miércoles, 24 de diciembre de 2025

El pesebre de este año

Imagen de la nota restaurada por cortesía de AI Google Gemini

Por Luis Manuel Aguana

English versión

La Navidad de este año es particularmente importante para una profunda reflexión acerca de lo que está viviendo el país. En esta época, donde la tradición indica que deberíamos estar evocando principalmente lo mejor para todo el mundo, y expresando nuestro mayor optimismo y deseo para el bienestar del prójimo, nos encontramos todavía en la dura incertidumbre del propio bienestar.

¿Cómo llegamos hasta aquí? Con un liderazgo fuerte y sólido, María Corina Machado (MCM) condujo una cruzada que terminó en Oslo con el Premio Nobel de la Paz. El Comité del Nobel reconoció la lucha del pueblo venezolano, en cuya cabeza se encontraba la hoy laureada del Premio. Pero aun así, ¿por qué sentimos, en la Navidad de 2025, que nos encontramos todavía en la orilla, luego de haber nadado tanto?

MCM llegó al sitial que ostenta, ahora como Premio Nobel de la Paz, porque encarnó una aspiración unánime de las mayorías: el regreso a casa de su familia, y en especial para estas fechas sentidas del pueblo venezolano.  Deseo especialmente recordar las palabras del periodista  Leoncio Martínez en su editorial del 26 de septiembre de 1936, en su semanario Fantoches, titulado “El Significado de las Masas Populares”:

“Los pueblos no siguen a sus agitadores sino a quienes encarnen a una aspiración unánime de la mayoría. Los pueblos no conocen agitadores sino interpretes, por eso siguen a quien les promete alimento cuando tienen hambre, a quien les habla de justicia cuando se sienten oprimidos, y hasta a aquellos que les prometen venganza cuando se sienten víctimas” (ver Leoncio Martínez,  El Significado de las Masas Populares”, en https://ticsddhh.blogspot.com/2011/06/el-significado-de-las-masas-populares.html).

Y vaya que esta fue y sigue siendo una aspiración transversal unánime que nos une a todos los venezolanos sin distingo de bandos: el regreso de la familia, luego de la salida del régimen. Y MCM interpretó correctamente ese sentimiento y se coloco delante de todo un pueblo para la construcción de la solución de ese problema. Y aunque le impusieron un candidato, forzado por las circunstancias, después de haber hecho esa promesa, el pueblo paso por encima de esa barrera para hacer efectiva esa sentida aspiración, votando abrumadoramente el 28J-2024 por quien fuera que representara ese anhelo que ella encarnó. Pero esa esperanza no llegó a concretarse para esta Navidad.

Y aun cuando exista un conjunto de graves elementos que expliquen el porqué todavía el régimen sigue gobernando en Venezuela, y se tengan las mejores y más fundamentadas razones del porqué esa aspiración aún no se ha hecho efectiva, la simple realidad que nos golpea hoy en la cara, habiendo esa masa popular puesto indiscutiblemente el liderazgo político en las manos de quienes lo tienen, toda la situación se siente en Venezuela esta Navidad como un fracaso en sí mismo. Y esa es la reflexión profunda que deben hacer hoy, en este día especial para la familia venezolana, quienes, estando al frente del liderazgo opositor, tienen aún en espera trágica a las masas populares.

En este sentido, quise traer para la memoria de los venezolanos y la reflexión de la Navidad de 2025 la imagen de cómo se percibía para la Navidad de 1936 el gobierno del General Eleazar López Contreras, considerado a la fecha como de transición, para finales de ese año, especialmente con la portada del semanario Fantoches de hoy, hace 89 años, que ilustra esta nota. Fíjense bien en la imagen que acompaña esta nota, que pude, con los milagros de la tecnología gráfica de la IA, obsequiarles para esta Navidad.

Leoncio Martínez, Leo, quien dirigía el semanario, era muy agudo en las ilustraciones que colocaba en la portada del semanario. La portada de hoy hace 89 años de Fantoches, se titulaba “El pesebre de este año”. Como recordarán, el General Eleazar López Contreras, sucesor del dictador Juan Vicente Gómez, fallecido oficialmente el 17 de diciembre de 1935, cumplía un año en el poder para la fecha del número 568 del semanario.

En el pesebre, “el Niño Jesús” estaba representado por el niño Eleazar en pañales, rodeado por San José y la Virgen María, representados por el popular “Juan Bimba” y su mujer, como padres de la criatura, simbolizando al pueblo de Venezuela. Como todo venezolano debiera conocer, el Poeta del Pueblo, Andrés Eloy Blanco, en su prisión del Castillo de Puerto Cabello, describió el perfil de nuestro pueblo en una sola figura conocida como “Juan Bimba”, a partir de ese momento y para siempre.

Los tres “Reyes Magos” postrados a la orilla del pesebre constituyen un trío muy conocido en Venezuela: el famoso lagarto político corrupto, ofreciendo la bolsa de dinero; el viejo miserable empresario “robagallinas” oportunista, siempre presente, ofreciendo su negocio; y el “chácharo” armado, supuesto conocedor del problema militar, con machete en la mano, ofreciendo el arma. Los tres obsequiando lo único que tienen y lo que son, para la importante ocasión.

Al fondo, la coreografía completa de los partidos de aquel entonces, haciendo cola para presentar sus respetos, buscando, como siempre, lo que puedan conseguir. Encima del pesebre, una cinta larga con el texto “CALMA Y CORDURA….GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS Y DEMOCRACIA EN LA TIERRA PARA LOS HOMBRES DE BUENA VOLUNTAD”. Con la famosa frase del General López Contreras –Calma y Cordura-, ese pesebre era y todavía es, la viva representación de la “democracia para los hombres de buena voluntad” de Venezuela que ha prevalecido hasta ahora.

¿No les parece conocida esa imagen? Es la misma corte que se presentó en Oslo, Noruega, en estos días, por supuesto actualizada en tiempo y personajes, con motivo del nacimiento oficial del liderazgo nuevo del país, en ocasión de su Premio Nobel de la Paz, con la participación estelar de los especímenes que aparecen inmediatamente al momento de un alumbramiento similar en nuestro país. La política en Venezuela no ha cambiado en nada después de 89 años, solo en las formas y los protagonistas, y en especial, la representación del pueblo, “Juan Bimba” y su mujer, como los padres y creadores indiscutibles del niño en el pesebre.

Pero lo que sigue después de esa portada es lo más interesante. El editorial de semanario  Fantoches de ese 24 de diciembre de 1936, No. 568, reseña las conclusiones de una  entrevista realizada por el periodista colombiano, Luis Enrique Osorio al General Eleazar López Contreras, ya en su condición de Presidente de la República, para la revista “Acción Liberal” de Bogotá, Colombia, y que les transcribo a continuación:

“Su PORVENIR

En torno a la personalidad del General Eleazar López Contreras se tejen las más variadas suposiciones.

Para los extremistas de uno u otro cuño, es un hombre débil. Para los impacientes, un continuador de la autocracia andina, que juega a la libertad mientras se afianza en el mando. Para algunos conservadores extranjeros parece una figura de transición a lo Kerensky, que facilitará incontenibles reacciones populares.

Pero todos esos conceptos, ¿no serán cálculos hechos a base de criterio europeo, por quienes creen que la política americana debe ser siempre un eco de las reacciones del viejo mundo?

Nosotros nos limitamos a afirmar que Eleazar López Contreras es el hombre que tiene hoy más poder en Iberoamérica. Poder material y moral.

Le respalda un ejército leal que confía en él y ha de seguirle adonde él indique. Le respalda una fuerza intrínseca que nadie discute: la honradez. Posee serenidad de piloto. Cuenta con un fisco rico y saneado, y con medio territorio nacional confiscado a Juan Vicente Gómez. Cuenta con el pueblo más dinámico, plasmable, audaz, emotivo y visionario del continente. Tan fuerte es, que no le da miedo repartir libertades públicas en un país que llevaba cien años de dictaduras.

Tócale además gobernar en un momento propicio a las grandes transformaciones sociales, cuando la humanidad busca nuevos derroteros y la América Ibera tiende a la madurez frente al desconcierto de Europa.

Si el General Eleazar López Contreras aprovecha su poderío para realizar en verdad las ideas de Bolívar, no habrá fuerza capaz de cerrarle el paso.

Aún más: el es hoy quizá el único mandatario  de la América tropical que puede darse el lujo de ser bolivariano.” (Leoncio Martínez, extracto del editorial del Semanario Fantoches, No. 568, Caracas, 24 de diciembre de 1938) (resaltado nuestro).

Podríamos calcar con precisión el pasado con el presente. ¿Cuál es el porvenir que le espera a este nuevo liderazgo opositor? Hoy, al igual que ayer, tenemos un nuevo liderazgo catalogado por propios y extraños como honrado, con un pueblo extraordinario que lo respalda, en un momento estelar de la historia del mundo. Al igual que se describió hoy hace 89 años, si se aprovecha ese poderío, “no habrá fuerza capaz de cerrarle el paso”. ¿Será posible que perdamos el autobús de la historia por un liderazgo que decida aceptar los “regalos” de estos tres “Reyes Magos” que se aparecieron en el “pesebre” de Oslo? “Juan Bimba” está observando con preocupación legítima el desenlace de los eventos actuales de toda esta historia…

Para finalizar haré mías las palabras de Leo en su inmortal editorial de las masas populares: “A nombre de ese pueblo que sabe lo que siente y sabe lo que quiere, a nombre de esa masa que es la misma que luchó y venció al lado del Libertador hasta lograr implantar las doctrinas de la democracia y la igualdad social, a nombre de ese conglomerado consciente que no ha servido de pedestal para la gloria de nadie sino para su propia gloria, ya que el Libertador era a la vez hombre y masa, porque dentro de él dormía el pueblo libre a que aspiraba, pedimos para Venezuela la legitima apreciación de la democracia, de esa democracia siempre reñida con quienes pretenden imponer sin oír, gobernar sin acatar.

Léase bien, ese liderazgo no fue entregado por las masas populares para servir “de pedestal para la gloria de nadie sino para su propia gloria”, y a eso nos debemos todos. Y en justicia pedimos, o mejor aún, exigimos, que sea para “la legítima apreciación de la democracia, de esa democracia siempre reñida con quienes pretenden imponer sin oír, gobernar sin acatar”, tanto como para los que se aparecieron en el pesebre de ayer en 1936 y los que ahora vimos en Oslo hace algunos días. Que lo que pedimos desde el 28 de julio de 2024 no sea solo un regalo solicitado hoy al Niño Jesús en vísperas de su nacimiento, sino el cabal cumplimiento de una promesa hecha y respondida, con la generosidad que solo el pueblo de Venezuela es capaz de dar, en justa interpretación de sus más sentidas necesidades y anhelos. No es un regalo, es un mandato…

Como todos los años, reciban mis mejores deseos porque pasen la mejor Feliz Navidad posible del mundo, en estos momentos llenos de ansiedad e incertidumbre, y en especial a quienes he tenido el honor de contar como mis lectores durante este duro Año del Señor 2025. Dios me los bendiga siempre…

Caracas, 24 de diciembre de 2025

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

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Twitter:@laguana


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