jueves, 28 de febrero de 2019

Sentido de urgencia

Por Luis Manuel Aguana

Algunos seguidores han resentido mis críticas a la Asamblea Nacional y sus actuaciones en torno al proceso de transición seguido por los partidos de la oposición oficial. A todos les he contestado lo mismo: si hay que hacerle oposición a un gobierno que todavía no es gobierno, para que los venezolanos podamos salir más rápido de la tiranía, tendremos que hacerlo porque la oposición verdadera no va en contra de nadie sino a favor de un pueblo.

Pero es que no se dejan ayudar, y para muestra un botón: ayer la Fracción 16J propuso la aprobación de un proyecto de Acuerdo para la autorización de una coalición internacional de paz para el restablecimiento de los Derechos Humanos que incluía misiones militares extranjeras en Venezuela de acuerdo a lo establecido en el Artículo 187, numeral 11 de la Constitución. Esta autorización no ha sido aprobada en dos ocasiones ahora por la Asamblea Nacional (ver Bloque Parlamentario 16 de Julio @fraccionAN16J, en https://twitter.com/fraccionAN16J/status/1100860482540453888).

Si la Comunidad Internacional, que considera a la Asamblea Nacional como la única institución legitima del país, ve a sus diputados afirmando en los hechos que no están dispuestos a autorizar la presencia de militares extranjeros para hacer llegar la Ayuda Humanitaria a los venezolanos, o la presencia de una eventual intervención humanitaria en base al principio de Responsabilidad de Proteger (R2P), para resguardar a los venezolanos de los crímenes de Lesa Humanidad que está perpetrando el régimen de Nicolás Maduro, entonces no hay más que hacer y dejaran que nuestro caso muera. Maduro seguirá burlándose de nosotros, ganando tiempo para atornillarse en el poder.

Con esa actitud de la dirigencia opositora oficial se le está enviando un mensaje muy contradictorio a la Comunidad Internacional que esta tan desesperada como los venezolanos por quitarnos –y quitarse ellos mismos- a Maduro y su régimen de encima. ¿Cuál es la razón de esta conducta? Los partidos de la oposición oficial insisten que los venezolanos “saldremos solos de esto” y se lo han hecho saber a los países amigos, desestimando la urgencia de los venezolanos, como si un secuestrado puede sin ayuda de la policía quitarse a unos secuestradores de encima.

Han agradecido a los países amigos por el respaldo y las medidas en contra del régimen pero han puesto en claro que no desean que la ayuda que nos den pase de lo que han hecho hasta ahora, sin hacer uso de militares extranjeros. De allí que su estrategia vaya dirigida a que los militares cambien de bando con esa Ley de Amnistía, aunque sea a cuentagotas hasta que el régimen caiga. Esa espera estaría muy bien si no se estuvieran muriendo venezolanos todos los días en los hospitales, como los 300.000 de los que hablo Guaidó, sin contar con los que mueren de hambre y se suicidan a diario que no están contabilizados.

Tal vez sería duro decir que quienes deciden esa política infame no tienen familiares esperando por insulina, nutrición para niños recién nacidos, tratamiento para el cáncer o materiales quirúrgicos para una operación de corazón. Pareciera que allí no existe el sentido de urgencia de esa ayuda porque en Venezuela todos sabemos que lo único que se interpone para salvarles la vida a esos venezolanos es el régimen.

Pero hay algo que me inquieta aun más. Me preocupa que la oposición oficial que maneja la transición tenga una razón más de fondo para impedir que se autorice la presencia de misiones militares extranjeras en el país para esa Ayuda Humanitaria. Estados Unidos ha dicho en reiteradas oportunidades a través de uno sus voceros más calificados, el Vicepresidente Mike Pence, que no descartan el uso de cualquier opción, incluida la militar, para remover al usurpador y su régimen.

El gobierno de Trump está decidido a llevar la salida de Maduro hasta las últimas consecuencias. Eso nos da muchísima esperanza a los venezolanos. Pero cuando los políticos le cierran la puerta en la cara a esa última opción, no autorizando las misiones militares extranjeras en Venezuela, le están diciendo a la Comunidad Internacional, y en especial a los Estados Unidos, que no están autorizados a entrar, diciendo que no a esa última posibilidad. ¿Por qué están haciendo eso? Con esa decisión están jugando al fracaso de la política de Donald Trump para Venezuela y el combate al socialismo-comunismo en Latinoamérica. Y eso si es muy grave para nosotros y no se puede dejar pasar.

El único Presidente norteamericano que se ha ocupado directamente del problema de Venezuela ha sido Donald Trump, duélale a quien le duela. El único Presidente norteamericano que ha hecho un acto en su propio país para resaltar que acabara con el socialismo-comunismo en Latinoamérica comenzando por Venezuela ha sido Donald Trump. El  único Presidente norteamericano que ha reconocido públicamente el sufrimiento de las madres venezolanas cuyos hijos han sido asesinados por el régimen de Nicolás Maduro ha sido Donald Trump, al llamar a la madre de Oscar Pérez y darle un reconocimiento personal, público y mundial al valor de su hijo, cosa que no ha hecho por cierto ningún político de la oposición oficial.

Me preocupa que el Encargado de Negocios de Juan Guaidó, Carlos Vecchio, esté más interesado en cultivar las relaciones políticas con los opositores de Trump en los Estados Unidos, quienes trabajan incansablemente para descabezar al único mandatario norteamericano que ha hecho algo por ayudarnos, que en resolver allá que el gobierno republicano tome la decisión definitiva de intervenir para sacar a estos malandros (ver https://twitter.com/carlosvecchio/status/1095804712677449728). Me preocupa que la oposición oficial este sacándole la alfombra a Donald Trump en Venezuela, haciéndole el juego a los demócratas norteamericanos, para evitar que el Presidente Trump se anote un triunfo en su política exterior con Venezuela afianzándose en su país. Eso me preocupa.

Eso le daría algún sentido a la aberración de dejar que los venezolanos se mueran en los hospitales para evitar que los Estados Unidos resuelva con una intervención militar el problema de una vez, y respondería a la pregunta de por qué se niegan insistentemente a no autorizar la presencia de militares extranjeros en Venezuela. Si no es así, que procedan a autorizar misiones militares extranjeras en Venezuela de acuerdo al 187.11 Constitucional y dejen que desde afuera los países amigos decidan si se entran o no a ayudarnos en base al R2P, habida cuenta de los crímenes de Lesa Humanidad que se están cometiendo en el país sin que los venezolanos tengamos ninguna defensa en contra de eso.

Si Trump sale de la Presidencia de los Estados Unidos por cualquier razón de política interna de ese país, muy difícilmente tendremos de nuevo la ayuda norteamericana para salir de este problema, porque para Venezuela la Comunidad Internacional se resume en un solo país: los Estados Unidos de América -aunque muchos discrepen de eso- cerrándose así una ventana única que difícilmente se volverá a abrir.

Así pues, sería bueno que los partidos socialistas representados en el G4 (la mayoría de ellos inscritos en la Internacional Socialista) y que están controlando las decisiones del Presidente Encargado Juan Guaidó, entiendan de una vez que ante el fracaso del famoso quiebre interno generalizado de las Fuerzas Armadas venezolanas, que ellos esperaban que ocurriera con la Ley de Amnistía y el ingreso al país de la Ayuda Humanitaria con gente desarmada y sin custodia internacional, las opciones internas se acabaron. No se puede esperar ni un minuto más porque hay vidas en riesgo.

Entiendan que para que exista el “cese de la usurpación” para detener la muerte inminente de 300.000 compatriotas, es indispensable que se proceda a autorizar de manera inmediata la Ayuda Humanitaria con el apoyo de una misión militar multinacional de paz con fines humanitarios, por aplicación del Principio de Responsabilidad de Proteger (R2P) de las Naciones Unidas, que tiene la Comunidad Internacional con el pueblo de Venezuela.
 
Me resisto a pensar que por motivos ideológicos estos factores deseen el fracaso de Donald Trump y su política de cero socialismo-comunismo en Latinoamérica, como lo anunció en su discurso en Miami. Eso no solo sería criminal en contra de los venezolanos y la obra retorcida de un chavismo-socialismo encubierto y colaboracionista dentro de la oposición oficial, sino que se estaría dinamitando desde adentro nuestros esfuerzos de acabar con esta tragedia inmediatamente, constituyéndose en cómplices de un delito de Lesa Humanidad, ignorando el sentido de urgencia de todo un pueblo. De ser así todos los venezolanos, a diferencia de ellos, si tendríamos un sentido de urgencia, pero de salir de esa oposición tanto como de Nicolás Maduro al mismo tiempo…

Caracas, 28 de Febrero de 2019

Twitter:@laguana

miércoles, 27 de febrero de 2019

Ayuda Humanitaria sin custodia no es ayuda

Por Luis Manuel Aguana

Mensaje del ex Embajador ante la ONU, Diego Arria al Grupo de Lima: “Por Dios amigos del Grupo de Lima una verdadera intervención humanitaria involucra el acompañamiento de fuerza militar si realmente se quiere lograrla. Así hicimos en Bosnia durante nuestra presencia en Consejo Seguridad ONU” (ver mensaje en  https://twitter.com/Diego_Arria/status/1100135015889936391). Entonces yo me pregunto: ¿Qué pretendía entonces la dirigencia política al enviar personas desarmadas a recibir y distribuir esa ayuda? ¿Estaban llevando irresponsablemente al matadero a civiles creyendo que unos asesinos dejarían pasar la ayuda mansamente? ¿O ese mensaje “la Ayuda Humanitaria entra si o si” era un bluff irresponsable de Guaidó?

En cualquier caso, suponiendo que la parada ya era pública y no se podía echar para atrás, todos los venezolanos creímos que se tenía claro de que si la cosa era “si o si” se tendría el respaldo necesario para que la ayuda llegara a su destino, independientemente de cualquier cosa que pasara. Pues paso lo que pasó, asesinaron a los Pemones y a la gente que pasó con los camiones, aterrorizaron y aun aterrorizan a las poblaciones fronterizas con Colombia y Brasil, y quemaron los camiones con medicinas y alimentos.

Entonces tengo que llegar a la conclusión de que la vaina era improvisada e irresponsable al dejar a su suerte y bajo la amenaza de unos asesinos, la entrega de esa carga tan importante y valiosa, que debía pasar por innumerables alcabalas y caminos inseguros para llegar a su destino. ¿Era que pensaban que se caería el régimen al pasar los camiones y que los asesinos se quedarían en sus casas cuando el mismo régimen anunció que enviarían a sus matones? De allí la afirmación de Arria: “…una verdadera intervención humanitaria involucra el acompañamiento de fuerza militar si realmente se quiere lograrla”.

En otras palabras, la experiencia internacional indica que no es posible llevar cargamento humanitario a ningún lado sin custodia militar. No se trata de que esos militares vengan a tumbar a Maduro ni a nadie. Vienen a custodiar un cargamento de alimentos y medicinas para que no ocurra lo que ocurrió en el Puente Santander o lo que le ocurrió a los Pemones en Santa Elena de Uairén. Vienen a proteger la carga y a quienes la reciban.

Y en consecuencia para que esa carga venga adecuadamente custodiada, debe permitirse la entrada de misiones internacionales armadas de ejércitos amigos, que repito, no vendrían a tumbar a nadie sino a custodiar el embarque precisamente de esas hordas asesinas que causaron toda la tragedia del 23F.

Ahora bien, independientemente de la torpeza, planeada o no, de la dirigencia política opositora venezolana de enviar esa ayuda sin custodia para Venezuela, si después de haber visto todo lo que paso en vivo y en directo desde Cúcuta, los Cancilleres de los países del Grupo de Lima o de cualquier otro país de la Comunidad Internacional, insisten en que el régimen pacíficamente dejará que haya otro intento de introducir ayuda para un pueblo que se muere en los hospitales y de hambre en las calles, entonces es perfectamente exigible a ellos la Responsabilidad de Proteger (R2P) porque ellos ya saben de cierto que el gobierno del país no esta protegiendo a su población, y nos nace en consecuencia a los venezolanos el derecho de solicitarla (ver Numerales 138 y 139 del Documento Final de la Cumbre Mundial de 2005, en https://tinyurl.com/yxcmt7vs) en virtud que todos ellos firmaron en 2005 estar “dispuestos a adoptar medidas colectivas de manera oportuna y decisiva...si los medios pacíficos resultan inadecuados y es evidente que las autoridades nacionales no protegen a su población del genocidio, los crímenes de guerra, la depuración étnica y los crímenes de lesa humanidad”. Y si tienen dudas de eso que le pregunten a los Pemones del Estado Bolívar o a las poblaciones fronterizas de Ureña y San Antonio del Táchira. Y para eso la Ayuda Humanitaria que necesitamos desesperadamente debe venir custodiada por un contingente armado de aquellos países que nos quieran ayudar. ¡Punto!

Tan conscientes estábamos de esta situación, que para que esa Ayuda Humanitaria pudiera darse era necesario que la Asamblea Nacional autorizara “el empleo de misiones militares extranjeras en el país” tal y como reza el Artículo 187, numeral 11 de la Constitución vigente, un grupo de venezolanos pertenecientes a la Alianza Nacional Constituyente Originaria (ANCO), asistidos por el Dr. José Vicente Haro, propuso y envió directamente a la Fracción 16J de la AN, antes de la sesión de la Asamblea Nacional del 19 de Febrero, un borrador de Acuerdo para que fuera considerado en el seno del parlamento para autorizar esa misión extranjera en el país antes del 23 de Febrero de 2019 (ver texto completo del borrador propuesto en https://ticsddhh.blogspot.com/2019/02/propuesta-de-acuerdo-ayuda-humanitaria.html).

Lamentablemente esta propuesta fue desestimada por la Asamblea Nacional en su sesión del 19 de febrero de 2019, aprobando un “Acuerdo para la Autorización de ingreso al país de la Ayuda Humanitaria”, sin tomar en cuenta este aspecto fundamental para asegurar que esa ayuda pudiera efectivamente entrar de manera segura al país (ver http://www.asambleanacional.gob.ve/actos/_acuerdo-para-la-autorizacion-de-ingresoal-pais-de-la-ayuda-humanitaria). Esta propuesta fue realizada sin otro interés que el de colaborar con el país y para que los Diputados tomaran la decisión correcta, cosa que lamentablemente no ocurrió y por eso lo doy a conocer públicamente.

No entro a calificar si fue irresponsable o no la decisión de los Diputados de aprobar un Acuerdo que no considerara la autorización de una misión militar extranjera para la custodia de la Ayuda Humanitaria –ellos sabrían porqué lo hicieron-, pero lo que sí creo es que no se le pueden crear falsas expectativas a un pueblo hambriento y muriéndose en los hospitales para luego darle una excusa que ya conocemos perfectamente desde los sucesos de Puente Llaguno en el año 2002: que este es un régimen asesino capaz de cualquier barbaridad para mantenerse en el poder, como soltar a los presos de los penales y armarlos para agredir a ciudadanos inocentes. Eso ya en sí mismo es un crimen de Lesa Humanidad aplicable a todos aquellos funcionarios del régimen que participaron en eso.

Vistos los sucesos del 23F, la oposición oficial no puede seguir ofreciendo la entrada de Ayuda Humanitaria sin autorizar una misión militar extranjera que la custodie. Si los países de la Comunidad Internacional no desean acompañar esa Ayuda, será preferible que se quede afuera porque se perderá, así como las vidas de quienes se atrevan a introducirla a este país controlado por asesinos. Pero es indispensable que la Asamblea Nacional la autorice apegada a la Constitución. Si el régimen teme que esa misión militar extranjera venga al país para desalojarlos del poder, ese es su problema. Viene para asistir a los venezolanos que mueren en los hospitales por hambre y falta de medicinas, y si se atreven a impedirlo habrá violencia armada pero de verdad, no entre asesinos y gente desarmada como ocurrió el 23F, sino con militares profesionales internacionales altamente entrenados. Si vamos de nuevo y de verdad con la Ayuda Humanitaria, entonces la Asamblea Nacional tiene la palabra.

Caracas, 27 de Febrero de 2019

Twitter:@laguana