viernes, 28 de julio de 2017

Mi apoyo por unas sanciones inteligentes

Por Luis Manuel Aguana

Muy interesante ha resultado el debate en torno a las sanciones económicas que eventualmente podría llevar a cabo la administración del Presidente Donald Trump a Venezuela en el caso de cristalizarse el fraude constituyente de Nicolás Maduro el próximo domingo 30 de julio.

Ya han surgido opiniones, nacionales e internacionales, en relación a la pertinencia de esas sanciones habida cuenta de que a juicio de algunos, estas afectarían, no al régimen sino a los propios venezolanos que ya estamos pasando hambre sin existir sanciones. Ese es el argumento principal del importante analista político Moisés Naim en su más reciente artículo en El País de Madrid (ver Así podría salvar Trump a Maduro https://elpais.com/elpais/2017/07/22/opinion/1500736448_801513.html) según el cual las sanciones casi nunca logran su objetivo, atornillando más bien a los regímenes a quienes se les imponen. Pero a eso hay que ponerle una lupa.

Siempre trato de poner este tipo de debates en una perspectiva más real para quienes desde el común podamos entender con mejor claridad un problema que de suyo es mucho más complejo. Una vez puse el ejemplo del condominio para explicar el alcance del Poder Constituyente Originario en un país (ver ¿Quién pone las reglas? en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/06/quien-pone-las-reglas.html). Pues bien, aunque aquí no estemos hablando de un país sino de un concierto de naciones creo que las relaciones aplican perfectamente.

Si suponemos que cada país es uno de esos apartamentos en un condominio, y en alguno de ellos todos los que vivimos en ese condominio sabemos que están ocurriendo actos que violentan los derechos de las personas, porque escuchamos los gritos y los golpes, y de paso sabemos que quienes viven en ese apartamento apoyan actos en contra de la convivencia de los vecinos, la primera reacción es llamar a la policía para que intervenga, sin discriminar que quienes salgan afectados sean todos los que habiten allí.

Nadie se para a decir que no llamen a la policía porque hay niños en ese apartamento o la señora que vive allí es una mujer muy decente. El tema es acabar con una situación violenta que terminará por afectar a todos los apartamentos. Es por eso que todos los condominios tienen reglas claras en relación con los que no pagan su cuota mensual o no saben cómo convivir.

Entonces el tema no es sancionar quirúrgicamente al dueño del apartamento para evitar que este le siga pegando a su mujer o a sus hijos, aunque esto pueda ayudar a mitigarles los golpes, sino lograr -o al menos coadyuvar- a que la situación termine. Entonces por principio básico y universal debe privar una sanción al apartamento como un todo. Pero es allí donde debemos detenernos para establecer cuál es la sanción más aconsejable para generar el menor daño posible a quienes resultan maltratados.

No es posible que cuando se habla en los Estados Unidos de considerar sanciones para el régimen que nos hace daño en Venezuela, los primeros que hacen el lobby en Washington para que estas no ocurran sean los dirigentes de la MUD. Esto es, aquellos que supuestamente representan a los maltratados, sin considerar siquiera el tipo de sanción que podría aplicarse a un régimen violador de derechos humanos como este.

No es posible que cuando nos estamos enfrentando a la peor tragedia que jamás haya vivido Venezuela en su historia, la preocupación de nuestros dirigentes opositores no sea el pensar en cual sería la mejor sanción que deba aplicarse al régimen desde afuera y a negociar con los países amigos en el exterior cuál sería la mejor manera para que no afecten a la población, sino en ver cómo quedan en una carrera electoral. Eso, además de frustrante, es indignante.

Es por eso que celebro el concepto de “sanciones inteligentes” explicado por el ex Embajador en la ONU, Diego Arria, en su último artículo en El País de Madrid (Una sanción inteligente en la batalla por Venezuela
https://elpais.com/internacional/2017/07/26/actualidad/1501099818_321927.html)  donde sugiere que sin dejar de sancionar al país como un todo, la estructuración de la sanción se haga de tal manera que los habitantes del país se vean afectados en el menor grado posible, y en mayor grado al régimen que nos maltrata.

En una oportunidad  di cuenta del singular desprecio de la oposición por la experiencia única de este venezolano en situaciones de negociaciones internacionales muy complejas, y que siempre es aprovechada por todo el mundo fuera de Venezuela menos por nosotros (ver La Fórmula Arria o cuando en la casa del herrero los cuchillos son de palo, en http://ticsddhh.blogspot.com/2014/03/la-formula-arria-o-cuando-en-la-casa.html). Después de leer esa nota y al ver la descomunal crisis política de Venezuela que tiene al mundo en vilo, tal vez ustedes convengan conmigo que Arria debería estar encabezando nuestra delegación negociadora con el régimen de Maduro, y no esta combinación de políticos ansiosos de una nueva elección, mezclada con muchachos muy voluntariosos pero sin ninguna idea ni experiencia en conflictos de esta magnitud, que lo que pueden es llevarnos a escalar esta situación a niveles de destrucción y muerte completamente desconocidos por nosotros.

La sugerencia de Arria: Que las empresas de Estados Unidos no dejen de comprar nuestro petróleo, pero que en lugar de pagarlo en divisas realicen operaciones de trueque de alimentos, medicinas y equipos hospitalarios”, apunta a sanciones unilaterales inteligentes para un régimen que está utilizando nuestro dinero para atropellarnos en Venezuela.

No me cabe ninguna duda de la veracidad de la expresión del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, en el sentido de que “las sanciones que puedan imponerse no empeorarían para nada el sufrimiento actual de los venezolanos, porque los recursos que le pertenecen al pueblo son utilizados por el régimen para asesinar y torturarlos, y no son invertidos en su bienestar, como lo demuestran las trágicas estadísticas de mortalidad infantil y desnutrición que superan a las de Siria”, como bien cita Arria en su artículo.

¿Cuál será el porcentaje del ingreso de esos 700 mil barriles diarios que factura Venezuela a los compradores de petróleo en los Estados Unidos que verdaderamente nos llega a los venezolanos?  Tengan la seguridad que muy poco. Los alimentos que consume el venezolano de bajos recursos a través de esas cajas del CLAP se compran a precios ínfimos fuera del país y son sobrefacturados y vendidos en bolívares a la población a 10 o más veces su costo por los malandros del régimen, sin contar con la cadena de bachaqueo para quienes no gozamos de ese “privilegio” gubernamental.

Entonces, ¿qué diferencia habría en eso? ¿Qué las cosas serían más caras? ¡Por favor! Lo son ahora y todas las semanas sin ayuda de Trump. Que me cuenten después una de vaqueros. La diferencia fundamental estaría en que Maduro y sus ladrones no contarían con dólares para el pago de sus condominios en Miami, o no le podrían echar gasolina a los aviones de PDVSA que transportan a los gorilas del régimen a Cuba; o mejor aún, tendrían que empezar a cobrarle a quienes Maduro les regala el petróleo a cambio de votos en la OEA. Se pondría muy interesante la vaina pero para ellos, porque ya nosotros estamos pasando hambre.

Otra opción nos la explica Carlos Alberto Montaner en un reciente artículo (ver Maduro Continues to Be a Danger for Everyone, en
http://www.elblogdemontaner.com/maduro-continues-to-be-a-danger-for-everyone/) donde el destacado analista internacional expone un tipo de sanción inteligente que es necesario considerar: “Tal vez no sea prudente que Estados Unidos elimine sus compras de petróleo de Venezuela -la única fuente de ingresos para el país-, pero sería factible depositar los ingresos de estas transacciones en una cuenta de depósito hasta que la Asamblea Nacional certifique que el comportamiento de Maduro compagina con las normas constitucionales. Sería una irresponsabilidad alimentar a un gobierno ilegítimo que usurpa funciones que no son de su competencia” (traducción libre). Ya Montaner había expuesto esta solución en una pasada intervención (ver Sancionar o no sancionar, ese es el dilema de Trump en Venezuela en https://youtu.be/QD_yjwgqJKg).

Estoy entonces completamente de acuerdo y doy mi apoyo sin complejos, por sanciones inteligentes que bien podrían complementar el mandato derivado de la Consulta Popular del 16J que la Asamblea Nacional no ha satisfecho todavía. Esto es, nombrar un Gobierno de Transición que se ocupe de administrar ese dinero que no le entraría al régimen ilegítimo de Nicolás Maduro, a favor de las necesidades del pueblo venezolano. De esta manera estaríamos más cerca de solucionar la crisis venezolana, manteniendo el control de los recursos con la ayuda de la comunidad internacional. ¿Qué dicen, dan ustedes el suyo?

Caracas, 28 de Julio de 2017

Twitter:@laguana

miércoles, 26 de julio de 2017

La primera línea de batalla

Por Luis Manuel Aguana

Sin necesidad de ser militares, el común de las personas asocia a esa expresión con aquellos que estan al frente recibiendo los disparos del enemigo en una guerra, esto es lo que se da en llamar “el frente de batalla”. De la misma manera, los que están allí son -o al menos lo deberían ser- los mejores preparados para la confrontación. Y por supuesto, son los que salen heridos y muertos de primero en el enfrentamiento. Se puede entender entonces que alli no pueden haber cobardes o personas que rehuyan el combate.

Dicho esto, dificilmente se puede entender que los diputados de la Asamblea Nacional, al no haber tomado inmediatamente la decisión que por mandato les ordenara el pueblo de Venezuela en Consulta Popular el 16J, la primera linea de batalla la hayan asumido los Magistrados designados por ella, y no un Gobierno de Transición investido por la propia AN de acuerdo al mandato recibido. Así están las cosas.

Al asumir sus funciones, un Gobierno de Transición estaría en mejor posición de establecer la defensa del resto de los Poderes Publicos salidos del mandato popular de acuerdo a la pregunta No. 3 de la Consulta, solicitando todos los apoyos requeridos provenientes del reconocimiento internacional que le dio el mundo a la voluntad popular expresada del pueblo venezolano el 16J al Poder Legislativo, incluyendo el ordenado a las Fuerzas Armadas por mandato, en atención a la respuesta contundentemente afirmativa a la pregunta No. 2 de la Consulta.

Pero no, los nuevos Magistrados designados por la Asamblea Nacional quedaron por decir lo menos, en pelotas y al arbitrio de la segura persecusión del régimen al ser designados primero. Por mas valentía que tengan estos distinguidos venezolanos, no se les podía exigir estar en esa primera linea de batalla, sin la estructuración previa de un gobierno que les diera el respaldo necesario. A quienes les correspondía estar en el “frente de batalla” que se abriría inmediatamente del pronunciamiento del pueblo ese 16J era a un Gabinete de Transición encabezado por el Presidente de la Asamblea Nacional, el Diputado Julio Borges, de acuerdo a la linea de sucesión presidencial constitucional. Asi fue que entendimos los venezolanos esa Consulta Popular.

Y ustedes dirán,  ¿y entonces? los presos hubieran sido otros pero igualmente presos. ¡Cierto! pero con una importante diferencia: Maduro hubiera encarcelado a los representantes de un gobierno legitimamente reconocido por el pueblo venezolano el 16J y respaldado por todas las naciones del mundo. Menuda diferencia, ¿no?

De esta manera tendríamos del lado de los demócratas a los tres principales Poderes Públicos: el Poder Legislativo -la actual AN-, el Poder Judicial -los nuevos Magistrados designados por la Asamblea Nacional-, y el Poder Ejecutivo, establecido por la AN con el respaldo mayoritario del pueblo venezolano en Consulta Popular el 16J. Y los tres sesionando en el Palacio Federal, lugar donde paradójicamente Antonio Guzmán Blanco los ubicó juntos el siglo antepasado.

Los venezolanos todavía nos preguntamos que es lo que ha impedido que esto no haya sido asi despues del 16J. Muchos especulan que son las aspiraciones electoralistas de los principales personeros de la MUD, que por una u otra razón anteponen sus propios intereses  a los del pais, imponiéndose las aspiraciones presidenciales de algunos de sus mas destacados dirigentes, y de alli que se pretenda una solución que implique llevar a Maduro hasta el 2019, comprando a la gente con unas elecciones regionales el 2017. Esto es lo que se desprende de la propuesta realizada por José Luis Rodríguez Zapatero.

Si esto es cierto, ¿de verdad creen en la MUD que la indignación, el sufrimiento y los muertos puestos por el pueblo venezolano valen eso? Si lo creen, mejor renuncien. La unica manera de lograr que Venezuela se estabilice y retorne la paz es que Maduro y sus delincuentes desalojen el poder. No hay otra forma. Lo único a conversar alli serían los términos en que lo harían.

Los venezolanos deben recordar que no fue otra cosa lo que paso en abril de 2002. El único responsable de los muertos de Puente Llaguno y la Av. Baralt fue Hugo Chávez Frías y de alli el desconocimiento de las Fuerzas Armadas a su gobierno. ¿Quien es ahora el principal responsable de los casi 100 muertos de ahora y todos los que han fallecido durante las protestas desde el 2014? Ese no es otro que Nicolas Maduro Moros, y como consecuencia de eso debe responsabilizarse por ellos e irse junto con su gobierno, dejando a la justicia entenderse con los autores materiales de esos crímenes.

La Asamblea Nacional todavía esta a tiempo de tomar medidas trascendentales que cambien el panorama politico y la vida de los venezolanos. Y algunos pensamos que esto pasaría, si Ramos Allup y el resto de los potenciales aspirantes presidenciales opositores deponen las agallas y piensan primero en Venezuela.

Pero además creo que tambien pasa por el requisito mencionado antes, que en la “primera línea de batalla” no puede haber cobardes ni gente que rehuya el combate. El ejercicio de la política en Venezuela tiene ese requisito desde hace mas de 200 años. Hasta donde pude observar durante el asalto al Palacio Legislativo protagonizado por las hordas del régimen, al parecer ese no es el caso de muchos de nuestros representantes, con ejemplos evidentes de agresión violenta sufridos por alguno de ellos en defensa de la integridad del Parlamento. Entonces Sres. Diputados, procedan en consecuencia, rescaten primero la República. Las elecciones -y las aspiraciones- pueden y deben esperar...

Caracas, 26 de Julio de 2017

Twitter:@laguana

domingo, 23 de julio de 2017

Una carta necesaria

Por Luis Manuel Aguana

La carta pública realizada por la Alianza Nacional Constituyente es un último llamado a la racionalidad y a la paz que podemos hacerle a aquellos factores del régimen encabezado por Nicolás Maduro (ver http://ancoficial.blogspot.com/2017/07/carta-publica-nicolas-maduro-moros.html) empecinados en realizar un proceso constituyente a troche y moche, ignorando la voluntad popular.

Algunos lo consideraran ingenuo y tal vez lo sea, pero no podemos dejar fuera de la historia tal vez lo que sea el último intento racional de evitar una confrontación sangrienta entre venezolanos que sabemos que nadie ganara, menos aun aquellos que han deliberadamente ignorado la vocación democrática del pueblo de Venezuela.

Creo necesario hacer esta nota explicativa porque ha sido pública mi posición desde hace varios años, que hecho pública desde este blog, en relación al llamado a un Proceso Constituyente de carácter Originario genuino, de la mano del pueblo. Es por eso que me ha honrado acompañar los esfuerzos de distinguidos venezolanos al constituir la Alianza Nacional Constituyente con el fin de impulsarla, a pesar de la indiferencia y los obstáculos puestos por la oposición oficial venezolana.

La realidad demostró que de habernos acompañado en esta cruzada, desde hace mucho tiempo no solo hubiéramos conseguido recaudar el 15% requerido en el Artículo 348 constitucional de convocar el proceso constituyente por iniciativa popular y aprobar las Bases Constituyentes propuestas por la Alianza, sino que también hubiéramos hecho un proceso de elección constituyente al margen de los poderes constituidos, como demostró cívicamente el pueblo de Venezuela que era posible hacer, el pasado 16J. Pero no fue así. El régimen se adelantó, distorsionando el llamado constituyente y colocando a nuestro país al borde una confrontación fratricida.

Los venezolanos han sido testigos de los esfuerzos que ha hecho el grupo de venezolanos que conformamos la Alianza Nacional Constituyente, antes y después de su constitución, para convencer a los ciudadanos de la necesidad de ir a un Proceso Constituyente de carácter Originario para solucionar la crisis política que vive y se ha agravado en Venezuela. Múltiples acercamientos a los factores políticos que conforman la oposición congregada en la MUD, dan fe cierta de los intentos realizados para convencerlos desde hace varios años de asumir la vía constituyente por iniciativa popular establecida en el Artículo 348 constitucional.

Aún así no desistimos de nuestro empeño y nos lanzamos al país a tratar de convencer a la misma población de la necesidad de emprender esta ruta, con la convicción profunda de que esta era la mejor solución para una Venezuela polarizada y necesitada de reconciliación, ya que no solo nos permitía establecer una discusión entre todos –oposición y oficialismo- de un mejor proyecto para el futuro del país, sino hacerlo en paz y en democracia, respetando a todos los sectores democráticamente en su justa proporción.

Nos organizamos en muchos Estados del país impulsando lo que dimos en llamar Juntas Activadoras del Poder Constituyente Originario (JAPCOs), figura a través de la cual impulsamos la recolección del 15% de las manifestaciones de voluntad necesarias para ese llamado a una Constituyente Originaria basada en la aprobación del pueblo.

Sin embargo, el 1ro de Mayo el país fue testigo de una convocatoria a un proceso constituyente sin la aprobación del pueblo de Venezuela, donde el gobierno nacional haciendo uso indebido de su facultad para la iniciativa constituyente establecida en el Articulo 348, convocaba al país a un proceso constituyente.

Todo el país rechazó esta convocatoria por fraudulenta, y la oposición venezolana satanizó en forma tal el proceso constituyente que hizo imposible a la Alianza Nacional Constituyente seguir en su labor pedagógica de educar al pueblo venezolano de las ventajas que tendría para el país la transformación que sigue siendo necesaria para corregir los errores estructurales de la Constitución de 1999, perdiéndose de esta manera una vía extraordinaria que, de la mano del pueblo venezolano, podría –y creemos que aun puede- resultar en la forma más expedita y útil de acercar y conciliar un país que se encuentra completamente descuadernado y a las puertas de un conflicto civil. Cualquier cosa que pase en Venezuela deberá terminar en un proceso constituyente, y más vale que sea antes y no después de una confrontación.

Los venezolanos demostramos al mundo el pasado 16J, a través del acto de protesta ciudadana más importante que jamás se haya visto, una Consulta Popular organizada desde las entrañas mismas de la sociedad civil, nuestra vocación cívica y  democrática, lo que demuestra que no deseamos resolver nuestras diferencias con violencia sino a través del voto, siempre y cuando sea respetada esa vocación.

Este esfuerzo, a pesar de haber sido una iniciativa propuesta a la MUD por la Alianza Nacional Constituyente, fue malinterpretada posteriormente hacia una salida electoralista, volviendo a equivocarse la oposición oficial, tergiversando el verdadero mandato del pueblo que exigía -y aún exige desde el 6D-2015- la conformación inmediata de un Gobierno de Unión Nacional desde la Asamblea Nacional, tal y como fue el mandato de la pregunta No. 3 de la Consulta Popular.

Desde la Alianza Nacional Constituyente estamos presenciando que aun cuando el pueblo expresó en la Consulta Popular su inconformidad con un llamado a constituyente sin su autorización, el gobierno insiste en realizarlo, lo que con toda seguridad traerá como consecuencia una conflagración civil de una magnitud desconocida. No podemos permanecer impasibles ante eso sin proponer una solución para impedirlo.

Y nuestra propuesta a los venezolanos es que si el gobierno insiste en un llamado a un proceso constituyente, solicitarle claramente que este sea realizado de la manera correcta, como siempre ha sido nuestro planteamiento, utilizando los mecanismos constitucionales adecuados para su ejecución y respetando los principios cardinales que guían a este proceso. Ese ha sido el trabajo de muchos años de la Alianza Nacional Constituyente y lo ponemos de nuevo al servicio de los venezolanos. Esto nos permitiría acordar la solución conjunta a esta grave crisis que nos aqueja.

Si el Proceso Constituyente, así como las Bases Comiciales que sean discutidas conjuntamente, son aprobados por el pueblo en Referendo Consultivo, por la naturaleza del mismo mecanismo, nadie debería ser excluido, ni los factores del gobierno ni los de la oposición. El mismo proceso, se encargaría de regular la participación equitativa de todas las partes y su representación proporcional. De esta manera los venezolanos estaríamos resolviendo la crisis con votos, discutiendo en el foro constituyente el futuro del país.

Nuestra propuesta es entonces que se detenga y se reformule ese proceso constituyente del 30 de julio y se discutan, con la intervención de mediadores internacionales aprobados por ambas partes, los términos de un nuevo llamado Constituyente. Creo firmemente que eso es lo que al menos deberíamos intentar antes de que una espiral de violencia nos lleve a todos a una guerra fratricida que nadie ganaría. Aunque creamos que esta comunicación pueda ser ignorada, que la historia no nos juzgue sin un último llamado a la reconciliación y la paz.

Caracas, 23 de Julio de 2017

Twitter:@laguana

jueves, 20 de julio de 2017

¿Qué parte de la pregunta No. 3 no entendió la MUD?

Por Luis Manuel Aguana

¡Qué difícil resulta ayudar a la oposición venezolana! Eso es lo que me imagino deben estar diciendo todos aquellos factores internacionales que desde el exterior se han pronunciado a favor de una solución a la grave crisis de Venezuela. Pareciera que cuando hacen algo bueno con las manos, ellos mismos se ocupan de destruirlo con los pies.

Escribía hace un mes cuando explicaba el mecanismo de la consulta popular: “¿Qué requiere esto? De una decisión formal de la Asamblea Nacional -que todavía esperamos- de ir a un proceso de Referendo Consultivo con la mayoría simple de sus integrantes de acuerdo al Artículo 71 y establecer a seguidas un cronograma de ejecución inmediata para esa consulta sin el CNE porque estamos en 350, con la colaboración cívica de todos los ciudadanos, investidos o no de autoridad, porque estamos en 333.” (ver ¿Y cómo nos comemos el 333 y el 350?, en http://ticsddhh.blogspot.com/2017/06/y-como-nos-comemos-el-333-y-el-350.html).

Pues bien, a pesar de que la dirigencia de la MUD estaba en contra de ir a una consulta popular, porque tercamente insistían en la vía confrontacional en las calles, lo que traería como resultado más muertos de jóvenes venezolanos, un reducido grupo de ciudadanos de la sociedad civil encabezados por la Alianza Nacional Constituyente, pudo imponer la racionalidad en la dirección política de la MUD, lográndose el gran acto de la Sociedad Civil en el Teatro Chacao, donde se le solicitó a la AN un Referendo Consultivo basado en el Artículo 71 constitucional para consultarle al pueblo en los temas de trascendencia nacional establecidos en el documento titulado “Gran Acuerdo Nacional ¡Que sea el Pueblo quien decida!” del 3 de julio de 2017 (ver http://www.unidadvenezuela.org/2017/07/documento-gran-acuerdo-nacional-sea-pueblo-quien-decida/).

Al final el acuerdo de la Asamblea Nacional del 5 de julio basó la consulta popular realizada el 16J en el Artículo 70 y no en el Artículo 71 solicitado en el Teatro Chacao por la Sociedad Civil (ver De Referendo a Plebiscito, en http://ticsddhh.blogspot.com/2017/07/de-referendo-plebiscito-una-lucha.html), incorporando adicionalmente las preguntas relativas a las Fuerzas Armadas y el Gobierno de Unión Nacional. Tal decisión la obligaba políticamente a proceder en consecuencia de haber, como efectivamente hubo, una respuesta extraordinariamente positiva del pueblo venezolano.

Pero esto ya es historia aunque hayan pasado menos de 7 días desde la consulta popular del 16J ¿Qué ha pasado entonces? Que la MUD nos sorprende con un documento político titulado “Compromiso Unitario para la Gobernabilidad” (ver http://www.lapatilla.com/site/2017/07/19/el-compromiso-unitario-para-la-gobernabilidad-acuerdo-presentado-a-los-ciudadanos-para-la-venezuela-post-maduro/), un programa de gobierno contentivo de un rosario de buenas intenciones de lo que harían los demócratas después de una supuesta ruta electoral, que incluye hasta elecciones primarias. ¿Qué parte de la pregunta No. 3 de la Consulta Popular del 16J no entendió la MUD? A la pregunta: “¿APRUEBA que se proceda a la renovación de los poderes públicos de acuerdo a lo establecido en la Constitución y a la realización de elecciones libres y transparentes, así como a la conformación de un Gobierno de Unión Nacional para restituir el orden constitucional?”, respondieron afirmativamente 6.384.607 venezolanos. Eso no se puede despachar como lo han hecho.

Ahora bien, ¿cómo pretende la MUD que existan elecciones sin el respaldo de las Fuerzas Armadas? ¡Obviamente que no existirán! Y mucho menos que se hagan elecciones primarias nacionales para que Henry Ramos Allup pueda competir para satisfacer su aspiración a ser Presidente de la República. Este personaje fatídico ha sido el enemigo No. 1 de realizar un gobierno de transición, y por eso pretende hacer jugadas electoralistas con el fin de que de alguna manera esta crisis termine en un acto electoral imposible que este puñado de delincuentes apruebe. ¿En qué país cree que vive? ¿Es así el tamaño de su ambición política, que hace que esta crisis se alargue de una manera criminalmente innecesaria, para ir más allá de un centenar de muertos?

Pero aun así la Asamblea Nacional tiene la obligación de conformar un Gobierno de Unión Nacional porque ese fue el mandato popular del 16J. Es claro que están entrampados si entendieron la pregunta de una manera interesada. Ahora quieren hacer elecciones con el supuesto afirmativo electoral de la pregunta No. 3, cuando no se pueden hacer elecciones. Podrían renovar los Poderes Públicos, como en efecto harán con los Magistrados del TSJ, pero por más trancazos que haga la gente con pérdida de vidas, tenemos a una banda de criminales conduciendo al país que impedirá que eso se cristalice. Eso amerita que los políticos opositores necesariamente piensen políticamente con más altura de lo que han hecho hasta ahora.

La pregunta No. 3 fue claramente interpretada por el pueblo como: “les damos la legitimidad para que cambien el régimen conformando un Gobierno de Unión Nacional, renueven los Poderes Públicos, y una vez renovados, hagan elecciones para legitimar un nuevo gobierno”. Ahora la MUD nos sale con su propia interpretación: “hacemos elecciones para cambiar el régimen, y desde ahora les presentamos por adelantado nuestro programa de gobierno” ¿Qué tal? Solamente que con esa interpretación no nos dicen como harán para que el régimen se vaya, haciendo que volvamos al punto inicial antes de la Consulta Popular, salvo que comencemos en serio con una guerra civil, como antes estaba planteada antes de la consulta. ¿Entonces para que sirvió ese esfuerzo gigantesco? Y no es un tema de que vamos a esperar un poco más porque “ya están caídos y somos mayoría”, o “somos reconocidos internacionalmente” o “ellos están divididos”, como lo han expresado los voceros de la MUD.

La consulta popular del 16J fue el acto de protesta ciudadana más trascendental de toda la historia de luchas que ha realizado la oposición venezolana y que se haya dado en el mundo. Así como lo leen. Ha movido las fibras de la democracia y libertad en todo el planeta. Aunque no lo percibamos, el mundo ha reconocido en los venezolanos la combatividad necesaria para no dejar que se instale un régimen comunista castrador de libertades.

Es por eso que sin haber pasado ni 24 horas los Estados Unidos reconocieron el resultado de esa Consulta Popular, así como Brasil, Perú, Panamá, Costa Rica, México, Puerto Rico y Argentina. El gobierno de los Estados Unidos anunció claramente sanciones al régimen de Maduro, de ser llevado a cabo ese fraude constituyente el 30 de julio, dándole a la oposición venezolana un claro mensaje de apoyo, como efectivamente lo ha hecho desde el comienzo de esta crisis. ¿En qué idioma, aparte del inglés, desean los distinguidos Diputados de la Asamblea Nacional que les hable nuestro principal aliado?

Entonces ustedes dirán, ¿y cómo se podría designar un Gobierno de Unión Nacional como indicaba la pregunta No. 3, sin el respaldo de las Fuerzas Armadas? Mi respuesta es: ¡haciéndolo! Designar ya en la línea de sucesión al Presidente de la Asamblea Nacional como Presidente de la República por emergencia nacional, para que conforme inmediatamente el Gobierno de Unión Nacional, y posteriormente en el mismo acto, solicitar el reconocimiento del Cuerpo Diplomático completo, aunque sepamos que algunos países estén comprados a los intereses del régimen. Pero por si no se han dado cuenta, señores Diputados, la Consulta Popular del 16J generó no solo la legitimidad interna, sino la externa de la comunidad internacional para designar desde ya un gobierno con respaldo internacional para actuar.

Y voy más allá. Ese gobierno una vez designado puede solicitar la ayuda internacional necesaria para combatir la violencia que genere el régimen, dando así el permiso necesario y requerido a la comunidad internacional para que nos ayuden a proteger las vidas y los bienes de los venezolanos, si es que con la propia fuerza, que debería estar en nuestras Fuerzas Armadas institucionales, no se lograra tal objetivo. Ese sería el momento estelar para que las Fuerzas Armadas, ahora del régimen, tomaran la decisión trascendental de seguir apoyando a unos delincuentes o proteger al pueblo venezolano representado por ese Gobierno de Unión Nacional. No en vano en la audiencia de ayer del Senado norteamericano, los senadores comparaban al régimen de Nicolás Maduro con un cartel de narcotraficantes, con un nuevo Pablo Escobar a la cabeza. ¿Qué más respaldo necesita la Asamblea Nacional?

Finalizo esta nota con las palabras de uno de los analistas políticos más reconocidos del U.S. Army War College (USAWC), Evan Ellis, quien en una reciente declaración para la revista Deutsche Welle, indicaba lo siguiente acerca de nuestra tragedia: Lo que ocurre en Venezuela no es una cuestión de política o de relaciones internacionales, sino un golpe del crimen organizado de gran escala: un grupo de criminales ha tomado control del Estado y asaltado su tesorería. El problema de fondo es que no existe un mecanismo jurídico internacional ni un modelo de cooperación regional que permita rescatar a un Estado en esas circunstancias sin violar su soberanía. De momento no hay cómo liberar a Venezuela, a su gente y a sus recursos de quienes los secuestran a punta de pistola.” (ver Venezuela es pasar hambre o luchar, en http://m.dw.com/es/evan-ellis-venezuela-es-pasar-hambre-o-luchar/a-38722778). Y lo más triste de todo esto es que la MUD espera elecciones de ese grupo de criminales. Para buen entendedor sobran las palabras…

Caracas, 20 de Julio de 2017

Twitter:@laguana