Por Luis Manuel Aguana
Tomado del portal “El Español”: “Trump, Putin y Guaidó lo tenían
todo acordado con Maduro para el exilio, pero Cabello se negó a caer”
(ver nota en https://www.elespanol.com/mundo/20190501/trump-putin-guaido-acordado-maduro-exilio-cabello/395211059_0.html).
Y yo me pregunto ¿Si usted fuera Diosdado y sus socios están haciendo un
negocio a sus espaldas donde el único que paga la fiesta, el saqueo y la
destrucción del país que han hecho entre todos es usted, y los demás se retiran
a un exilio dorado, que haría? La respuesta luce obvia de parte de cualquiera
que esté en esa posición, y más aun en la de éste protagonista en particular:
todos se mueren aquí conmigo.
¿Pero en qué cabeza cabe que un negocio así podría funcionar
sin violencia, esperando que el que pagaría la cuenta se dejara joder (y
perdonen mi mal inglés) así no más sin hacer nada? ¿Era esperable una transición
pacífica en esas condiciones? ¿Qué clase de negocio estaban haciendo en la
oposición oficial? Al irse conociendo los detalles de los sucesos que se
desarrollaron antes de la madrugada del 30 de Abril, podemos sopesar con la
debida dimensión como están negociando nuestro futuro, y si eso tiene alguna
sustentabilidad.
La declaración de John Bolton, asesor de Trump, luego de
revelar los nombres de quienes estaban negociando con la oposición oficial es
muy perturbadora, de acuerdo al portal español: “Así, que si eres Nicolás Maduro, ¿podrías seguir mirando a la cara a
tu ministro de Defensa y confiar en él? No lo creo. Pienso que Maduro está
ahora dentro de una botella llena de escorpiones y ya es todo cuestión de
tiempo”.
Pero realmente no es del Ministro de la Defensa del que
Maduro debería desconfiar, si al fin y al cabo, como dice el mismo Bolton, estaba
metido en ese plan de “retiro”, sino de Diosdado Cabello. A partir de ahora
cualquier cosa puede pasarle a Maduro, ya no de parte de la oposición oficial o
de los Estados Unidos, sino de quienes el usurpador pretendía traicionar. No
pierdan de vista que aquí ya nos alejamos del terreno de la política para
situarnos en el de la actividad criminal, como siempre lo hemos advertido. Los
capos no se andan por las ramas cuando descubren una traición de ese tamaño.
Es por eso que Bolton bien lo califica como “una botella
llena de escorpiones”. Lo que no está al cabo de saber Bolton, porque no vive
en Venezuela, es que en esa botella no está solamente Maduro, estamos todos los
venezolanos. ¿Y porque lo digo? Porque los venezolanos somos extremadamente
dependientes de lo que le pase al gobierno. De allí que llevemos 20 años
cogiendo palo. Un gobierno comunista, y a partir de cierto momento,
guerrillero, narcotraficante y terrorista extremadamente tóxico, nos ha llevado
a la ruina económica a todos y cada uno de quienes vivimos en este país. Es por
eso la fuga de todo el que pueda salir de este infierno en que ha convertido
Venezuela.
¿Cómo nos afecta que Maduro no se haya ido el 30 de Abril
por la “pequeña falla” en esa negociación con delincuentes, de haber dejado sin
respuesta a precisamente quien resulta ser tal vez el mayor obstáculo del
porque el problema venezolano no se puede resolver pacíficamente?
En primer lugar, quienes están al volante del gobierno
interino de Juan Guaidó, comenzando por el mismísimo Presidente Encargado,
deberían tener claro que con terroristas y delincuentes no se negocia. Eso
define todo un curso de acción política de cara al pueblo y define un accionar
completamente distinto al que desembocó en esta negociación fallida. Los
norteamericanos están allí para respaldar y ayudar al que lleva el volante, no
a manejar por el. Si existen fallas en ese accionar mal podrían achacarse a
otro. Hago este reclamo porque se debe recordar que cualquier error allí cuesta
e influye en muchas vidas venezolanas.
Siempre he indicado que no estamos tratando con políticos
sino con delincuentes. Si el grupo de gobierno interino que encabeza Juan
Guaidó tuviera eso claro, hoy no estuviera convocándonos a una huelga general
después del mayor respaldo que político alguno haya tenido jamás en Venezuela.
¡Ya estamos en paro! ¡El país se encuentra paralizado! ¿No conoce Guaidó las
estadísticas del cierre continuado de empresas y la ruina del país? El
venezolano necesita más trabajo que nunca en este caos hiperinflacionario.
¿Cómo puede ser la respuesta al fracaso del “quiebre de las
Fuerzas Armadas” del 23F y ahora del 30A, que los que aun pueden trabajar dejen
de hacerlo? ¡El régimen estaría muerto de la risa con eso! Eso es lo que
precisamente quieren porque al debilitar aun mas al sector privado la gente
pasaría solo a depender de las migajas en comida que expende el régimen.
Sugiero –o mejor exijo como venezolano- al equipo de Guaidó mayor creatividad
en lo que habrá de venir ahora en adelante.
Porque esos anuncios son precisamente el resultado de la
falta de una política clara en relación con el Cese de la Usurpación. A partir
del 1ro de Mayo, y más aún luego de este nuevo intento fallido de “quiebre de
las Fuerzas Armadas”, el país está a la espera de una conducción opositora certera.
Coincido en seguir la protesta en la calle pero esta debe ser más especializada
y dirigida. Que los sindicatos eleven aun más su nivel de exigencia sectorial
ante las fallas múltiples de este desgobierno. Que los estudiantes y profesores
exijan y protesten ante descalabro de una educación que se ha venido al piso
con el 50% de los niños que no van a la escuela. Seguir en la calle es lo más
fácil porque hay muchísimo por lo que protestar.
Pero lo que no se puede tolerar es que se busque una
solución que incluya a quienes fueron los principales responsables de esta
tragedia. Eso es inaceptable. Hay una máxima gerencial que indica que no se
puede resolver un problema con quienes fueron sus principales causantes.
Simplemente no lo resuelves. Y si los causantes no se quieren ir porque tienen
secuestrado el poder, cometiendo delitos de lesa humanidad e ignorando las
reglas de la democracia, quienes ejercen la representación legítima del pueblo
los tienen que echar a la fuerza buscando la ayuda internacional necesaria,
porque ese es el tipo de decisiones que van con el puesto y la responsabilidad
que asumieron con nosotros, por esas mismas reglas de la democracia. Eso no es
nuevo en el mundo y existe suficiente justificativo en los tratados y acuerdos que
la Nación ha suscrito para solicitarla, como el Principio de la Responsabilidad
de Proteger (R2P) de la ONU. Si pudieron encontrar manera de negociar con
Maduro y sus ladrones, bien podrán encontrar la manera de convencer al mundo de
esa intervención humanitaria.
Pero hay fuerzas interesadas dentro de la oposición oficial
que no quieren hacer eso. Pues bien, será mejor que lo vayan resolviendo porque
Venezuela se convertirá en muy poco tiempo en una verdadera botella llena de
escorpiones con todos nosotros dentro, donde la menor de nuestras
preocupaciones será Nicolás Maduro Moros.
Caracas,
2 de Mayo de 2019
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana