lunes, 15 de julio de 2024

El 28J y el cáncer de la Revolución Bolivariana

Por Luis Manuel Aguana

English versión 

Intervención en la Cátedra Pio Tamayo del lunes 15 de Julio de 2024: ¿Qué pasará el 28J-24? ¿Fin de la “Revolución Bolivariana socialista”?

De nuevo mi permanente agradecimiento a la Cátedra Pío Tamayo y al Profesor Agustín Blanco Muñoz por su invitación para reflexionar acerca de los sucesos del país, y en especial aquellos que están construyendo la historia contemporánea de Venezuela, como los que ocurrirán al finalizar el presente mes de julio de 2024.

En esta oportunidad las preguntas del Foro son muy precisas, en especial por la gran expectativa que se ha creado entre la población por un cambio en la conducción política del país, de las manos de un liderazgo nuevo, luego de la muy dura y decepcionante experiencia que representó el gobierno interino que se estableció en enero de 2019.

En relación con la primera pregunta, ¿Qué pasará el 28J-24?, esta pareciera dirigida a un adivino, y, pero en realidad, no lo es. Quienes hemos tenido una formación técnica y hemos sido investigadores en diferentes áreas, la metodología comúnmente utilizada para predecir eventos es estudiar el comportamiento pasado de las variables que intervienen en un proceso y estimar con cierto grado de certeza su comportamiento futuro.

Y sin ahondar en una mayor explicación técnica en relación con los que siempre hemos insistido en el fraude electoral permanente y sistemático en que ha incurrido el CNE después de cambiar, a partir del año 2004, la manera de contabilizar los votos de los venezolanos, a un sistema de votación y escrutinio automatizado, mencionaré una de las conclusiones de una investigación publicada recientemente por el matemático Guillermo Salas D., en su libro “El Poder de la Matemática” (1). Salas concluye, y cito:

“Las evidencias basadas en matemática estadísti­ca que se muestran a lo largo de este escrito, han sido las que han permitido llevar las discusiones poco fundamentadas que por años se han dado sobre el desempeño que tuvo en su debut el sis­tema de votación objeto de este caso de estudio, a un ámbito mucho más objetivo. Éstas son las que inclinan la balanza de forma contundente a favor de la tesis del fraude, electrónico y masivo, y permiten aseverar, con un grado de certeza vir­tualmente igual a 1, que esta tesis es la correcta. También la matemática es la que permite inferir que el sistema de votación objeto de este caso de estudio, al menos en su debut, debió tener una co­nectividad inalámbrica oculta, que permitía, que desde un centro de control se interactuara con las máquinas de votación en tiempo real” Fin de la cita (Salas D, Pág. 123) (Ref. Amazon: https://www.amazon.com/-/es/Guillermo-Salas-D/dp/8412677757/).

De estas conclusiones se puede desprender que el régimen ha alterado los resultados de los procesos electorales en Venezuela para permanecer en el poder desde el año 2004, por lo que podemos concluir que el 28J no será diferente, en la intención de alterar los resultados a través de los medios tecnológicos de los que dispone. Múltiples denuncias realizadas, incluyendo una muy reciente del Comisario Iván Simonovis, hoy en el exilio, donde señala cómo y quiénes están involucrados en ese delito de corte tecnológico (ver @Simonovis, Tengan presentes estos nombres y estos rostros, en  https://x.com/simonovis/status/1805539319886614885).

Pero creo que esa no es la respuesta que la Cátedra está esperando. Sabemos ya de cierto que el fraude existe y se está desarrollando a los ojos de todo el mundo, comenzando por impedir que la otrora precandidata opositora, ganadora indiscutible de las primarias, pueda competir en esta elección. Ya no es una especulación de unos técnicos que hemos  denunciado hasta la saciedad al “mejor sistema electoral del mundo”. Ya es un hecho indiscutible que el régimen ya está perpetrando fraude electoral.

Pero si ya comprobamos que el fraude ha existido siempre, ¿por qué insistimos que en esta oportunidad las cosas serán diferentes? Porque si bien es cierto que el régimen es capaz de declarar en la madrugada del 29 de julio a Nicolás Maduro Moros como “vencedor” de las elecciones, basándose en unos resultados que cuadrarán perfectamente por todas las trampas técnicas  que han logrado perfeccionar por 20 años, el peso de lo que realmente pase estará en la disposición que tenga la dirigencia opositora de aceptar un fraude –como ya lo ha hecho en el pasado- con una población que en esta campaña electoral ha demostrado mayoritariamente en las calles de todo el país, haber perdido el miedo a confrontar y no dejarse robar de nuevo la elección, exigiendo el conteo total de los votos emitidos en todo el país, lo que podría  producir una situación de rebelión cívico-electoral, como la he llamado en mis artículos recientes, de consecuencias impredecibles.

Y como en otras oportunidades de la historia de Venezuela, situaciones como esa la han dirimido las FFFAA. Los militares serán quienes en definitiva decidirán el curso de los acontecimientos. Y eso ya pasó el 11 de abril de 2002, cuando la oposición oficial no supo manejar ese episodio trascendental de protagonismo popular frente a un régimen que había abiertamente cometido un delito. Espero que hoy las cosas sean diferentes y los militares respalden al pueblo venezolano comprobando las urnas electorales, si eso se hace necesario, para verificar si lo que dice el CNE se corresponde con la realidad.

Sin embargo, prefiero que del mundo militar hable una persona que lo conoce bien. En un reciente artículo, el General de División retirado, Carlos Julio Peñaloza, ex Comandante General del Ejército, señala y cito: “En una situación parecida está hoy el colombiano Maduro, quien luego de haberse robado las elecciones de 2018 espera repetir el fraude con sus consabidas trampas, Al igual que en esa oportunidad la situación militar es tensa. Es cierto que algunos oficiales mercenarios apoyan al régimen para obtener beneficios económicos, pero no son mayoría. De producirse un alzamiento en caso de fraude en las venideras elecciones lo más probable es que Maduro huya, como Pérez Jiménez. Para espolear su huida debemos convencer a los militares que su futuro esta con la democracia y no con la cleptocracia chavista que ha desprestigiado y prostituido a la organización armada. La mejor forma de lograrlo es empezar desde ahora, con un llamado a un paro nacional a partir del día de las elecciones, en caso de detectarse fraude” Fin de la cita (ver Carlos Julio Peñaloza, La Patilla, ¿La historia se repite?, en https://lapatilla.1eye.us/2024/07/12/carlos-julio-penaloza-la-historia-se-repite/).

 

Mi estimado amigo, el General Peñaloza lo llama “paro nacional”, pero yo lo propongo como una rebelión cívico-electoral pacífica del pueblo venezolano, exigiendo el conteo de todas y cada una de las boletas emitidas, en todas las mesas de todos los centros del país, en caso de que el resultado no se corresponda con lo que ha visto Venezuela en las calles, al paso de María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, versus el repudio demostrado a Maduro y sus cómplices en todo el país. Los militares deben ser los primeros en acompañar eso para comprobarlo.

 

Pero, aun reconociendo el régimen a duras penas y con mucho esfuerzo la victoria de la oposición, ¿representará eso el fin de la Revolución Bolivariana socialista, como es la pregunta de la Cátedra el día de hoy? No lo creo. De hecho ya están preparándose para eso.

 

El conocido abogado y articulista, Omar Estacio, en un reciente artículo señala, y cito: “…el pasado 28 de mayo, entre gallos y medianoche, la espuria Asamblea Nacional de Venezuela, sancionó la no menos espuria reforma parcial de la Ley Orgánica del Poder Popular. El propósito de esta última, como lo hemos venido publicando, es vaciar de sus atribuciones naturales a la presidencia de Venezuela. Neutralizado por los demócratas venezolanos, el fraude electoral, en sus diferentes facetas y modalidades, que culminará el próximo 28 de julio, el presidente electo, Edmundo González, en lugar de posesionarse el 10 de enero de 2025 de una verdadera jefatura de Estado, sería el titular de un cascarón vacío. Un fraude poselectoral, para hacernos entender mejor” Fin de la cita (ver Omar Estacio, La Patilla, Fraude poselectoral vía los consejos comunales, en https://lapatilla.1eye.us/2024/07/11/omar-estacio-z-fraude-poselectoral-via-los-consejos-comunales/). Esta estrategia de “vaciar” de atribuciones los cargos donde no resultan ganadores, ya la han aplicado en la Alcaldía Metropolitana de Caracas y las gobernaciones estratégicas del país, como la del Táchira. Ahora van por la Presidencia de la República a través de otro fraude, esta vez poselectoral.

 

Este cáncer denominado Revolución Bolivariana, que con seguridad será removido del Poder Ejecutivo en su parte fundamental el 28J, no se extinguirá con solo sacar el tumor de Miraflores. Requerirá de un tratamiento de terapia inmediata posterior para eliminar posibles metástasis, tal y como se le aplica a un cáncer en el cuerpo humano. Esa terapia es nuestra propuesta de convocatoria al pueblo a una Asamblea Nacional Constituyente, por iniciativa popular, de la mano del liderazgo político que saldrá victorioso el 28J, utilizando la inercia electoral de la elección presidencial.

 

Cualquier parecido con la realidad venezolana de 1999 NO ES PURA COINCIDENCIA. Se requerirá de esa decisión en ese preciso momento para poder cambiar constitucionalmente la realidad política del país que se nos ha impuesto por 25 años. Eso fue precisamente lo que hizo Hugo Chávez Frías para cambiar la realidad de Venezuela, y nosotros debemos hacer lo mismo.

 

Esta Asamblea Nacional Constituyente estará en la capacidad de “transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución” tal y como lo señala el Artículo 347 Constitucional. Ya esto dejo de ser una opción para convertirse en una necesidad ante el inminente peligro de perpetuar el desastre, así hayamos ganado la elección del 28J. Esperamos que así lo comprenda el nuevo liderazgo político, como una deuda pendiente por saldar al pueblo venezolano.

Muchísimas gracias…

Caracas, 15 de Julio de 2024

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

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Twitter:@laguana

(1) Salas D., Guillermo, El poder de la matemática, Editorial La Esquina del Alveo, Madrid, España, ISBN: 978-84-126777-5-1

jueves, 11 de julio de 2024

Papelito por papelito

Por Luis Manuel Aguana

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De una entrevista al historiador Jorge Olavarría en el año 2002:

P: ¿Existe la posibilidad de que en Venezuela se repita un acontecimiento parecido o similar (al 11 de abril de 2002), que haya una reacción sobre todo de las FFAA? ¿Hay el peligro de un nuevo golpe de Estado en Venezuela?

R: “Yo no creo que existe la posibilidad, yo creo que eso es inevitable.

P: ¿Por qué cree usted?

R: Porque la manera como las piezas han caído después del primer terremoto, te indican que va a haber un segundo terremoto. Es decir es casi imposible pensar que con la exacerbación de ánimo, que con las maniobritas que se están haciendo por parte del gobierno para diluir en unas comisiones que no van a encontrar la verdad, o que van a buscar un diálogo con una serie de infinitos discursos, donde todo el mundo lo que vamos a hacer es aturdirnos más de lo que estamos, con todo lo que está pasando, va a producir tal exasperación en el país, que eso va a llevar inevitablemente a una nueva situación de confrontación dentro de las FFAA que espero que no se dé, pero que no veo posible que se pueda evitar(ver Olavarría y el 11 de abril, Pastillas de Memoria, Entrevista de José Israel González a Jorge Olavarría, Programa Historia Viva, en https://youtu.be/68JadxKJMzQ?t=2975) (resaltado nuestro).

¿Por qué considero importante traer a la memoria esta opinión del historiador Jorge Olavarría, en especial cuando en esta misma entrevista Olavarría indicaba que lo ocurrido el 11 de abril de 2002 fue una rebelión popular? (ver Rebelión cívico-electoral, en https://ticsddhh.blogspot.com/2024/07/rebelion-civico-electoral.html). Porque sin ser profeta del desastre, pero profundo conocedor de la historia de Venezuela, y en especial de aquellos momentos en que el poder cambió de manos en este país, Olavarría predice que de nuevo una nueva situación de rebeldía popular en el futuro va a preceder “inevitablemente a una nueva situación de confrontación dentro de las FFAA”. Olavarría no dijo cuándo sería, pero sí cuáles son las condiciones para que se produzca un terremoto como ese.

Con esto en mente, y sin ser adivino de terremotos políticos, eso es lo que muchos estamos visualizando en Venezuela para el 28 y 29 de julio, si el régimen insiste en desconocer la realidad política del país expresada en una campaña electoral  histórica, donde el pueblo ha manifestado de manera contundente y a los ojos de todo el mundo, la necesidad de un cambio político en Venezuela. Pero el régimen insiste mirar para otro lado, profundizando la persecución, el fraude electoral y la violación de los Derechos Humanos.

Los únicos capaces de ser los fieles de la balanza de la controversia histórica que se presentará cuando el régimen en la madrugada del 29 de julio proclame a Nicolás Maduro Moros “vencedor” en las elecciones presidenciales, serán las FFAA. Pero la única manera de convencer a los militares y al mundo, pero en especial a los venezolanos que no creeremos ese resultado, será que todas y cada una de las urnas electorales, contentivas de la realidad que expresó y constató con sus propios sentidos en una boleta electoral, el pueblo venezolano el día de la elección,  sean abiertas y contadas, en cada centro del país, por todos los interesados y el pueblo venezolano, “papelito por papelito”, como lo expresó para que todo el mundo lo entendiera, María Corina Machado (MCM) al decir “Vamos por la formalización de esa derrota, contando papelito por papelito!” (ver @mariacorinaya en X, antes Twitter, en https://x.com/MariaCorinaYA/status/1796679136095727943).

“Papelito por papelito” no es una expresión cualquiera. El pueblo no se movilizará ante un anuncio del régimen proclamando ganador a Maduro -cosa que muy posiblemente ocurra- sin una línea de qué hacer proveniente del liderazgo político. Y esta línea  indudablemente no debe ser otra que NO ACEPTAR EL RESULTADO HASTA QUE SE ESCRUTEN TODAS LAS URNAS PAPELITO POR PAPELITO. Una vez hecha esa afirmación por MCM y en especial Edmundo González Urrutia como candidato, la gente se debe colocar pacíficamente a la entrada de todos los centros EXIGIENDO PRECISAMENTE ESO. Esto es lo que llamé en una nota pasada REBELIÓN CIVICO-ELECTORAL, que  plantearía exigir que la Soberanía Popular que reside intransferiblemente en el pueblo venezolano, como dispone Artículo 5 Constitucional, se imponga sobre una ley y un reglamento electoral inconstitucionales.

Nadie está planteando aquí violencia en los centros, sino que todos los venezolanos nos plantemos hasta que se respete la Constitución, especialmente los militares. Eso mismo fue lo que sucedió el 11 de abril de 2002, cuando masivamente los venezolanos exigimos a viva voz, en una marcha histórica, la renuncia del Presidente de la República, como nuestro derecho plenamente constitucional.

Si el régimen no acepta la realidad de cambio de los venezolanos, esa rebelión cívico-electoral llevará “inevitablemente a una nueva situación de confrontación dentro de las FFAA”, de acuerdo al vaticinio realizado por Jorge Olavarría en el año 2002, porque ellos están perfectamente conscientes, como lo estamos el resto de los venezolanos, que esta situación inaguantable con el régimen tiene que terminar, y todos esperamos que sea de una manera pacífica y electoral. Y a diferencia de Olavarría creo que esa confrontación se puede evitar si los militares apoyan esta solución que deja sin lugar a dudas expuesto el resultado real para todo el mundo y donde todos estamos involucrados.

La única manera de preservar la paz y la armonía entre los venezolanos es que absolutamente todos los votos de todas las mesas se cuenten a los ojos de todo el mundo, los testigos y el pueblo venezolano. Estamos viviendo la consecuencia de haber ignorado ese principio fundamental de la democracia: no existirá la paz en un pueblo hasta que se demuestra, a la vista de todos, la decisión de la mayoría. Y un sistema electoral automatizado, arreglado y distorsionado desde hace 20 años, que esconde parte de los votos detrás de unas máquinas, nunca será capaz de asegurarle eso a un pueblo. Los venezolanos vamos a tener que aprenderlo por las malas si no atendemos ese principio y cambiamos de una vez por todas la manera de contar nuestros votos.

Caracas, 11 de Julio de 2024

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domingo, 7 de julio de 2024

Vladimir León, físico litigante

Por Luis Manuel Aguana

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A la familia León Mármol

“Un hombre es carne y huesos, mas también cierto número de años. Es materia y proceso. Lo mismo la fruta y el ave y la piedra. La materia es espacio y tiempo; éstos existen como formas de aquella”

Las piedras mágicas (1945) 

Carlos Augusto León (1914-1997)

No sería justo despedir a un compañero de luchas por la libertad y la democracia como lo fue Vladimir Enrique León Bencomo sin mostrarle al mundo las dos facetas más resaltantes de su vida: la de científico a carta cabal y la de luchador social por las libertades, que de tanto amor por su país, se atrevía a debatir con la mayor destreza y profundidad, que ya quisiéramos tener muchos de nosotros, asuntos sociales, electorales, políticos y constitucionales, al punto que su compañera de vida y esposa, la Dra. Blanca Rosa Mármol de León, Magistrada Emérita del TSJ, le otorgara el “título” familiar de Físico Litigante, que a mi juicio llevó con  mucho más orgullo que el mismísimo PhD en Física que le concediera la Universidad de Yale. Así sería la estatura moral e intelectual de este venezolano que ayer le entregara la vida al Creador.

No me cansaré de repetir que las vidas más valiosas se han quedado en este camino tan difícil y sinuoso para la restitución de nuestras libertades. A pesar de su edad y su terrible enfermedad, Vladimir tuvo una lucidez envidiable para el análisis de los problemas políticos, siendo factor fundamental para la redacción de unas Bases Comiciales justas, equilibradas y proporcionales, que propone la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, al país para la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente.

Es muy difícil ver en estos tiempos a un científico del nivel del Vladimir León con tan alto sentido de sensibilidad social, y tal vez fueron precisamente esas las características que hicieron que vibrara en la misma frecuencia y dirección del proyecto para Venezuela que le presentamos a la Nación ya hace muchos años. Como buen investigador lo diseccionó en sus partes fundamentales y lo contrastó con la realidad, llegando a la misma conclusión nuestra de la necesidad de un cambio de proporciones para Venezuela. Todavía puedo recordar el sentido impacto emocional que le causó al conocer por primera vez el proyecto, y su compromiso posterior más allá de lo común. Luego entendí que era así como se tomaba personalmente las causas en las que verdaderamente creía.

Pero mi coincidencia personal con este venezolano de excepción no fue solo porque compartiéramos un proyecto común para este país, sino una visión de lo técnico y científico frente a lo político y lo social. Hace muchos años, antes de conocer a la familia León Mármol, escribí una nota en este blog que titule “La responsabilidad social de los que saben” (ver nota en https://ticsddhh.blogspot.com/2011/06/la-responsabilidad-social-de-los-que.html).

Esa nota pareciera haberla escrito para que Dios me mostrara después que sí existían personas con el perfil que describí allí, presentándome a Vladimir León y a su esposa, cuando escribía en el año 2011 lo siguiente: Cuando decimos, dejen a los que saben manejar las cosas no es porque eso esté descontextualizado. Una cosa es saber pegar bien un clavo en una pared y otra muy diferente es saber donde pegarlo. El que sabe pega el clavo, el político determina donde hacerlo. Y no solo determina en qué parte de la pared, sino cuando, si esa debe ser la pared o si se debe o no pegar el clavo. ¡Tan importante es la política como el saber técnico y no la hemos estudiado y ejercido como se debe! No se le ha dado a los que saben tampoco la oportunidad de pegar el clavo, que es la técnica, y se ha perdido la orientación de donde pegarlo, que es la política. Ambas destrezas son indispensables para que esto marche. Pero si quienes sabemos cómo se pega el clavo no queremos hacerlo, porque eso es problema de otro, o porque eso es meterse en política, todos estaremos fregados. Y si aquellos a quienes les corresponde, no entienden que los clavos los pegan quienes saben hacerlo y tampoco conocen donde se deben pegar, allí no solo estaremos fregados, sino crucificados. Y así, aun saliendo de este gobierno, este país no se podrá reconstruir.

Y si alguien tenía claro este concepto desde mucho antes de conocerlo, ese era el Dr. en Física, Vladimir León, quien partiendo de una formación eminentemente técnica como la suya, ilumino para nosotros el camino de la destreza política fundamental, compartiendo una visión del cómo aplicar nuestros conceptos para un país político que todavía no comprende nuestra propuesta a cabalidad, aunque la fuerza de los hechos le obligue posteriormente a hacerlo. Vladimir asumió ese compromiso del conocimiento desde el primer momento que conoció el proyecto, demostrando que tenía esa responsabilidad social de los que saben, dando un paso al frente y asumiendo que este no es un problema de otro, sino nuestro, de él y de todos nosotros, comprometiéndose hasta el final de su vida en esa cruzada, con una lucidez que no disminuyó con el tiempo.

Muchos que le conocieron mejor que yo dirán que esa impronta y esa manera de ver la vida de Vladimir fue heredada de su padre, el insigne poeta venezolano Carlos Augusto León (1914-1997), así como su inclinación ideológica. Al decir de los conocedores de su obra, el poeta Carlos Augusto León fue “uno de los poetas más representativos de la poesía comprometida en su país, siempre a favor de las causas populares y en defensa de los grupos desfavorecidos” (ver Carlos Augusto León, poeta del pueblo venezolano, en https://buzos.com.mx/noticiaVer/carlos-augusto-leon-poeta-del-pueblo-venezolano).

Pero creo que eso no es así. Puedo dar fe de la admiración por Vladimir de todos quienes le conocimos, mucho antes de saber de su importante ascendencia.  Es posible que haya heredado, como todo el mundo, rasgos importantes de sus padres. Pero a pesar del peso específico que siempre representa una figura paternal de tanta importancia para cualquier persona, Vladimir supo trascender en su propio mundo, brillando con luz propia en actividades científicas reconocidas de carácter mundial, en el IDEA, el IVIC y el INTEVEP, demostrando en los hechos su propia capacidad y esencia al mundo, pero a la vez haciéndose custodio de la maravillosa herencia que significó y sigue significando la obra de su padre para Venezuela. Eso en sí ya es motivo de inspiración y respeto para todos quienes le conocimos y apreciamos.

Pero su vida y obra no podrían entenderse mejor en su esencia ética y moral, sin su inseparable compañera de vida, Blanca Rosa, así como tampoco puede entenderse la existencia del ejemplo de vida intachable que ella representa para todos los venezolanos, sin Vladimir. Esa mutua referencia ética y moral es precisamente la que  nos dejan ambos, de toda una vida ejemplar y de servicio para las nuevas generaciones, y que requerimos desesperadamente para la nueva Venezuela que necesariamente tendrá que nacer después de la tragedia.

Como físico, supongo que Vladimir apreció mejor que nadie la primera frase de su padre que encabeza esta nota: “Un hombre es carne y huesos, mas también cierto número de años. Es materia y proceso…”. Pero también un hombre es más que eso. Es espíritu, es inspiración, es dolor, es alegría, es pasión. Todo eso también en proceso. Creo que Vladimir le demostró a su papá con el ejemplo de su vida, que no todo es la fría e inexpugnable física, y que es preciso litigar también para vivirla en toda su extensión… Gracias por enseñarnos también eso, mi querido amigo. Dios no tendrá mejor ayuda que la tuya para que todos los que dejaste atrás podamos vivir pronto en libertad…

Caracas, 7 de Julio de 2024

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viernes, 5 de julio de 2024

Rebelión cívico-electoral

Por Luis Manuel Aguana

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No existe mejor manera de evaluar una situación, cualquiera que esta sea, que revisando lo que ha sucedido antes en Venezuela, tratando de encontrar un patrón que de manera sistemática ocurra dentro de un marco de eventos, para al menos decidir qué hacer ante otra que se presente completamente nueva e inédita. El único hilo referencial presente para este caso ha sido el comportamiento mismo del pueblo venezolano.

En ninguno de los años del siglo XX y los que han transcurrido del siglo XXI venezolano desde que existen elecciones en este país, ha ocurrido lo que está pasando en Venezuela. Una campaña presidencial opositora dirigida y realizada, no por el candidato oficial opositor, sino por quien debió serlo, porque el régimen en el poder lo impidió arbitrariamente, provocando un estado natural de exaltación del pueblo frente a quienes ejercen el poder.

El pueblo venezolano en toda la geografía nacional se ha volcado de manera inusitada a las calles del país a respaldar la salida pacífica y electoral de quienes gobiernan en Venezuela, encausada a través del liderazgo casi místico y único de María Corina Machado (MCM). Lo que hay en Venezuela no es una campaña electoral, es una cruzada que, aplicada de una manera pacífica, solo puede tener un resultado: el desplazamiento del poder de quienes han destruido nuestro país.

Pero eso no será así de simple ni está siendo comprendido a cabalidad por quienes todavía después de todo lo que ha pasado en Venezuela se niegan a admitir que nos encontramos en una tiranía. Sorprendentemente, se piensa que las fuerzas contrarias al cambio del poder solo se harán de lado porque tengamos, en la práctica, en la candidatura de Edmundo González Urrutia (EGU) y el liderazgo de MCM, más votos que el candidato del régimen, Nicolás Maduro Moros. Nada más lejano a la realidad. Eso reduciría este problema a un simplismo electoral incomprensible a estas alturas en Venezuela.

El régimen tiene 20 años refinando en cada elección un fraude multifactorial, no solo para evitar a discreción que la oposición gane elecciones en Venezuela, sino que se garantiza que las cuentas cuadren al final de cada elección a través de un sofisticado mecanismo tecnológico protegido por una legislación electoral inconstitucional. Aunque tengamos los testigos, el régimen deja solo contar, o “verificar” como lo llaman en su ley electoral, un máximo del 54% de los votos emitidos en cada elección para contrastarlos con el resultado de sus máquinas. El resultado del 46% restante queda cerrado y bajo el control electrónico del régimen. Ese 46% de votos puede y se ha  volteado electrónicamente a voluntad a favor de quien controla las máquinas y los resultados, al no poder verificarse por ley a la vista de todo el mundo, y siempre cuadrarán con la totalización.

Es por eso que se inventó esa trampa en el año 2004 al cambiar el sistema manual de contar todos votos de los venezolanos, entregando a las máquinas la capacidad de “escrutarlos” por ley, sin que la oposición jamás se opusiera a esa aberración. Las denuncias del Comisario Iván Simonovis y comentadas en mi pasada nota (ver Cómplices necesarios, en https://ticsddhh.blogspot.com/2024/06/complices-necesarios.html) corroboraron años de denuncias públicas hechas por calificados profesionales, que mostraban indicios técnicos y estadísticos que demostraban que habían ocurrido cambios en los resultados electorales del CNE, arrojados por las máquinas del “mejor sistema electoral del mundo”. ¿Y por qué cambiar el sistema con tanta tecnología? Para que precisamente nadie pueda poner en duda los resultados publicados de cada elección, evitando legalmente contar todos los votos de los venezolanos.

¿Cómo podemos evitar que el régimen nos aplique ahora lo mismo que ha venido haciendo desde hace 20 años? La respuesta es que ya no se puede evitar. La única manera es pasando por encima de esa legislación electoral ilegítima que atropella la Soberanía Popular, que le concede al CNE a través de su reglamento electoral, la potestad de prohibirle a los venezolanos contar todos los sufragios emitidos durante una elección. La manera de combatir eso es no aceptando ningún resultado que no se corresponda con lo que estamos viendo en las calles de toda Venezuela, conformando de esa manera una rebelión cívico-electoral para exigir que se cuenten todos y cada uno de los sufragios emitidos en todas las mesas electorales del país.

En efecto, el Artículo 439 del Reglamento de la Ley Orgánica de Procesos Electorales establece que “El Consejo Nacional Electoral determinará mediante resolución, el número de Mesas Electorales que serán objeto de Verificación Ciudadana para cada proceso electoral”. Y yo me pregunto, ¿está el CNE por encima del pueblo venezolano, dueño legítimo de la Soberanía Popular y propietario de esos votos? El Artículo 5 Constitucional establece: “La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta constitución y en la ley…”. Y no le hemos cedido esa soberanía al CNE a través de una reglamentación de tercer nivel.

Lo anterior es corroborado por el Magistrado Rommel Gil, ex Presidente de la Sala Electoral del TSJ en el exilio, quien en el Capítulo 8 de la serie "Venezuela Elecciones y Apartheid", de la periodista Maibort Petit, sugirió a los venezolanos aplicar lo siguiente el 28J:

“Sáquenle copia al Artículo 5 de la Constitución. Si usted ve que en alguna de las mesas donde inevitablemente gana una tendencia y están dándole la ganancia a otra, pidan que abran todas las cajas. El Artículo 5 le ampara sobre cualquier ley, además, amañada por ellos. Pidan esa contraloría directa de todos esos votos con la autoridad que le da el Artículo 5 Constitucional donde la soberanía reside en el pueblo venezolano…” (ver declaraciones del Magistrado Rommel Gil, El Gran Acuerdo, Maduro vs. los venezolanos, en https://youtu.be/CRelEZQdf28?t=1123, min 18:44).

Si el régimen decide cambiar los resultados que percibimos desde ya en toda Venezuela, a favor de la opción que representa a MCM y el candidato EGU, nos encontraremos  muy probablemente frente a una rebelión popular. Pero esta no sería la primera vez que los venezolanos nos rebelamos pacíficamente ante una situación que consideramos lesiva a nuestros intereses y la Constitución.

Sin desmedro a que lo sucedido el 11 de abril de 2002 fuera considerado por algunos posteriormente como un golpe de Estado, en palabras del desaparecido historiador Jorge Olavarría, lo que ocurrió inicialmente ese día fue una rebelión popular:

“En primer lugar yo creo que eso fue una rebelión popular, que se fue creando con una gran presión, que se inició básicamente con la huelga de la gerencia de PDVSA, que fue creciendo, que se fue radicalizando, que las posiciones se fueron radicalizando hasta que la huelga general que había anunciado la CTV, como una especie medida de presión para el gobierno, ¿para qué? ¡Para que renunciara Chávez! No nos vamos a engañar, eso era lo que la gente pedía: ¡Se va! ¡Se va! ¡Se va! ¡Renuncia, Renuncia¡¡Renuncia! Para que renunciara Chávez. ¡Eso no es un golpe de Estado! ¡Eso no es una sublevación! Eso no es una instigación para la sublevación. Eso es el ejercicio de un derecho constitucionalmente protegido. Y la renuncia es una de las maneras de ausencia definitiva del Presidente de la República, de acuerdo a la Constitución vigente…” (ver Olavarría y el 11 de abril, Pastillas de Memoria, Entrevista de José Israel González a Jorge Olavarría, Historia Viva, en https://youtu.be/68JadxKJMzQ?t=268).

Mi interpretación de esta tesis, en este caso, es que una rebelión cívico-electoral, como la planteada ante un robo por fraude de las elecciones del 28J, ejercería un derecho constitucionalmente protegido establecido en el Artículo 5 Constitucional, como ocurrió el 11 de abril de 2002. Y por supuesto no estaría exenta a cualquier pronunciamiento que posteriormente hagan las FFAA, protegiendo precisamente esos derechos, y acompañando al pueblo venezolano a constatar si efectivamente el resultado que dictamine el CNE se corresponde con todos los sufragios emitidos por los venezolanos. Eso sería proteger el derecho del dueño de la Soberanía a unas Elecciones Auténticas, evitando la pérdida de vidas y preservando la paz y la tranquilidad de la Nación.

Pero además de todo lo anterior, existe históricamente el derecho a la rebelión: “El derecho a la rebelión, al igual que el derecho a la legítima defensa, puede ejercerse cuando un cúmulo de hechos graves, plenamente comprobados, conforman un estado de necesidad de inminente y extrema peligrosidad para la preservación de la libertad, la vida y los bienes de los ciudadanos. Esto se hace una vía inevitable cuando la ciudadanía se encuentra en estado de indefensión por cuanto las agresiones a sus derechos más sagrados -vida, libertad y propiedad- vienen por omisión de cumplir su función constitucional, de quienes deben ampararlos y se convierten por ello en cómplices o coautores de la agresión…” (ver Jorge Olavarría, El derecho a la rebelión, Jorge Olavarría, 19 de febrero de 2002, en https://goo.su/CUV7).

Cualquier parecido a la realidad actual NO es pura coincidencia. El 28J el pueblo se encontrará al frente de los peligros mencionados allí y con lo único que cuenta para defenderse de un poder que lo sobrepasa, es una rebelión cívico-electoral ante cualquier resultado que no se corresponda con la realidad que todos hemos percibido en las calles de Venezuela. Y si quienes deben amparar los derechos electorales de los ciudadanos, los violan y se convierten en cómplices y coautores de esa agresión, los venezolanos deberán cerrar filas pacíficamente, como el 11 de abril de 2002, para exigir que se cuente la Soberanía Popular, ejerciendo nuestro derecho constitucional a la participación política. Nadie nos puede negar el derecho a rebelarnos que nació de nuestros fundadores, un día como hoy, el 5 de julio de 1811. Esa es la esencia de nuestra nacionalidad…

Caracas, 5 de Julio de 2024

Blog: TIC’s & Derechos Humanos, https://ticsddhh.blogspot.com/

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Twitter:@laguana

viernes, 28 de junio de 2024

Cómplices necesarios

Por Luis Manuel Aguana

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Sería imposible para cualquiera que haya tocado el tema del fraude electoral en Venezuela, dejar pasar las recientes declaraciones del Comisario Iván Simonovis en sus redes sociales, donde señala con nombres y apellidos, los cómplices necesarios del fraude técnico ejecutado en sucesivos procesos electorales, para darle la victoria al régimen.

Simonovis apunta específicamente a técnicos de PDVSA y CANTV como responsables de la “construcción de una plataforma integrada que manipula la información que se transmite desde los centros de votación hasta el CNE. Y para eso se apoyan en tres instituciones, en PDVSA, en CANTV y CNE. Durante todos estos años la dictadura ha fortalecido un equipo multidisciplinario, de alto desempeño, con la finalidad de tomar el control informático que maneja toda la megadata electoral. Se utilizó el proyecto de fibra óptica CANTV-PDVSA, que integraba las zonas pobladas con las zonas interurbanas para así controlar toda la información que viajaba desde los centros de votación hasta el CNE. Todos con una red homologada. Adicionalmente a todo lo que les acabo de comentar, estos criminales, porque realmente no tienen otro nombre, han tenido la responsabilidad de crear salas situacionales, que no son más que laboratorios donde se manipula información que luego se postea en las redes sociales. Estas mismas salas situacionales también se encargan en cada elección de procesar información que luego es utilizada para alterar resultados electorales a favor del régimen” (ver Tengan presentes estos nombres y estos rostros, @Simonovis, en  https://x.com/simonovis/status/1805539319886614885).

Después de tantos años de escribir con relación a este tema y denunciar los peligros que conlleva la automatización del voto para el Derecho Humano de Elecciones Auténticas en Venezuela, consagrado en la Declaración Universal de los Derechos Humanos y otros instrumentos internacionales, esta es la primera vez que son señaladas directamente a personas responsables de esa manipulación técnica fraudulenta de la cual solamente hemos visto sus indicios en los estudios estadísticos e instrumentos de detección matemática, como la Ley de Newcomb-Benford (ver La naturaleza delató al CNE, en https://ticsddhh.blogspot.com/2012/12/la-naturaleza-delato-al-cne.html).

Vistos estos indicios claros de fraude sobre los resultados en varias elecciones, arrojados en estudios realizados por técnicos independientes, muchos pedíamos que se investigara a fondo la situación, cosa imposible de realizar, existiendo una tiranía en funciones. Al margen de los nombres y sus posiciones en las empresas señaladas, la declaración del Comisario Simonovis exponiendo que ya se conocen quienes, cómo y dónde han realizado la trampa, corrobora años de denuncias sobre el sistema automatizado de votación venezolano, y asesta un golpe certero sobre uno de los pilares fundamentales sobre los que el régimen se sostiene.

Y no es que minimice de manera alguna la responsabilidad directa de las personas señaladas como cómplices necesarios en este grave delito, y que son mencionadas por el Comisario Simonovis, que suponemos sale como producto de una impecable  investigación policial, que sin duda sabe realizar muy bien este exfuncionario reconocido por su larga y exitosa trayectoria de servicio, dedicada a la seguridad del país.

Mi exposición se centra en que la modificación de los resultados técnicos en puntos intermedios de la red informática del CNE para unas elecciones, coincide con nuestra denuncia del cambio del concepto de escrutinio impuesto por el régimen desde que se estableció el voto electrónico en Venezuela. En otras palabras, que solo escrutan las máquinas y no los testigos y solo son “verificadas” manualmente una parte de las urnas electorales, que de acuerdo a lo estipulado por el  régimen es del 54%, en el mejor de los casos, dejando el 46% restante cerrado por ley, permitiendo de esta manera que las máquinas dictaminen el resultado total sin que se cuente o “verifique” ese importante porcentaje, porque se cambió legalmente el sistema de votar en Venezuela y el voto pasó a ser electrónico.

Ese detalle trascendental hace que el régimen pueda manipular a su antojo al menos el 46% de los resultados a través de medios electrónicos, y por supuesto a través de especialistas que prestan su avanzado conocimiento para que el régimen modifique los resultados que no son sujetos a “verificación” manual, SIN QUE LA OPOSICIÓN LO DETECTE, porque hacen coincidir en el proceso las actas y los votos de las máquinas con el resultado total en el centro de totalización del CNE.

Sin conocer lo que hoy revela Simonovis, en el año 2013, esgrimí una teoría en un Foro en un El Nacional titulado “¿Habrá Fraude Electoral el 14A?”, con una ponencia que llamé  “Construcción de un Fraude Técnico en 10 Pasos” (ver ponencia en https://tinyurl.com/msms4b9). Allí expuse una teoría posible de cómo se puede hacer un fraude técnico a los ojos de todos y sin darnos cuenta, y que pasa precisamente porque los técnicos del CNE que manejan las máquinas de los centros pueden cambiar los resultados dentro de ellas sin que nadie lo advierta porque los testigos no tienen idea de lo que estos técnicos pueden hacer.

Pero si efectivamente se interviene la red y técnicamente se toma el control de lo que pasa entre el centro de totalización y las maquinas durante el momento de la transmisión de los resultados, como lo precisa el Comisario Simonovis, es perfectamente posible  que se coloquen en las máquinas de votación resultados diferentes a los que reposan físicamente en las urnas NO AUDITADAS por la oposición, y que los resultados que arrojan las máquinas y el centro de totalización, coincidan perfectamente al final del proceso. Pero el truco fundamental aquí es que la máquina no sea susceptible de “verificación ciudadana” por parte de la oposición.

La manera en que esto pueda ocurrir es que el CNE permita ese acceso a sus servidores y máquinas de votación. Y no es que las máquinas sean “hackeadas” por parte de una entidad exterior, es que la participación del CNE es indispensable para que eso ocurra al darle puerta abierta al sistema y las redes asociadas, de allí que sean cómplices de esa operación. Eso explicaría la razón por la cual en varios procesos electorales se comenzaran a “voltear” los resultados a favor del régimen a partir de las 6pm, hora donde comienzan a cerrarse las máquinas de votación en todo el país, y la razón por la cual maquinas en un mismo centro muestran  históricamente resultados muy diferentes entre ellas a favor del régimen, contrariando las leyes de la estadística.

Esto ya se reflejaba en el año 2012 en  el informe “Elección Presidencial en Venezuela 2012” de María Mercedes Febres-Cordero, Bernardo Márquez y Alfredo Weil de ESDATA de Noviembre de 2012 donde se reveló que La magnitud de las inconsistencias detectadas en votos válidos se estiman en el orden del 12% para los centros con más de una mesa y de 92% para centros con una sola mesa” (ver Informe Elección Presidencial en Venezuela 2012 – Una evaluación Integral, María Mercedes Febres-Cordero, Bernardo Márquez, y Alfredo Weil en https://tinyurl.com/5n7d2x6v).

La única manera de asegurarse que eso no ocurra ante una nueva tentativa de fraude electoral, es que se imponga la soberanía popular, establecida en el Artículo 5 de la Constitución, por encima de toda ley y reglamentación que vulnere los derechos de los ciudadanos. Esto es, que los ciudadanos conscientes y testigos del proceso por derecho, al detectar una irregularidad, procedan en cada centro a la verificación ciudadana de todas las máquinas de votación y no solamente un porcentaje de ellas. Si el régimen no tiene nada que ocultar no debería ser un problema.

Estas modificaciones en el sistema de contar votos en Venezuela a partir del año 2004, lo que en realidad esconde es un fraude técnico masivo, más allá de todas las trampas para impedir la presencia de los testigos de la oposición por una normativa sobrevenida del CNE. Esta apreciación tendría que ser acompañada por el respaldo de las FFAA del Plan República en todo el país, en defensa de la soberanía popular. Si los militares se niegan a que el dueño de la soberanía cuente todos sus votos, entonces ellos si serán los verdaderos cómplices necesarios para que prevalezca la tiranía.

Caracas, 28 de Junio de 2024

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