domingo, 12 de mayo de 2013

Business as usual


Por Luis Manuel Aguana

Mis disculpas por no encontrar la frase adecuada en español que defina nuestra circunstancia. A veces el inglés viene en auxilio cuando resume mejor lo que se quiere decir. El titulo la nota refiere a un estado de conducta normal de los negocios, que se asume sin importar las circunstancias o eventos especialmente difíciles, y que tienen un impacto potencialmente negativo. La frase también puede significar mantener el “status quo” (ver original en inglés en http://www.businessdictionary.com/definition/business-as-usual.html).

Volver al “business as usual”, en la actual circunstancia política entre el gobierno y la oposición formal, está empezando a desesperar a ciertos liderazgos de ambos lados, lo cuales están comenzando a dar muestras concretas de que “esto del fraude de Capriles” empieza a ser incomodo para “los negocios”.

El país se encuentra en una calma chicha. Una calma que por pesada nos arropa a todos. Una calma que mantiene a la población a la espera de algo que no llega. No termina de morir lo viejo y lo nuevo no acaba de nacer. Estamos en esa calma del medio donde hay factores que aun insisten en que lo viejo no muera, porque en ello se les va la vida. Necesitan volver al “business as usual”.

Lo viejo, por un lado, representado por un gobierno buscando afuera la legitimidad que no encuentra adentro, y que se desmorona en cámara lenta, continúa boqueando buscando ese oxigeno necesario para sobrevivir. Y por el otro lado, representado por las rémoras opositoras que aun sobreviven del pasado que produjo a Hugo Chávez, se niegan a aceptar que una nueva realidad política es necesaria para el país, tratándonos a los venezolanos como imbéciles, incapaces de entender la dinámica de los tiempos.

Y en el medio de la calma que producen esas fuerzas, estamos todos. No es posible la gobernabilidad sin ese oxigeno vital. Y este siempre había aparecido. Chávez antes de cada elección se aseguraba de tener varias bombonas de ese oxigeno que, paradójicamente, solo podía proveerle la oposición. Tenía la fórmula para conservar el poder a pesar de la trampa. El la inventó.

Un sistema electrónico de votaciones le aseguraba los votos, pero eso no era suficiente. Se necesitaba que la oposición aceptara los resultados. Y eso era un asunto muy diferente. Ese era el secreto del verdadero triunfo, porque sellaba con legitimidad los fraudes continuados cometidos en contra de los venezolanos. Mucha gente de “nuestro lado” operando en complicidad para continuar un “status quo” conveniente para todo el mundo, menos para todos nosotros, que permitiera continuar “business as usual”.

Una oposición formal, que ahora “dialoga” con el gobierno y que más temprano que tarde aceptará a Maduro como legítimo, porque ya los mecanismos están en marcha, le proveerá al gobierno de ese oxígeno que necesita para su sobrevivencia. Si no se negoció antes como lo hacía Chávez, lo están negociando ahora. Hay que entender que Maduro no es Chávez…

Todos los indicios públicos están a la orden del día. Ya los partidos de la oposición comenzaron con la rutina pre-electoral para las elecciones Municipales. Ya líderes de la oposición formal están empezando a deslizar que esta pelea de “fraude” ya comienza a ser cansona y hay que volver al “business as usual” con el gobierno.

Pero, ¿estaremos condenados, generación tras generación, a esta trampa  macabra, que nos condena a ser esclavos de una claque política que no se quiere morir? ¿Es que no han sido suficientes 54 años (40+14) para acabar de madurar y entender lo que han aprendido a fuerza de golpes otros países del continente? ¿Sera que los muertos que pusieron Chile, Argentina, El Salvador y Colombia no sirvieron de nada? Quienes no han entendido, no somos nosotros. Quienes no han entendido son quienes han visto el poder en Venezuela como el botín de asalto de una guerra en la que los muertos los ponemos nosotros.

Ya es hora que esta relación cambie. Pero no que cambie para que vengan "los vencedores" como en 1999 a “conquistar” e imponer el país como ellos lo deseen. Llegó la hora en que la sociedad canalice su deseo de cambio de una manera civilizada y democrática. Que se piense al país más allá de sus gobiernos y de sus liderazgos.

¿Caerá la oposición en la contradicción de haber cantado fraude y aceptar de nuevo  al CNE como institución legitima para contar los votos de los venezolanos en unas elecciones Municipales previamente negociadas? Estamos a un paso de que eso suceda. Estamos a un paso que volvamos al "business as usual" entre el gobierno y la oposición formal, quedando Capriles fuera del juego como un “fraudulero” fastidioso y paria de su propio partido.

Se robaron los votos y sentenciarán que no pasó nada porque las Rectoras hicieron una auto-auditoria que tomará el mismo TSJ gobiernero y corrupto como excusa para que no le quede dudas a nadie que ellos son los que definen qué es la verdad y qué es la mentira.

¿Desconocerá Capriles el fallo del TSJ? ¿Habrá sido su causa juzgada por un tribunal imparcial? Después de que quede firme una sentencia en el máximo Tribunal de la República, no le quedará al mundo sino aceptar lo inaceptable para todos nosotros. Y la comunidad internacional lo aceptará en la medida de que nosotros lo aceptemos.

Algunos tienen la peregrina idea que este gobierno se cae solo. ¿Por qué creen que el gobiernito de Maduro ha sido frágil hasta ahora, tanto nacional como internacionalmente? Pues porque su legitimidad está en entredicho hasta que las vías institucionales lo bendigan. Al ocurrir eso, la oposición formal de la MUD lo bendecirá y sanseacabó. Después de eso olvídense de cambios o que el gobierno implosionará. Volverán al “business as usual”. Ya deberíamos saber eso después de 14 años del peor gobierno de la historia de Venezuela.

¿Hasta cuándo negociarán los sueños de un país mejor? ¿Hasta cuando ese juego perverso de la oposición dándole oxigeno al gobierno? Parece mentira, pero la llave para que este gobierno malo se acabe y pensemos de nuevo al país, la tenemos nosotros mismos. Si la oposición formal legitima a Maduro, nosotros, la mayoría de los venezolanos que votamos por un cambio, no la acompañaremos. Y para evitar que ambos puedan continuar “business as usual” no solo hay que desenchufarlos sino cortarles el cable. Tenemos las vías constitucionales y legitimas para aplicar ese alicate.

Caracas, 12 de Mayo de 2013

Twitter: @laguana

martes, 7 de mayo de 2013

El, Ellos y Nosotros



Por Luis Manuel Aguana

El se le plantó al país y dijo- ¡por fin!-, que nos habían robado las elecciones. Ellos se horrorizaron. Después de un examen de conciencia El se dijo que ya bastaba de tanta basura, colaboracionismo y conchupancia. No miraba a los intereses de su partido, ni siquiera a los de El mismo. Miraba al final, por los intereses de Nosotros.

Pero no iba a ser fácil. Ellos se arrecharon mucho con esa decisión. ¡Hay otras elecciones por delante! ¿Como íbamos a deslegitimar al árbitro que garantizaría el posicionamiento del partido en las Municipales? ¿Cómo quedaba el negocio con la gente del gobierno? Esa gente también se arrecharía mucho. Y así pasó. Ellos habían negociado estas elecciones como las anteriores. ¿Y qué paso? En la anterior oportunidad El había dicho que si. ¿Qué paso esta vez?

Lo que paso, fue que El esta vez oyó. No creyó en los cuentos anteriores de que había perdido y prefirió cerciorase él mismo con las pruebas en la mano que lo que decían Ellos había sido mentira y que la ultima vez lo habían mareado como un muchacho pendejo. Y decidió hacer lo que su conciencia le dictaba, que era lo que le pedía la gente. Pero no iba a ser fácil. Necesitaba de Ellos, como Ellos de El.

Entonces a Ellos no les quedó otra alternativa que acompañarlo en su “locura”. Pero ¿cómo harían Ellos si ya El se había pronunciado públicamente? Entonces pensaron mejor la cosa. No en balde tienen décadas en el negocio. Mucho zorro viejo que dijo “¿Creerá este muchacho pendejo que eso se iba quedar así, sin más?”

Llegaron a El y lo convencieron que lo acompañarían en su cruzada, pero que dejara que Ellos se ocuparan de lo legal. Que dijera que iba a llegar “hasta las últimas consecuencias”. Pero nunca tuvieron la intención real de amenazar a quien le garantizaba el negocio elección tras elección. Solo darían la impresión y el amague de que lo hacían de verdad. Al final, todo se arreglaría. Gritamos, pataleamos un poco, y lo convencemos a El de que estamos de su lado.

Pero Ellos siempre lo supieron. Sabían que todos los procesos electorales habían sido fraudulentos. Los pendejos siempre fuimos Nosotros. Pero eso no importo. Éramos poquitos los que pensábamos que nos habían hecho fraude. ¿Qué iban a hacer esos fraudureros en contra de Ellos? Solo escribir sandeces (¿como esta?) que nadie creería.

Pero esta vez, al gobierno se le paso la mano con su desesperación, dificultándoles a Ellos su tarea de convencerlo a El. ¡Qué vaina! La cosa fue tan estúpida. Nunca pensaron que El convencería a los del otro lado. ¡Más de un millón de votos! ¿Quién lo iba a decir? Pero todos estamos en esto, dijeron Ellos. ¡Lo que nos queda ahora es el control de daños!

Y entonces pusieron a sus mejores elementos jurídicos para elaborar un Recurso legal que no dijera nada, que no tocara el fondo ni al árbitro ladrón pero que garantizara ir a un próximo proceso electoral convenciendo al más incauto de que estaban realmente haciendo algo. Necesitaban decirle a El, "estamos contigo" y a la vez decirle al gobierno "dennos un chance para arreglar la vaina". No en balde son zorros de muchos años en el negocio. Estaba hecho para ser admitido y luego declarado "improcedente" por el Tribunal unos meses después de las Municipales. Pero mientras tanto estaríamos "arrechos" con el gobierno. Después, poco a poco, lo reduciríamos y luego la población se le vendría encima a El, no a Ellos, porque sabían que lo legal no funcionaría. Por ahora Ellos no podían tocarlo a El. Era demasiado. Ir contra de El en este momento no era una buena estrategia. Ya se apagará solo. Con eso bastaría.

Pero El tampoco es pendejo. Sabe que lo están bailando de nuevo. Es una lucha desoladora y tiene pocos de su cercana confianza para afrontarla. El lleva sobre sus hombros la esperanza de la mayoría. ¿Cómo es posible que se encuentre tan solo en esta lucha? Dentro de esa soledad intuye que debe hacer algo ¡algo! Pero sin Ellos que lo acompañen se hace cuesta arriba, casi imposible.

Por lo pronto intenta otros Recursos legales, con gente en la cual confía, porque sabe que con el primero que se introdujo no llegará ni a la esquina, pero eso no será suficiente. Sabe que la solución de esto es política, no legal, y se debate entre esperar que esto se desmorone solo o comenzar una lucha No Violenta para precipitar una salida. Acaricia la idea de esto último porque se sabe acompañado de Nosotros.

Mientras tanto Nosotros esperamos. También intentamos lo legal independientemente pero de la manera correcta, sin embargo el camino es largo, no se le ve el final. Nosotros, quienes fuimos defraudados en nuestra condición de electores, seguimos esperando a ver si esto tiene de verdad una salida. Pero el enemigo no pierde tiempo, avanza, se arma y nos amenaza con radicalizarse, actuando con violencia.

Muchos de Nosotros nos preguntamos si El está metido en el guiso con Ellos, o si El es un luchador solitario a quien apoyar de manera irrestricta. En todo caso, El tiene un liderazgo indiscutible y cualquier cosa que pase deberá ponerse al frente de los acontecimientos o dejar que las cosas sucedan, quedándose sólo.

Soy todavía de los que piensan-ingenuo incorregible-, que El es ese luchador solitario que luego de la pertinaz insistencia de Nosotros creyó en lo que le dijimos y pidió las pruebas para de verdad saber si “el mejor sistema del mundo” le había robado las elecciones. Y se dio cuenta que teníamos razón. Y ahora tiene un gran problema.

Si deslegitima al árbitro, tendrá que profundizar la lucha para cambiar al sistema electoral en su totalidad, a pesar de su propia gente, Ellos, que quieren negociar y usarlo en un futuro para su propio beneficio. Deberá negarse a un próximo proceso con ese árbitro. Pero por otro lado si no lo hace, Ellos se saldrán con la suya haciendo que el pueblo pase mas necesidades víctima de un gobierno vendido y corrupto, siendo El su principal cómplice. ¿Qué hacer?  

Nosotros sólo podemos acompañarle desde afuera en su soledad, dándole la fuerza para continuar la lucha. Aunque lejano, ese acompañamiento siempre es mejor que el que ahora tiene. Mientras siga en sintonía con Nosotros, en algún momento Ellos serán derrotados, y El podrá cambiar al final el rumbo del país…

Caracas, 7 de Mayo de 2013

Twitter: @laguana