jueves, 16 de enero de 2014

Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho

Por Luis Manuel Aguana

Aunque la frase que titula esta nota no fue escrita de esta manera ni en ese contexto en la inmortal novela de Cervantes, se ha hecho histórica al denotar el poder de la Iglesia como institución. Y si de esta manera no la escribió Cervantes, en realidad es como si la hubiera escrito porque verdaderamente tarde o temprano los poderes siempre terminan chocando en contra del muro de esa institución milenaria que por alguna razón es la única organización humana que perdurado por más de 2 mil años. Por algo será…

Y en efecto, los castro-comunistas del régimen del Ilegitimo se toparon con la Iglesia. La Exhortación Pastoral de la 101 Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana  del pasado 10 de Enero de 2014 señala expresamente en su punto 16:

16. Es importante destacar que la palabra “socialismo” es ambigua: abarca temas y corrientes muy diferentes y no sólo hace referencia a laudables misiones o iniciativas de tipo social y económico, favorables a los más necesitados. En lenguaje político concreto, designa también un sistema socio político y económico de gobierno, estatista, totalitario, radical y excluyente, de corte marxista-comunista, que descarta cualquier otra alternativa sociopolítica e ideológica, e impone un pensamiento y un partido únicos. Este sistema ha fracasado en todos los países donde se ha aplicado. Si esta es la concepción que el gobierno nacional tiene de socialismo, advertimos con profunda preocupación que este segundo objetivo está al margen de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual establece en su artículo 2 “el estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que propugna como valores superiores…la vida, la    libertad, la justicia, la igualdad….la ética y el pluralismo político” (resaltado y subrayado nuestro).

Ya los Obispos están conscientes desde hace mucho tiempo de la catadura del régimen heredado por el Ilegitimo y en ese sentido llaman a un dialogo verdadero y a la reconciliación. Sin embargo la Iglesia sabe que con comunistas no se puede dialogar. Ellos imponen un monologo.

Asimismo la Iglesia exhorta al régimen a que “desista de su propósito de crear instancias que asumen funciones de las autoridades legítimamente elegidas (gobiernos paralelos) y de implantar instituciones, tales como las Comunas, que tampoco están contempladas en la Carta Magna. Estas medidas no son necesarias para enfrentar la actual coyuntura y para lograr la necesaria convivencia social que nos garantiza la Constitución. Todo lo que vaya contra la libertad, la justicia, los derechos humanos, sociales, civiles y políticos de los venezolanos es moralmente inaceptable.” (Punto 17 del Exhorto).

¿Le hará caso el régimen al llamado de la Iglesia? Allí advierten en su leguaje milenario que si los comunistas insisten en convertir a Venezuela en otra Cuba comunal no existirá la convivencia social que “nos garantiza la Constitución”. Más claro no puede estar escrito. Usted puede interpretarlo como quiera pero ya se está haciendo sentir la impronta del nuevo Papa Francisco.

Todo indica que los comunistas del régimen y sus jefes cubanos harán caso omiso de esa Pastoral de la Iglesia. Y se equivocarán como tantas veces se han equivocado los que se creen poderosos. Los venezolanos tenemos ese ejemplo de equivocaciones históricas con la Carta Pastoral de Monseñor Rafael Arias Blanco del 1ro. de Mayo de 1957 (ver Carta Pastoral del Arzobispo Rafael Arias Blanco – 1957 http://gantillano.blogspot.com/2011/09/carta-pastoral-del-arzobispo-rafael.html).

En esa Pastoral la Iglesia en la voz del entonces Arzobispo de Caracas daba cuenta de la real situación política, social y económica que vivía el pueblo venezolano en manos de una férrea dictadura. Reseña la Revista SIC: “La idea nació del conocimiento general que tenía el arzobispo de la realidad del país, por apreciación directa y por las conversaciones con sus párrocos. En un estudio económico de las Naciones Unidas, que recibió por correo, se enteró de que la producción per cápita de Venezuela había subido al índice de 500 dólares, pero que esa riqueza no se distribuía de manera que llegara a todos los venezolanos. “Una inmensa masa de nuestro pueblo -observó en una de sus primeras notas- está viviendo en condiciones que no se pueden calificar de humanas” (23 de Enero de 1958: “El clero en la lucha”
http://sicsemanal.wordpress.com/2010/01/22/23-de-enero-de-1958-el-clero-en-la-lucha/). ¿Les parece conocida esa conclusión del Arzobispo Arias Blanco? ¿Por qué será que los gobernantes no aprenden de la historia?

Esta Pastoral fue leída en todas las iglesias, en el marco de un país con una fuerte censura de prensa. Gabriel García Marquez lo reseñó en la Revista Momento: “Desde Caracas hasta Puerto Páez, en el Apure; desde las solemnes naves de la Catedral Metropolitana hasta la destartalada Iglesia de Mauroa, en el Territorio Federal Amazonas, la voz de la Iglesia, -una voz que tiene 20 siglos-, sacudió la conciencia nacional y encendió la primera chispa de la subversión”. (ver La Pastoral del Arzobispo Arias Blanco por Simón Alberto Consalvi http://runrun.es/historia/23931/la-pastoral-del-arzobispo-arias-blanco-1957-por-simon-alberto-consalvi.html).

Los graves momentos que vive Venezuela ameritan que esta nueva Pastoral de los Obispos, donde se reseña esta situación con el régimen, se exponga y explique en todos los púlpitos, “desde Caracas hasta Puerto Páez, en el Apure; desde las solemnes naves de la Catedral Metropolitana hasta la destartalada Iglesia de Mauroa, en el Territorio Federal Amazonas”, no porque en este siglo los venezolanos no estemos informados de lo que pasa en este país sino porque ese grito debe salir de la conciencia de una Institución que goza de la máxima credibilidad del pueblo venezolano. El régimen no debería desoír el clamor de la Iglesia ni de los venezolanos: ¡NO QUEREMOS EL COMUNISMO!

Pero los castro-comunistas son tercos, pensando que somos como los cubanos o su misma Iglesia católica sometida por más de 50 años. No le harán caso a la nueva Pastoral de la Iglesia ni a las advertencias de los Obispos como en su oportunidad las ignoró Laureano Vallenilla Lanz en 1957, al tratar de amedrentarla. De acuerdo al relato de SIC, “El Clero en la Lucha”, la intervención de los sacerdotes previo a la caída del régimen fue muy activa la punto de ser detenidos cinco de ellos y a cuya cabeza se encontraba el Padre Hernández Chapellín.

Más le valdría al régimen desistir y seguir la nueva Pastoral de la Conferencia Episcopal Venezolana. Sería por el bien de todo el mundo pero solo Dios sabe lo que hace. ¿Quién más que la Iglesia lo sabe? Pero si los cubanos y sus títeres ilegítimos no desisten, no solo se toparán con la Iglesia sino con la histórica resistencia civil del pueblo venezolano…

Caracas, 16 de Enero de 2014

Twitter:@laguana

martes, 14 de enero de 2014

La Hidra de dos cabezas

Por Luis Manuel Aguana

La mitología griega nos cuenta de un animal monstruoso de aliento venenoso que vivía en Lago de Lerna, de múltiples cabezas que renacían de a dos en la medida que se las cortaban, y que murió a manos de Hércules al cortárselas todas de un solo golpe. La Hidra de la mitología griega tenía forma de serpiente de tres cabezas o más, habiéndolas hasta de un número inmensamente grande.

Este cuento mitológico se me hace parecido al animal contra el cual luchamos los venezolanos, solo que esta tiene dos cabezas. La primera cabeza la conforma un régimen autoritario, con firmes intenciones de hacer posible el sueño comunista de un difunto. La segunda la conforma una oposición oficial que cohabita con la primera cabeza para mantener su estatus quo, situación esta que ha devenido en la continuación del régimen después de la muerte de la versión inicial de la primera cabeza de la Hidra.

Con la muerte de la primera, salieron tres cabezas adicionales manejadas por un solo Jefe, pero de eso no profundizaremos en esta nota. Para nuestros efectos es una sola y se encuentra en La Habana. Podríamos decir que verdaderamente la Hidra tendría de esa primera cortada muchas cabezas, al menos cuatro, y del lado opositor tantas cabezas como jefes tenga la MUD, pero para los efectos de hacer más simple nuestro análisis quedémonos solo con dos cabezas, perfectamente identificadas: Régimen y Oposición Oficial.

¿Cómo le entramos a esta Hidra? Los venezolanos somos como Hércules tratando de lidiar con el aliento venenoso de ambas cabezas. Sin embargo el héroe mitológico cortó ambas de una sola vez logrando matar al animal. No es fácil matar a este animal no solo porque se requiere de las destrezas de un héroe como Hércules para cortar ambas a la vez sino porque se ha ensayado un camino equivocado para eso.

Los sucesos del 2002 demostraron que no fue suficiente con cortar la primera cabeza. Nacieron nuevas mucho más agresivas. Los venezolanos no nos habíamos percatado que la segunda cabeza era precisamente eso, parte de la Hidra. El Referéndum Revocatorio sirvió para que nos enteráramos que no hubiera sido posible que la primera cabeza sobreviviera sin la sangre de la segunda.

En otras palabras, no es suficiente con cambiar el gobierno. Hay que cambiar las estructuras de PODER sobre las cuales esos gobiernos sobreviven. Cada gobierno quiere quedarse a administrar la riqueza proveniente de algo que la naturaleza le dio al país. Concentrar el PODER para decidir a quién se hace rico es un cuento demasiado apetecible. ¿Descentralizar el PODER? ¡Ni a tiros! Ambas cabezas desean lo mismo, se mueren por administrar la riqueza petrolera. Se muerden pero no se matan.

Y en el medio de la Hidra nos hallamos todos los demás venezolanos, contemplando cómo hacer para matar ese animal que se come nuestro futuro. La cabeza “opositora” no lucha seriamente por cambiar las condiciones electorales porque en el fondo desea para sí misma las mismas ventajas. Imagínense una segunda “4ta. Republica” decidiendo quien se queda de Gobernador, Alcalde o de Concejal. ¡Eso es mucho cuento!

Los venezolanos deben convencerse que NO ES SUFICIENTE con cambiar solamente el régimen. Hay que matar a la Hidra. Matando a la Hidra, matamos al comunismo que se nos quiere imponer. Algunos creen que si cortamos una sola cabeza-la del régimen-, mataríamos al animal. Sería un error y un espejismo ya que pronto nacerían otras de la mano de la segunda cabeza, porque debido a la estructura constitucional se volvería a las prácticas nefastas que hicieron posible la creación de la primera cabeza que se murió de cáncer.

El fondo de toda esta historia es que la Hidra misma le tiene pánico a tal vez la única espada que pueda cortar ambas cabezas a la vez: una Constituyente que reforme las estructuras centralizadas y redistribuya el PODER en las Regiones permitiendo un desarrollo uniforme del país, con un fuerte control Parlamentario. Y eso es lo que no desean las cúpulas políticas que manejan la oposición oficial, la segunda cabeza. Por eso prefieren que la herencia de Chávez caiga por su propio peso de incompetencia, cosa que no ocurrirá por razones económicas. Ya Cuba tiene 55 años de pobreza y eso no ha cambiado su régimen, más bien lo ha profundizado.

Muchos venezolanos todavía no están claros que si bien el régimen ha complicado el panorama político introduciendo el elemento castro-comunista en la ecuación eso no deja de implicar que cualquiera que lo suceda lo hará bajo la construcción centralizada de una estructura que debe cambiar y que ya tiene más de 200 años de mal funcionamiento, desde 1811.

Entonces el problema no es que se cambie simplemente un pésimo gobierno sino la estructura sobre la cual se cambia. Es de eso de lo que se trata al proponer cambiar la Constitución. Algunos amigos y expertos conocedores del tema prefieren que solo cambiemos al régimen, expulsando al invasor cubano. Cortar sólo la primera cabeza. Eso es verdad, pero no sería suficiente. Como las cabezas de la Hidra, crecería de nuevo duplicada y maligna, entre otras cosas porque la otra cabeza la haría crecer en el futuro de su propia esencia. Ya de hecho la está manteniendo.

Algunos dirán que estoy pidiendo mucho. Pero ese el verdadero fondo del problema, la raíz misma de la situación que vivimos. Cualquier esfuerzo que se haga de tratar de cortarle las cabezas a la Hidra debe pasar por cauterizar el nacimiento de las DOS cabezas, no de una. Espero en Dios que el pueblo venezolano al constituirse en ese Hércules, con la espada constituyente en la mano, tenga la habilidad de matar con un solo golpe las dos cabezas del animal.

Caracas, 14 de Enero de 2014

Twitter:@laguana