Por Luis Manuel Aguana
La
célebre frase “¡Es la economía, estúpido!” de James Carville, asesor demócrata
de Bill Clinton, quedó para la historia como un recordatorio que lo evidente
hace ganar o perder elecciones. Por eso he querido traerla del recuerdo en un
intento de poner de relieve lo que hemos repetido hasta el cansancio a quien
quiera escucharnos, y ahora se hace evidente con esa “sorpresita” Constituyente
de Maduro el domingo pasado. Intentar negar la posibilidad Constituyente del
régimen, como ya han salido a declarar algunos dirigentes políticos opositores,
lamento decirlo, es una estupidez, de acuerdo a ese estándar internacional.
En un
ejercicio de repetición pedagógica, tal y como hacían los viejos maestros de la
escuela pública primaria de la provincia, insistiré otra vez como un mantra:
“El Poder Constituyente Originario está por encima de los Poderes Constituidos”.
En esto se basó Hugo Chávez para convocar la Constituyente de 1999 y destruir
la Constitución de 1961; y es exactamente lo mismo de donde ahora se está agarrando
Maduro en un último intento de aferrarse al Poder, al anunciar por segunda vez
en su último programa televisivo del 23 de abril “Los domingos con Maduro” a “…un
proceso popular constituyente, por la vía electoral, pacífica, para refundar la
República a través de una Asamblea Nacional Constituyente popular” (ver
Maduradas: Maduro propone Constituyente “para refundar la patria”, en https://youtu.be/tbBpRt7YLKc).
Sin
embargo quienes al parecer todavía no lo han entendido, después de estos largos
18 años de sufrimiento, ha sido la oposición oficial, quienes insisten en el
contrasentido “primero salir de Maduro y después Constituyente” por la vía
electoral, con todos los poderes secuestrados por el gobierno, sin acabar de
entender ¡que el proceso constituyente mismo es el que debe renovar a los Poderes
Públicos! (ver http://ticsddhh.blogspot.com/2017/04/y-ahora-la-ruta-constituyente-originaria.html).
Desde esta modesta tribuna he
insistido muchísimas veces –y seguiré insistiendo- en que la vía constitucional
más expedita para solucionar el problema creado en 1999 es volver sobre los
pasos de ese concepto primario que se esbozó con la sentencia del 19 de enero
de 1999, cuando la Corte Suprema de Justicia de entonces autorizó el Referendo
Consultivo que dio paso a la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente
(ver Sentencia del Magistrado Humberto La Roche del 19-01-1999 en http://tinyurl.com/k7buhzo): “Es inmanente a su naturaleza de poder
soberano, ilimitado y principalmente originario (refiriéndose al Poder Originario),
el no estar regulado por las normas jurídicas que hayan podido derivar de los
poderes constituidos, aún cuando éstos ejerzan de manera extraordinaria la
función constituyente.”
Esa sentencia fue la que
estableció el principio fundamental que ahora aduce Maduro en su programa de
televisión, quien en huida sorpresiva hacia adelante retoma el camino de su
predecesor: “Chávez nos agarró y nos dijo
“tenemos que impulsar un camino constituyente, por la vía electoral, pacifica,
de los obreros, de los campesinos, de las amas de casa, de los estudiantes, una
asamblea popular, obrera, campesina, juvenil y yo pienso -Chávez-tenemos que
empujarlo a las elecciones”. Y esta misma sentencia de la extinta CSJ fue
la que dio origen al Artículo 347 de la Constitución de 1999.
¿Y qué
hace con eso la oposición? Ignorarlo olímpicamente, cuando ese es precisamente
el fundamento de todo este berenjenal que tenemos en el país. ¿Cómo le
explicamos a la gente y en especial a aquellos que se dicen dirigentes de la
oposición, que eso mismo es lo que nos debe sacar del problema donde estamos
metidos?
Si
Maduro nos está anunciando que convocará a una Constituyente, es porque lo hará
al estar constitucionalmente facultado para ello. ¡Cuántas veces nos han dicho
lo que van a hacer! Incluso sus asesores cubanos parecen indicarle no hacerlo
por la vía de un decreto del Presidente en Consejo de Ministros, como lo autoriza
el Artículo 348, sino a través de un “proceso popular” convocado con unas firmas
que Tiby puede conseguirle muy fácilmente con el ministerio electoral del
régimen, donde ellos establecerían las reglas para la convocatoria. ¡Allí está
el detalle!, como diría Cantinflas.
