jueves, 23 de mayo de 2019

Consejo de Gobierno

Por Luis Manuel Aguana

Ciertamente nadie en Venezuela podría negar, por mas apoyo que le haya dado a la gestión del Presidente Encargado Juan Guaidó, que se han cometido muchos errores que han hecho que el régimen aun exista y controle el poder en Venezuela. Eso en nada disminuye que durante su corta gestión se han dado pasos importantes para ir mermando el poder que aun tienen los delincuentes que todavía desgobiernan a Venezuela.

El famoso manager del los Yankees de NY, “Yogi” Berra decía que el “juego se acaba cuando se acaba” (the game is over when is over) significando que por muy malo que sea el desempeño de un partido, hasta que no sale el último “out”, seguimos en el partido. Sin embargo, por más esfuerzo que un equipo haga en el campo, los resultados son los que hablan, no el esfuerzo puesto en la tarea. Y si tu equipo no anota y el contrario avanza, por más simpatía que les tengas a tus jugadores, sabes muy de adentro que hay que hacer algo para que la situación cambie. O cambian a los jugadores o cambian las estrategias de juego. Pero sabes que ALGO hay cambiar.

A veces los que estamos en viendo el juego desde las gradas, tenemos una perspectiva diferente de quienes están en el campo, pero no hay duda que la efectividad del equipo se mide por la eficiencia de sus jugadores, pero también de quienes deciden a quien poner a jugar para ganar el juego. Algo de eso nos esta pasando aquí. Se ha avanzado en haberle quitado al régimen su legitimidad internacional y se ha logrado poner a funcionar un gobierno, así sea a trompicones, sin un Gabinete ni un Alto Mando Militar -lo que muchos hemos considerado un grave error- ; y de una manera completamente “sui generis” a través de un Estatuto de Transición que pretende estar por encima de la Constitución, se ha avanzado en el terreno internacional y se ha logrado el reconocimiento de una gran parte del mundo. Nadie puede negar que se ha avanzado.

Pero todavía no hemos ganado el partido, y eso para nosotros es muy grave, y mas aún cuando cada día que pasa sin haberlos desalojado, es un día a favor del afianzamiento de la tiranía. Algunos me dicen, “pero espera, todavía falta. La estrategia pronto dará resultados, ten paciencia”. Eso podrá estar bien para mi, pero no es suficiente para aquellos que mueren como moscas en los hospitales o comen una sola vez al día, si comen, viendo a sus hijos abandonar el país. En Venezuela hay una guerra que nos declaró el régimen y a diario hay un parte de guerra donde lo que resaltan son los muertos. Es como ver desde afuera que el manager abiertamente comete los errores y el fanatismo por el equipo pretenda que la gente no lo pite y exija desde las gradas que se cambie a algún jugador o la estrategia del equipo.

Aquí nadie se puede equivocar: Juan Guaidó es Presidente Encargado porque el Gobierno de los EEUU decidió reconocerlo por el interés abierto y expresado públicamente de desalojar del poder a la tiranía comunista de Nicolás Maduro Moros por razones estratégicas de seguridad de la región y del hemisferio. Absolutamente TODOS los funcionarios de la administración norteamericana, comenzando por el Presidente Donald Trump han expresado su respaldo y ayuda al pueblo de Venezuela para lograr el regreso de la democracia y la libertad. Pero el respaldo es AL PUEBLO DE VENEZUELA. Y han depositado en la figura de Juan Guaidó como Presidente Encargado ese respaldo, en respeto a nuestro orden Constitucional. De allí que separe los errores que han cometido Guaidó y el liderazgo político Venezolano, y en particular los dos mas grandes del 23F y el 30A, que costaron -y aun están costando- vidas y persecución de venezolanos, con los intereses supremos de un pueblo que todavía sufre y que todavía espera los frutos de ese respaldo dado -que no al gobierno de Guaidó- y que pueda ser causa que se revise en los EEUU la manera de ayudar a los venezolanos, mas allá de seguir dándole apoyo al Presidente Encargado y su grupo de la Asamblea Nacional.

¿Y porque digo esto? Porque tengo la certeza que la paciencia de quienes nos apoyan en los EEUU tiene limite y que el “desastrometro” de la oposición oficial (palabra inventada por mi que mide el nivel los desastres cometidos por la oposición oficial para resolver el problema político del país) tiene tope. Que los EEUU se han dado a si mismos una fecha, desconocida para todo el mundo, para resolver ellos lo que la torpezas de la dirigencia opositora oficial no ha podido resolver en casi 6 meses, cuando se les puso a su disposición utilizar el poderío militar de la potencia mas grande del planeta para resolver el problema de esta tiranía en horas y NO LO HAN HECHO. Entonces, o Guaidó y la Asamblea Nacional resuelven el problema, o lo hacen ellos al cumplirse el tiempo que se han dado.

Creo que los norteamericanos han sido muy pacientes y han aprobado todos los inventos de la oposición oficial, desde convenir con ellos el cuento que el chavismo “democrático” (como si tal cosa existiera) podría lograr el “quiebre de las Fuerzas Armadas” el 23F, hasta la aceptarles que los delincuentes Vladimir Padrino y Maikel Moreno no traicionarían el “pacto” opositor del 30A. Porque todos esos inventos salieron del liderazgo del G4, con Guaidó al frente como responsable. Y ahora tener la paciencia para tolerarles un nuevo dialogo en Noruega cuando la diplomacia norteamericana había cancelado esa alternativa desde hacia meses. Hace rato cualquiera hubiera retirado su apoyo a esos locos que manejan el “carro chocón” de la oposición venezolana. Pero los norteamericanos nos prometieron a NOSOTROS, los venezolanos su respaldo, no a nuestra dirigencia política. Lamentablemente no sabían como se comportarían quienes estarían al frente, pensando que pondrían de primero los intereses del país, aunque creo que ya lo han aprendido por ensayo y error.

De allí que concluyo que en este momento el problema superó el nivel de competencia de quienes conducen el partido. Que el partido se complicó de una manera tan intensa que es necesario que los venezolanos exijamos que se incorporen nuevos actores adicionales al juego manejado por el manager Juan Guaidó, para cambiar y darle seriedad al manejo de las soluciones posibles de cara a quienes están perdiendo aceleradamente la confianza en nuestro liderazgo politico.

En tal sentido, propongo que se cree un nuevo ente de toma de decisiones donde los venezolanos tengamos vela en nuestro propio entierro, un Consejo de Gobierno, integrado por los Poderes Ejecutivo (Juan Guaidó), Legislativo (Asamblea Nacional) y Judicial (Tribunal Supremo de Justicia Legítimo en el exilio), conjuntamente con las fuerzas vivas del país (Iglesias, Universidades, Sociedad Civil), y sean ellos con sus representantes, y no solamente la expresión de las fuerzas políticas de la Asamblea Nacional sujetas a intereses contrapuestos a los de los venezolanos, quienes tomen las decisiones que nos afectarán a todos y acuerden con nuestro principal aliado, los EEUU, las mejores estrategias para cesar exitosamente la usurpación de Nicolás Maduro Moros.

Un órgano como ese está perfectamente justificado dentro el espíritu de la Ley del Estatuto para la Transición que establece como obligación  de la Asamblea Nacional “Articular acciones con la sociedad civil para promover mecanismos de participación ciudadana que legitimen el proceso de transición democrática y favorezcan la cesación de la usurpación de los poderes presidenciales por parte de Nicolás Maduro Moros” (Artículo 16.6 Ley del Estatuto para la Transición).

Creo que a los norteamericanos les interesaría favorecer una propuesta que amplíe el círculo de toma de decisiones de Juan Guaidó y la Asamblea Nacional, con el fin de mejorar la competencia del equipo que ha  conducido hasta este momento el proceso, y que se supone debieron haber presentado desde hace tiempo resultados positivos al pueblo venezolano, quien a fin de cuentas fue el que recibió el verdadero respaldo de los EEUU. Estoy seguro que de un cuerpo como ese saldrían las decisiones mas acertadas, que incorporen a los mejores jugadores, para terminar a la brevedad este juego a favor de la democracia y la libertad.

Caracas, 23 de Mayo de 2019

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

lunes, 20 de mayo de 2019

Liberación o cohabitación

Por Luis Manuel Aguana
Intervención en la Cátedra Pío Tamayo de la UCV del 20 de Mayo de 2019


De nuevo mis saludos cordiales a la Cátedra Pio Tamayo, agradeciendo sus siempre bien recibidas invitaciones para debatir el devenir del país. En esta oportunidad la pregunta la pregunta del Foro es particularmente difícil: “El 30A-19: ¿0tro golpe-negociación frustrado? ¿Es así como se pretende derrotar esta dicta-socialista militar-civil?”. Y digo difícil porque en este momento los venezolanos descubrimos duramente al transcurrir de las horas del 30 de abril de 2019 que el plan que tenía la oposición oficial no era la liberación de la tiranía sino la cohabitación con ella.

Que lo que entiende el gobierno del Presidente Encargado Juan Guaidó y los principales lideres de la Asamblea Nacional como “Cese de la Usurpación” no es lo mismo que el resto de los venezolanos entienden. Exponiéndolo claramente, los venezolanos entendíamos y seguimos entendiendo como “Cese de la Usurpación” es no solo la salida de Miraflores de Nicolás Maduro Moros y el cese inmediato de su gobierno de facto, sino la terminación de toda la superestructura del castro-chavismo-madurismo en el gobierno porque eso dejó de tener la legitimidad que solo dan los votos de los venezolanos, de acuerdo a la todavía vigente Constitución de 1999, hecho claramente expuesto luego del fraude electoral del 20 de Mayo de 2018.

¿Cómo se le podía vender entonces a los venezolanos que Juan Guaidó gobernara tan siquiera un día con toda la superestructura que sustenta al castro-chavismo-madurismo en el poder, si hubiera tenido éxito ese movimiento del 30 de Abril? ¿Cómo se podría tragar a un Maikel Moreno presidiendo el TSJ, principal responsable de las persecuciones judiciales de la tiranía, o un Vladimir Padrino López como Ministro de la Defensa después de ser el principal responsable material de los crímenes de Lesa Humanidad que se están ventilando ante la Corte Penal Internacional? ¿Ese era el plan de “Cese de la Usurpación”?

En lo personal me decepcionó mucho. Pero me decepcionó aún más luego de leer todos los reportes que surgieron posteriormente relatando con más detalle los acontecimientos del antes y el después del movimiento del 30A (ver en el portal Armando.info, La Conjura de los Testaferros, en https://armando.info/Reportajes/Details/2556) y las graves denuncias de corrupción que no han sido debidamente explicadas hasta este momento, y respondería al porque ahora se comenzó un nuevo dialogo en Noruega, cuando habían dicho que no habrían más diálogos con Maduro.

Pero más allá de esa decepción y adentrándome en el tema de hoy de la Cátedra, aquí hay un hecho grave que se develó después del 30A: la manera en cómo se concibe la transición después de separado Nicolás Maduro Moros del cargo que ostenta ilegítimamente, y las consecuencias para Venezuela de realizarlo de una u otra manera. Allí es en donde creo que está el obstáculo para que avance el famoso mantra de tres pasos, ya que eso definiría si lo que ocurrió fue un golpe-negociación frustrado y si con eso se puede derrotar a esta “dicta-socialista militar-civil” como acertadamente lo titula la Cátedra Pio Tamayo.

El 30A los venezolanos descubrimos como piensa realmente la oposición oficial resolver el problema político en Venezuela: a) no desean que haya una intervención humanitaria a pesar de los crímenes de Lesa Humanidad que comete  el régimen de Nicolás Maduro Moros y que casi un 90% de los venezolanos, de acuerdo a las encuestas, se los está pidiendo; y b) creen que la salida y la normalización de la situación política del país pasa por una negociación con los delincuentes que manejan el poder de facto en Venezuela. Esas dos verdades reveladas el 30 de Abril crean un enfrentamiento directo de la mayoría de los venezolanos con su clase política opositora. Eso no es base de sustentación para ningún gobierno de la oposición.

Cualesquiera que sean las razones de los diputados de la Asamblea Nacional –corrupción incluida-  para evitar un intervención militar de carácter humanitario, son la causa de que no se haya dado la aprobación de la autorización de la entrada de contingentes armados extranjeros contenida en el Artículo 187, numeral 11 Constitucional. Pero también a la vez están trancando la liberación de Venezuela de los ejércitos cubano, ruso, chino, iraní, hezbolá y demás terroristas paramilitares de ocupación que se encuentran enquistados a lo largo y ancho del territorio nacional, y que se están preparando para expandirse por Latinoamérica y los Estados Unidos.

Al haber tomado la trascendental decisión de cohabitar con el régimen, aún sin estar Maduro, el Gobierno del Presidente Encargado Juan Guaidó fracasó sin haber comenzado. Si toda la estructura de poder su gobierno de transición va a depender de los factores enraizados de la narco corrupción del actual régimen, difícilmente se podrán acometer las reformas imprescindibles para el retorno de la institucionalidad democrática del país, comenzando por una reforma a fondo de las Fuerzas Armadas. ¿Cómo se enderezarían las barbaridades que cometieron Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro Moros dentro de esa institución, donde violentaron los principios fundamentales de la institución armada de disciplina, obediencia y subordinación, si quienes están al frente son precisamente aquellos cuyo poder se sustenta en esa distorsión?

Es una contradicción hacer una negociación en las que convivan las estructuras antidemocráticas del régimen y sus protagonistas con un pretendido gobierno democrático. Eso es lo que al parecer no alcanzan a entender aquellos que impulsan una “negociación” en la que sobreviva algo de lo que en este momento oprime a todos los venezolanos y es la razón principal de toda esta tragedia humanitaria que vivimos. No fue una negociación frustrada, es que el solo hecho de hacer que funcionen ambas maneras de concebir la transición hace abortar cualquier engendro que se quiera crear.

Es como intentar cruzar sin más dos especies diferentes y pretender crear con éxito un ser completamente nuevo, como un caballo volador, cruzando un caballo con un  pájaro. Es como si los Aliados para liberar a Europa del nazismo en la Segunda Guerra, antes de proceder a la fuerza como en efecto hicieron, hubieran buscado primero a Himmler, Eichmann o Goebbels para que cogobernaran con ellos en una transición hacia una nueva etapa, haciendo un gobierno sin Hitler, habiendo sido ellos los principales responsables materiales de los 6 millones de judíos muertos.

Si las especies son efectivamente diferentes, entonces son incompatibles ambas maneras de concebir una transición para lo cual el Gobierno del Presidente Encargado Juan Guaidó deberá proceder sin la mayor dilación la liberación de Venezuela tomando las decisiones dentro y fuera del país que conduzcan a la remoción de raíz de las estructuras que hacen posible este estado narco militarizado que nos desgobierna, descartando completamente una negociación con el régimen. Pero si las especies son del mismo tipo, producto ambas de la corrupción, como en efecto lo está comenzando a percibir el país, el engendro creado será peor que la enfermedad, que no solo acabará con él y con la esperanza de los venezolanos, sino que hundirá aun más a Venezuela en la anarquía. Aun están a tiempo de decidir bien.

Muchas gracias…

Caracas, 20 de Mayo de 2019

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana