jueves, 9 de agosto de 2012

Transparencia Electoral

Por Luis Manuel Aguana

Deseo sustituir el término “Fraude Electoral” por el de “Transparencia Electoral” al ser el primero consecuencia del segundo. De acuerdo a Wikipedia, “El fraude electoral es la intervención deliberada en un proceso electoral con el propósito de impedir, anular o modificar los resultados reales”. Sin embargo, esto es imposible de realizar si el organismo electoral y los intervinientes en el proceso muestran transparencia en todos sus pasos, permitiendo que estos se puedan constatar y verificar de una manera clara y transparente para la población y que se pueda demostrar que el proceso es pulcro y comprobable en todas sus partes.

El fraude no es otra cosa que una consecuencia de un proceso obscuro, tapado y mal llevado a los ojos de los electores. Dice el dicho que la mujer del César no solo debe ser honesta sino parecerlo. Por eso es que la gente habla de fraude en Venezuela. Y en ese sentido prefiero hablar de transparencia, que es en realidad el fondo del problema, porque lo otro es su consecuencia.

En la nota anterior del blog (ver Elecciones Auténticas en http://ticsddhh.blogspot.com/2012/08/elecciones-autenticas.html) indicaba que las Elecciones Autenticas no solo constituían un derecho humano establecido en los Pactos y Tratados internacionales de Derechos Humanos, con plena vigencia legal en nuestro país, sino también que Venezuela había sido precursor y protagonista principal de ellos. El fondo conceptual de la normativa es expresa: tenemos el derecho humano de votar y ser elegidos en elecciones periódicas, auténticas”, y que se garantice la libre expresión de la voluntad de los electores”.

Y en ese sentido esa garantía tiene que provenir del árbitro y del sistema que se elija para contar los votos. El sistema no son las maquinas o los programas de computación. Eso es solo una parte del sistema electoral. Es el entramado de procesos, sistemas de cómputo, personas, trazas de papel, auditorías previas al proceso, durante el proceso y posteriores al proceso electoral.

¿Porque las elecciones en Venezuela, antes de esta pesadilla chavista, eran una fiesta democrática? Porque la única manera en que se cometiera alguna irregularidad era que las Actas fueran modificadas antes de salir de los centros por alguna situación de los partidos y sus testigos, pero el público, toda la gente, se quedaba esperando hasta el final del acto electoral para presenciar el conteo de los votos en todas y cada una de las urnas electorales de los centros en todo el país y donde se cantaban a viva voz TODOS los votos de los candidatos. Y así, al ir llegando las Actas al CSE, en carro, en avión o en burro, se iban transcribiendo para su procesamiento en una computadora que al final emitiría un listado de los resultados por Estado y nacionalmente.

Al existir en Venezuela un Estado de Derecho perfectible y un Consejo Supremo Electoral (antiguo CSE) que no tenía nada que esconder, quedaba en manos de los partidos políticos cuidarse los unos a los otros y exigir al árbitro condiciones iguales para todos. Cada partido tenía su representante técnico ante en CSE y todos reconocían la seriedad del árbitro. Tigre no comía a tigre, rezaba el refrán.

No había más complicación técnica que un programa para sumar Actas. El proceso era clarísimo para todos los participantes, los partidos políticos, el árbitro electoral y el pueblo venezolano. ¿Y cual era la auditoría posterior? Las Actas en poder de los partidos eran sumadas en sus respectivos comandos y hasta que todos hubieran constatado esa suma, no daban el reconocimiento al vencedor. Y allí se acababa la historia. Y los votos SIEMPRE cuadraban con el CSE, con diferencias insignificantes. En CSE le daba la autorización a la prensa a dar sus proyecciones después del primer boletín que ocurría bien temprano en la noche, no como el madrugonazo que nos aplicaron en el Referéndum Revocatorio.

El CSE garantizaba un Registro Electoral confiable para todos porque existía una Fiscalía de Cedulación que estaba en manos siempre de la oposición que se aseguraba que nadie que no tuviera una Partida de Nacimiento venezolana o fuese nacionalizado estuviera registrado. A la hora de la verdad, todos los votos eran contados a la vista de todo el mundo. ¿Cómo se podría torcer la voluntad popular con un sistema así? Entonces nuestras elecciones eran AUTENTICAS precisamente porque eran TRANSPARENTES para todo el mundo.

Para los nuevos votantes que solo eran unos niños cuando comenzó su mandato el Presidente Saliente, les puede parecer este proceso como una cosa del pasado, incluso retrograda. Pero era autentico y todo el mundo salía satisfecho, incluso aquellos que resultaban derrotados electoralmente.

Entonces, cuando llega la “era de la automatización”, de la tecnología, esta condición se perdió. Los procesos se complicaron tanto que es ahora necesario el concurso de técnicos especializados que ahora tratan de convencernos que aquella autenticidad del pasado aun existe. No es posible hacer sencilla una complejidad técnica sin que el común de la gente desconfíe. No es posible hacer creer a una población que su voto es secreto si hay una maquina que te identifica antes de que emitas tu voto. Eso esta más allá de toda duda razonable. Ya lo explicamos antes, la percepción de la realidad es la realidad misma. ¿Qué parte del “NO” no entendieron?

Un sistema electoral obscuro, que necesita mil auditorías técnicas para que la gente empiece a medio entender, ni siquiera a confiar, a entender, NO ES TRANSPARENTE Y EN CONSECUENCIA NO ES AUTENTICO. De eso se trata nuestra exigencia al CNE del Presidente Saliente. Con el fin de lograr una mayor transparencia en ese proceso completamente opaco del CNE y para que este se pueda medio tragar por parte de la ciudadanía, la Oposición Civil ha solicitado que se cumplan al menos dos exigencias: 1.- Retiro inmediato de las captahuellas de las mesas electorales y 2.- Auditoría, sino de todo el RE, al menos de una muestra estadística de él, con el consecuente regreso a las condiciones, proceso y auditorias de las elecciones parlamentarias del año 2010.

Eso ES PERFECTAMENTE POSIBLE DE REALIZAR INMEDIATAMENTE, de acuerdo a los datos expuestos por los técnicos del Grupo La Colina. De no hacerlo, la autenticidad del proceso del 7 de Octubre será inexistente y en consecuencia nuestro derecho humano a unas Elecciones Auténticas habrá sido abiertamente violado. Quedamos a la espera del pronunciamiento de nuestro candidato en relación a este importante asunto que, al acercamiento de la fecha de las elecciones, resulta insoslayable. ¡Elecciones Auténticas YA!

San Juan de Puerto Rico, 9 de Agosto de 2012

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lunes, 6 de agosto de 2012

Elecciones Auténticas

Por Luis Manuel Aguana

Una de las extraordinarias ventajas de las comunicaciones a través de Internet es que siempre quedan. Esto es, cualquier cosa que se escriba, de alguna manera, es replicada, guardada y encontrada a través de los buscadores de la red. Y si es importante, con más razón aún. Escribía en mayo del año pasado (ver Comunicarse sin límites: Un nuevo Derecho Humano http://ticsddhh.blogspot.com/2011/05/comunicarse-sin-limites-un-nuevo.html) que la expresión del hombre y la manera horizontal de las comunicaciones actuales permiten llegar directamente a cualquier persona del planeta, sin importar cargo, jerarquía, notoriedad, distancia geográfica. Esto fue lo que me motivó, entre otras cosas, a escribir en este blog. Que increíble que escribas algo y comuniques lo que piensas y tengas de auditorio al mundo entero, si el mundo decide que lo que dices es importante.

Lo de arriba no es un ataque de egocentrismo. Es la realidad a la que nos vemos expuestos por la tecnología aplicada al ser humano. Es también por esa misma razón que al existir actores aguerridos en la red en Venezuela, que defienden constantemente una posición de derechos -porque sabemos de cierto que existen situaciones en nuestro país que consideramos injustas y violatorias de los Derechos Humanos-, se está probablemente minimizando o tal vez previniendo tales ataques a los derechos de las personas.

Al ser escritas, comunicadas y explicadas a un auditorio que es mundial, provocamos una espiral de opinión cuya resultante es un muro adicional que se le pone al frente a aquellos que violan nuestros derechos de la manera más terrible y descarada. Al unirme a esa lucha permanente me siento honrado de poder contribuir modestamente con este blog, poniendo al menos un ladrillito en ese muro. Si todos pusiéramos uno, estoy seguro que el muro sería más fuerte y difícil de derribar.

Ahora mismo estamos en la construcción de un muro para defender nuestro derecho humano de tener Elecciones Auténticas en Venezuela. De que ese Derecho Humano sea respetado puede depender que no se nos irrespeten otros igual de cercanos al ser humano, como por ejemplo el Derecho a la Vida, a la Libertad de Expresión, el Derecho a la Propiedad, y en general todos los derechos que este gobierno ha atropellado a mansalva, arrastrando por el piso la Constitución de 1999, “la mejor Constitución del mundo”, la cual paradójicamente terminaron defendiendo aquellos que no votaron por ella, como este servidor.

A través de un documento publicado por ESDATA titulado “Las Elecciones Autenticas son un Derecho Humano” (ver http://es.scribd.com/doc/53632641/Las-Elecciones-Autenticas-son-un-derecho-humano) esta organización explica con detalle cuales son las bases que sustentan tal afirmación. Sin embargo, deseo añadir a esta completísima declaración algo que considero muy importante: Los principales tratados internacionales de Derechos Humanos, antes de existir la Constitución de 1999, fueron ratificados internamente por el Estado venezolano, y más aun, en algunos casos, llevan nuestra lucha por las libertades impresa en ellos.

El Congreso de la República de Venezuela decretó la Ley Aprobatoria de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, "Pacto de San José de Costa Rica", y cuyo texto indicaba: “Artículo 1ro. Se aprueba la Convención Americana sobre Derechos Humanos, Pacto San José de Costa Rica, suscrito en la Conferencia Interamericana Especializada sobre Derechos Humanos, en San José de Costa Rica, el 22 de noviembre de 1969”. Esta Ley se publicó en la Gaceta Oficial de Venezuela No. 31256 de Junio 14 de 1977. De allí el Art. 23, Aparte 1b, indica: “Todos los ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y oportunidades:” b.- De votar y ser elegidos en elecciones periódicas autenticas, realizadas por sufragio universal e igual por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores...”. Ese derecho lo tenemos los venezolanos por Ley desde 1977.

El mismo derecho humano de elegir de manera autentica a nuestros representantes nos viene también, como bien dice el documento de ESDATA, por el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, que es Ley en Venezuela desde 1978. El Congreso de la República de Venezuela decretó la Ley Aprobatoria del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y cuyo primer artículo rezaba: “Artículo 1ro. Se aprueba el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 16 de diciembre de 1966, suscrito por la República de Venezuela el 24 de junio de 1969”.

¿Qué les indica eso? Que nuestro país siempre fue pionero en la defensa de los Derechos Humanos, precisamente en los periodos satanizados por el principal violador de derechos humanos de la historia contemporánea de Venezuela. El Artículo 25 del Pacto en su aparte b.- reza: “Artículo 25. Todos los ciudadanos gozarán, sin ninguna de la distinciones mencionadas en el artículo 2, y sin restricciones indebidas, de los siguientes derechos y oportunidades: b) Votar y ser elegidos en elecciones periódicas, auténticas, realizadas por sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la voluntad de los electores…”

Por último la Declaración Universal de los Derechos Humanos, adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en su Resolución 217 A (III), de 10 de diciembre de 1948, en su Artículo 21, numeral 3 reza: “La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público; esta voluntad se expresará mediante elecciones auténticas que habrán de celebrarse periódicamente, por sufragio universal e igual y por voto secreto u otro procedimiento equivalente que garantice la libertad del voto.”. De acuerdo a especialistas en la materia “Venezuela suscribió los postulados y principios contenidos en la Declaración Universal, y así se comprometió ante la comunidad internacional a hacer efectiva su vigencia” (Ver http://www.abogadoespecialista.net/2012/01/la-declaracion-universal-de-los.html).

Los tres principales instrumentos de carácter internacional que respaldan nuestra exigencia a unas Elecciones Auténticas citan este concepto y los tres han sido aceptados por nuestro país y antes de este gobierno violador, ya sea mediante leyes internas antes de vigencia de la Constitución de 1999 y ahora más todavía con ella; y son parte integral de nuestro ordenamiento jurídico.

Pero lo que es más importante a mi juicio en toda esta discusión es que la Declaración Americana, mejor conocida como la Declaración de los Derechos y Deberes Internacionales del Hombre, producida en la Novena Conferencia Internacional Americana en Bogotá, Colombia del 30 de Marzo al 2 de Mayo de 1948, fue precursora de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

En esa conferencia se creó la Organización de los Estados Americanos-OEA con la firma de La Carta de la OEA el 30 de Abril de 1948 en la “Quinta de Bolivar” en Bogotá. Eso es poco conocido por los venezolanos. Rómulo Betancourt presidió esa Conferencia enviado por el Presidente de Venezuela, Rómulo Gallegos. En su Artículo XX, la Declaración Americana reza: “Toda persona, legalmente capacitada, tiene el derecho de tomar parte en el gobierno de su país, directamente o por medio de sus representantes, y de participar en las elecciones populares, que serán de voto secreto, genuinas, periódicas y libres..

En el informe anexo al Proyecto definitivo de la Declaración Americana, se justificó el Artículo XX de la siguiente manera (y lean bien porque es histórico):

“Siendo el del sufragio un derecho primordial en la organización democrática, cuya base se halla precisamente en la facultad del pueblo de escoger libremente a sus representantes y dirigentes, subrayamos que el Artículo es trascendental, mas de nada valdrá si no es cumplido lealmente, si en la realidad no se crea un mecanismo que registre con fidelidad la voluntad popular, si los gobiernos y los estadistas de América no se empeñan en mejorar las costumbres políticas y en que sus reiteradas protestas y declaraciones a favor de la democracia estén acompañadas por un esfuerzo tesonero con el fin de que en terreno de los hechos el sistemas democrático sea aplicado y respetado, así como constantemente perfeccionado”.[1]

Si no hubiese sido escrito hace más de sesenta años diría que fue escrito por un activista del derecho a Elecciones Autenticas. Por donde lo queramos ver, los venezolanos hemos sido protagonistas y defensores históricos del derecho de Elecciones Auténticas. ¡¡¡La Carta de la OEA se firmó en la casa de Simon Bolívar en Bogotá, por Dios Santo!!! Es inimaginable que en nuestra propia casa tengamos que pedir que se nos respeten unos derechos que nosotros mismos diseñamos, y habiendo sido los precursores de esa materia en el mundo entero. Pero lo vamos a exigir, y no tímidamente. Los Derechos no se negocian, se exigen. ¡Es como si estuviéramos mendigando albergue en nuestra propia casa! Los venezolanos hemos sido libertadores de un continente. No se puede haber perdido eso de nuestros genes…¡Elecciones Auténticas YA!

San Juan de Puerto Rico, 6 de Agosto de 2012

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[1] 60 Años de las Declaraciones Internacionales de los Derechos Humanos, compilador Juan Jose Caldera, Universidad MonteAvila-Fundación Konrad Adenauer Stiftung, 2008. ISBN 978-980-12-3530-9