Por Luis Manuel Aguana
En toda esta confusión que ha surgido por la posición
oficial del gobierno norteamericano con su propuesta denominada “Marco para la
transición democrática para Venezuela” del 31 de Marzo (ver propuesta oficial
en https://translations.state.gov/2020/03/31/marco-para-la-transicion-democratica-de-venezuela/)
la única reacción política racional ha sido la del régimen de Maduro,
rechazando la propuesta. Y no se equivoquen, es posible que eso sea lo que
precisamente estén buscando los norteamericanos. Veremos más abajo porqué.
Difícilmente podría entenderse la nueva
posición del gobierno de los Estados Unidos en respaldo a la propuesta de
cohabitación con el régimen formulada por el gobierno encargado de Juan Guaidó
(ver mi pasada nota Cohabitación de Emergencia, en https://ticsddhh.blogspot.com/2020/03/cohabitacion-de-emergencia.html),
trayendo del pasado los mismos planteamientos hechos en el marco de las
conversaciones de dialogo que se habían dado en Oslo y Barbados, de un gobierno
de transición conjunto con personeros del régimen, pero sin Maduro y sin Guaidó
en la papeleta, que trajeron el rechazo unánime del país opositor.
Y ellos saben de cierto que eso no es
precisamente una solución para la crisis venezolana, no solo porque ignora la
verdadera situación política de la Asamblea Nacional que no está ni siquiera en
posición de reunirse en el Palacio Federal por ordenes del régimen, sino por el
atajo de criminales que conducen el poder en Venezuela, que tienen en el
bolsillo a muchos –si no la mayoría- de los diputados de esa oposición oficial,
razón por la cual Guaidó no quiso entrar al Hemiciclo el 5 de Enero de 2020
cuando todas las fracciones opositoras ya estaban adentro. ¿Son esos diputados quienes
los norteamericanos pretenden que nombren un Consejo de Estado? Insisto, no
creo en ingenuidades políticas. ¿Qué buscan entonces los norteamericanos?
Mi pregunta no iría dirigida al porqué los
gringos salieron con una propuesta que respalda plenamente al Presidente
Encargado Juan Guaidó con su Gobierno de Emergencia Nacional, a solo horas de
ser anunciado, y después que su propio Departamento de Justicia le ponía precio
a la cabeza de quienes detentan el poder en Venezuela. Mi pregunta va dirigida
al como ellos pretenden ayudarnos a resolver la crisis con algo que de antemano
saben que no funcionará. Ya he mencionado antes que las cosas en los Estados
Unidos no funcionan como en el resto de los países.
Hace un año analizaba el tema de la
intervención militar en Venezuela (ver Conflicto de intereses, en https://ticsddhh.blogspot.com/2019/03/conflicto-de-intereses.html)
y repito lo que mencioné en esa oportunidad porque calza al rompe con lo que
voy a decir a continuación: “La
administración norteamericana funciona como una composición ordenada de
compartimientos estancos donde el único que tiene la visión de conjunto es el
Presidente. Cualquiera que diga que el conjunto hará o dejará de hacer algo, no
está diciendo la verdad porque eso solo es competencia del Presidente de los
Estados Unidos. Es más, Elliott Abrams, que es lo que se puede llamar aquí un
Viceministro del Exterior en su área, puede estar diciendo eso y al mismo
tiempo el DOD (Departament of Defense) puede estar a punto de lanzar las tropas
en Venezuela y el DOS (Departament of State), órgano del cual depende Abrams,
ni siquiera estar enterado de esa maniobra si el Presidente no les informa, y
es posible que sean los últimos en enterarse internamente. Las cosas allá no
funcionan como aquí ni en ningún otro país. Entonces, ¿ven lo ridícula que es
la afirmación de marras? Y más ridículos quienes la repiten.”. Y la
afirmación era precisamente “en Venezuela no habrá una intervención militar de
los Estados Unidos”…
A horas de haber sido anunciado -tras años de
investigaciones- por un poder autónomo del Estado norteamericano, el
Departamento de Justicia y el Fiscal General, que los principales personeros
del régimen habían sido señalados como criminales que debían ser puestos a la
orden de la justicia norteamericana, con un precio sobre sus cabezas, sale el mismo
gobierno a respaldar esa fórmula conjunta de Guaidó donde se posibilita que
personajes del régimen señalados por el Departamento de Justicia se posicionen
en puestos claves de un gobierno de transición, y suspendidas sus sanciones.
¿Qué significa eso? Que el Poder Ejecutivo norteamericano tomó una decisión independiente
de su Poder Judicial por alguna razón, respaldando el plan de cohabitación de
Guaidó, que ofrece no solo un salvavidas a Maduro y su régimen sino un barco
completo para que todos ellos se monten. ¿Es eso bueno? No lo creo. Veamos.
Como mencionaba al inicio, los únicos que han
reaccionado racionalmente a esta propuesta son los personajes del régimen. ¿Y por
qué lo digo? Porque los únicos que se no salvarían allí son los que precisamente
han sido señalados por el Departamento de Justicia porque tienen acusaciones
concretas y abiertas sobre sus cabezas; y por más que el gobierno de Trump que
no tiene poder sobre su justicia, o un posible gobierno de transición
venezolano, los salve con una supuesta Ley de Consejo de Estado, seguirán
siendo buscados y perseguidos internacionalmente con un precio sobre sus
cabezas. Y si estos mismos personajes son los que precisamente manejan el poder
en nuestro país, ¿cuál podría ser la respuesta racional esperada? La que acaba
de dar el régimen: que se vayan al largo al carajo.
Entonces esa propuesta no es viable, por más buena
intención o ingenuidad con la que haya sido formulada, o desconocimiento de la
realidad política venezolana de quienes la hicieron, al margen de haber
aparecido como respaldo a la posición de Guaidó y su gobierno encargado. En el
mejor de los casos de poderse llevar a cabo esa propuesta, difícilmente ese
“Consejo de Estado” descrito terminará en manos opositoras. Caería bajo el
control de la “mesita” y del PSUV, sin contar con inconstitucional que resulta que
las facultades del Presidente de la Republica pasen a manos de un órgano que no
está descrito en la Constitución (puntos 5 y 6 del Marco de Transición). Pero
como ya a la Constitución le han dado con todo, una mas no hace la diferencia.
Ahora bien, si ya saben que la propuesta es
inviable, ¿Qué es lo que queda? ¿Dejar las cosas así? Eso ya no es posible.
Maduro y sus mil ladrones son prófugos de la justicia norteamericana. ¿Qué
hacemos con eso? Decía al final de una nota anterior algo que no termine
explicando detalladamente (ver Después del 26 de Marzo, en https://ticsddhh.blogspot.com/2020/03/despues-del-26-de-marzo.html):
lo que ocurra en Venezuela lo decidirá quién concretamente termine desplazando
del poder a Nicolás Maduro Moros y apresando a los señalados por la justicia
norteamericana, incluyendo a Maduro. Si no es posible una negociación/cohabitación
como es la aspiración de Guaidó y el G4, y de manera accidental los
norteamericanos, porque quieren evitar lo inevitable, entonces el
desplazamiento deberá ser forzado. Y ese desplazamiento se llevará por los
cachos a todo el mundo, G4 incluido (¡vayan poniendo sus bardas en remojo!). Dudo
mucho que a estas alturas Guaidó crea que todavía es posible una cohabitación
con estos delincuentes. Pero cualquier estupidez es posible en el absurdo mundo
de la política venezolana…
Si esa acción la realiza el Alto Mando
militar del régimen actual y los entregan a las autoridades norteamericanas, lo
siguiente será lo que ellos decidan. Y eso no será precisamente buscar a Guaidó
para ponerlo en Miraflores a cuenta de Presidente Encargado. Asumirá el poder la
persona que ellos designen, con los consabidos decretos iniciales que hagan eso
legal. Si lo hace una coalición internacional militar porque el régimen no
aceptó esta última rama de olivo como símbolo mundial de paz de los
norteamericanos, entonces serán los gringos y compañía los que decidan a quien
que le entregan el poder después de una intervención, con la misma cobertura
legal inicial de cualquier gobierno que comienza en esas circunstancias. El
resto son cuentos de camino y los gringos lo saben. El reloj está corriendo
para todos…
Caracas, 1ro de Abril de 2020
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana