jueves, 8 de junio de 2023

Un autosuicidio en tres actos

Por Luis Manuel Aguana

English versión

A pesar de la inexistencia de la palabra “autosuicidio” en el Diccionario de la Real Academia Española, me voy a atrever a utilizarla, no solo por ser atribuida como el invento de un expresidente de Venezuela, sino porque al ser motivo de burla generalizada de la población en su momento, todo el mundo en este país entendió perfectamente a partir de allí que es lo que alguien pretende decir cuando la utiliza. Es como si fuera posible que alguien pudiera suicidarse dos veces. Y eso es precisamente lo que haríamos los venezolanos si le compramos de nuevo el paquete completo al régimen con su CNE y a la oposición oficial con su CNP.

Como en una obra burlesca donde se aplicaría un “autosuicido” electoral, la oposición oficial a través de su Comisión Nacional de Primarias (que nunca debemos olvidar que fue designada a dedo por los partidos de la oposición que desean fervientemente cohabitar con el régimen), a contrapelo de lo que el mundo civilizado ha señalado en relación con la tiranía que rige en Venezuela, que tiene controladas TODAS las instituciones para mantenerse en el poder, Y EN ESPECIAL LA INSTITUCIÓN ELECTORAL, considera que no se puede hacer una elección para escoger al candidato opositor sin utilizar los “servicios” del ente más controlado por el régimen, y esperar al mismo tiempo que ese candidato represente fielmente el sentimiento opositor de los venezolanos. Mayor entrega a la voluntad del régimen, imposible.

Lo anterior, al decir lo menos, podría considerarse un insulto a la inteligencia del venezolano. Presenciamos una obra que pasa ante nuestros ojos de manera indetenible, sin poder hacer algo para parar lo que sucede en el escenario, ni a sus actores. Somos testigos y a la vez dolientes de las consecuencias de una obra que no escribimos nosotros, todo lo contrario, la escribieron para nosotros, de acuerdo a los intereses de otros. Y lo peor que podríamos hacer en un contexto como ese sería colaborar mansamente, sin gritar, tomados de la mano, como un niño perdido, de un secuestrador que se lo lleva de un parque. Al menos veamos la obra y decidamos cada uno que hacer con eso:

El escenario de la obra

La Comunidad Internacional decidió por nosotros, desde la Declaración Conjunta de los EEUU, la Unión Europea y Canadá, del 25 de junio de 2021, que, “La solución pacífica a esta profunda crisis política, social y económica debe provenir del mismo pueblo venezolano, a través de negociaciones de amplio alcance impulsadas por los venezolanos en las cuales participen todos los actores interesados. Un proceso de negociación integral, con plazos concretos, debería posibilitar el restablecimiento de las instituciones del país y permitir que todos los venezolanos puedan expresarse políticamente por medio de elecciones locales, parlamentarias y presidenciales creíbles, inclusivas y transparentes” (ver Declaración EEUU-UE-Canadá: Declaración conjunta sobre Venezuela, en https://www.state.gov/translations/spanish/ee-uu-ue-canada-declaracion-conjunta-sobre-venezuela/).

De esta declaración se desprende que estos países, en conjunto con la dirigencia política opositora que dejó de representar a los venezolanos porque ese mandato no se ha renovado, han decidido, por los venezolanos, que unas “elecciones locales, parlamentarias y presidenciales creíbles, inclusivas y transparentes” con Nicolás Maduro Moros ejerciendo ilegítimamente el poder en Venezuela, posibilitarían “el restablecimiento de las instituciones del país”. Mayor contrasentido es imposible. Pero esa es “la narrativa” que prevalece en el mundo, impulsada activamente por los partidos políticos de la oposición oficial; y que se le está aplicando a Venezuela, en perjuicio de nuestra realidad presente y futura, por lo que se hace indispensable cambiarla.

Esta declaración fue renovada en la reunión de Alto Nivel sobre Venezuela el 15 de febrero de 2022 donde igualmente una Comunidad Internacional liderada por los EEUU (Alemania, Australia, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, España, Francia, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Panamá, Paraguay, Portugal, Suecia, el Reino Unido, la República Dominicana y la Unión Europea, además de los EEUU redactor del comunicado) partieron de unas falsas premisas al abordar el problema venezolano (ver Las falsas premisas de la Comunidad Internacional, en https://ticsddhh.blogspot.com/2022/02/las-falsas-premisas-de-la-comunidad.html).

Con base a estas falsas premisas, al parecer escritas en piedra, ha girado todo el quehacer político venezolano desde ese momento, al punto de que independientemente que el régimen se haya parado de la mesa de negociaciones en México, vamos rumbo, indefectiblemente, a un proceso electoral con el régimen y con el beneplácito de la “oposición”, en las mismas o peores condiciones que se han tenido siempre con un Poder Electoral secuestrado.

Primer Acto

La Comisión Nacional de Primarias, CNP, informa el 2 de junio de 2023 a la opinión pública “Sobre la solicitud de asistencia técnica al CNE” (ver twit de @cnprimariave, Comisión Nacional de Primarias sobre la asistencia técnica al CNE, en https://twitter.com/cnprimariave/status/1664804163274825731), pidiendo la confirmación de unas especificaciones que nadie ha visto para “solicitar” asistencia técnica al régimen, con base a unas reuniones que ellos han tenido con el CNE.

Luce pertinente la preocupación legítima de que el régimen maneje la información de los opositores venezolanos, y la posible creación de otra “Lista de Tascón”, ya no recopilada por el régimen, como en el pasado lo hiciera ese lamentable engendro, sino por nosotros mismos a través de una elección que maneje el régimen con el CNE y sus máquinas, a través de una CNP a su servicio, y esta vez CON COBERTURA INTERNACIONAL.

Sin embargo, ese no es el centro del problema. El verdadero centro está en que los venezolanos cometamos la torpeza de entregar nuestros datos en cualquier lugar de Venezuela y el mundo, cuando es una realidad ante nuestros ojos que los partidos negociaron con el régimen a través de esa Comisión de Primarias para manejar la elección del candidato opositor. Técnicamente, al firmarle ese contrato al diablo electoral, este tendrá acceso a cualquier dato de cualquier venezolano en cualquier lugar del mundo que se registre.

Es importante señalar en este punto que ya algunos actores están comenzando a levantar datos de los venezolanos sin poseer ninguna autoridad legítima para eso, incluyendo la misma CNP, lo que constituye en sí mismo una irregularidad. Ya el propio CNE por su condición de autoridad ilegítima del país, al ser designado por una Asamblea Nacional espuria y no reconocida, no puede hacerlo, hasta que exista en Venezuela un Poder Electoral Legítimo, y menos aún una Comisión de Primarias cuya única existencia deriva de unos partidos que perdieron la representación popular. Nadie, léanlo bien, nadie puede atribuirse el derecho de levantar por cuenta propia y por cualquier medio datos de los venezolanos, si no es una autoridad legítima del país.

Lo que la CNP está haciendo con ese documento publicado el 2 de junio de 2023 es salvaguardar su responsabilidad posterior para decir que el CNE les “garantizó” la confidencialidad de los datos y que fueron “engañados”, cuando aparezca un nuevo instrumento de persecución política. El régimen utilizará esa información para sus fines de poder, pasando por encima de cualquier promesa. Si no, que se lo pregunten a quienes persiguieron, humillaron y despidieron de la Administración Pública por haber firmado en contra de Hugo Chávez, o a cualquier venezolano que no pudo hacer ningún trámite al que tenía derecho (desde sacar una cédula), porque supuestamente estaban legalmente “protegidos” por la confidencialidad que debe garantizar el Estado a cada ciudadano de este país.

Segundo Acto

Ante la abierta presencia del régimen en las primarias opositoras a través de la combinación del CNE y la CNP, con el uso de sus máquinas, captahuellas incluidas, los precandidatos deberán establecer su aceptación o no a ese hecho. Pocos de ellos han tenido una posición sobresaliente en el rechazo a la presencia del CNE y sus máquinas en el proceso, en especial quien va adelante en las encuestas. Pero la mayoría no tiene problemas con esa grave situación, lo que corrobora lo que siempre hemos indicado en esta modesta tribuna: esa “oposición” no está interesada en sustituir al régimen, sino en convivir con él, bajo la tesis despreciable de que es preferible compartir pequeños “espacios” hasta que la situación “mejore”. Los cubanos tienen ya 63 años esperando eso y allí todavía hacen “elecciones” que el régimen cubano siempre gana. ¿Por qué será?

Si esos pocos precandidatos deciden continuar haciéndole juego al circo bajo esas condiciones, estarían cometiendo un “autosuicidio” en los términos descritos. Los precandidatos del resto de los partidos que organizaron esa CNP, no desean confrontar al régimen como Venezuela lo requiere, por lo que un resultado con cualquiera de ellos será del agrado de los delincuentes que controlan el poder, y que estarán felices de levantarle la mano al candidato del régimen en el 2024, como lo hicieron Rosales y Capriles –este último dos veces- en su oportunidad, a pesar del abierto fraude electoral cometido en contra de ellos y los venezolanos por ese CNE al que ahora están abrazando.

En todo caso, si la CNP hipotéticamente se “alzara” por cualquier razón no prevista, en contra de los intereses del régimen, siempre estará el Recurso de Amparo introducido por sus agentes en su TSJ para obligar a que esas primarias se realicen bajo el control del Poder Electoral. Esa gente no da puntada sin dedal y actúa con ventaja sobre seguro.

Tercer Acto

Una vez asegurado el control del CNE a las primarias “opositoras”, se procederá a “seleccionar” el candidato “opositor” más cómodo para el régimen el próximo 22 de octubre, con la masiva participación de los venezolanos, en Venezuela y en el exterior.

Como en este momento se está precisamente decidiendo como será técnicamente ese proceso, ningún precandidato se ha retirado y a través de una campaña mediática masiva, en Venezuela y el exterior, se está convenciendo a los venezolanos que acudan masivamente para que ese candidato de la oposición oficial electo, este lo más fuertemente respaldado. Por eso alargan lo más posible la decisión de la participación del CNE en el proceso. Y si los candidatos mencionados opuestos al CNE no se retiran, muchísimo mejor. ¿Quién podría decir entonces que la “oposición” venezolana no estuvo de acuerdo de que el sistema electoral del CNE, “el mejor sistema electoral del mundo”, no produjera al mejor candidato posible para enfrentar al régimen?

Y listo. Agradezco a quienes han tenido la paciencia de leer hasta aquí esta nota necesariamente larga. Toda la obra está ya lista para el cierre, las elecciones presidenciales en el 2024 –o antes- controladas por la tiranía, desde el comienzo hasta el final. ¿Cabria la posibilidad de que alguno de esos precandidatos que se oponen al CNE obtenga la victoria? Nada más lejano a la realidad, aunque ellos crean que por tener los mejores números en las encuestas, el resultado será a su favor. ¡No olvide quien cuenta los votos! El régimen se encargará con sus aliados del G4 en la CNP de que pierdan en contra del precandidato escogido, por un porcentaje muy bajo. Tienen las máquinas y el Registro Electoral para eso, como lo han hecho en otras oportunidades.

De esta manera, la Comunidad Internacional que desea “elecciones” en Venezuela como salida al problema político estará satisfecha del proceso de primarias, a la espera por legitimar al vencedor en el 2024, para salir del enojoso asunto de un régimen no reconocido y regularizar las relaciones con Venezuela, con la esperanza de que poco a poco los venezolanos dejen de emigrar y joderles la vida a los ciudadanos de sus respectivos países.

Pero la vida no es así de fácil. Legitimar la tiranía de Maduro no se logrará a través del mecanismo electoral que él mismo controla. No se detendrá la miseria de los venezolanos, al contrario, aumentará, incrementando con ella las migraciones, porque su causa fundamental es la presencia del mismísimo régimen narco terrorista en el poder, y que les hará metástasis en cada uno de sus países, al haberles dado la legitimidad y los recursos que eso conlleva. Y todos perderemos, ellos y nosotros, alargando la situación.

Ante la realidad que se nos presenta de una situación que parece indetenible, ¿qué podemos hacer? Al menos dos cosas: lo primero es estar consciente de lo que está pasando, porque pareciera que todavía hay mucho ingenuo creyendo que los pajaritos llegan por cesárea, buscando desesperadamente donde “inscribirse” para votar en Venezuela y fuera del país, en unas primarias organizadas por mampuesto por una tiranía que ha dicho hasta el cansancio que no dejará el poder de ninguna forma. ¡Por favor! ¿Qué nos pasa a los venezolanos?

Lo segundo sería volver a explicarles las veces que sea necesario, a quien sea y como sea, fuera de Venezuela, a esa Comunidad Internacional, que tiene esa famosa “narrativa” que pregona que hacer elecciones con una tiranía controlando los votos, que hay que sacar el sistema electoral de Venezuela para que pueda ser posible cualquier elección libre, justa y verificable, y que se requiere para eso de su ayuda y toda la colaboración internacional posible para lograrlo. Que hay que conseguir convencerlos de que NO SEA el régimen y sus máquinas los que decidan el futuro de los venezolanos, sino un árbitro internacional en el que todos podamos confiar. Si logramos eso, tal vez, solo tal vez, no cometamos nuevamente otro “autosuicidio”…

Caracas, 8 de Junio de 2023

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jueves, 1 de junio de 2023

Narrativas interesadas

Por Luis Manuel Aguana

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La carga más pesada es… la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará nuestra vida, más real y verdadera será.

Milán Kundera

Cuando leí por primera vez esa frase en una novela del autor checoslovaco Milán Kundera (1), me impactó mucho. Y más aún cuando el novelista se preguntaba qué deberíamos elegir cuando, por el contrario, la levedad nos despegara de la tierra, haciéndonos superficiales e irrelevantes. Y mi preferencia en ese caso siempre fue la carga, así fuera incómoda. Claro está que lo que no decía allí era si tomaríamos la misma decisión si la carga era impuesta por las acciones de otro. En todo caso igualmente te pegará a la tierra, quiéralo o no, haciendo la vida más real y verdadera, como lo indicaba Kundera.

Nos basta vivir en la Venezuela de hoy para sentir que la carga impuesta por las acciones de unos delincuentes a los venezolanos es verdadera, lo que nos bajó de golpe de la nube, a una realidad cruel impuesta desde aquel país rico que nos creímos ser hace muchos años. Esa “narrativa” que indicaba que cada venezolano nacía con un pozo de petróleo en el patio de su casa y podía comprarse al mundo, fluyó a todos los rincones del planeta. Y por eso fuimos muy generosos con cada país del mundo con problemas políticos y económicos desde que tuvimos esa riqueza no salida de nuestro trabajo. Algunos vinieron a hacer familia, pero otros a vivirnos e irse, pero todos disfrutaron de nuestra levedad –citando a Kundera- que ahora, en términos generales, olvidan convenientemente.

Cobra entonces la mayor importancia lo que las personas crean del cuento venezolano, en especial aquellas que pueden tener una influencia decisiva en lo que pasará en nuestro país. En otras palabras, lo que las personas perciben de nuestra realidad proviene de una “narrativa” que se repite y repite hasta la saciedad, y que termina siendo lo que las personas creen, así eso no sea verdad. He tratado este tema en una nota anterior (ver La percepción es realidad, en https://ticsddhh.blogspot.com/2016/08/la-percepcion-es-realidad.html).

 

Es importante entonces que definamos bien el término “Narrativa”, comenzando por lo que dice el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE): Narrativo, va: Existen 4 acepciones: “1. adj. Perteneciente o relativo a la narración. Género, estilo narrativo. 2. f. Género literario constituido por la novela, la novela corta y el cuento. 3. f. p. us. narración (‖ acción de narrar). 4. f. p. us. Habilidad o destreza en narrar o en contar algo. Tiene gran narrativa” (ver Narrativo, va, en https://dle.rae.es/narrativo#QGmJhdD).

 

Si vamos al concepto, Se entiende por narrativa la descripción oral o escrita de un acontecimiento, real o ficticio, con el fin de persuadir y entretener al espectador, el cual puede ser un lector o un oyente” (ver Qué es narrativa, en https://www.significados.com/narrativa/). El término “narrativa” fue tomado prestado de la literatura por la política para referirse al conjunto de ideas, valores y relaciones que se proponen desde una concepción o modelo de país, y que parten de una relación específica con el pasado y con el futuro, es decir, que proponen un relato a su manera” (ver Narrativa, en https://concepto.de/narrativa/).

 

De lo anterior deducimos que se trata de un estilo en prosa -el cuento, pues- que se echa al mundo acerca de una realidad política percibida. Y si se desea que esa realidad se perciba interesadamente de otra manera, simplemente se varía el cuento, y dependiendo de las condiciones y los medios que se dispongan, esta se percibirá como una verdad más grande que un templo.

 

Y si de algo disponen los socios internacionales del régimen, es de recursos para distorsionar una realidad y volverla “verdadera” acomodándola a sus intereses, haciendo que el mundo perciba otra cosa. Y ya sabemos que la percepción es realidad.

Es por eso que en un intento por distorsionar la realidad, el Presidente de Brasil, Lula da Silva, dice en su Cumbre que “Ustedes (dirigiéndose a Maduro) saben muy bien cuál es la narrativa que se ha construido con respecto a Venezuela, del autoritarismo, de la antidemocracia. Esa narrativa ustedes la tienen que destruir mostrando su propia narrativa para que la gente cambie de opinión” (ver El Nacional, en https://bitlysdowssl-aws.com/venezuela/construya-su-propio-discurso-lula-da-silva-dice-que-autoritarismo-en-venezuela-es-una-narrativa-construida-por-enemigos/).

