Por
Luis Manuel Aguana
Aunque la frase que titula esta nota no fue escrita de esta manera ni
en ese contexto en la inmortal novela de Cervantes, se ha hecho histórica al
denotar el poder de la Iglesia como institución. Y si de esta manera no la
escribió Cervantes, en realidad es como si la hubiera escrito porque
verdaderamente tarde o temprano los poderes siempre terminan chocando en contra
del muro de esa institución milenaria que por alguna razón es la única
organización humana que perdurado por más de 2 mil años. Por algo será…
Y en efecto, los castro-comunistas del régimen del Ilegitimo se
toparon con la Iglesia. La Exhortación Pastoral de la 101 Asamblea Ordinaria de
la Conferencia Episcopal Venezolana del pasado 10 de Enero de 2014 señala
expresamente en su punto 16:
16. Es importante
destacar que la palabra “socialismo” es ambigua: abarca temas y corrientes muy
diferentes y no sólo hace referencia a laudables misiones o iniciativas de tipo
social y económico, favorables a los más necesitados. En lenguaje político concreto, designa también un sistema socio
político y económico de gobierno, estatista, totalitario, radical y excluyente,
de corte marxista-comunista, que descarta cualquier otra alternativa
sociopolítica e ideológica, e impone un pensamiento y un partido únicos.
Este sistema ha fracasado en todos los países donde se ha aplicado. Si esta es
la concepción que el gobierno nacional tiene de socialismo, advertimos con
profunda preocupación que este segundo objetivo está al margen de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, la cual establece en su
artículo 2 “el estado democrático y social de Derecho y de Justicia, que
propugna como valores superiores…la vida, la libertad, la
justicia, la igualdad….la ética y el pluralismo político” (resaltado y
subrayado nuestro).
Ya los Obispos están conscientes desde hace mucho tiempo de
la catadura del régimen heredado por el Ilegitimo y en ese sentido llaman a un
dialogo verdadero y a la reconciliación. Sin embargo la Iglesia sabe que con
comunistas no se puede dialogar. Ellos imponen un monologo.
Asimismo la Iglesia exhorta al régimen a que “desista de su propósito de crear instancias
que asumen funciones de las autoridades legítimamente elegidas (gobiernos
paralelos) y de implantar instituciones, tales como las Comunas, que tampoco
están contempladas en la Carta Magna. Estas medidas no son necesarias para
enfrentar la actual coyuntura y para lograr la necesaria convivencia social que
nos garantiza la Constitución. Todo lo que vaya contra la libertad, la justicia,
los derechos humanos, sociales, civiles y políticos de los venezolanos es
moralmente inaceptable.” (Punto 17 del Exhorto).
¿Le hará caso el régimen al llamado de la Iglesia? Allí advierten
en su leguaje milenario que si los comunistas insisten en convertir a Venezuela
en otra Cuba comunal no existirá la convivencia social que “nos garantiza la
Constitución”. Más claro no puede estar escrito. Usted puede interpretarlo como
quiera pero ya se está haciendo sentir la impronta del nuevo Papa Francisco.
Todo indica que los comunistas del régimen y sus jefes
cubanos harán caso omiso de esa Pastoral de la Iglesia. Y se equivocarán como
tantas veces se han equivocado los que se creen poderosos. Los venezolanos
tenemos ese ejemplo de equivocaciones históricas con la Carta Pastoral de
Monseñor Rafael Arias Blanco del 1ro. de Mayo de 1957 (ver Carta Pastoral del
Arzobispo Rafael Arias Blanco – 1957 http://gantillano.blogspot.com/2011/09/carta-pastoral-del-arzobispo-rafael.html).
En esa Pastoral la Iglesia en la voz del entonces Arzobispo
de Caracas daba cuenta de la real situación política, social y económica que
vivía el pueblo venezolano en manos de una férrea dictadura. Reseña la Revista
SIC: “La idea nació del conocimiento
general que tenía el arzobispo de la realidad del país, por apreciación directa
y por las conversaciones con sus párrocos. En un estudio económico de las
Naciones Unidas, que recibió por correo, se enteró de que la producción per
cápita de Venezuela había subido al índice de 500 dólares, pero que esa riqueza
no se distribuía de manera que llegara a todos los venezolanos. “Una inmensa
masa de nuestro pueblo -observó en una de sus primeras notas- está viviendo en
condiciones que no se pueden calificar de humanas” (23 de Enero de 1958:
“El clero en la lucha”
http://sicsemanal.wordpress.com/2010/01/22/23-de-enero-de-1958-el-clero-en-la-lucha/).
¿Les parece conocida esa conclusión del Arzobispo Arias Blanco? ¿Por qué será
que los gobernantes no aprenden de la historia?
Esta Pastoral fue leída en todas las iglesias, en el marco
de un país con una fuerte censura de prensa. Gabriel García Marquez lo reseñó
en la Revista Momento: “Desde Caracas
hasta Puerto Páez, en el Apure; desde las solemnes naves de la Catedral
Metropolitana hasta la destartalada Iglesia de Mauroa, en el Territorio Federal
Amazonas, la voz de la Iglesia, -una voz que tiene 20 siglos-, sacudió la
conciencia nacional y encendió la primera chispa de la subversión”. (ver La
Pastoral del Arzobispo Arias Blanco por Simón Alberto Consalvi http://runrun.es/historia/23931/la-pastoral-del-arzobispo-arias-blanco-1957-por-simon-alberto-consalvi.html).
Los graves momentos que vive Venezuela ameritan que esta
nueva Pastoral de los Obispos, donde se reseña esta situación con el régimen, se
exponga y explique en todos los púlpitos, “desde
Caracas hasta Puerto Páez, en el Apure; desde las solemnes naves de la Catedral
Metropolitana hasta la destartalada Iglesia de Mauroa, en el Territorio Federal
Amazonas”, no porque en este siglo los venezolanos no estemos informados de
lo que pasa en este país sino porque ese grito debe salir de la conciencia de
una Institución que goza de la máxima credibilidad del pueblo venezolano. El
régimen no debería desoír el clamor de la Iglesia ni de los venezolanos: ¡NO
QUEREMOS EL COMUNISMO!
Pero los castro-comunistas son tercos, pensando que somos
como los cubanos o su misma Iglesia católica sometida por más de 50 años. No le
harán caso a la nueva Pastoral de la Iglesia ni a las advertencias de los Obispos
como en su oportunidad las ignoró Laureano Vallenilla Lanz en 1957, al tratar
de amedrentarla. De acuerdo al relato de SIC, “El Clero en la Lucha”, la
intervención de los sacerdotes previo a la caída del régimen fue muy activa la
punto de ser detenidos cinco de ellos y a cuya cabeza se encontraba el Padre
Hernández Chapellín.
Más le valdría al régimen desistir y seguir la nueva Pastoral
de la Conferencia Episcopal Venezolana. Sería por el bien de todo el mundo pero
solo Dios sabe lo que hace. ¿Quién más que la Iglesia lo sabe? Pero si los
cubanos y sus títeres ilegítimos no desisten, no solo se toparán con la Iglesia
sino con la histórica resistencia civil del pueblo venezolano…
Caracas, 16 de Enero de 2014
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana