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domingo, 17 de abril de 2016

La hora del Constituyente

Por Luis Manuel Aguana

Cuando uno sale del infiernito que nos hemos fabricado en Caracas a respirar otro aire en el interior, es como si cambiáramos de planeta. Se piensa diferente, se sintoniza uno con el sentimiento de otros venezolanos que no disfrutan de las “ventajas” de no vivir en la capital, y a la vez se siente en carne propia el derecho que tienen de no solo disfrutar de ellas sino que te haces militante de sus demandas. Sería bueno que todos los caraqueños alguna vez nos quedemos un rato largo en el interior para notar esas diferencias.

Pero de alguna manera ya les había relatado esto de la vida en el interior de Venezuela  por provenir de una familia que se vino a la capital desde principios del siglo pasado al no existir alternativas de estudio ni superación personal en su tierra (ver Entierro de pueblo en http://ticsddhh.blogspot.com/2011/10/entierro-de-pueblo.html y La Rebelión de las Regiones en http://ticsddhh.blogspot.com/2013/08/la-rebelion-de-las-regiones.html).

Pero lo que sí es importante repetir hasta el cansancio es que eso seguirá siendo así si no cambiamos las estructuras institucionales del Estado, repitiendo el ciclo interminable de un Presidente tras otro, de un Gobernador tras otro y un Alcalde tras otro, que NUNCA PODRAN CAMBIAR ESO. Y eso es lo que nos tratan de volver a vender los partidos en cada siguiente elección. Que estaremos mejor simplemente cambiando el ocupante de un puesto público. No sé quién es más ingenuo, o ellos o nosotros que se lo compramos.

Actualizando las cifras del Situado Constitucional de Venezuela en la  presentación que suelo hacer del Proyecto País Venezuela noto que del 2014 al 2015 el gobierno vendió un aumento del 46 por ciento en su entrega anual a las regiones. Esto es, se paso del monto total entregado a las gobernaciones y municipios de BsF. 70.379.2 millones en 2014 a BsF. 102.644.6 millones en 2015. Pero lo que no se ve en esas cifras es que el porcentaje REAL del total del presupuesto nacional entregado a los municipios, que son las entidades que al final deben responder a los ciudadanos por su calidad de vida, es de un pírrico 3,46% y a los gobernadores se les entregó un exiguo 13,83%, totalizando lo que el Poder Ejecutivo le entrego el 2015 a todas las regiones del país en un 17,29%. Y lo más increíble es que esa loquera ESTA ESCRITA EN LA CONSTITUCION en el Art 167.4, “…El Situado es una partida equivalente a un máximo del veinte por ciento del total de los ingresos estimados anualmente por el Fisco Nacional…”.

En otras palabras NOSOTROS (porque somos nosotros quienes votamos ese exabrupto constitucional) le dejamos en el contrato fundamental el restante 80% como mínimo al Ejecutivo para que este disponga del dinero que es de todos como le venga en gana, ¿qué tal? No en vano Chávez repartió esa fortuna sin ningún control, simplemente PORQUE PODIA CONSTITUCIONALMENTE HACERLO. Y así lo sigue haciendo el Ilegítimo.

Esa macrocefalia ha permitido que TODOS los Presidentes que han pasado por Miraflores hayan dilapidado a su discreción el ingreso petrolero, impuestos, etc., etc.,  etc., y todo lo que le entra a la República por cualquier concepto. Y no contentos con eso, si usted vende su casa en el Municipio José Félix Rivas del  Estado Aragua a una persona que vive EN EL MISMO lugar, el impuesto generado por esa transacción NO SE QUEDA ALLI sino que se lo apropia la autoridad impositiva (SENIAT) para la disposición plena del gobierno nacional, quedando los ciudadanos de José Félix Rivas del Estado Aragua a la espera de que algún funcionario de Caracas se apiade de sus necesidades. Entonces, ¿cómo se hace ciudadanía en ese o cualquier otro lugar? ¿Como protesta alguien con cierta probabilidad de éxito por sus necesidades no satisfechas de salud, vialidad, educación, escuelas destruidas por falta de mantenimiento, etc., si los Alcaldes y Gobernadores apenas pueden pagar la nómina de unos funcionarios que tampoco tienen la posibilidad de hacer nada?

Entonces, ¿de que vale que usted elija a alguien, si ese alguien no está en la capacidad de resolver los problemas de su diario vivir, por muy buena disposición que tenga? El único que podría sería el dueño constitucional de la chequera del país, el todopoderoso Presidente de la República. Cualquiera que nos mirara desde afuera diría “que pendejos esos venezolanos que todavía permiten eso”…

Pueden entonces imaginar el porque los partidos se matan entre sí por manejar esa chequera. El sistema de gobierno en Venezuela está construido muy convenientemente para quien gobierna pero no para quienes somos gobernados. Esto nos da también respuesta  a la voracidad como la corrupción ha carcomido las bases del Estado porque es virtualmente imposible que un Ministro, un Presidente de Instituto Autónomo, un Director de Ministerio tenga un poder de manejo de dinero tan descomunal sin que lo primero que haga sea acomodarse el y a los suyos, dejando de último las necesidades de la gente.

Entonces LO PRIMERO que debemos hacer es una reingeniería completa de este sistema que está al revés, distribuyendo constitucionalmente los recursos que son de todos a donde deben estar que es CERCA DE LA GENTE y eso no se puede lograr sin cambiar el contrato que nos damos a través de una Constitución para que los gobiernos no sigan haciendo de las suyas con lo que es de todos.

La lógica nos indica que obviamente lo inmediato que debemos hacer es voltear la relación del Art 167.4, colocando un 80% a las Regiones y un 20% para el Poder Ejecutivo, estableciendo en la Constitución a los Gobernadores y Alcaldes el poder de resolverle los problemas a la gente. Incluso esa relación absurda de darle el 80% al Gobernador y 20% a los Municipios del total del Situado por Estado, como ocurre en la actualidad, es el ejemplo más palpable de cómo NO deben hacerse las cosas.

Los Municipios son el Poder más cercano a las necesidades de la gente, por lo tanto ellos deben tener el 80% de lo que ingrese a la región. ¿Cómo es posible que TODOS los Municipios de Venezuela solo tuvieran acceso a un 3,46% del Presupuesto Nacional? Eso explica el desastre total de la calidad de vida de los ciudadanos de todos los municipios del país.

Todo esto está contemplado en la propuesta que hacemos en el Proyecto País Venezuela Reconciliada Vía Constituyente (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/). Una Constitución no sirve para dar mejores servicios públicos o controlar a los corruptos pero si define las reglas para que eso se controle, dándole el poder a quien debe tenerlo que no es otro que el CIUDADANO. La Constitución de 1999 privilegia en un 80% al gobierno, no a los ciudadanos. Y eso URGE cambiarlo.

Para darles una buena idea del porque son importantes las Constituciones para mejorar la calidad de vida de la gente solo vean este video de solo 6 minutos del Instituto Internacional para la Democracia y Asistencia Electoral (IDEA) (¿Porqué son importantes las Constituciones? en https://youtu.be/Kz0boxZ5co0). Allí verán que ese país imaginario que pintan allí llamado Ruritania es el ejemplo vivo de la Venezuela actual. IDEA indica que en una buena Constitución el Estado es controlado por sus ciudadanos. Y eso es exactamente lo que NO pasa en Venezuela, con lo cual debemos cambiar la Constitución.

Ya es hora que los venezolanos tomemos conciencia que no es cambiando personas en los cargos públicos, comenzando por el Presidente, que saldremos de esta espantosa crisis. No es revocando al Ilegitimo y poniendo otro que maneje nuestra chequera a su leal saber y entender, que se resolverán los problemas, cualquiera sea su color político. Es solo construyendo una nueva estructura para el Estado que privilegie al ciudadano acercándole el Poder  político y económico, haciendo exigir a los gobernantes de turno sus obligaciones para con su pueblo, como comenzaremos a ver la luz al final de este  interminable túnel. Ya es hora de convocar al Constituyente.

Caracas, 17 de Abril de 2016

Twitter:@laguana

viernes, 14 de agosto de 2015

El reto de una Rebelión

Por Luis Manuel Aguana

Desde mucho antes que Don Rafael Grooscors Caballero reeditara la frase “La Rebelión de las Regiones” para la propuesta del Proyecto País Venezuela, en su crucial artículo del mismo nombre en el año 2013 (ver La Rebelión de las Regiones en http://elrepublicanoliberal.blogspot.com/2013/10/rafael-grooscors-caballero-la-rebelion.html) y su insistencia en el año 2014 (ver Insistiendo en la Rebelión de las Regiones en http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/2014/12/insistiendo-en-la-rebelion-de-las.html), no hemos dejado de escribir desde el Proyecto País Venezuela (http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/) acerca de la necesidad de un reordenamiento completo del sistema político del país (ver mi nota acerca del tema en http://proyectopaisviaconstituyente.blogspot.com/2014/05/la-rebelion-de-las-regiones.html), que permita el empoderamiento del municipio como la unidad político-territorial fundamental para el desarrollo y la profundización de la descentralización, no solo política sino institucional, con la reingeniería completa de la actual forma del Estado, como base fundamental para aprovechar las potencialidades de cada una de las regiones del país.

Creemos que esa es la verdadera solución de largo plazo para los desequilibrios políticos y económicos que ha sufrido el país en su tránsito accidentado desde su fundación. Sin embargo no es fácil convencer a la gran cantidad de actores que se mueven en el escenario político, habida cuenta de lo intrincado de la madeja de intereses que se conectan de la manera más inverosímil. Partidos-viejos y nuevos-, políticos,  empresarios, instituciones completas, tienen intereses que se remontan a décadas para no permitir que el poder se deslice hacia las regiones.

Hay demasiado en juego y eso es a lo que nos enfrentamos. El petróleo administrado en manos de pocos ha creado ricos en varias generaciones, solamente con poseer el control de los contratos de un Estado mega-centralizado. La presente generación, la llamada  boliburguesía es la última y más completa versión de esta enfermedad que hace que el vicio se enraíce y las élites del pasado traten infructuosamente de retomar el control centralizado del poder. Prácticamente han mudado al país a los bancos de la corrupción y el narcotráfico.

Mientras tanto, un grupo de “soñadores pendejos” de la sociedad civil regional pretenden que eso cambie, proponiendo un resurgimiento del federalismo, que le daría el control del país a los ciudadanos de todas las regiones, y cuya cristalización acabaría con esas expectativas, que de hacerse realidad ubicarían al país de nuevo en cero para comenzar de nuevo ese círculo vicioso de riqueza rápida y corrupción, pero esta vez en manos de la “oposición”. Reclamamos, desde la perspectiva ciudadana de la sociedad civil, comenzar un nuevo círculo, pero esta vez virtuoso, con un enfoque completamente diferente. De allí nuestra diferencia principal con aquellos que piensan que cambiando al gobierno se acabarán nuestros problemas.

Deberemos no solo cambiar a este gobierno por las vías constitucionales, sino también cambiar al sistema político que lo hizo posible, y eso no se hará por la vía expedita de esperar o provocar la renuncia del Presidente, o la revocatoria de su mandato el 2016.

Y esto, en consecuencia, nos pone en una situación singular, ya que como quiera que se vea hay que realizar mucho trabajo previo para construir la arquitectura que soporte nuestra propuesta de un nuevo Estado Federal Descentralizado. Se ha descrito el “qué”, contenido en el Proyecto País Venezuela Reconciliada, incluso parte del “cómo” -la vía Constituyente-, pero con todo y ese adelanto, todavía la gente no ve a esta propuesta lo suficientemente viable como para sustituir largos años de sojuzgamiento centralizado.

Y tienen razón. En el proceso de construcción de una Venezuela Federal es necesario definir al menos los lineamientos Federales, Estadales y Municipales de ese posible nuevo estado de cosas, comenzando por explicarle a la gente como se operaría y lo que se obtendría desde los niveles regionales, que son los que tocan al ciudadano común. Si estamos hablando de que una región se haga cargo de su propio destino, es necesario que esta región y sus liderazgos tengan bien claro una visión de su desarrollo y los problemas que habrán de afrontar para conseguirlo. Y nadie más que ellos para realizar esa tarea. Ese es el verdadero reto de esta Rebelión.

No es fácil cambiar siglos de pedirle a un centro que atienda necesidades. Y más difícil aun modificar la mentalidad de los ciudadanos que consideran que con solo cambiar a un Presidente de la República su calidad de vida mejorará. Años de populismo centralizado y desenfrenado serán ciertamente un obstáculo para poner a pensar a la gente de una manera productiva. Sin embargo, la situación económica será un buen incentivo, y aún mejor catalizador para ese cambio.

Entonces las verdaderas proposiciones a la población deberán salir de los Estados a sus propios ciudadanos. Los equipos de trabajo constituyentes de los Estados deberán generar las propuestas institucionales necesarias para operar de una manera autónoma, porque nadie de fuera vendrá a hacerlo por ellos. Son quienes conocen bien sus territorios, su cultura, su idiosincrasia, y cuáles son sus fortalezas. En otras palabras cual sería su propuesta para sobrevivir y generar riqueza, si tuvieran la autonomía para eso. En la planeación de una propuesta federal para el país, cada Estado debe adelantar su propio modelo de desarrollo regional y como se implementaría dentro de un marco federal.

No es un trabajo trivial, pero solamente el acometerlo pone a sus promotores a pensar en la región posible y el mundo infinito de posibilidades que se abrirían si sumáramos todas las potencialidades de todas las regiones del país, y las interrelacionáramos. De eso se trata precisamente la Rebelión de las Regiones, de construir ese marco institucional para el desarrollo, que parte precisamente de todas las regiones del país, el corazón vivo de la República que produce, y contraponerlo a la estructura carcomida de corrupción y centralismo que tenemos ahora. Es una extraordinaria manera de pensar que Venezuela si tiene un futuro que esta por construir.

Caracas, 14 de Agosto de 2015

Twitter:@laguana

domingo, 25 de enero de 2015

Rafael Enrique Casal, constructor de país


Por Luis Manuel Aguana

"Rafael Enrique Casal Heredia / Nació en Acarigua / Médico Cirujano de la Universidad de Carabobo / Postgrado en Radiología en el Instituto Mexicano del Seguro Social / Profesor de Radiología de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Carabobo / Profesor de Postgrado de la Universidad Arturo Michelena / Ex Presidente del Colegio de Médicos del Estado Carabobo / Ex Presidente de la Sociedad Venezolana de Radiología / Ex Concejal del Distrito Valencia / Ex Senador de la República”.

Así escribió Rafael Enrique de su puño y letra su resumen curricular en un papel a mano alzada que aún conservo, para su presentación en el Foro Constituyente en El Nacional donde sería el primer orador y este escribidor haría de moderador. Y fue un resumen bien resumido, valga la redundancia, porque dijo muy poco de sí, y fue muchísimo más que eso...

Político experimentado, amante de la fiesta taurina, pero sobre todo un venezolano integral, consustanciado con los problemas de su región adoptiva, Carabobo, pero sin olvidar nunca su tierra portugueseña.

Pero quisiera hacer de esta nota algo más que el modesto recuerdo de un amigo por ese venezolano excepcional, a quien Dios decidió traer a su compañía en esta hora donde más lo necesitamos.

Quisiera referirme a la lucha de sus últimos años, porque Rafael Enrique luego de participar del hecho político de la democracia que se construyo a partir de 1959, había caído en cuenta desde hacia muchísimos años -como pocos de su generación-, que el país no cambiaria si sus regiones eran el patio trasero de Caracas. Y Rafael abrazó y fue parte del esfuerzo que se comenzó a realizar hace más de 10 años con el Proyecto País Venezuela, siendo uno de sus principales promotores e impulsores, no solo en su Estado, sino en el país.

Nadie como Rafael Enrique como Senador de la Republica y representante de su Estado en un Congreso bicameral debió ser testigo de los desplantes centralistas de los gobiernos en detrimento de las regiones. Nadie como él, profesional calificado de la salud, debió vivir las carencias de su región al ver el desmantelamiento de su sistema asistencial y las enfermedades permanentes de sus habitantes. Nadie como él podía constatar que de un Estado, el mayor emporio industrial del país, se sustraían todos los días los recursos y no se les devolvía a sus habitantes sino las migajas. Mucha riqueza entregada y poca la disfrutada por quienes la producen. Hay que vivir eso para luchar por eso. Y se entregó en cuerpo y alma a cambiar ese modelo, ese sistema político expoliador y hacer todo lo que estuviera a su alcance para revertir el sentido de las cosas a favor de la gente que produce y que reclama esa injusticia.

Y en eso nos hicimos compañeros de ruta, de ideales, de un Proyecto. De aspirar un país mejor, de consolidar un sueño que pudieran disfrutar las próximas generaciones. Rafael sabía que no vería ese cambio y contagiaba esa aspiración como lo pueden recordar todos quienes que le conocimos.

Pero Rafael Enrique no tenía porque hacer eso. Cualquier otro en su condición de edad y logros se hubiera conformado con retirarse a disfrutar de sus nietos, pero no Rafael Enrique. Un espíritu reformador, apasionado por su país tenía que trabajar por mejorarlo hasta el final. Y eso hizo. Se dedico a convocar a las mejores mentes de su Estado, universitarios, empresarios, comerciantes, colegas, vecinos en Asambleas y todo aquel que pudiera comprender el alcance de lo que proponemos. Que si cambiamos el modelo político estructural, cada región tendría mejores oportunidades de desarrollarse. Y tenía razón, tenemos razón.

Ciertamente ha sido un duro golpe para todos nosotros la pérdida de un personaje de la trascendencia de Rafael Enrique Casal. Pero una vez un sacerdote me dijo para consolarme por el fallecimiento de alguien muy cercano, que cuando Dios hace cosas como esa lo hace por un bien mucho mayor. Nunca lo acepté pero lo comprendí. Dicen que hay que aceptar los designios del Señor porque son parte de un plan mucho mayor que los humanos somos incapaces de comprender.

Quiero pensar que Rafael Enrique está convenciendo a Dios que en ese plan le de a Venezuela una oportunidad para salir adelante. Y habiendo conocido a ese extraordinario personaje, estoy seguro que ahora mismo lo está haciendo.  Y estoy seguro que el Creador por la gracia de ese hijo que llamó a su lado y por su bondad infinita de amor por nuestro país, de ese ejemplo que dejo sembrado Rafael, estará multiplicando para el futuro a muchos Rafael Enrique para la gloria de su Estado y de Venezuela.

El mejor homenaje que podemos hacerle a Rafael Enrique Casal quienes creemos en lo que el creyó y luchó en los últimos años de su vida, es continuar su ejemplo de virtudes republicanas, haciendo realidad la Rebelión de la Regiones en manos de la gente de toda Venezuela. Perdimos a Rafael Enrique pero reafirmamos una causa.

Siempre había querido saber que se hubiera sentido conocer personalmente a los constructores de un país. Conocer, aprender e interactuar con un personaje como Rómulo Gallegos, como Rómulo Betancourt, como Andrés Eloy Blanco. A esos políticos de verdad serios, honestos y curtidos, con un extraordinario sentido de grandeza para su país y de servicio verdadero por la democracia. Pues ya me puedo morir tranquilo, conocí a Rafael Enrique Casal...

 Caracas, 25 de Enero de 2015

Twitter:@laguana