Pero, ¡cuidado! A pesar de las reacciones a ese discurso por parte de Presidentes democráticos, como Luis Lacalle Pou, de Uruguay, y Gabriel Boric, de Chile, quienes manifestaron que en Venezuela no existe democracia y estamos en manos de un autoritarismo que no se puede esconder tras “narrativas”, por el contrario, si aceptan que en nuestro país se puedan realizar elecciones libres, justas y verificables en el medio de una espantosa tiranía.

¿Cómo se entiende eso? Entonces la percepción de la realidad de Lula da Silva no está muy lejos de la verdad. Lo que haría falta sería que la “narrativa” interesada de Maduro se termine de imponer cuando en el medio de un fraude electoral, como el ocurrido en Brasil, se legitime el régimen frente a la Comunidad Internacional, y en especial la Latinoamericana, que ya está desesperada por acabar con la “incomodidad” de una Venezuela exportadora de migrantes.

Se autoengañan los gobiernos latinoamericanos si piensan que legitimando al régimen de Maduro a través de unas elecciones controladas por él, se acabará el éxodo de venezolanos, porque eso no es más que la consecuencia de un régimen que ha destruido institucionalmente a Venezuela en todos los órdenes.

Entonces, necesariamente los demócratas venezolanos, tenemos y debemos construir otra narrativa y movilizarla interesadamente a nivel internacional, que explique que NO ES POSIBLE una solución que aborde al problema de la migración de venezolanos al continente, sin que en Venezuela el pueblo venezolano se exprese libremente y sin una tiranía gobernando al país.

ANCO ha expresado un sinnúmero de veces que esa solución no pasa por la elección de un salvador de la patria y menos con la tiranía de Maduro controlando el sistema electoral venezolano, sino a través de la elección de los representantes del pueblo a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria, con la Comunidad Internacional como árbitro imparcial, respaldando ese proceso.

Sin embargo, es muy claro que el régimen no estará dispuesto a una solución como esa en tanto, y en cuanto la “narrativa” internacional que se imponga sea que “saldremos” del régimen, y del éxodo, en consecuencia, si hacemos elecciones en el año 2024, legitimando a la tiranía. Pero me suena que los países del continente esperarán la nueva “narrativa” de Maduro sugerida por Lula da Silva, a contra vía de una realidad que indica un régimen criminal de Lesa Humanidad.

¿Hay tiempo para imponer otro curso de acción derivado de una nueva narrativa en beneficio de los venezolanos? No lo sé. Lo que sí sé, es que es un buen momento para comenzar a trabajar en ella e ir influyendo los oídos de presidentes, ex presidentes de países, organizaciones internacionales, o cualquier otro “influencer” con poder en el ámbito internacional para que se imponga una nueva narrativa. Estoy seguro de que eso les convendría más a los países latinoamericanos, aunque todavía no lo sepan. Por eso concluyo con otra frase de Kundera: “la contradicción entre peso y levedad es la más misteriosa y equívoca de todas las contradicciones”

Caracas, 1ro. de Junio de 2023

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(1) La insoportable levedad del ser, Milán Kundera, Colección Andanzas, Tuskets Editores, 1985.

sábado, 27 de mayo de 2023

Gómez del siglo XXI

Por Luis Manuel Aguana

English versión

Habida cuenta de los procesos políticos que se están llevando a cabo en Latinoamérica, los venezolanos caemos frecuentemente en la costumbre de buenas a primeras de compararlos con lo que está ocurriendo en nuestro país. Y a veces esas comparaciones no son posibles porque cada pueblo tiene su propia manera de afrontar los mismos problemas, y precisamente las comparaciones tienen lugar porque se refieren al problema y no a la forma que cada uno tiene de resolverlo, porque somos seres humanos, cuya respuesta como sociedad pasa por el gentilicio, las costumbres y su historia.

Los venezolanos solo podemos compararnos con nosotros mismos, y más allá que otros pueblos del continente estén pasando por una situación que eventualmente podríamos extrapolar, difícilmente la manera como lo están resolviendo no podría ser traspasada sin pasar antes por el filtro de quiénes somos y lo que hemos hecho.

Los venezolanos somos poco dados a mirar el pasado, y nos encuadramos más en aquella célebre frase del “como vaya viniendo, vamos viendo”, que encierra una respuesta diferente a cada situación, sin prestar atención a que en un pasado no tan lejano tuvimos una situación similar, y ahora no estamos aplicando nada de lo aprendido de ella, sino que fabricamos cada vez una respuesta nueva, sin pensar.

Estas breves líneas no cambiarán nuestra manera de asumir la realidad. Pero los venezolanos, como indique, solo podemos compararnos con nosotros mismos, de allí que sea interesante contemplar por un momento un período de la historia contemporánea del país que nos haga ver como en un espejo que fue lo que pasó y como las fuerzas políticas y el contexto histórico derivado de una situación muy semejante a la actual, sumado a nuestra manera de ser y de afrontar los conflictos, parió una respuesta política de la cual todavía quedan restos en la conciencia colectiva de los venezolanos.

No es la primera vez que un gobierno ha arruinado a los venezolanos de todas las formas posibles, como lo ha hecho la dupla Chávez-Maduro. El ejemplo histórico del gobierno de Cipriano Castro a principios del siglo XX es tal vez el ejemplo más cercano a nuestra realidad actual. Y cuando una enfermedad, sumada a sus propios miedos de ser eliminado por sus enemigos políticos, le cede el poder “temporalmente” a su compadre Juan Vicente Gómez, a la postre vicepresidente de la República, para ir a tratarse médicamente al exterior. Es ese el momento que aprovecha Gómez para deponerlo del poder en diciembre de 1908.

Pero la cosa no fue tan simple. Previamente, habían ocurrido eventos muy graves durante el gobierno de Castro que fueron protagonizados por la entonces Comunidad Internacional en contra de Venezuela, como lo fue el bloqueo a nuestras costas de diciembre de 1902, protagonizado por buques de Gran Bretaña y Alemania. “Como excusa, se invocaron las deudas no pagadas y los daños causados, verdaderos o supuestos, según se alegaba, a bancos y personas naturales de esas naciones” (1)(Pág. 69). Esa agresión no fue de ninguna manera espontánea, y esos barcos no llegaron a Venezuela sin el conocimiento previo del gobierno de los Estados Unidos. Hubo un año de preparación antes de ese incidente.

Efectivamente, la intención de esos países expuesta en Washington por el embajador de Alemania al Secretario de Estado, John Hay, fue doblegar a Castro a la fuerza por el cobro de deudas, y ocupar “temporalmente”, en una especie de alquiler, las aduanas de La Guaira y Puerto Cabello, si el bloqueo a las costas no era suficiente Eso fue autorizado por el gobierno de los Estados Unidos, en tanto y en cuanto no existiera ocupación del territorio venezolano por parte de esas potencias, en respeto a la Doctrina de Monroe (1)(Pág.70).

Pero las potencias se excedieron en su reclamo, entrando a la fuerza al país, y los EEUU intervinieron a favor de Venezuela, obligándolos a retirar sus naves, previa negociación por Venezuela en Washington: “El bloqueo fue suspendido luego de la firma de los “protocolos de Washington” a la medianoche del 14-15 de febrero de 1903” (1)(Pág.75).

Pero pese al retiro de los barcos, la deuda siguió allí: “El Tribunal de Arbitraje de la Haya dictaminó a favor de Alemania, Gran Bretaña e Italia en la prioridad que solicitaban para el pago de sus reclamaciones sobre los otros acreedores. Este fallo se produjo el 22 de febrero de 1904”… “No solo eran Alemania, Gran Bretaña e Italia los supuestos acreedores. A la lista se añadían Estados Unidos, Bélgica, México, Francia, Los Países Bajos, España, Suecia y Noruega que tenían diversos reclamos…”. (1)(Pág. 80-81). En esa negociación Venezuela dio en garantía los ingresos de las aduanas de la Guaira y Puerto Cabello.

A mediados de 1908 ya la situación de Castro es insostenible frente a la Comunidad Internacional: “El 13 de junio de 1908 el Secretario de Estado, Elihu Root, instruyó al Encargado de Negocios de los EEUU en Caracas, Jacob Sleeper, cerrar la legación y romper relaciones” (1)(Pág. 94). Al decir del historiador, político y periodista, Simón Alberto Consalvi, “Al dar el golpe de Estado, piensa en las grandes alianzas con naciones poderosas. Tenía muy claro que Castro se había granjeado su enemistad y, de allí en adelante, todo cambiaría en las relaciones exteriores de Venezuela con el mundo. Una demostración de júbilo mundial la dio el New York Times al registrar la noticia de la caída de Castro, al titularla así: “All civilized Nations Rejoiced”, o sea, la gran euforia universal en Europa y en Estados Unidos, únicos lugares civilizados de la tierra…” (1)(Pág. 96).

Como se puede notar, la Comunidad Internacional, no ha cambiado ni un ápice en sus decisiones de política, a pesar de los años, así como el tratamiento repleto de intereses que dan a sus amigos, que pudo utilizar Gómez a su favor, porque Castro no era ninguna garantía para el pago de deudas. Pero ¿y Venezuela? ¿Cómo se encontraba el país que dejaba Cipriano Castro y que  encontraría un individuo cuya situación única lo ponía al frente de un país destruido y endeudado? Eso nos lo cuenta Arturo Uslar Pietri:

“Indudablemente, la Venezuela que recibe Gómez el año 1908, es un país desangrado por la guerra civil, un país arruinado, un país destruido económicamente, un país profundamente dividido por el caudillismo histórico, y que en el fondo de su alma deseaba paz, deseaba sosiego, deseaba orden, deseaba disciplina, y esto es lo que Gómez instintivamente le va a dar. Le va a dar porque él es un hombre de esa condición que siente que el bien, de la disciplina, del trabajo es el primer bien, cuyo programa de gobierno es sencillamente “Unión, Paz y Trabajo”, es decir, vamos a acabar con las divisiones, vamos a poner a la gente a trabajar, vamos a mantener a la gente bajo una disciplina paternal que él iba a ejercer con una mano dura…” (ver Juan Vicente Gómez, por Arturo Uslar Pietri, en  https://youtu.be/UtoqFpj2_eI?t=622)

¿Les parece conocida esa situación? Nunca, como antes, esta tiranía de casi 24 años nos ha hecho retroceder al menos un siglo al mismo o peor lugar. Un país desangrado por una guerra civil que hemos confrontado con el régimen, con muertos, perseguidos, presos, torturados y exiliados, con un componente adicional de movilización forzada al exterior de la población civil de casi 8 millones de personas; un país arruinado, destruido y endeudado económicamente; un país profundamente dividido por sus caudillos políticos, cuyos egos y apetitos han destruido la gobernabilidad de Venezuela. Y todavía seguimos siendo a la vez el mismo país que desea con ansia, paz, sosiego, orden y disciplina. Lo que nos falta, de acuerdo a ese espejo de la historia, sería un Gómez del siglo XXI. ¿Y qué debería hacer ese supuesto personaje? Arturo Uslar Pietri lo pone en el espejo, para que los venezolanos nos reflejemos y aprendamos de la historia en esta realidad:

“Esa situación la va él a completar con dos cosas muy importantes: va a sanear la situación financiera del país, el país había vivido en quiebra financiera durante todo el siglo XIX, y el Gral. Gómez va a ser una especie de maniático de que el país no tenga deudas, de que el país no tenga problemas con las potencias extranjeras, de que el país esté al día en sus recursos, de que el país tenga reservas, y esto lo logra. Logra poner orden en las finanzas, logra acumular reservas cuantiosas para su tiempo. Y luego hace una obra también que va a destruir a los caudillos, va a acabar con los ejércitos personales de los caudillos, y va a crear un Ejército Nacional. Esta obra de la creación de un Ejército Nacional es una obra que él realiza lentamente con la ayuda de muchos hombres que entendieron esa necesidad para cambiar la situación de Venezuela…” (ver Juan Vicente Gómez, por Arturo Uslar Pietri, en  https://youtu.be/UtoqFpj2_eI?t=660). ¿Existirá entre nosotros ese maniático que desee ver al país sin deudas? No lo sé, pero se necesita.

En resumen, luce simple, pero no lo es: pagar lo que se debe fuera y unificar al país. En la época de Juan Vicente Gómez, eso último significo acabar con los ejércitos personales de los caudillos con la creación de una Fuerza Armada bajo su único mando. En la actualidad ese Gómez del siglo XXI se encontrará igualmente con frentes armados en todo el país, producto de la irresponsabilidad de este régimen, y deberá combatirlos a la fuerza que tuvo Gómez en su tiempo, hasta alcanzar la paz. Pero también tendrá que acabar con el caudillismo de los partidos, y eso solo lo logrará a través de un proyecto común de país que unifique a los venezolanos, con un solo propósito: Refundar la Nación para construirla nuevamente a través de la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. De otra manera, la historia que no se aprendió se repetirá de nuevo…

Caracas, 27 de Mayo de 2023

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(1) Simón Alberto Consalvi, Juan Vicente Gómez – Biografía, Libros El Nacional, Editorial SEC, S.A. 2007

lunes, 22 de mayo de 2023

¡Sorpresa! Estamos en una tiranía

Por Luis Manuel Aguana

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En una jugada, que bien podría calificarse como una inyección de “ubicatex” a la oposición oficial, el régimen se estaría preparando desde el TSJ ilegítimo para aclararle a los venezolanos y a todo el mundo, que en Venezuela mandan ellos. De acuerdo a la primera plana del semanario La Razón del pasado fin de semana, el régimen prepara un “Zarpazo a las primarias” (ver Zarpazo a las primarias, TSJ de la dictadura prepara pronunciamiento contra reglamentos de la CNP, La Razón, del 21 al 27 de mayo de 2023, en https://larazon.net/).

Y es hasta natural. Todos los que estamos clarísimos de que en Venezuela existe una tiranía (que no una dictadura, ver Presidente Guaido, Maduro es simplemente un tirano, en https://ticsddhh.blogspot.com/2022/07/presidente-guaido-maduro-es-simplemente_26.html) debemos convenir que mal pudiera una Comisión Nacional de Primarias de la oposición, CNP, establecer reglas para ser acatadas dentro y fuera del país por la población opositora al régimen, en abierta contradicción con las ya establecidas por la tiranía a través de su sistema electoral, y pretender que el régimen acepte que el candidato que salga de allí se vaya a medir con ellos, así como así, en una elección presidencial. ¡Qué falta de respeto! ¡Hasta les doy la razón a esos Magistrados ilegítimos!

Y también añadiría, ¡qué falta de ubicación! Razón por la cual el gobierno se prepara para inyectarles una gran dosis de “ubicatex” y ponerlos en su sitio. Deberían adicionalmente obligarlos a todos en esa sentencia a realizar planas, escribiendo diariamente “estamos en una tiranía, estamos en una tiranía, estamos en una tiranía…”, como el castigo que los maestros les ponían a los muchachos de primaria cuando no entendían nada o estaban en la luna cuando se les explicaba algo.

La Comisión Nacional de Primarias designada por los partidos como “independiente” para seleccionar un candidato de la oposición (nótese que pongo la palabra entre comillas) se ha visto sometida a graves presiones que exigen, precisamente eso, independencia, para que no tomen decisiones que impliquen poner en peligro la identidad de los electores, haciendo partícipe al CNE en la selección del candidato opositor, rechazando el sistema automatizado del régimen a favor de un sistema de elección manual. Esta presión también es ciudadana.

Pero, por otro lado, también hay presiones a la Comisión de candidatos que sorprendentemente si quieren la intervención del CNE. Entre estos destacan aquellos que fueron en su oportunidad candidatos presidenciales y que en su momento declararon que “perdieron limpiamente” con el régimen. Y esos son precisamente los que la tiranía preferiría como contrincantes en una “elección”.

¿Cómo podría esa Comisión “independiente” tomar una posición en contra de la participación del CNE del régimen si precisamente lo que desean los partidos que la designaron es mostrar ante la ciudadanía una cara “opositora”, cuando la verdadera negocia con el régimen, sin mostrarse traidora a esa supuesta independencia? Entonces sorpresivamente la solución la da el TSJ ilegítimo, obligando al uso del CNE y sus máquinas fraudulentas.

¿Y cómo lo hace? ¡Fácilmente! Inyectándole “ubicatex” a los opositores, obligándolos a respetar el marco jurídico de la tiranía, como bien lo titula La Razón: “Tribunal Supremo de Justicia, controlado por el régimen madurista, estudia la legalidad de seis reglamentos aprobados por la Comisión Nacional de Primaria, con motivo de la realización de las elecciones internas para seleccionar al candidato presidencial unitario de la oposición, el próximo 22 de octubre de este año”.

Y en especial la participación del CNE en las Primarias, principal dolor de cabeza de la CNP, se arregla con lo siguiente: “En relación con la participación del CNE en el evento electoral de la oposición, el criterio dominante en el alto gobierno es que de acuerdo a la Ley Orgánica del Poder Electoral, en su artículo 33, parágrafo segundo, el Consejo Supremo Electoral es el organismo competente para organizar las elecciones en sindicatos, gremios profesionales y organizaciones con fines políticos, “respectando siempre la autonomía de dichas organizaciones”. Y se acabó la vaina, donde ronca tigre, no hay burro con reumatismo.

¿Y los votos de los venezolanos en el exterior? ¡Bien gracias! Como se esperaba de aquel que no quiere contarse: “Se espera que igualmente se pronuncie en contra del voto en el exterior, tal como ha sido concebido por el “Reglamento para la participación de electores venezolanos en el exterior”, aprobado por la Comisión Nacional de Primaria, por encontrarse en contradicción con el artículo 124 de la Ley Orgánica de Procesos Electorales, el cual dispone que “sólo podrán sufragar en el exterior los electores y las electoras que posean residencia o cualquier otro régimen que denote legalidad de permanencia fuera de Venezuela. El Consejo Nacional Electoral determinará mediante reglamento el procedimiento para poder votar en el exterior”. ¿Qué tal? Es la tiranía la que decidirá con su TSJ ilegítimo las condiciones para que voten los millones de venezolanos que fueron desplazados fuera del país precisamente por ellos. Es como para un Guiness.

Y para ponerle una guinda a la torta, el TSJ del régimen también decidirá sobre las condiciones de inscripción de los candidatos a las primarias: “Finalmente, el TSJ podría pronunciarse también autorizando la inscripción de varios precandidatos presidenciales, cuya inscripción sería rechazada por la CNP de acuerdo a lo establecido en el artículo 3 del “Reglamento sobre postulaciones, sustituciones y manifestaciones de apoyo a candidaturas”, el cual señala en su parágrafo 3 que el aspirante deberá “haber demostrado un compromiso inequívoco con la lucha por la libertad, el rescate de la democracia, el respeto de los derechos humanos, la libertad de los presos políticos y el regreso de los exiliados”, lo cual podría ser considerado discriminatorio al igual que el parágrafo siete, referido a la contribución de los gastos del evento”. La CNP y la llamada Plataforma Unitaria que la nombró, ya deben estar aliviados por esa pequeña ayuda de sus amigos…

¿Qué parte de “estamos en una tiranía” no han acabado de entender aquellos que insisten en vendernos, que un candidato que salga de una Comisión designada por unos partidos que le han hecho una y otra vez el juego al régimen, no va a ser otro títere más que la tiranía use en unas elecciones arregladas para perpetuarse en el poder? ¿Hasta cuando el insulto a la inteligencia de los venezolanos? Ya es hora de ir pensando en otra fórmula opositora para el 2024 o antes, porque ya esta solución “electoral” difícilmente ahora se la compraremos los venezolanos…

Caracas, 22 de Mayo de 2023

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

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Twitter:@laguana

jueves, 18 de mayo de 2023

Por qué hay que cambiar la Constitución

Por Luis Manuel Aguana

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Les parecerá una locura que hoy aborde esta pregunta, y en realidad lo es. Después de años de escribir y abordar ese tema en múltiples foros, debido al daño que este régimen ha causado a la institucionalidad del país, a mi juicio es una locura que todavía haya importantes personalidades que tengan que explicarlo, y comunicadores sociales que todavía se pregunten el porqué es necesario un cambio en la actual Constitución de 1999, y qué tiene que ver eso con el bienestar de la población, habida cuenta que, de acuerdo a sus criterios, lo que ha existido es “violación a la Constitución”, y no otra cosa.

Y para ir directo al grano, me refiero al reciente programa del canal de YouTube del conocido periodista Napoleón Bravo, en entrevista con el Dr. Humberto Calderón Berti, titulado “De los tres momentos de la destrucción del país a la experiencia para recuperarlo” (ver programa completo en https://youtu.be/JH3P6Hpxlus).

En el minuto 10:18 Napoleón Bravo pregunta “¿Por qué se necesita otra nueva Constitución, para que por ejemplo las sanciones máximas del país no sean solamente 30 años, sino que cuando tú acabas con el país sea la pena de muerte? ¿Por qué quieres una Constitución nueva?”. La respuesta del Dr. Calderón, aparte de ser integral, dado el carácter de hombre de Estado que ha tenido en su vida pública, expresaba lo que todos en Venezuela conocemos: la realidad del país apunta hacia una refundación institucional, eliminando el entramado jurídico que ha construido la tiranía en más de 20 años, y colocando el ejemplo palpable del retorno necesario hacia la descentralización.

Eso debería haber bastado, pero no convenció al entrevistador al insistir “¿En qué parte de la Constitución se habla de que echaron para atrás la descentralización?”, finalizando que el problema es que “no respetan la Constitución”.

En este pequeñísimo espacio de la red intentaré –de nuevo- ampliar un poco en el porqué HAY QUE CAMBIAR LA CONSTITUCIÓN, y no solo por la explicación dada en el muy corto espacio de tiempo en un programa por el Dr. Calderón Berti, que no es sino la consecuencia de lo que Sí ESTÁ DISPUESTO EN LA CONSTITUCIÓN, y que es la causa fundamental del porqué el país está como está debido a su marco institucional, que fuera distorsionado aún más por los delincuentes que acabaron con el sistema institucional que prevaleció hasta 1999.

¿Por qué se necesita una nueva Constitución?

Comenzaré por la primera pregunta de Napoleón Bravo. Se necesita cambiar la Constitución porque la Constitución de 1999 ELIMINO nuestra condición de ESTADO FEDERAL DESCENTRALIZADO establecido por nuestros fundadores en 1811. La Constitución de 1999 eliminó la REPRESENTACIÓN de los Estados de Venezuela en el parlamento, sustituyéndola por un remedo de Congreso llamado Asamblea Nacional. Los Diputados son la representación de las corrientes políticas y el parecer de los ciudadanos en el momento determinado de una elección, pero los Senadores son la representación de todo un conglomerado territorial, que tiene su propia razón de ser como Estado, con igualdad de derechos, independientemente de su número de habitantes que tenga. Es por eso que el Estado Miranda tenía igual número de Senadores que el Estado Delta Amacuro, el Estado Cojedes o el Estado Nueva Esparta, solo por nombrar 3 Estados cuya densidad poblacional es inferior que la de Catia o Petare en Caracas, que ya ni siquiera son Parroquias.

Al realizar las nuevas leyes, los Diputados tenían la obligación Constitucional de entregar el resultado al Senado para su aprobación definitiva. ¿Por qué? Porque era en esa instancia que la representación del país como un todo asumía una nueva legislación para ser aplicada por igual en todos los territorios de la federación. Es también por esa razón que el Presidente del Senado era también el Presidente del Congreso.

