Por Luis Manuel Aguana
El 28 de noviembre, justo el día anterior de
la rueda de prensa del ex embajador Humberto Calderón Berti, que marcara el
antes y el después de la Presidencia Encargada de Juan Guaidó, publique una
nota donde me dedicaba a la corrupción del gobierno interino, que denunciaba de
una manera interesada el periodista Manuel Isidro Molina (ver el único camino
de Juan Guaidó, en http://ticsddhh.blogspot.com/2019/11/el-unico-camino-de-juan-guaido.html),
sumándome al llamado de las voces de conciencia que en Venezuela le solicitaban
al Presidente Encargado que se separara de toda militancia partidista y ejerciera
un Gobierno con personajes representativos de la sociedad civil venezolana
reconocidos por su prestigio y honestidad. Ese llamado fue acallado por el
estallido al siguiente día de las declaraciones de Calderón Berti.
El interés de los partidos opositores para
colocar fichas políticas en una empresa técnica como lo es Monómeros
Colombo-Venezolanos, S.A. me recordaron la lucha permanente que hemos sostenido
desde hace casi 20 años en AC Familiametro (1) por el adecentamiento de la
operación técnica del Metro de Caracas, manejado actualmente por militantes del
régimen y no por técnicos y ejecutivos calificados. De allí el desastre de la
operación y mantenimiento que estamos viendo en la otrora “Gran Solución para
Caracas”.
Y eso es lo grave de la denuncia del ex
embajador Calderón porque evidencia que estos últimos 20 años no solo no han
servido para el escarmiento de la clase política venezolana que funge como
oposición oficial, sino para enterarnos que esa es la tónica con la que
pretende el gobierno interino de Juan Guaidó hacerse del control de las
empresas recuperadas: de la misma manera como lo ha hecho el régimen de Nicolás
Maduro Moros, a punta de cuotas políticas. Mal comienzo. Si eso es así sin estar
en Miraflores, imagínense cuando estén el poder. Juan Guaidó desestimó las
denuncias y recomendaciones del experto petrolero Calderón Berti y se
desconectó de él, respaldando el viejo esquema de cuotas partidistas, en un
claro desprecio de cómo se deben manejar las cosas luego de la recuperación de
nuestro país.
No deseo entrar a la descripción de la
corrupción develada por los informes que ya todos conocemos, que han sido
leídos y reseñados por los múltiples portales informativos y viralizados por
las redes sociales. Quiero ir a otro aspecto que sí creo de interés para los
venezolanos y tiene que ver con la disposición interior del propio Presidente
Encargado de recuperar el país para la gente decente que somos la mayoría. Y
para ello voy a apelar al mismo argumento que esgrimí al escribirle al Presidente
Chávez cuando publiqué una nota el año 2011, titulada “Presidente muera en paz”
(ver nota en http://ticsddhh.blogspot.com/2011/10/presidente-muera-en-paz.html),
donde dentro del mayor respeto le pedí que pusiera en orden sus asuntos y
muriera en paz, por el bien de él y del país.
Y este resulta ser el mismo caso, salvando
por supuesto las distancias. Una vez declarado el cáncer que afectaba al
Presidente Chávez, la situación no podía ser más clara. Menos de dos años antes
de su efectivo deceso, ya era difícil pensar que eso no ocurriría. Todas las
informaciones nacionales e internacionales del momento apuntaban a un desenlace
fatal de su enfermedad. Y yo me preguntaba: ¿si efectivamente él sabe que va a
morir, porque no hacer lo correcto? ¿Por qué no enmendar el rumbo? ¿Por qué no
pasar a la historia por la puerta grande haciendo lo que necesitaba el país
para salvarlo de algo de lo cual el mismo tenía que saber que era responsable?
Pues eso mismo lo estoy viendo en Juan Guaidó.
La Presidencia de Juan Guaidó está enferma de
cáncer, el cáncer de la corrupción. Su credibilidad, en especial la
internacional, está severamente comprometida. Y todos los factores involucrados
en esa corrupción están haciendo hasta lo imposible para sostenerse en el poder
interino hasta lograr cerrar la cohabitación con Maduro a toda costa. De hecho
esa es la preocupación del Presidente Encargado al despedir de la manera
ominosa, incluso con una carta mal hecha, a Humberto Calderón Berti porque era
imposible sostenerlo como embajador si se estaban repartiendo una corporación
como Monómeros para la corrupción de esos factores, precisamente al frente de
sus narices.
Entonces aplica a Guaidó el mismo consejo que
le di a Chávez. Presidente Guaidó: Ante la inevitabilidad de una muerte segura
de su presidencia por el cáncer de la corrupción, haga lo correcto y deje el
camino libre a los factores que coadyuven a corregir el rumbo que desviaron los
corruptos y sus propias equivocaciones, mediatizando una gestión a favor de los
que siempre trabajaron para su beneficio y no para el bienestar de las
mayorías. Ud. debe recordar las razones que lo llevaron a pertenecer a un
partido cuyo lema es “Por una mejor Venezuela”. ¿Y cómo podría haber una “mejor
Venezuela” a la sombra del más abyecto tráfico de influencias y corrupción
patrocinado por los jefes políticos que le acompañan? Como joven, debe realizar un profundo examen
de conciencia –como el que le solicité a Hugo Chávez antes de morir- que arroje
como resultado un saldo a favor de la sangre de la juventud que murió en las
calles para que esto cambiara, poniendo por delante la decencia, la ética, la
moral, la honestidad, pero sobre todo un profundo amor por Venezuela.
En lo personal no hubiera deseado este
fracaso para usted, pero ya es tarde. Ya su Presidencia fracasó producto del
cáncer de la corrupción. Ya los venezolanos no pueden esperar más. Requieren de
un vuelco inmediato en las actuaciones de quienes dirigen la lucha opositora, y
que usted sabe muy bien que están completamente inhabilitados para protagonizar
ese vuelco y que se deben ir. Póngase por encima de eso y hágase a un lado,
renunciando, para ayudar activamente desde cualquiera que sea su posición
futura, a que los factores que representan la decencia y la honorabilidad de este
país puedan surgir y salvar a Venezuela. Usted sabe quiénes son. Renuncie,
sálgase de ese mar lleno de estiércol y váyase en paz. Le aseguro –si realmente
usted tuvo los valores que impulsan una lucha política desinteresada- que eso
le procurará mayores beneficios políticos en el futuro, en un país donde verdaderamente
existan la honorabilidad y la libertad.
Caracas, 6 de Diciembre de 2019
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana
(1) El autor es fundador de AC Familiametro