De esa
manera podrían, por ejemplo, decir que solo pueden ser Constituyentes los
miembros de los Consejos Comunales, o a quien ellos les de la gana, dejando
afuera a los factores democráticos del país, porque es el Soberano quien
establece las reglas. En opinión de un eminente constitucionalista venezolano, “…en esta oportunidad el régimen cuenta con
un Juez Constitucional a su servicio (no amenazado como en 1998, sino
controlado por el régimen) que dirá lo que el régimen quiera, por ejemplo,
desde cómo y cuáles firmas se admitirán para el ejercicio constituyente, cuáles
constituyentes se eligen y cuales se anulan, hasta declarar que la Asamblea
Constituyente que se elija no será originaria y por tanto, no podrá afectar a
los poderes constituidos (Ejecutivo, Judicial, Electoral y Ciudadano), excepto
precisamente el Legislativo (la Asamblea Nacional), indicando que como no puede
funcionar por el desacato en el cual se encuentra, será definitivamente barrida
y sus funciones serán asumidas por la Asamblea Constituyente.”
Cualquier
proceso electoral bajo este sistema perverso manejado por el CNE del régimen,
estará por principio completamente viciado. Es por eso que el pueblo tiene toda
la razón al exigirle a la MUD que no se pueden negociar elecciones para enfriar
las calles, ni caer en la trampa del gobierno. De allí que debamos movilizarnos
dando un paso adelante, cosa que a diferencia de nosotros, el gobierno siempre hace,
al trazar antes que la oposición la línea de política que el país seguirá.
Y es
por eso que también, incluso desde muchos años antes de existir la Alianza
Nacional Constituyente, hemos insistido que es necesario el desconocimiento del
régimen partiendo de la base conceptual misma que originó todo el proceso, el
Poder Originario; recordándole permanentemente a la oposición que es ese mismo Poder Originario,
quien debe establecer las Bases para su convocatoria e ir directamente a su llamado,
desconociendo a los Poderes Constituidos, tal y como ahora está establecido
constitucionalmente en el Artículo 350 de nuestra Carta Magna.
Dicho
esto, la oposición ante ese llamado de Maduro debe aprestarse inmediatamente a
un proceso masivo de recolección de firmas, estableciendo en ese camino las
Bases para su convocatoria. Eso es lo que hemos sugerido insistentemente desde
la Alianza Nacional Constituyente, proponiendo una Planilla de Recolección de Firmas
atada a unas Bases Constituyentes fijadas de convocatoria del pueblo. Recoger 8, 9, 10 millones de manifestaciones de voluntad,
cancelaría de facto este nuevo intento del régimen y lo obligaría a reconocer
al Poder Originario por mayoría aplastante, dándole así una cucharada de su
propia medicina de 1999. Desde la ANC hemos puesto a la disposición de la
oposición democrática el desarrollo conceptual que hemos realizado en todos
estos años para acometer esa tarea. Es un trabajo perfectible que podemos
revisar sin mezquindades para iniciar ese esfuerzo urgente e inmediatamente.
La
oposición difícilmente podrá negarse a una convocatoria constituyente del
régimen –de hecho si la quiere la impondrá-, porque es de principio constitucional,
y a la vez “una solución electoral”, tal y como la piden todos los países del
mundo, en especial los de la OEA. Pero es una convocatoria tramposa desde el
Poder Constituido. Por eso es que debemos demostrarle a Venezuela y al mundo, dando
un paso hacia adelante, que somos la mayoría que decimos ser, recogiendo las
manifestaciones de voluntad del Poder Constituyente Originario que establece la
Constitución, y que están por encima del Poder Constituido, desconociendo al
mismo tiempo a Maduro y sus poderes corrompidos. Eso es lo que nos garantizará,
no solo la salida del régimen, sino una transición en paz y en democracia,
aunque parezca que lo evidente no es lo importante, como lo sigue siendo la
economía en la célebre frase de James Carville…
Caracas,
25 de Abril de 2017
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana