Por Luis Manuel Aguana
Extraño la época
donde había periódicos serios en lo que un titular valía cada centímetro de su
publicación. Su seriedad y veracidad estaba respaldada por su editor y el dueño
del periódico, hombres extraordinariamente serios y honestos y fuera de toda
duda. En Venezuela bastaba comprar El Universal y El Nacional para saberse
completamente documentado con las mejores opiniones y noticias certificadas de
lo que estaba realmente pasando en Venezuela y el mundo.
Lo mismo ocurría en otras partes del mundo. El New York Times, el Washington Post y otros de la misma talla eran la referencia obligada si se quería saber que era lo que pasaba en los Estados Unidos. Lo mismo ocurría con Europa y Latinoamérica con la prensa bandera de cada país. En Venezuela, para mí era lectura obligada leer diariamente la página de opinión de El Nacional. Era un soberbio deleite los nombres que allí aparecían. Había criterio, solidez y cultura al mismo tiempo. Lamentablemente, como todos ustedes saben, esa realidad cambió drásticamente con la irrupción de la tecnología y la desaparición paulatina de los periódicos tal y como los conocíamos, para dar paso a la información cruda y directa proveniente de las redes sociales.
Las nuevas generaciones nunca conocerán lo importante que significo la época de oro de la prensa seria para la vida de muchísimas personas en todo el mundo. La velocidad de la noticia se hizo más importante que su autenticidad, y se distorsionó la realidad.de las cosas. Ahora nadie sabe qué es lo que es verdad y que no lo es, porque que se trasladó la responsabilidad de la veracidad de lo que se lee al receptor de lo que se publica, al punto que comenzaron a aparecer verificadores que no pueden llevar el ritmo de todo lo que aparece porque es humanamente imposible. El océano de información es increíblemente grande y cambia cada segundo. Y esto tiene consecuencias graves. Y una de ellas es la manipulación de la información. De allí que si usted recibe algo tiene la obligación de escarbar en ese océano y sacar de alguna manera la verdad. Y como es de mi interés Venezuela y todo lo que de ella se dice entonces me tomo esa tarea bien en serio.
Cuando media prensa digital en el mundo indica en grandes titulares como, “La UE degrada a Juan Guaidó a mero “interlocutor privilegiado”” (ElMundo.es, https://www.elmundo.es/internacional/2021/01/25/600f0c8b21efa0fc368b465a.html) o “Juan Guaidó baja a condición de “interlocutor privilegiado” para la Unión Europea” (Mercopress.com, https://es.mercopress.com/2021/01/26/juan-guaido-baja-a-condicion-de-interlocutor-privilegiado-para-union-europea), o “Venezuela. Los ministros de Exteriores de la UE rebajan a Juan Guaidó de presidente a simple “interlocutor privilegiado” (Hispanidad.com, https://www.hispanidad.com/confidencial/venezuela-ministros-exteriores-ue-rebajan-juan-guaido-simple-interlocutor-privilegiado_12023788_102.html), todo esto sin contar con la prensa digital controlada por el régimen en Venezuela (El Universal, Ultimas Noticias que no quiero referenciar aquí) y otra interesada en ver al Presidente Encargado arrodillado, el lector descuidado –que es la mayoría- automáticamente llegan a la conclusión de que eso es verdad, que Guaidó fue “degradado” cuando eso NO ES CIERTO. Veamos.
En primer lugar, la “Unión Europea se rige por un sistema interno en régimen de democracia representativa. Sus instituciones son siete: el Parlamento Europeo, el Consejo Europeo, el Consejo, la Comisión Europea, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el Tribunal de Cuentas y el Banco Central Europeo” (ver https://www.europarl.europa.eu/factsheets/es/section/187/las-instituciones-y-los-organos-de-la-union-europea). En otras palabras, no hay tal cosa como una entidad unificada que toma una decisión semejante a “degradar” la condición de nadie. De esas siete instituciones que componen lo que conocemos como la Unión Europea, solo el Parlamento Europeo y ahora el Consejo Europeo (también conocido como Consilium) han establecido posiciones claras en torno a la situación de Venezuela.
El 21 de Enero pasado el Parlamento Europeo aprobó una Resolución titulada “Últimos acontecimientos en la Asamblea Nacional de Venezuela” (ver Resolución No. 2021/2508(RSP), en https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/TA-9-2021-0019_ES.html) cuyo primer acuerdo fue el siguiente:
"1. Reitera que, hasta que no se celebren en Venezuela unas elecciones verdaderamente libres, dignas de crédito, inclusivas, transparentes y plenamente democráticas, seguirá considerando a la Asamblea Nacional elegida en diciembre de 2015, a su presidente Juan Guaidó y a su Comisión Delegada, también presidida por Juan Guaidó, que constituyeron la última expresión libre de los venezolanos en un proceso electoral, como el único órgano político democrático y representativo legítimo en Venezuela; pide al Consejo y a los Estados miembros que reconozcan también la continuidad constitucional de la Asamblea Nacional legítima de Venezuela elegida en 2015 y del presidente interino legítimo de Venezuela, Juan Guaidó" (resaltado nuestro)
En otras palabras el Parlamento Europeo, institución de la Unión Europea, SIGUE RECONOCIENDO A LA ASAMBLEA DE DICIEMBRE 2015 Y A JUAN GUAIDÓ COMO EL PRESIDENTE INTERINO LEGITIMO DE VENEZUELA. Por supuesto, al ser una de las instituciones y no representar en su totalidad a la Unión Europea en sus decisiones, piden al Consejo y a los Estados miembros que reconozcan también (porque ellos en esa Resolución ya lo hacen) la continuidad constitucional de la Asamblea Nacional y de Guaidó como Presidente interino legítimo de Venezuela.
Esta Resolución del Parlamento Europeo del 21 de Enero fue notificada “urbi et orbi” a todo el mundo político europeo y latinoamericano y no he visto ni la primera referencia de eso en las redes sociales por parte de los mismos que dicen que Juan Guaidó fue “degradado” por el Consejo Europeo: “15. Encarga a su presidente que transmita la presente Resolución al Consejo, a la Comisión, al vicepresidente de la Comisión / alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, al presidente interino legítimo de la República y de la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela Juan Guaidó, a los Gobiernos y Parlamentos de los países del Grupo de Lima, a la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana, al secretario general de la Organización de los Estados Americanos y al secretario general de las Naciones Unidas”.
¿Y que hizo el Consejo Europeo? Cuatro días después, el 25 de Enero, el Consilium que define las orientaciones y políticas de la Unión Europea, adopta lo que ellos llaman una Conclusión, que son las decisiones que se adoptan en cada una de las reuniones del Consejo Europeo. Estas Conclusiones “…se utilizan para definir asuntos específicos que preocupan a la UE y esbozar las acciones concretas que deben emprenderse o los objetivos que deben alcanzarse. Las Conclusiones del Consejo Europeo pueden asimismo fijar una fecha límite para alcanzar un acuerdo sobre un punto específico o para la presentación de una propuesta legislativa. De este modo, el Consejo Europeo está en condiciones de influir y fijar orientaciones sobre las prioridades en la actuación de la UE” (ver Conclusiones del Consejo Europeo, en https://www.consilium.europa.eu/es/european-council/conclusions/).
Las Conclusiones específicas que adoptó el Consejo Europeo para el caso venezolano se expresaron en el documento No. ST 5299 2021 de fecha 25 de Enero de 2021 (ver Conclusiones del Consejo sobre Venezuela (25 de Enero de 2021, en https://data.consilium.europa.eu/doc/document/ST-5582-2021-INIT/es/pdf). En ese documento de 8 puntos, se expresa entre otras conclusiones lo siguiente en el punto No. 3:
“3. La UE reitera su apoyo a todos aquellos que trabajan en pro de un futuro democrático para Venezuela. La UE reitera sus llamamientos en favor de la garantía de todos los derechos políticos y civiles, la liberación inmediata e incondicional de todos los presos políticos y la libertad y seguridad de todos los opositores políticos, en particular los representantes de los partidos de la oposición electos a la Asamblea Nacional de 2015, y especialmente Juan Guaidó, así como otros representantes de la oposición democrática. La UE considera que son actores importantes e interlocutores privilegiados y anima a la oposición democrática a que adopte una posición unificada con vistas a un proceso integrador de diálogo y negociación.” (resaltado nuestro)
¿Dice allí alguna palabra donde se diga o entienda que se “degrada” la condición de Presidente Encargado de Juan Guaidó o que el Consilium reconsidere su posición en relación a su Presidencia Encargada? Creo más bien que fue todo lo contrario. Si bien es cierto que en ese documento no se aborda la solicitud del Parlamento Europeo establecida en el punto No. 1 de su Resolución, llegar a expresar lo que se dice en esos titulares de los medios digitales es poco menos que una distorsión a la realidad. Los Jefes de Estado que componen los 27 países de la Unión Europea no fijaron en esas Conclusiones una posición en torno a la continuidad constitucional de la Asamblea Nacional o el Presidente Encargado. Luce muy claro que era demasiado pronto para considerar la solicitud de esa Resolución o simplemente fueron prudentes de esperar que los 27 Estados decidieran cada uno esa solicitud para luego abordarlo en una posterior Conclusión.
Además de considerar la posición permanente del Consejo Europeo de insistir con hacer negociaciones y “establecer urgentemente un dialogo” (Punto No. 4), el Consilium dice algo que me pareció sumamente importante y que pasó desapercibido por la mass media: “Para que este proceso de negociación tenga éxito, debe ser integrador y contar con la participación de representantes de las autoridades y de la oposición democrática, así como de las organizaciones de la sociedad civil”. Y esto es algo muy novedoso. Le está poniendo una silla a la sociedad civil en esa mesa de diálogo. Si esto es así, entonces el Consejo Europeo tendrá que aceptar y tomar en cuenta la opinión de 6,4 millones de venezolanos que expresamos del 7 al 12 de Diciembre de 2020 que el régimen debe abandonar el poder antes de hacer cualquier otra elección. Y ese es el único dialogo que queremos. Si los politiqueros de la oposición oficial insisten en elecciones regionales o de cualquier otra índole sin esa condición previa como lo decidimos en la Consulta Popular nunca habrá seriedad en ningún planteamiento con la Comunidad Internacional, y Maduro y sus delincuentes seguirán en el poder. Pues bien ahora hay un mandato que deben cumplir del pueblo venezolano y eso lo tienen que conocer oficialmente todos los países del mundo.
Desde esta tribuna seguiré insistiendo: el Gobierno Encargado de Juan Guaidó DEBE informar oficialmente a todos los países del mundo, y defender ante todas las instancias internacionales el resultado de la Consulta Popular de Diciembre de 2020. El Parlamento Europeo y Consejo Europeo deben ser informados oficialmente, así como el resto de los países del continente a través de nuestra representación en la OEA. No hacerlo porque se tiene un posicionamiento ambiguo de cohabitación electorera con el régimen, perjudica a los venezolanos y le hace un daño inmenso a la libertad de Venezuela. De continuar en esa posición Juan Guaidó no llegará a ser nunca ni siquiera el “interlocutor privilegiado” de ningún proceso de diálogo y negociación, como dice el Consejo Europeo en sus Conclusiones. Al ignorar al pueblo que se expresó en Diciembre llegará el momento en que ni siquiera tenga el privilegio de ser el interlocutor de los venezolanos…
Caracas, 29 de Enero de 2021
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