viernes, 14 de agosto de 2020

Micrófono para el Pueblo

Por Luis Manuel Aguana

La gente armó un escándalo por lo que dijo la Iglesia Católica en el comunicado de la CEV. Algunos amigos me han escrito indicando que estamos tratando de absolver a la Iglesia o intentando reducir lo que dijeron con un mensaje claro y directo al país de que había que ir a votar con estos delincuentes manejando el CNE, en especial cuando la gente rechaza ese fraude abierto del régimen, extrañándose del porque todavía Maduro no ha sacado provecho de eso.

No se trata de absolver a la Iglesia por lo que dijo. ELLOS ESTAN LLAMADO A VOTAR EN ESAS ELECCIONES. Eso es innegable. PERO (siempre hay un “pero”) nosotros destacamos que lo importante no se vio ni oyó por el escándalo que se armaron voces que tienen altavoces con mucho volumen. Los curas dijeron también que si no se inventaba algo distinto no saldríamos del problema, que la sola abstención NO BASTABA. Que se tenía que hacer algo más. Podría concordar que pudieron decirlo mejor pero es que la Iglesia SIEMPRE acompaño a la oposición a votar. ¿Qué fue lo diferente? ¿Cuál es el escándalo? Eso fue lo que yo destaqué en mi nota anterior (ver La advertencia del Quijote o la sola abstención no basta, en https://ticsddhh.blogspot.com/2020/08/la-advertencia-del-quijote-o-la-sola.html).

La Iglesia Católica siempre ha llamado a votar, incluso en el 2005. Lo que se tiene que mirar con una lupa microscópica, es que ahora están metiendo un elemento adicional a mi juicio inesperado y de una importancia trascendental. Estarían VALIDANDO una ruta distinta a la trazada si la oposición tiene la creatividad suficiente para presentarla. Y allí es donde la vaina se pone cuesta arriba con un liderazgo opositor que ha demostrado muy poca creatividad para salir de este mega desastre.

Al decirlo de la manera en que lo dijeron la Iglesia no hace otra cosa que actuar como lo han hecho por 2000 años. Recuerden que Jesucristo hablaba en parábolas. La cosa es que lo hacía para que el pueblo llano comprendiera la palabra de Dios, no al contrario. Por eso me sorprendí que todo el mundo saltara de asombro. Lo que tenían que preguntarse era lo que estaban diciendo diferente. Concuerdo en que transmitieron que la gente fuera a votar en estas circunstancias consolidando al régimen, pero es que ellos no han hecho otra cosa distinta desde que esto comenzó. Pero esta vez lo hicieron como dicen los economistas, “ceteris paribus”, lo que quiere decir que si las condiciones permanecen inalteradas, OBVIAMENTE EL RESULTADO SERA EL MISMO.

A quienes todavía gritan a las puertas de la iglesia la traición de los Obispos, lean el TL de Monseñor Ovidio Pérez Morales (@OvidioPerezM), quien ha enviado mensajes como estos:

“Al soberano (CRBV 5) hay que dejarlo decir qué ordena (CRBV 70-71).Muchos hablan por él, pero a él no le dan el micrófono. Este Régimen le ha puesto un tapabocas. La AN debe liderizar, ya, con el conjunto de partidos democráticos ese pase de micrófono” (https://mobile.twitter.com/OvidioPerezM/status/1293358495471935490).

“Antes de la trampa electoral de diciembre, el soberano debe recuperar el ejercicio de su soberanía mediante CRBV 70-71. AN actúe ya; más de un 80% de los venezolanos quiere cambio de Régimen ¡Basta de más destrucción del país! Dios nos asista” (https://mobile.twitter.com/OvidioPerezM/status/1293360224900964354).

“Los Obispos declararon el 10.1 2020: "Venezuela clama a gritos un cambio de rumbo...un nuevo Presidente de la República...El referido cambio presidencial lo posibilitan los Art 70 y 71 de la Constitución"¡Desafío a la AN y demócratas para lograrlo ya!” (https://mobile.twitter.com/OvidioPerezM/status/1293634923484635136).

“El último Comunicado de la Presidencia del Episcopado desafía de facto a la AN y los demócratas venezolanos a cambiar el Gobierno aplicando los Art.70-71 de la Constitución, según lo plantearon los Obispos en su asamblea de enero pasado ¡Todavía hay tiempo!” (https://mobile.twitter.com/OvidioPerezM/status/1293643920568614923).

Nadie puede dudar de nuestra negativa a ir a un proceso electoral trampeado. Pero ¿qué otra cosa puede hacer una institución como la Iglesia Católica, sino llamar a un proceso pacífico aunque los venezolanos estemos en claro desacuerdo con eso? ¡Contraponerle otro! ¡Desafiar al régimen de una manera pacífica pero entregándole el micrófono al pueblo venezolano!, como lo señala Mons. Pérez Morales. ¡Desafiar a la Asamblea Nacional y a los demócratas para que actúen ya y convoquen al Pueblo Soberano! El comunicado de la CEV no es un llamado simplón a ir a unas elecciones trampeadas, es un llamado a quienes dicen hacer política en Venezuela a convocar al pueblo venezolano a utilizar la Soberanía Popular para desplazar al régimen pero sin decirlo abiertamente. Y la prueba son las palabras de Mons. Ovidio Pérez Morales.

Si la oposición -en especial la radical- a estas alturas no ha entendido ese mensaje que enviaron los Obispos, lo mejor es que se retiren de la política y se dediquen a otra cosa. De acuerdo a mi visión, la Iglesia Católica es la institución política más refinada que existe en el mundo. Solo lean la Historia Universal.

La búsqueda de los mecanismos para la convocatoria segura del pueblo venezolano a que se pronuncie es tarea inmediata de todos, y en particular del Gobierno Encargado del Presidente Legitimo Juan Guaidó Márquez. El día de hoy varios miembros del Grupo de Lima, el Grupo de Contacto Internacional, la Unión Europea y Estados Unidos difundieron una declaración al mundo donde indican entre otras cosas lo siguiente: “…instamos a todos los venezolanos, de todas las vertientes ideológicas y signos partidarios, ya sean civiles o militares, a poner los intereses de Venezuela por sobre las cuestiones políticas y participar de manera urgente en un proceso definido e impulsado por los venezolanos para establecer un gobierno de transición inclusivo que posibilite que en el país se lleven a cabo elecciones libres y justas tan pronto como sea posible”. (ver Declaración conjunta de apoyo al cambio democrático en Venezuela, en https://translations.state.gov/2020/08/14/declaracion-conjunta-de-apoyo-al-cambio-democratico-en-venezuela/).

Este es el espíritu de lo que hemos recalcado una y otra vez desde ANCO a los venezolanos y de la declaración de los Obispos de la CEV: ¡Que el Pueblo Decida! Conseguir abrir los caminos para que al pueblo se le pase el micrófono. A eso es a lo que debemos abocarnos. El resto es seguir llorando por una ayuda foránea que jamás llegará si nosotros no nos movemos primero…

Caracas, 14 de Agosto de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

miércoles, 12 de agosto de 2020

La advertencia del Quijote o la sola abstención no basta

Por Luis Manuel Aguana

Siempre he pensado que la frase del Quijote “Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho” de la inmortal novela de Cervantes, que no fue escrita en el contexto en el que históricamente se ha interpretado, se ha hecho popular para denotar el poder de la Iglesia como institución humana. Tal vez Cervantes debió haberle dado esa intención porque verdaderamente tarde o temprano todo el mundo termina chocando en contra del muro de esa institución milenaria, que por alguna razón es la única organización humana que perdurado por más de 2 mil años. Por eso la gente debe leer entre lineas y con mucho cuidado lo que dicen.

La Conferencia Episcopal Venezolana, máxima representación de la Iglesia Católica del país, levantó ayer los titulares de la prensa, pronunciándose a favor de concurrir al proceso electoral convocado por el régimen de Maduro para fin de año (ver Comunicado ante las elecciones parlamentarias, en https://conferenciaepiscopalvenezolana.com/presidencia-de-la-cev-emitio-comunicado-ante-las-elecciones-parlamentarias). Inmediatamente todo el mundo reaccionó indicando que la Iglesia había sido presionada para enviar ese mensaje contradictorio al pueblo venezolano (por el régimen o el Vaticano, no sabemos), acusando a los obispos de traicionar el sentimiento mayoritario del pueblo de rechazo a ese acto electoral fraudulento.

De buenas a primeras, esa reacción es natural. La Iglesia Católica ha sido consistente en su rechazo al régimen, pero también ha sido igualmente consistente en señalar que la manera de resolver la crisis política debe pasar por un acto electoral, sin la violencia que todo el mundo clama de sacar a este régimen como se merece, a tiro limpio. Pero si algo sacamos de bueno los venezolanos de la era democrática fue a resolver nuestras diferencias politicas con votos. Y eso es un gran avance socio político. Ir hacia atrás es el regreso a la barbarie del siglo antepasado. Cuando la violencia política comienza, difícilmente se detiene. Solo miren a la Colombia de Gaitán desde 1948. Y a eso teme la Iglesia.

La CEV no ha dicho otra cosa diferente que no haya aceptado antes la dirigencia política opositora venezolana al concurrir a todos los procesos electorales con el régimen desde el comienzo de esta pesadilla, sin importarles las condiciones electorales. La Iglesia está bien consciente de eso: Punto 3 del Comunicado de la CEV: “...Somos conscientes de las irregularidades que se han cometido hasta ahora en el proceso de convocatoria y preparación de este evento electoral: desde la designación de los directivos del Consejo Nacional Electoral, la confiscación de algunos partidos políticos, inhabilitación de candidatos, amenazas, persecuciones y encarcelamiento de algunos dirigentes políticos, el cambio del número de diputados y de circunscripciones electorales. Resulta inmoral cualquier maniobra que obstaculice la solución política y social de los verdaderos problemas presentes en el país”.

Sin embargo, igualmente dicen que la sola abstención no basta y que busquemos salidas diferentes para un pueblo que desea votar: Punto 4 del Comunicado de la CEV: “...Ante esto, un grupo importante de líderes y de partidos políticos ha expresado su voluntad de no participar en las elecciones parlamentarias. Esto no basta, deben asumir la responsabilidad de buscar salidas y generar propuestas para el pueblo que durante años han creído en ellos, pues la sola abstención hará crecer la fractura político-social en el país y la desesperanza ante el futuro”. Yo estoy de acuerdo con eso. Y como liderazgo responsable de la sociedad civil ANCO ha generado una propuesta al país y al Gobierno Encargado que pasa por encima del régimen y su sistema electoral (ver comunicado ANCO Propuesta al Gobierno Encargado: “Que el pueblo Decida”, https://ancoficial.blogspot.com/2020/08/comunicado-anco-propuesta-al-gobierno.html).

Sin embargo los obispos todavía insisten - como han insistido SIEMPRE y la oposición oficial los ha acompañado -, en que la sola mayoría abrumadora del electorado opositor de al traste con las pretensiones del régimen, olvidando que aunque los resultados sean “positivos”, los delincuentes que usurpan el poder en Venezuela ignorarán la voluntad popular, como efectivamente lo han hecho desde el comienzo de la pesadilla castro-chavista-madurista. Basta solo recordar los casos como el desalojo de la Alcaldía Metropolitana de Antonio Ledezma, el desconocimiento abierto de los resultados electorales de la Gobernación del Estado Bolívar de Andrés Velásquez, y como olvidar el famoso “desacato” de la actual Asamblea Nacional, que fue anulada desde el primer día por el TSJ del régimen. Punto 4 del Comunicado de la CEV “...A pesar de las irregularidades, la participación masiva del pueblo es necesaria y podrá vencer los intentos totalitarios y el ventajismo de parte del gobierno”. De allí la razón de nuestra lucha porque la voluntad popular se manifieste verdaderamente de manera autónoma en una Consulta Popular Plebiscitaria, sin la participación de un Poder Electoral secuestrado del régimen, que defina la presencia de Maduro en el poder, estableciendo una ruta clara para la liberación de Venezuela.

No hay que equivocarse, el Comunicado de la CEV exige la participación “plena y libre” de todos los partidos, exhortando al régimen y a su oposición a movilizarse, aludiendo el viejo fantasma de la no participación del pueblo en las elecciones parlamentarias del año 2005. Punto 4 del Comunicado de la CEV: “...Esta decisión de abstenerse priva a los ciudadanos venezolanos del instrumento válido para defender sus derechos en la Asamblea Nacional. No participar en las elecciones parlamentarias y el llamado a la abstención lleva a la inmovilización, al abandono de la acción política y a renunciar a mostrar las propias fuerzas. Algo semejante pasó en diciembre de 2005, y no tuvo ningún resultado positivo”.

La CEV olvida el porqué los venezolanos decidimos no participar electoralmente ese año. Les refresco la memoria: el fraude del Referendo Revocatorio del anterior 15 de agosto del año 2004. Los venezolanos demostramos con ese nivel de abstención en el 2005 que Chávez perdió ese Revocatorio y lo partidos no cobraron eso. No movilizaron el país, no desconocieron esa Asamblea Nacional electa con una cantidad pírrica de votos. Toda Venezuela los hubiera acompañado. ¡ACEPTARON ese resultado ilegitimo! Le recuerdo a la CEV que no fuimos nosotros los venezolanos los culpables de lo que pasó después de abstenernos a participar en una trampa, sino de la dirigencia opositora al ponerse en complicidad con el régimen culpándonos a NOSOTROS por su falta de liderazgo y acción frente a un delincuente electoral. Esa es la verdad histórica. La abstención del año 2005 fue el movimiento no violento mas grande de nuestro país desde la marcha del 11 de abril de 2002 que destronó a Chavez. Pero al igual que ese dia, la dirigencia politica opositora NO ESTUVO A LA ALTURA DEL PUEBLO VENEZOLANO.

La Iglesia Católica hace votos porque el régimen y la oposición oficial dejen a un lado sus intereses y realicen un acto conjunto de participación “plena y libre” aunque esto resulte en la práctica solo una aspiración, pero es la obligación de la Iglesia pedírselo a la dirigencia. Punto 5 del Comunicado de la CEV: “...El momento actual exige la participación plena y libre de todos los partidos y movimientos políticos, junto con el compromiso ineludible de las autoridades y los dirigentes de los mismos, de dejar a un lado sus propios intereses para promover el bien común y el servicio a todo el pueblo venezolano”.

A diferencia de muchos de los que han opinado que este comunicado es una “traición” de los obispos, se equivocan. No veo contradicción en el Comunicado de la CEV en relación con lo que ya han dicho y hecho en el pasado, incluso cuando acompañaron elecciones sin condiciones. Lo que veo es mas bien una reafirmación de su posición ante el país, pero en esta oportunidad dejando una rendija para que la oposición haga algo nuevo y desafiante si se ha decidido una abstención militante: “...Esto no basta, deben asumir la responsabilidad de buscar salidas y generar propuestas para el pueblo que durante años han creído en ellos, pues la sola abstención hará crecer la fractura político-social en el país y la desesperanza ante el futuro”.

