sábado, 29 de febrero de 2020

Campo de realidad distorsionada

Por Luis Manuel Aguana

Los venezolanos estamos viviendo en un campo de realidad distorsionada. Todos estamos inmersos en el y no nos estamos dando cuenta. Y no nos damos cuenta porque estamos dentro de él. Parece un juego de palabras pero no lo es. Pero alguien se tiene que dar cuenta para decir desde afuera del campo que estamos distorsionando la realidad y cometiendo estupideces producto de ese efecto. Veamos.

http://www.afiliacioncentral.com/scripts/9hmcy59?a_aid=5e59a6bc5ee57&a_bid=172412b4


En un artículo de El País de España de Noviembre de 2011, titulado “Campo de distorsión de la realidad” (ver El País, en https://elpais.com/diario/2011/11/05/espana/1320447621_850215.html) el analista político Jesus Cerberio explicaba el fenómeno partiendo de lo personal a lo social mostrando el caso de Steve Jobs, según el cual ese personaje era capaz de modificar la realidad: “En su presencia la realidad es algo maleable. Puede convencer a cualquiera prácticamente de cualquier cosa. El efecto se desvanece cuando no está, pero es peligroso quedar atrapado en su campo de distorsión". En la España política del 2011, decía Cerberio, “A falta de líderes dotados de esta singular y a veces peligrosa capacidad, son los partidos los que vuelcan su costosa maquinaria…para distorsionar la realidad a medida y crear un mundo binario, donde el otro simboliza toda suerte de desastres y uno tiene todas las soluciones”.

Y eso es exactamente lo que está pasando en la Venezuela política del ahora, cuando todo el mundo se apresta a rechazar contundentemente la selección de los miembros de una supuesta “sociedad civil” como integrantes del nuevo Comité de Postulaciones Electorales del CNE. En primer lugar, ¿cómo se puede rechazar el nacimiento algo que en primer lugar no debió haber nacido? Y no debió haber nacido porque esa Comisión Preliminar era ilegitima por estar compuesta por diputados del PSUV que ya no tenían tal condición de Diputados de la Asamblea Nacional por abandono de sus cargos. En otras palabras tal Comisión Preliminar era inexistente desde el punto de vista legal. Nos están poniendo a discutir algo que solo existe en la mente enferma de quienes han creado todo este entramado ilegal para el nombramiento de un nuevo CNE entubado en el Asamblea Nacional.

Ni siquiera el hecho que los 10 personajes “seleccionados”, de existir algún Estado de Derecho en Venezuela y alguna sindéresis de actuación en el liderazgo opositor, serían impugnables por toda la calle del medio por no pertenecer a la sociedad civil por vínculos innegables con los partidos políticos y supuesta sociedad civil que los postuló. ¿Y que estamos haciendo los venezolanos? Distorsionando esa realidad nos aprestamos a rechazar esas designaciones cuando no son otra cosa que el subproducto de algo que no debió en primer lugar haberse conformado como Comisión Preliminar, poniéndonos a discutir una realidad inexistente como si fuera efectivamente real. ¡Y ESO ES LO QUE QUIEREN ESTOS DELINCUENTES POLITICOS! De esa manera legitiman toda la cadena ilegitima desde el mero comienzo.

¿Y porque nos estamos tragando eso en primer lugar? Porque tanto el régimen como su oposición oficial están jugando con la mente de los venezolanos como si fuéramos ratas en un gran laboratorio para llevarnos cual ovejas al gran matadero electoral que nos están preparando. Lo próximo será que los venezolanos discutan públicamente de una manera enfermiza si tal o cual “Rector del CNE” resultó válido o no, cuando sabemos de cierto que esos “Rectores” no deberían existir en primer lugar por ser la resultante de una larga cadena de eventos y nombramientos ilegales e ilegítimos, negociados para la perpetuación del régimen y quienes les acompañan en la oposición. Estamos operando entonces en un campo de realidad distorsionada y tenemos que salir de él.

De acuerdo a los psicólogos una persona puede llegar a distorsionar la realidad si está lo suficientemente deprimida (ver La depresión puede afectarnos al punto de distorsionar la realidad, en https://www.psyciencia.com/la-depresion-puede-afectarnos-al-punto-de-distorsionar-la-realidad/). Y vaya que los venezolanos lo estamos. Somos el pasto fácil de todos quienes manipulan la realidad a su antojo. Y como decía el analista español: “son los partidos los que vuelcan su costosa maquinaria…para distorsionar la realidad a medida…”. Esa realidad donde vamos a unas elecciones a “troche y moche” sin importar el marco distorsionado del país que no justifica por donde se mire un proceso electoral. Pero ellos lo imponen a pesar que esa no es la realidad de los venezolanos.

Y más allá de eso, nadie habla que aun cuando exista una nueva Asamblea Nacional producto de unas elecciones irritas convocadas por un CNE ilegal, queda aún por encima de ese Poder Público “electo” dentro de esta gran realidad distorsionada, una Asamblea Nacional Constituyente que estaría por encima de TODOS los Poderes Públicos, de acuerdo a la misma Constitución de 1999, en su Artículo 349: “…Los poderes constituidos no podrán en forma alguna impedir las decisiones de la Asamblea Nacional Constituyente….” . El régimen podría perder incluso esa elección parlamentaria y Maduro quedar gobernando cual Presidente “democrático”, porque tendría bajo su control la Asamblea Constituyente ilegitima de la cual ninguna oposición oficial habla de desmontar. ¿Por qué no hablan de eso los que quieren ir a esa elección parlamentaria en este ambiente de realidad distorsionada?

Y ustedes me preguntarán, ¿y cómo se corrige esa distorsión? La receta no es mía. Solo me remitiré a un artículo que les recomiendo titulado “Steve Jobs, la psicología política y el campo de distorsión perceptiva de votantes y políticos” (ver en https://mprgroupusa.com/2016/08/29/steve-jobs-la-psicologia-politica-y-el-campo-de-distorsion-perceptiva-de-votantes-y-politicos/): ¿Cómo se corrige el campo de distorsión perceptiva? Con el ajuste colectivo. Con los otros. Con el ruido que produce nuestro campo en la zona de encuentro y fricción con el campo de los demás. Allí hay tarea dura y paciente para los consultores políticos. Porque una parte de su trabajo tiene que ver con eso: desmontar el campo de distorsión perceptiva de sus clientes. – Ayúdame a mirar -cuenta Eduardo Galeano que le decía un niño a su padre al encontrarse por primera vez en su vida frente a la inmensidad abrumadora del mar. El único antídoto frente al campo de distorsión perceptiva es ese: ayudar a mirar…”.

Espero haberles ayudado a mirar “la inmensidad abrumadora del mar” de la maldad de aquellos que aun creen que los venezolanos seguimos siendo los mismos pendejos de antes. Entiéndanlo de una vez: no votaremos en ninguna elección hasta que Maduro se vaya…

Caracas, 29 de Febrero de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

martes, 25 de febrero de 2020

Las marchas como complemento

Por Luis Manuel Aguana

Quisiera hacer una pregunta que suena obvia: ¿A quien no le gustaría un cambio de Presidente de manera pacífica a través de unas elecciones libres, justas y transparentes? Eso es como decía mi abuela, ¿muerto, quieres misa? Todo el mundo quiere eso desde la primera vez que intentamos destituir a Hugo Chávez con un revocatorio en el 2004 cuando correspondía en el 2003.

Después de cientos de muertos en las calles y en los hospitales producto de la violencia que se nos ha impuesto en todas sus formas, resulta que ahora esa es la oferta de la oposición oficial. Esto es, Maduro diría simplemente ¡me voy, no aguanto mas las sanciones gringas! Y ya. ¡Ceso la usurpación! y se acabaron los problemas. Lamentablemente el mundo no funciona así y menos con narcoterroristas.

La oposición oficial se apresta a designar los nuevos rectores de un CNE negociado con el régimen en una Comisión de Postulaciones Preliminar designada con diputados de los dos bandos, ambos buscando diferentes objetivos. Los primeros, estar preparados para una elección inmediata después que Maduro se vaya (cosa que nos pondría a todos en el primer cuadro a la espera de un evento que quizá no llegue nunca), y los segundos buscando las elecciones parlamentarias que ambos –o al menos una parte importante de la oposición oficial (AD-UNT)- buscan para finales del año 2020. En todo caso, todos se aprestan para un evento electoral.

Y yo me pregunto ¿qué fue lo que nos perdimos? Porque que yo sepa, no ha cambiado absolutamente nada, salvo la promesa después del viaje de Guaidó al exterior, de que seguirán las sanciones al régimen y sus delincuentes. Y han seguido. La primera aplicada a Rosneft Trading, la empresa rusa que comercializa el petróleo venezolano desde que PDVSA dejo de existir para el mundo internacionalmente. Eso nos deja un campo infinito de posibilidades, pero una muy probable: que las cosas sigan empeorando para los venezolanos sin que el régimen se mueva ni un milímetro de Miraflores. Pregúntenle al del Mazo Dando si le importa que los venezolanos pasen más hambre y más hiperinflación porque Trump imponga un bloqueo a las costas venezolanas. Seguirán muertos de la risa viviendo del contrabando de nuestras riquezas. ¡Mejor que Cuba que tiene ya más de 60 años, pues!

Y ustedes dirán: “¡Este tipo si es negativo! ¡Qué va a saber el! ¡Guaidó negoció con Trump que Maduro se iría, ahora le toca a él movilizar a la gente!”. Veo con mucha dificultad que la gente se movilice como antes, no solo porque se han ido del país, sino porque no existe un liderazgo capaz de inspirar eso. Guaidó dejo de serlo… Mis disculpas por la desconfianza. Mi punto aquí es que el problema sigue siendo NUESTRO, no de los norteamericanos ni de Trump. No podemos seguir en una actitud de espera indefinida, por más promesas que le haya hecho Trump a Guaidó. Tenemos la responsabilidad de hacer algo grande que cambie el estado de cosas actual, más allá de seguir pidiéndole a la gente simplonamente que salga a marchar a las calles. ¡Eso tiene que tener propósito!

La crisis económica le ha pegado muy duro a la población y la oposición oficial se ha encargado de hacer que la gente pierda la confianza en ellos. No dudo que exista todavía algún nivel de movilización y respaldo en las calles pero no al punto de lograr la masa crítica necesaria y suficiente para un cambio político, por más sanciones que aparezcan en el camino. De seguir intentando lo mismo, el régimen seguirá haciendo lo que mejor sabe hacer, esto es agredir a todo aquel que asome la cabeza, asesinando jóvenes en las calles, con la consiguiente vuelta al círculo vicioso que todos conocemos. Einstein no se equivoco en su sentencia, y se obtendrán por consiguiente los mismos resultados.

¿Qué hacer entonces? Algo diferente. La oposición está en la obligación de hacer algo distinto para movilizar un rechazo masivo de la población al régimen y generar esa presión interna que le pidieron a Guaidó en la Casa Blanca, más allá de los pocos manifestantes en la calle que pueda levantar. Y aquí no estoy diciendo que nos olvidemos de las movilizaciones de calle en protesta por todo lo que ocurre en el país. Estoy diciendo que debemos sumar algo adicional completamente nuevo y diferente para lograr ese punto crítico necesario para el cambio que necesitamos.

En marzo de 2014 publique una nota -de hecho es la más leída de mi blog hasta ahora- (ver Caída inevitable, en https://ticsddhh.blogspot.com/2014/03/caida-inevitable.html) donde reseñaba la investigación de la Dra. Erica Chenoweth de la Universidad de Colorado, en Boulder (ver conferencia de la Dra. Chenoweth en http://youtu.be/y4xcimkAFNc), que arrojó que durante el período de 1900-2006 las insurgencias No Violentas de todo el mundo tuvieron dos veces más probabilidades de triunfar completamente sobre aquellas donde hubo violencia. La investigación reveló que NINGUNA insurrección había fracasado durante ese período (1900-2006) después que se llegara a una participación activa y constante de solo el 3,5% de la población, habiéndose contabilizado históricamente  insurrecciones exitosas con mucho menos que ese porcentaje.

Ahora bien, si atendemos las cifras aproximadas de la población de Venezuela luego del éxodo masivo calculado alrededor de 5Millones de personas, nos quedamos en Venezuela unas 25Millones de personas. El 3,5% de esa cantidad son 875.000 personas. ¿Ustedes creen que el actual liderazgo político opositor inspire a la presente fecha a alrededor de 1Millon de personas a salir a las calles en una participación activa y constante, como indica la investigadora que debe hacerse? Seamos serios. Los mejores números los obtuvimos en los años de máxima protesta activa en las calles, comenzando el año 2002, donde se contabilizaba esa cifra en cada marcha, sin éxodo alguno.

Los mayores picos de protesta contabilizados por el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social tuvieron lugar en el 2014 (9.286) en una subida consistente desde el 2017 (9.787), 2018 (12.715) y 2019 (16.739) (ver Informe Anual Conflictividad Social en Venezuela 2019, en https://www.observatoriodeconflictos.org.ve/tendencias-de-la-conflictividad/conflictividad-social-en-venezuela-en-2019). Esos números indican que la gente no se ha quedado tranquila y puede ser la chispa detonante de un conflicto mayor pero eso no ha sido suficiente, aun habiéndose casi duplicado el año pasado la conflictividad del año 2014.

He hecho esta exposición de motivos previa para hacerle entender a los políticos de la oposición oficial que una Consulta Popular Plebiscitaria administrada por los ciudadanos, que hemos planteado desde ANCO, pondría en las calles de Venezuela en un acto cívico a no menos de 4millones de personas, asumiendo que se hayan ido 3Millones de electores de los 7Millones contabilizados dentro de Venezuela en la consulta realizada el 16J-2017. Sin embargo esta consulta no dejaría afuera a los venezolanos de la diáspora, y haría presentes en la protesta cívica a las miles de personas que por razones obvias no saldrían a marchar por edad o condiciones físicas, y por esas mismas razones no se han ido del país.

De esta manera el grito de protesta cívica que daríamos al mundo exigiendo la salida del sátrapa estaría por el orden de los 10Millones de personas. Eso es muchísimo más que convocar marchas en deplorables condiciones de credibilidad aunque estas no sean excluyentes. Podemos –y debemos- hacer ambas cosas: una gran Consulta Popular Plebiscitaria, y posteriormente salir a las calles -y no dejarlas consistentemente- exigiéndole al mundo nos ayuden a hacer efectivo el cumplimento del resultado del mandato popular con todas las protestas y marchas que deseemos. ¡Las marchas serían el complemento necesario de esa Consulta Plebiscitaria! Eso nos pondría a todos en la misma página y con un propósito común: exigir masivamente el cumplimiento de nuestro mandato como pueblo.

Si el liderazgo político no puede poner ahora en las calles a marchar a 1Millon de personas todos los días como en otros tiempos, si puede ayudar a la sociedad civil a convocarlo para un acto cívico de esta magnitud en el mundo. El efecto político creado por una Consulta Popular Plebiscitaria que exprese el sentir de 10Millones de venezolanos residentes en Venezuela y fuera del país, le daría la vuelta al planeta, y sería de una magnitud tal que si estaría en la posición de ser el detonante que todos esperamos para el cambio político del país, dándole a la Comunidad Internacional un respaldo imposible de ignorar para actuar en Venezuela.

La Consulta y las marchas en protesta por el cumplimiento de su resultado estarían entre las acciones que si podemos hacer sin esperar por Trump ni por nadie, podría darle el respaldo político y popular necesario para actuar y respaldar al Presidente Encargado en su ejercicio del poder, más allá del Art. 233 Constitucional, y nos daría los argumentos de peso para solicitar con firmeza y en una sola voz, la ayuda de fuerza necesaria para desalojar al tirano y recuperar la libertad. Todavía no se que están esperando…

Caracas, 25 de Febrero de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana