que se encuentra esa administración hacia lo interno y externo, por lo que colocar “todos los huevos” en esa sola canasta no luce en absoluto seguro. Si la postura de Grenell prevalece y resulta cierto que Trump “no quiere un cambio de régimen” como lo afirmó, esto es, si prevalece la postura de las compañías petroleras que lograron no irse del todo de Venezuela, la de los tenedores de bonos venezolanos, y la posibilidad real de una reactivación de la industria petrolera venezolana a manos de la República Popular China, será necesaria una estrategia opositora completamente diferente frente a Maduro, alejada de los EEUU y enfocada hacia lo interno.

La propuesta constituyente es una solución política realista, constitucional y enfocada a lo interno, que debería estudiarse en detalle, no solo la oposición sino también por Marco Rubio y Richard Grenell, por extraño que parezca; porque aun estando enfrentados por la salida final de Venezuela, no creo que ambos en el fondo deseen, ni que se quede el régimen, ni que las cosas terminen en una salida que pueda perjudicar a Trump en estos momentos delicados de la política exterior norteamericana.

Pero lo más importante del análisis mencionado, es que concluye en que la propuesta de Reforma Constitucional del régimen “representa tanto un desafío como una oportunidad” para los opositores venezolanos, indicando al final que “Con su descarada captura del recuento de votos en 2024, el gobierno de Maduro, en la práctica, cerró la vía electoral hacia el cambio político. Desde entonces, la oposición ha quedado atrapada en un debate, en gran medida estéril, sobre si seguir buscando votos o depositar sus esperanzas en la intervención extranjera o un golpe militar. Cuando todas las decisiones estratégicas las toman los políticos, las elecciones adquieren una importancia descomunal. Sin embargo, no toda la política es electoral, y el desafío que enfrentan los venezolanos hoy es abordar el clamor público por una vida mejor y forjar un nuevo vehículo para lograrla. (ver Crisis Group, en la nota anteriormente señalada) (resaltado nuestro).

Pero el verdadero desafío que presenta la Reforma Constitucional, es en realidad la oportunidad de poner en el escenario de la opinión pública nacional e internacional, la necesidad urgente del cambio constitucional que requiere el país y que es descrita con detalle en el comunicado de ANCO, que señala que no es dejando intacta la Constitución de 1999 la manera en que resolveremos la crisis política estructural que padecemos en Venezuela.

Fue en el medio de ese debate estéril señalado por Crisis Group, que el régimen aprovechó para renovarse el 25 de mayo y amenazarnos con una Reforma Constitucional. Ciertamente como dicen, no toda política es electoral ni proviene tampoco de los partidos; también existen propuestas de la sociedad civil. Queda todavía hasta fin de año para aprovechar la oportunidad de forjar ese nuevo vehículo que logre abordar el clamor popular para una vida mejor. Y yo no me podría imaginar mejor vehículo a considerar que un proceso Constituyente...

Caracas, 3 de Junio de 2025

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