Al cambiar esa regla de oro institucional, la Constitución de 1999 relegó a los Estados con menos habitantes, y en general al resto del país que no es Caracas, al peor olvido de las dictaduras de las mayorías, manejadas arteramente por un Poder Electoral secuestrado por una tiranía. De allí que como consecuencia de esto se desmoronara como un castillo de barajas, la descentralización, como el cuerpo fundamental de decisiones para entregarle a los Estados lo que por naturaleza es suyo.

Pero si esto no le es suficiente a aquellos que se preguntan, como lo hizo el periodista Napoleón Bravo en esa entrevista, porque se necesita otra Constitución, la actual estructura Constitucional NO PERMITE que sea otro aparte del Poder Ejecutivo, quien administre la Hacienda Pública Nacional, dejando en manos del Presidente de la República la decisión de quien recibe y quien no recibe recursos en el país, muy conveniente si el Presidente de la República desea eliminar a sus enemigos políticos que aun se eligen en los Estados por una ley de elección de Gobernadores y Alcaldes que me asombra que todavía esté en vigencia.

Y para aquellos que argumenten que porque no soy abogado constitucionalista y por eso no puedo opinar sobre la barbaridad constitucional a la que nos han sometido, les dejo las palabras de uno de los mejores que si lo es, el Dr. Asdrúbal Aguiar, en un Foro realizado en julio de 2014 en El Nacional, refiriéndose concretamente al texto de la Constitución de 1999: “…se crea un Estado Centralizado, se elimina la autonomía municipal, base histórica no solo de la República sino de nuestra experiencia democrática, se condicionan las competencias Municipales y Estadales a las leyes nacionales, se le entregan al Presidente de la República mediante lo que originalmente se llamó en los debates constituyentes, las leyes de base, copia del modelo constitucional cubano, pero para evitar el escándalo, dijeron que la figura se trataba de Leyes Habilitantes, pero habilitantes que en defecto de la tradición constitucional nuestra permite habilitar al Presidente para que pueda hacer todo lo que le de la gana en materia legislativa sin ningún tipo de limitación, y por si fuese poco, se incorpora un Capítulo de Seguridad Nacional en donde el concepto estratégico de la Nación lo define el propio Presidente de la República bajo una perspectiva en donde la Seguridad Nacional incluye todo, hasta la forma de caminar de los ciudadanos en Venezuela. Conclusión: ¿Para qué sirve la Constitución del 99? En perspectiva democrática para nada. Dentro de la perspectiva de lo que ha vivido el país en el curso de los últimos 15 años, ha servido para todo…” (ver Foro de El Nacional, audio del Dr. Asdrúbal Aguiar https://soundcloud.com/laguana-1/intervencion-del-dr-asdrubal-aguiar-foro-el-nacional-21-07-2014).

Sin embargo, no deseo quedarme solo en lo anterior, sino en lo que considero aún más importante: cómo todo esto del cambio Constitucional tiene un impacto fundamental en la vida de los ciudadanos y en especial en la calidad de esa vida.

Si el poder reside actualmente en el tope de la pirámide por disposición de la Constitución, dejando a los ciudadanos de todos los Estados desprotegidos como consecuencia de una distribución desigual de los recursos del país, debemos cambiar la estructura de ese arreglo. El Artículo 167.4 de la Constitución de 1999, indica “Son ingresos de los Estados… 4.- Los recursos que les correspondan por concepto de situado constitucional. El Situado es una Partida equivalente a un máximo del Veinte por ciento del total de los Ingresos Estimados anualmente por el Fisco Nacional…”. Poca gente se pasea por el hecho de que esa parte del Pacto es completamente perjudicial para los ciudadanos, favoreciendo claramente en un 80% a quienes llegan a ejercer el poder en Venezuela.

La propuesta de ANCO para entregarle el poder a los ciudadanos pasa por establecer una nueva relación de Poder en un nuevo Pacto entre gobernantes y gobernados, donde se coloque al ciudadano de primero, lo que implica que ese 80% deberá ir a los Estados y Municipios, pero principalmente a los Municipios, dentro de una nueva propuesta de distribución político-territorial y autonomía regional. Más para los Municipios, luego a los Estados y luego al Poder Federal. En ese orden. Se desaparecería la figura del Situado Constitucional, porque serían los Estados, ahora en contrario, quienes decidan el aporte que dar de manera autónoma para el sostenimiento de un Gobierno Federal, asumiendo en la práctica el control de su desarrollo, de acuerdo a sus propias potencialidades. Esto es lo que he llamado la inversión de la pirámide del Poder en Venezuela. El que tiene los recursos es el que tiene el poder decidiendo su calidad de vida, en otras palabras, el ciudadano. Esa es la propuesta de El Gran Cambio, en pocas palabras… (ver El Gran Cambio, Una propuesta para la Refundación de Venezuela, en https://tinyurl.com/5n6enjrr).

Lo señalado hasta ahora es imposible hacerlo sin la convocatoria del pueblo de Venezuela a una Asamblea Nacional Constituyente, que discuta las bases de una nueva Venezuela, que ponga al ciudadano de primero, y ponga en su lugar el papel que deben jugar los representantes de los ciudadanos en los Poderes Públicos. A eso es lo que llamamos Refundación de la Nación.

Entonces, es por eso que se necesita una nueva Constitución, para entregarles el Poder a los ciudadanos. Espero haber ampliado la respuesta, no a Napoleón Bravo, sino a los venezolanos, en especial los que vieron esa entrevista. El cumplimiento de esa nueva Constitución ya no estaría solo en manos de los que hacen política, sino de todo un pueblo. El Dr. Humberto Calderón Berti por su condición de verdadero Estadista, ha entendido a cabalidad la necesidad de ir a un proceso Constituyente, en atención a estas y otras realidades que no caben en solo tres cuartillas. Ojalá que asimismo lo pudieran entender aquellos que pretenden conducir después del régimen los destinos de Venezuela…

Caracas, 18 de Mayo de 2023

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