Y tienen razón. Si en el año 2005 la Iglesia hubiera hecho esa recomendación y la oposición oficial hubiera hecho caso, la abstención hubiera sido la poderosa fuerza motriz que disparara el sentimiento de malestar general del país provocando los cambios que todavía necesitamos. Y si se hubieran comportado como verdaderos lideres de ese sentimiento popular de malestar general provocado por un fraude en descampado en el año 2004, los venezolanos no estuviéramos aquí y ahora llorando en una acera por este monumental desastre. Lamento que este Comunicado de la CEV no haya sido leído por el país con el lente correcto y sea necesario meterle la lupa a las entrelineas. El Quijote siempre tendrá la razón universal al advertirnos cuando nos topemos con la Iglesia...

Caracas, 12 de Agosto de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana


miércoles, 5 de agosto de 2020

Venezuela: Más allá de unas preguntas

Por Luis Manuel Aguana

Mas de una vez hemos repetido que la propuesta de ANCO de una Consulta Popular Plebiscitaria, no es ni de lejos la repetición de la gesta cívica del 16 de Julio de 2017. Hay una diferencia considerable en esta nueva propuesta y la distancia histórica que la separa del 16J-2017. Hemos considerado que la crisis del país solamente la puede resolver el Pueblo de Venezuela, y la única manera de que el pueblo se exprese para enfrentar la complejidad de la crisis por la que atravesamos, es consultándole acerca de los temas fundamentales que le aquejan.

Más allá de entrar a la redacción específica de las preguntas que se deben someter a la consideración del pueblo en una Consulta Popular Plebiscitaria (preguntas específicas que saldrían como consecuencia de los asuntos a abordar de acuerdo a los temas que proponemos), lo que hay que establecer son los temas fundamentales que deben ser sometidos a la decisión de la Soberanía Popular. Creemos que hay cuatro (4) grandes temas cruciales mínimos que deben ser sometidos a la decisión del Pueblo Soberano para resolver la crisis de Venezuela:

1.- La permanencia de Nicolás Maduro Moros en el poder

Argumentación

Mas allá de las condiciones que rodearon la elección de quien ejerce de facto la Primera Magistratura de Venezuela y todos los argumentos políticos y legales interpuestos en relación a la ilegitimidad de su presidencia, la última palabra la tiene el depositario de la Soberanía. El Pueblo debe pronunciarse definitivamente acerca de la presencia de Nicolás Maduro Moros en el poder. Esa es la clave fundamental de este proceso. Es el Pueblo Soberano el que decide, no los políticos de uno y otro bando en el país, ni mucho menos la Comunidad Internacional. Es el pueblo de Venezuela. Esa ha sido nuestra propuesta conceptual de fondo. Que el pueblo venezolano se exprese y que el resto del mundo respete y nos ayude a materializar esa decisión en base al principio internacional de Autodeterminación de los Pueblos.

2.- Desmontaje de la Asamblea Nacional Constituyente

Argumentación

Nicolás Maduro Moros convocó el 1ro de Mayo de 2017 la elección de una Asamblea Nacional Constituyente sin tener la cualificación constitucional para hacerlo. El Presidente de la República es uno de los 4 posibles convocantes de una Constituyente pero la decisión final y definitiva la tiene el Pueblo Soberano en Consulta Popular, de acuerdo al Artículo 348 Constitucional. Esa consulta no se realizó. Sin embargo esa entidad completamente ilegitima fue electa y ejerce sus funciones por encima de cualquier institución constitucional de la República. El único que tiene el poder para desmontar esa entidad es el Pueblo de Venezuela, por lo que se debe someter su existencia a su consideración.

3.- Establecimiento de una Junta de Gobierno de Transición

Argumentación

Dado el estado de destrucción institucional de la República, no es suficiente la elección de un nuevo Presidente de la manera tradicional. Es necesario el establecimiento de una Junta de Gobierno que cubra una representación política y sectorial amplia de toda la nación que pueda garantizar la estabilidad de la transición. Sin embargo no existe previsión constitucional para formular una Junta de Gobierno. El poder ejecutivo de acuerdo a la Constitución lo ejerce en Venezuela el Presidente y un Consejo de Ministros. Algo diferente debe autorizarlo el Pueblo de Venezuela en una Consulta Popular. Es por eso que la propuesta norteamericana del Marco para la Transición Democrática de Venezuela carece de piso constitucional (ver propuesta oficial norteamericana en https://translations.state.gov/2020/03/31/marco-para-la-transicion-democratica-de-venezuela/).

Esta Junta debe ser algo mucho mas elaborado de lo que ocurrió el 23 de Enero 1958 con la Junta de Gobierno que condujo al país hasta las elecciones de diciembre de 1959. Debe estar integrada por una amplia representación política, militar y de la sociedad civil, y se le deben dar en esta Consulta amplios poderes para enfrentar la crisis humanitaria, sanitaria, institucional y política de Venezuela, a fin de poder llevar al país a un estado mínimo de funcionalidad.

De la misma manera el pueblo debe autorizar en consulta el lapso de duración de esta Junta de Gobierno hasta la convocatoria de elecciones de todos los poderes públicos. Estas elecciones deben ser realizadas a través de un sistema electoral completamente nuevo, ajustado a la decisión del Tribunal Supremo de Justicia Legitimo, en su Sala Electoral, del 13 de Junio de 2018.

En el medio de la discusión de una posible prórroga del periodo constitucional de la actual Asamblea Nacional como consecuencia de una próxima elección parlamentaria ilegítima por parte del régimen y sus colaboradores, es imprescindible la aprobación del Pueblo Soberano. El solo hecho de la mención de esa prórroga, justifica de por si una Consulta Popular. La Junta de Gobierno sería designada por la Asamblea Nacional previo a la finalización de su período Constitucional, y luego de la aprobación en consulta al Pueblo Soberano. Esto nos deja la realización de la Consulta Popular lo antes posible para lo que resta del año 2020.

4.- Autorización del Pueblo para la ejecución del mandato popular

Argumentación

El resultado de esta Consulta Popular es un mandato del pueblo. Debería ser acatado sin ninguna reserva por quienes ejercen el poder en Venezuela. Sin embargo todos los venezolanos sabemos que el régimen de Nicolás Maduro Moros ha sido el responsable del mayor período de violaciones de los Derechos Humanos y de la Constitución que ha sufrido la República desde su fundación. De allí que aunque el régimen acceda a las presiones internacionales para lograr realizar una consulta al pueblo de Venezuela en el territorio de la República, los venezolanos tenemos que garantizar que se cumpla el mandato que salga de esta consulta. Solo el pueblo puede dar la autorización a la Comunidad Internacional para que realice lo que sea necesario para que se cumpla el mandato emanado de la Soberanía Popular, en ejercicio del Principio de Autodeterminación de los pueblos. Ningún país nos podría negar la ayuda de fuerza necesaria para obligar a quienes usurpan los poderes públicos en Venezuela a cumplir el mandato que emane del pueblo en esta consulta, incluidos los países que integran el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, si el pueblo así lo manifiesta de una manera directa. Y si aún no nos ayudaran, quedaría legitimada por el voto popular cualquier actuación de los venezolanos, incluida la fuerza, para restituir la vigencia de la Constitución.

Los cuatro (4) temas anteriores resumen lo que debe consultarse al pueblo y porqué, para comenzar el largo camino para la recuperación de Venezuela. Poco a poco la gente ya esta convenciéndose de que solo el pueblo de Venezuela tiene en sus manos la recuperación del país. Nadie vendrá a ayudarnos si primero todos y cada uno de nosotros no da el primer paso. Y solo ese paso de la Soberanía Popular será suficiente y definitivo...

Caracas, 5 de Agosto de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

viernes, 31 de julio de 2020

Huelga Electoral Indefinida

Por Luis Manuel Aguana

Históricamente la huelga ha sido un término asociado a la actividad laboral. El concepto es cesar una actividad laboral determinada en protesta y/o búsqueda de mejores condiciones frente a un patrón. Visto así, pareciera que lo planteado como Huelga Electoral Indefinida no se encuadraría a ese concepto tradicional. Sin embargo la realidad venezolana esta distorsionada. Resulta que quienes son nuestros subordinados, es decir nuestros mandatarios, se han alzado con lo que solo le pertenece a cada uno de los venezolanos, que no es otra cosa que la Soberanía, ignorando olímpicamente que quienes son los mandantes somos nosotros, los venezolanos. Todos, quienes ejercen el poder de facto y quienes dicen hacerle oposición.

Solo para recordarles los términos, les transcribo las definiciones en la segunda acepción para que todos las tengamos muy claras: Mandante: 2. m. y f. Der. Persona que en el contrato consensual llamado mandato confía a otra su representación personal, o la gestión o desempeño de uno o más negocios. Mandatario: 2. m. y f. Der. Persona que, en virtud del contrato consensual llamado mandato, acepta del demandante representarlo personalmente, o la gestión o desempeño de uno o más negocios”. (DRAE, actualización 2019, https://dle.rae.es/). ¿Qué nos dice lo anterior? Que por obra y gracia de la tiranía y de quienes dicen representarnos en la oposición oficial, resulta que se intercambiaron los roles, y ahora ellos asumiendo el rol de mandantes deciden lo que debe pasar en este país, sin tomar en cuenta quiénes somos y lo que por derecho es nuestro.

Pero hay algo aun peor que lo anterior. El Constituyente de 1999 estableció de una manera deliberada y taxativa, que la Soberanía se puede ejercer DIRECTAMENTE sin la interceptación de los Poderes Públicos del Estado. De allí que el Artículo 4 de la Constitución de 1961 que indicaba que “La Soberanía reside en el pueblo quien la ejerce, mediante el sufragio, por los órganos del Poder Público” (dándole a los mandatarios el poder supremo), se transformara en la Constitución de 1999 en el Artículo 5, como “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público”. Esto restituyó a los mandantes el poder supremo en cualquier momento, si así ellos lo decidieran. Esta nueva previsión Constitucional le dio al Soberano pueblo de Venezuela desde 1999 el pleno DERECHO de ejercer directamente su Soberanía, en virtud de que los mandantes que se alzaron con nuestra representación destruyeron completamente nuestro país. Así de simple.

Pero lo que no es tan simple es volver a colocar las cosas en su lugar. Luego de muchos años de solicitar a quienes dicen representarnos que se convoque a la Soberanía Popular para que decida lo que debe pasar en nuestro país, ¿cómo debería reaccionar el conjunto social para que se cumplan sus demandas? ¿Cómo debe reaccionar un pueblo que clama a esos nuevos “dueños” que se alzaron con nuestra representación, y que pide que se le convoque para decidir su destino, y lo que se ofrece es otra farsa electorera para continuar en el usufructo de algo que no les pertenece? La historia laboral del mundo nos tiene una respuesta para eso: una huelga.

Y esta vez es más que una huelga, es la exigencia de un pueblo al Derecho Humano de elegir en libertad en forma auténtica y transparente, para que se nos restituya nuestro derecho de ser los verdaderos mandantes en nuestro propio país como pueblo soberano. Tenemos ese derecho establecido y aceptado en la legislación de Venezuela mucho antes de que la plaga castro-chavista-madurista descendiera sobre nosotros, como bien lo expresamos los proponentes de la propuesta Huelga Electoral Indefinida, dada conocer ayer mediante documento del mismo nombre (ver Propuesta: Huelga Electoral Indefinida, en https://tinyurl.com/y3wu5hst). La exigencia de la restitución del derecho a elegir es la clave para la solución del problema de Venezuela como un todo. De allí nació este cáncer que estamos combatiendo cuando el régimen trastocó el mecanismo electoral venezolano en el año 2004 con el Referendo Revocatorio de Hugo Chávez Frías.

Si los procedimientos y los sistemas electorales no hubieran sido distorsionados y trastocados alevosamente desde el CNE controlado por el régimen, el problema de Venezuela se hubiera resuelto con éxito el mismo año cuando correspondía realmente el Referendo Revocatorio de Chávez, y la Soberanía Popular hubiera actuado como correspondía.

Los venezolanos no pueden seguir tolerando un sistema distorsionado para elegir gobernantes. Eso tiene que parar y la propuesta es que lo paremos nosotros mismos, los mandantes, haciendo una Huelga Electoral Indefinida, dejando de votar hasta tanto se cumpla la sentencia del Tribunal Supremo de Justicia Legitimo, que en fecha 13 de junio de 2018 declaró NULO E INAPLICABLE el uso del sistema automatizado de votación y escrutinio que actualmente existe en Venezuela para la elección de los cargos de representación popular de los poderes públicos, así como para la celebración de los referendos, en los términos señalados en el artículo 293.5 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela”, y ordenando al CNE “…la DEPURACION Y ACTUALIZACION del Registro Nacional Electoral, debiéndose efectuar las debidas correcciones sobre la identidad de cada ciudadano venezolano o extranjero habilitado para ejercer el voto, así como el diseño e implementación de un sistema de votación y escrutinio fundamentalmente manual, en donde el uso de la tecnología e informática sea auxiliar y sólo en beneficio de la celeridad, publicidad, transparencia y eficiencia del voto, escrutinio y totalización, sin que ello implique limitación del derecho de participación de los electores y de los partidos u organizaciones políticas, en plena garantía de la confianza pública del ejercicio del sufragio” (ver sentencia completa en https://ticsddhh.blogspot.com/2018/06/tribunal-supremo-de-justicia-declara.html).

Lo más grave de toda esta historia no es que el régimen no haya acatado esa sentencia histórica, es que la oposición oficial la haya ignorado completamente, negociando con el régimen un nuevo CNE (antes de la defenestración de la dirección de los partidos opositores) sin cumplir lo ordenado por el TSJ Legitimo el 13 de junio de 2018. Estoy convencido que esta omisión no es de ninguna manera un error o un descuido. Es la intención de los partidos de la oposición oficial de continuar en una era post régimen CON EL MISMO SISTEMA DE CONTAR VOTOS. Pero esta vez con un mandatario diferente. Y eso no lo podemos tolerar si nosotros somos los mandantes.

Es por eso que se hace INDISPENSABLE una Solución Humanitaria de carácter Electoral como la solicitada a la OEA, en la que sea la Comunidad Internacional quien cuente los votos en cualquier siguiente proceso electoral que se organice por cualquier circunstancia en Venezuela, hasta tanto los venezolanos no contemos con un nuevo sistema propio que nos garantice un proceso electoral libre y autentico. Y eso no se hace de la noche a la mañana. Lo electoral es la piedra angular de la solución de este conflicto. Aunque el régimen se vaya por la vía de la fuerza, los venezolanos cometeríamos un suicidio político en masa si vamos a un siguiente proceso electoral con el mismo sistema de contar votos que fundó Jorge Rodríguez en el año 2004, y que garantizó la permanencia del régimen hasta nuestros días. Lo usaría el siguiente que desee quedarse para siempre.

La Huelga Electoral Indefinida aplica desde ahora y hasta tanto no tengamos en Venezuela un sistema libre y autentico de contar votos, así la tiranía se haya ido. Comencemos pues hoy esa huelga. Mañana nos lo agradecerán las generaciones futuras…

Caracas, 31 de Julio de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana