jueves, 13 de abril de 2023

El crimen de Tibisay

Por Luis Manuel Aguana

English versión 

A meses de declararse pública la enfermedad terminal de Hugo Chávez Frías, escribí, a finales de octubre del año 2011, una nota que ciertamente consideré de despedida al Presidente (ver Presidente, muera en paz, en https://ticsddhh.blogspot.com/2011/10/presidente-muera-en-paz.html) y de la cual rescato las siguientes palabras para Tibisay Lucena, quien ahora en su muerte recordamos tristemente en su cargo como Presidente del Poder Electoral en las horas más oscuras de los venezolanos:

La Fé cristiana nos enseña que una persona antes de morir, si se arrepiente de verdad, será perdonada. Creo que al final se arrepentirá. No viajó desde La Habana directo hasta el Cristo de La Grita por nada. Sabe lo que pasará y lo espera. Y es en este punto en donde el Presidente debe reconciliarse con la sociedad venezolana. ¿Y qué significa esto? Abrirse y decirse a sí mismo la verdad. Que no quiso que la familia venezolana se enfrentara, que la división de clases que propuso no fue más que un artilugio electoral para ganar votos, que en realidad no deseaba que los venezolanos se dividieran y se odiaran entre sí. Que no era su intención promover y no detener una violencia criminal que se llevo a miles de venezolanos a la tumba y que se arrepiente genuinamente de ello. Que de verdad intentó que las promesas de 1998 se hicieran realidad pero el poder, como una suerte de droga, fue un espejismo tan atrayente que se olvidó de eso. Todo esto debe provenir desde adentro, del alma misma de la persona, de un arrepentimiento genuino. Nadie puede decirle a nadie como descargar ni expiar culpas y mucho menos en una situación de trance final. Eso solo será de la intimidad del Presidente.

¿Se arrepintió Tibisay Lucena al final de su vida, en su lecho de muerte por cáncer terminal, de haber impedido abierta y descaradamente la voluntad del pueblo venezolano de corregir el error de elegir a Hugo Chávez Frías como Presidente de la República en 1998? No lo creo. Difícilmente ese abrirse y decirse a sí misma la verdad, como se lo escribí a Hugo Chávez en esa nota, en un último arrepentimiento antes de rendir cuentas al Creador, lo hiciera Tibisay Lucena, porque a diferencia de Chávez, esta lamentable funcionaria no fue un error que cometimos los venezolanos. Los venezolanos, en un monumental error histórico, elegimos por la calle del medio a un golpista como Presidente de la República, que tenía intenciones ocultas de acabar con la institucionalidad conocida. El contrario, esta funcionaria en pleno conocimiento de los delincuentes que habían llegado al poder engañando a los venezolanos, utilizó y vendió criminalmente y de una manera aviesa su posición para que estos delincuentes ya declarados permanecieran en el poder. Los que hacen eso pocas veces piden perdón.

El caso de Chávez no aplica a ningún funcionario cuyo cargo no lo decidan los venezolanos con su voto. La responsabilidad de un funcionario del nivel que tenía Tibisay Lucena es infinitamente superior, como parte y cabeza de un Poder Público que constitucionalmente debe ser independiente para poder garantizar a los venezolanos que su voluntad realmente decida sobre el destino del país. Ese es el crimen que Tibisay Lucena cometió y sigue cometiendo después de muerta en contra de los venezolanos. Que su nombre y actos no se nos olviden, en especial aquellos que ocupen en el futuro su responsabilidad al recuperar la libertad.

En efecto, Lucena tuvo en su poder la facultad de garantizar que el pueblo venezolano enmendara el error histórico de Hugo Chávez y resolver el problema de su nefasto sucesor y decidió no hacerlo. ¿Fue por dinero? ¿Fue por poder? Por lo que haya sido, podemos considerar en este contexto que los pecados cometidos por la llamada “irreversible” Tibisay Lucena, y por los que deberá que responder en donde esté, son de largo muchísimo más graves que los cometidos por Hugo Chávez Frías y luego por Nicolás Maduro Moros, eso sin contar con los de su predecesor en el cargo de Presidente del CNE.

¿Y por qué? Porque ella pudo elegir ser honesta y empática ante el sufrimiento de millones de venezolanos, que ya se manifestaba evidentísimo en el año 2006 cuando fue designada por primera vez como Presidente del Poder Electoral, y actuar en consecuencia para que Venezuela retomara su rumbo. Pero vendió su posición al poder en detrimento del país. Eso resulta infinitamente peor que un corrupto que solo quiere dinero con su posición.

Tibisay Lucena fue la mejor garantía de permanencia en el poder del régimen de Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro Moros desde el 30 de abril de 2006 hasta el 12 de junio de 2020. Esta delincuente tuvo la responsabilidad de conducir la primera oportunidad en el año 2006 para que Venezuela recuperara el sistema de libertades en las elecciones presidenciales de diciembre de ese año, luego la siguiente en octubre de 2012 y otra adicional en abril de 2013 por la muerte de Hugo Chávez Frías, en las que conscientemente el organismo bajo su conducción realizo fraude para que el régimen permaneciera en el poder. Este último fraude fue tan burdo como la  auditoría que montó Tibisay Lucena, hoy hace casi 10 años, para robarle la siguiente esperanza a los venezolanos (ver Las 12 mil cajas de Tiby, en https://ticsddhh.blogspot.com/2013/04/las-12-mil-cajas-de-tiby.html).

Siempre me he preguntado quien es más criminal, un ladrón que al menos tiene claro para él y la sociedad cual es su condición, y corre el riesgo de ser atrapado en una fechoría, o un funcionario público que tiene una obligación con el país al que sirve, y que encubriéndose en su posición, hace lo mismo que el ladrón que actúa bajo su propio riesgo. El ladrón sería en ese caso más honesto. Pero robarle la oportunidad a un país para recuperar su libertad es un crimen imposible de cuantificar, y por ende la pena de ese crimen. Imagino que Dios en su infinita sabiduría sabrá qué pena darle a este crimen cometido por Tibisay Lucena.

La sarta de criminales que asaltaron Venezuela bajo la protección de Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro Moros, se llevaron el dinero de los venezolanos. El crimen cometido por Tibisay Lucena se llevó en éxodo masivo a nuestras familias al exterior, se llevó las esperanzas de reconstrucción al impedir que los venezolanos se expresaran a través de un voto libre, transparente y auténtico. El crimen de Tibisay Lucena impidió que los venezolanos removiéramos por la vía de los Referendos Revocatorios a los funcionarios que le están haciendo daño a la Nación. Hubiera preferido que Tibisay Lucena fuera un funcionario corrupto más de este régimen. Lo que hizo fue más grave que llevarse el dinero, porque la plata a la larga podremos recuperarla, pero no las esperanzas de reconstruir un país. Eso no tiene precio.

Pero Dios es justo. Tibisay Lucena pasa ahora a engrosar la larga lista de delincuentes del régimen, dados de baja por el Creador encabezada por su jefe Hugo Chávez Frías, que le han hecho un daño incalculable a Venezuela. Dificulto que se haya arrepentido de su incalculable crimen al morir, porque se siguió aprovechando del Estado venezolano hasta el último momento como Ministro del régimen. ¿Qué pudo esgrimir en su defensa en su juicio final? Nada. Al menos Hugo Chávez pudo haber argumentado que al principio tenía buenas intenciones, como lo señalé al comienzo. Que se vean en el espejo de Tibisay Lucena los funcionarios que como ella, le han dado continuidad a este régimen, manteniendo a los venezolanos en un infierno, porque será allí donde con seguridad terminarán parando en uno mil veces peor porque, Dios mediante, no tendrán tiempo para gastar lo que nos han quitado, en especial si no es dinero…Y como ella, nunca descansarán en paz. Amén…

Caracas, 13 de Abril de 2023

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martes, 11 de abril de 2023

Mala praxis jurídica en el Esequibo

Por Luis Manuel Aguana

English versión

A todos los venezolanos que dieron su vida el 11 de abril de 2002 buscando la libertad

A cualquier venezolano de mi generación, educado en los 40 años de democracia, le era imposible dibujar un mapa de Venezuela sin incluir la llamada Zona en Reclamación, destacada con rayas en el referido mapa. Se nos decía en las aulas de clase que a Venezuela le había sido robada por los ingleses, como quien le quita un dulce a un niño, una franja inmensa de su territorio en un Laudo Arbitral irrito el año 1899, y que los gobiernos trabajaban activamente en su recuperación en el ámbito de la negociación internacional. El Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, al reconocer el 26 de mayo de 1966 la independencia a los nativos de ese territorio conocido hasta entonces como Guyana Británica, y parte de su Mancomunidad de Naciones, comenzó a denominarse República Cooperativa de Guyana, y el problema del territorio en disputa lo heredó esta nueva República.

Y hasta allí. De vez en cuando veíamos en los noticieros y artículos en la prensa que esa negociación no avanzaba porque existía una dura posición de no aceptar la validez de ese Laudo Arbitral de 1899, ni ningún otro mecanismo que lo reconociera, en estricto apego a los documentos que históricamente demostraban nuestra soberanía sobre esos territorios desde que éramos Capitanía General de Venezuela, posición asumida en especial por parte de nuestras Fuerzas Armadas. Esa conducta de nuestros militares siempre fue elogiada por la población, y ningún gobierno o político alguno se atrevió nunca a ceder en ella…hasta que llegó Hugo Chávez Frías.

Muchos años han pasado de eso, y lejos de haber avanzado a favor de la recuperación de esa Zona en Reclamación, los venezolanos que en su mayoría no han tenido mayor conocimiento de esa materia miran desde afuera que parece que perdemos esa pelea, al ver que abiertamente nuestra contraparte, la República Cooperativa de Guyana, ocupa ese territorio y entrega concesiones a compañías petroleras internacionales sobre la Zona en Reclamación.

Pocos meses antes de reconocer la independencia a la Guyana Británica, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, firman un Acuerdo en Ginebra con Venezuela el 17 de febrero de 1966, que históricamente se ha dado en llamar Acuerdo de Ginebra, donde se reconoce en su Artículo I que “…el Laudo arbitral de 1899 sobre la frontera entre Venezuela y Guyana Británica es nulo e irrito”, y se articulan los mecanismos para llegar a un acuerdo mutuamente aceptado entre las partes (ver Acuerdo de Ginebra para resolver la controversia entre Venezuela y Guyana – 17-02-1966, en  http://www.consulvenevigo.es/subido/ACUERDO%20GINEBRA%20ONU%201966.pdf).

Es importante precisar toda esta historia, porque aquí no estamos discutiendo si tenemos o no tenemos soberanía sobre el Esequibo, porque para Venezuela, desde el Acuerdo de Ginebra de 1966, el Laudo Arbitral de 1899 es reconocido como nulo e irrito entre las partes, sino qué es lo que vamos a hacer con esa realidad, y cómo vamos a resolver el problema con el vecino, que aún cree que tiene derecho sobre ese territorio.

Aun a sabiendas de la posición histórica de las Fuerzas Armadas y del país entero, el entonces Presidente Hugo Chávez Frías, cambió de un momento a otro la posición de Venezuela con Guyana: “En 2004 Chávez hizo una gira dónde visitó Georgetown, en la capital de Guyana, dónde el 19 de febrero de ese año, en una rueda de prensa con el presidente de Guyana, Bharrat Jagdeo, marcó un cambio en la postura que Venezuela había mantenido hasta la fecha: «Yo me he comprometido con el presidente Jagdeo y con Guyana. Primero que el gobierno venezolano no va a oponerse a ningún proyecto en esta región que vaya en beneficio de sus habitantes; beneficio directo como me decía el presidente, como es un proyecto de agua, vías de comunicación, energía, proyectos agrícolas. Y segundo durante el surgimiento de cualquier proyecto más sensible, inmediatamente nos activamos ambos para conversarlo en la Comisión Binacional de Alto Nivel y buscarle viabilidad»” (ver Momento en que Chávez entregó el Esequibo, en https://maduradas.com/momento-chavez-abandono-la-defensa-historica-del-esequibo-ganarse-apoyo-geopolitico-guyana-video/) (resaltado nuestro).

Lo anterior indica que si existe un responsable de lo que está sucediendo ahora con el territorio Esequibo y la presencia de compañías petroleras en la Zona en Reclamación, ese es Hugo Chávez Frías. Hasta ese momento ningún gobierno venezolano se había atrevido a utilizar la reclamación de nuestro territorio y el problema limítrofe con la República Cooperativa de Guyana con fines políticos. De esas aguas sucias vienen los lodos que estamos presenciando ahora.

El 29 de marzo de 2018 el gobierno de la República Cooperativa de Guyana demandó a Venezuela ante la Corte Internacional de Justicia “con respecto a una controversia relativa a “la validez jurídica y el efecto vinculante del Laudo relativo a la frontera entre la colonia de la Guayana Británica y los Estados Unidos de Venezuela, de 3 de octubre de 1899”, y la Corte Internacional de Justicia en su interpretación del Acuerdo de Ginebra, sentenció el 18 de diciembre de 2020 que era competente para decidir acerca del asunto presentado por Guyana (ver Sentencia de la CIJ – 18-12-2020, en https://revistas.urosario.edu.co/xml/4295/429566597007/index.html).

El régimen de Maduro reaccionó en un comunicado el mismo día indicando que “…niega la vía judicial, incapaz de alcanzar el arreglo práctico y satisfactorio que este Tratado impone a ambas partes”, repudiando el fallo emitido por la Corte Internacional de Justicia (ver Venezuela rechaza decisión de la CIJ – 18-12-2020, en  https://mppre.gob.ve/comunicado/venezuela-rechaza-decision-cpi-contraria-acuerdo-ginebra-guayana-esequiba/)

Sin embargo, esa sentencia no hizo tanto ruido en Venezuela como la decisión de este mes, el 6 de abril de 2023, de la Corte Internacional de Justicia en respuesta a las objeciones presentadas por el régimen de Nicolás Maduro Moros el 7 de junio de 2022 (ver Venezuela presenta objeciones preliminares a la admisibilidad de la demanda unilateral de Guyana – 07-06-2022, en https://mppre.gob.ve/comunicado/venezuela-objeciones-preliminares-admisibilidad-demanda-unilateral-guyana/), cuyo fallo indicó que “La objeción por Venezuela debe ser rechazada (…) por 14 votos a 1 rechaza la objeción preliminar presentada por la República Bolivariana de Venezuela”, dijo la jueza y presidenta de la CIJ, Joan Donoghue, al leer la sentencia en La Haya. “Por 14 votos a 1 determina que puede decidir sobre el fondo de la República cooperativa de Guyana”, continuó” (ver CIJ falla contra Venezuela e irá a juicio para definir reclamo de Guyana por el Esequibo, en https://www.vozdeamerica.com/a/cij-falla-contra-venezuela-e-ira-a-juicio-para-definir-reclamo-de-guyana-por-el-esequibo/7039108.html).

En cristiano eso fue una completa torta, por no decir la grosería correcta. La pregunta del millón de lochas es porque si Venezuela negaba históricamente la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia, como indicaban en su comunicado del 18 de diciembre de 2020, se presentó una objeción -por cualquier causa que fuera- ante esa instancia judicial internacional.

El Dr. Héctor Faúndez, abogado experto en Derecho Internacional y profundo conocedor del tema Esequibo, publica en reciente artículo que con esa acción Venezuela aceptó la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia: “Cabe recordar que, el 7 de junio pasado, al interponer una excepción preliminar, Venezuela terminó por aceptar la competencia de la Corte, y decidió comparecer en el procedimiento ante ella. Ya hemos designado un juez ad-hoc, ya hemos nombrado al agente y a los agentes alternos del Estado, y ya nos hemos incorporado al procedimiento ante la Corte, lo que hace absurdo que, a estas alturas, volvamos a insistir en que la Corte carece de competencia” (ver Héctor Faúndez, Venezuela ante la CIJ en el caso del Esequibo: ¡Segundo aviso!, en https://www.lapatilla.com/2023/04/08/venezuela-ante-la-cij-en-el-caso-del-esequibo-segundo-aviso-por-hector-faundez/).

¿Y entonces? El régimen, en su infinita torpeza y actuando en nombre de los venezolanos, nos ha puesto en una situación de ser activos en el juicio que quería Guyana con nosotros, en su intención de que fuera la Corte Internacional de Justicia la que decidiera sobre el fondo de la controversia, que no es otra cosa que hacer válido el Laudo Arbitral de 1899 en contra de la reclamación de Venezuela.

Pero, -y aquí voy a un asunto de mucho mayor fondo-, ¿es el régimen de Nicolás Maduro Moros el legítimo representante de los venezolanos para actuar a nuestro nombre en un juicio de semejante trascendencia y envergadura? La respuesta es un rotundo NO. Se ha establecido internacionalmente el NO RECONOCIMIENTO del actual régimen que gobierna al país como el legítimo representante de los venezolanos, razón por la cual se designó un Gobierno Encargado de manera Constitucional en el año 2019, y que en sentencia de fecha reciente, ha sido reafirmado por el Tribunal Supremo de Justicia legítimo en el exilio.

Los venezolanos no podemos perder ese juicio por incompetencia y lo que bien podríamos llamar un caso de “mala praxis jurídica” en el Esequibo, por parte de un régimen criminal que en todos estos años –Chávez incluido-, ha representado a los venezolanos ante una instancia tan importante como la Corte Internacional de Justicia, sin tener la legitimidad para hacerlo. Podría señalar sin equivocarme que se ha gastado más dinero en tratar de recuperar CITGO que el territorio Esequibo, un activo nacional exponencialmente más valioso para las futuras generaciones, y en el que deberían estar trabajando para Venezuela los mejores profesionales del Derecho del mundo en el ejercicio del Derecho Internacional.

Los venezolanos debemos movilizarnos a la brevedad posible para evitar que ese juicio continúe sin una representación legítima de Venezuela. Esta situación va más allá de ser solamente un problema jurídico. Si los venezolanos perdemos el Esequibo en ese juicio por no comparecer ante la Corte Internacional de Justicia, como amenaza con hacerlo el régimen, no nos quedará más que desconocer ese posible fallo cuando se recuperen las libertades en nuestro país, advirtiendo al mismo tiempo al gobierno de la República Cooperativa de Guyana que cualquier decisión que se tome en esa controversia no sería reconocida por la inexistencia de un gobierno legítimo en Venezuela. Y así debería decidirlo la única instancia judicial legítima que nos queda en el exilio, informando apropiadamente de esa situación a los jueces de la Corte Internacional de Justicia. No queda mucho tiempo…

Caracas, 11 de Abril de 2023

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viernes, 7 de abril de 2023

Oportunidad de diálogo en Colombia

Por Luis Manuel Aguana

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Independientemente de las intenciones que movieron al Presidente colombiano Gustavo Petro a convocar una reunión para discutir el problema venezolano a escala mundial, sería una estupidez no aceptar el ofrecimiento. Sería como si una persona que muere de sed en un desierto se pusiera a preguntar si está envenenada el agua que se le ofrece (ver Petro convoca a una reunión sobre Venezuela, en https://elpais.com/america-colombia/2023-03-28/petro-convoca-una-reunion-mundial-sobre-venezuela-en-la-que-podria-estar-maduro.html). Es claro que cualquier mandatario colombiano le interesa que Venezuela esté en las mejores condiciones, y mejor si de ello puede derivar provecho político. ¡Pero el problema no es de ellos, es nuestro!

En efecto, de acuerdo a las noticias, Petro llegó a un acuerdo con Maduro el mes de marzo y este accedió a ese encuentro. Pero eso no ocurrió solamente solo por las intenciones de Petro, sino también con la anuencia del gobierno norteamericano, quien al tiempo anunció que estaría dispuesto a participar en tales conversaciones: “«Sí, estamos dispuestos a participar. Estamos preocupados por la situación del pueblo venezolano, y cualquier país que esté aportando sus buenos votos y buenos oficios para mejorar la situación es algo importante», dijo en una entrevista con EFE el encargado para América Latina del Departamento de Estado, Brian Nichols” (ver Los EEUU dijo que si participaría en una conferencia sobre la crisis convocada por Gustavo Petro, en https://www.costadelsolfm.org/2023/03/29/los-estados-unidos-dijo-que-si-participaria-en-una-conferencia-sobre-la-crisis-venezolana-convocada-por-gustavo-petro/).

Sin embargo, la Cancillería colombiana ha indicado que las conversaciones tendrían por objeto que se retome el diálogo suspendido en México: ““No queremos hacer un nuevo proceso de diálogo, sino que las partes vuelvan a México”, explica una fuente de la diplomacia colombiana.”.  A nuestro juicio, ese diálogo en México murió, no solo porque Nicolás Maduro Moros le dio una patada a esa mesa al exigir la suspensión de TODAS las sanciones, sino porque el régimen NUNCA estuvo interesado en resolver la crisis política que él mismo creó.

Todo eso sin contar que las bases mismas de ese Memorando de Entendimiento firmado en el año 2021, entre el régimen y una supuesta oposición, son falsas. Ni el régimen de Maduro es gobierno legítimo de la República Bolivariana de Venezuela, ni la llamada Plataforma Unitaria es un ente que represente a nadie en Venezuela, más allá de la representación hueca de unos partidos, que no se han validado en elecciones con el pueblo venezolano desde hace más de 7 años, y por ello no se pueden atribuir tal representación, y menos aún sin una mínima autorización de la Asamblea Nacional de 2015, reconocida internacionalmente.

Lo anterior dio pie a que un grupo de venezolanos, entre quienes me incluyo, el pasado 15 de octubre de 2022, introdujéramos un Recurso de Amparo ante el TSJ Legítimo que despacha en el exilio, en resguardo de nuestros derechos a la participación política violentados por estos supuestos representantes políticos de los venezolanos, para exigir la nulidad del Memorando de Entendimiento firmado en México, lesivo a nuestros intereses (ver Solicitan NULIDAD del Memorando de Entendimiento entre la oposición y el gobierno de Maduro, ante el TSJ en el exilio, en https://ticsddhh.blogspot.com/2022/10/solicitan-nulidad-del-memorandum-de.html).

Al mismo tiempo, y presentes todas esas realidades, Gustavo Petro maniobra para traerse el diálogo de México a Colombia, trayendo a la mesa intereses comunes entre nuestros países que justifican plenamente un reajuste de ese diálogo (ver Petro maniobra para traerse de México a Colombia los diálogos entre el Gobierno chavista y la oposición, en https://elpais.com/america-colombia/2023-03-30/petro-maniobra-para-traerse-de-mexico-a-colombia-los-dialogos-entre-el-gobierno-chavista-y-la-oposicion.html). Sin embargo, esta iniciativa debe necesariamente pasar por una verdadera representación opositora ajustada a la realidad política de la Venezuela actual.

Desde hace años soy un pleno convencido que la solución de la crisis venezolana pasa por Colombia, y la crisis que en la actualidad atraviesa Colombia, en la misma dirección, pero en sentido contrario, pasa por Venezuela (ver Una solución grancolombiana, en https://ticsddhh.blogspot.com/2019/12/una-solucion-grancolombiana.html). Venezuela y Colombia tienen problemas e intereses comunes, sin contar que poseemos las mismas raíces históricas, lo que constituye el marco perfecto para esa iniciativa.

Esa confluencia de intereses comunes hace que una iniciativa de diálogo, como la anunciada por el Presidente Petro, se haga cada vez más parecida a la propuesta que hiciera ANCO, publicada el 8 de agosto de 2021, donde expresáramos la necesidad de que en ese diálogo se realizara sobre la base de una negociación a 4 partes: “una delegación de la Comunidad Internacional firmante de la Declaración Conjunta del 25 de Junio de 2021 (EEUU, la UE y Canadá); una delegación de los sectores de la oposición política que encabeza Juan Guaidó Márquez como Presidente Encargado reconocido por la comunidad internacional; una delegación del Consejo Rector de la Conferencia Ciudadana para el Restablecimiento Constitucional y Democrático, recientemente rebautizado como CONGRESO REFUNDACIONAL, como representación de los más de 6,4 millones participantes de la Consulta Popular de Diciembre de 2020; y una delegación del sector gubernamental que encabeza Nicolás Maduro…” (ver Comunicado del 8 de agosto de 2021, ANCO reafirma y propone al País y la Comunidad Internacional una ruta para Refundar la Nación, en https://ancoficial.blogspot.com/2021/08/anco-reafirma-y-propone-al-pais-y-la.html).

Es claro que al desaparecer la Presidencia Encargada, sería otra la representación de la oposición política, pero sí la pertinente y necesaria incorporación de una representación calificada de la sociedad civil, y que sugeríamos que fueran los representantes de quienes se pronunciaron a través de la firma de un Pacto Ciudadano de Restablecimiento Constitucional en febrero del año 2021, exigiendo el cumplimiento del mandato de la Consulta Popular de diciembre del año 2020 en Venezuela (ver Pacto Ciudadano para el Restablecimiento Constitucional, en https://ancoficial.blogspot.com/2021/02/comunicado-anco-acta-que-contiene-el.html).

Sobre la base de estas realidades, en esa iniciativa colombiana deberían participar la representación del régimen de Maduro como gobierno de facto del país –y no como gobierno constitucional-, una representación oficial de la oposición política autorizada por la Asamblea Nacional de 2015 reconocida, UNA REPRESENTACIÓN CALIFICADA DE LA SOCIEDAD CIVIL, y una representación de los firmantes de la Declaración Conjunta del 25 de Junio de 2021 (EEUU, la UE y Canadá), en la cabeza de los EEUU. A estas 4 delegaciones deberá sumarse una quinta: la representación del gobierno de Colombia, como el mayor país doliente de la crisis migratoria venezolana y patrocinante de la idea.

Visto de esa manera, el diálogo planteado por el Presidente de Colombia, Gustavo Petro, no puede ser para que “que las partes vuelvan a México” como lo sugiere la Cancillería colombiana. De ser así, ni siquiera vale la pena el esfuerzo de gastar energías en un diálogo muerto. A diferencia de México el régimen de Maduro si tendría que asistir a este diálogo así no lo quiera, porque la presencia de Colombia haría la diferencia. Hay muchísimos intereses en común en juego. Con la oportunidad de diálogo en Colombia, con tres nuevos actores adicionales dispuestos, los EEUU, la sociedad civil venezolana y el gobierno de Colombia, es posible avanzar hacia una solución concreta de la crisis venezolana, que es lo fundamental y único que debería importarles a quienes fracasaron estruendosamente en México.

Caracas, 7 de Abril de 2023

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domingo, 2 de abril de 2023

De Barranquilla a ANCO Movimiento Político

Por Luis Manuel Aguana

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Afirmar que una Constituyente es mala o es buena, es como decir que un arma es mala o es buena. Dependiendo de quien la use o cuáles objetivos persiga, se pueden obtener beneficios o tragedias con su aplicación. Un arma en manos de delincuentes tiene una connotación diferente si está en manos de quienes tienen la responsabilidad de proteger a los ciudadanos. En otras palabras, un arma, así como una Constituyente, son herramientas que pueden ser usadas para hacer bien o mal a la sociedad. Algo semejante sucede con la tecnología

Una Constituyente es una herramienta de cambio, que utilizada racionalmente y con intenciones abiertas y claras de bienestar social, puede significar abrir nuevos caminos en beneficio y el adelanto de los pueblos. Pero también puede implicar, si es ideológicamente manipulada por agentes distorsionados, un arma letal para enterrar su desarrollo. Entonces, ¿cómo identificar cada caso en cada país? ¿Es posible hacerlo?

Sin tomar en cuenta el razonamiento anterior, recorre por toda Latinoamérica la idea absurda de que todos los procesos Constituyentes son malos per se, y a los que se debe alejar a los pueblos para “evitar que caigan en las manos de los comunistas”. Esta idea es tan reaccionaria como la de quemar libros para evitar que una idea se difunda. Ya eso se intentó en el pasado en el mundo y no funcionó.

Lo que sucede es que los pueblos necesariamente deben estar a la altura educativa para elegir buenos gobernantes, y ellos a su vez de estar al nivel suficiente para que el pueblo esté educado, para que eso a su vez produzca permanentemente ese círculo virtuoso que genere bienestar social. Son esos gobernantes los que usarán con prudencia esas herramientas tan delicadas como una Constituyente para realizar los ajustes o reformas necesarias para encaminar el desarrollo de sus naciones.

Pero no se entra a un círculo virtuoso desde un círculo vicioso sin romper antes el círculo. Un gobernante manipulador y pervertido ideológicamente, nunca permitirá la educación de su pueblo para salir de la pobreza, logrando en consecuencia que este nunca se encuentre al nivel educativo suficiente para elegir un buen gobernante que lo saque de la oscuridad. Hará, como el caso venezolano, todo lo posible para mantener al pueblo en la miseria, para garantizarse permanentemente el poder. Si no, que lo confirme el tristemente célebre exministro Jorge Giordani quien afirmó que la “revolución” de Chávez necesitaba mantener pobres a los venezolanos para seguir creciendo (ver entrevista de Carla Angola a Guaicaipuro Lameda, en https://saladeinfo.wordpress.com/2013/02/13/los-pobres-tendran-que-seguir-siendo-pobres-los-necesitamos-asi/). Pero no solamente es el régimen quien desea mantener a Venezuela en esa condición.

Cuando en ANCO propusimos desde el marco de la sociedad civil un cambio del sistema político para garantizar el rompimiento de ese círculo vicioso, es porque tal cambio debe ser ejecutado desde la arena política. Pero en Venezuela no se ha avanzado lo suficiente para una cabal comprensión de ese proceso debido precisamente a que ha sido el sector político, tanto en el régimen como su nefasta oposición, quienes se han garantizado mantener a la población en estado de pobreza con el propósito de continuar en el poder, unos en un lado y otros en la acera “opuesta”.

La única manera de romper ese círculo vicioso es que los mismos ciudadanos nos encontremos participando en la arena política para desplazar esa simbiosis maligna que ha asaltado los círculos viciosos del poder en Venezuela. Y eso lo hacemos con la plena conciencia de todo lo que significa e implica en nuestro país la desconfianza natural del ciudadano a todo aquel que se asome a la política. Y la única manera de demostrar que existe una verdadera vocación de recuperar el poder para el ciudadano es demostrarlo en los hechos. Y el primer paso es declararlo, como lo ha declarado ANCO al decidir presentarse al país como Movimiento Político, con un objetivo fundamental claro: entregarle el poder al ciudadano (ver Comunicado ANCO del 06 de marzo de 2023, Sin renovación integral, Venezuela permanecerá en ruinas, en https://ancoficial.blogspot.com/2023/03/comunicado-anco-sin-renovacion-integral.html).

Hace una década escribí una nota en la que expresé algo que hoy se hace más realidad que nunca: En 1931 doce hombres se sentaron en Barranquilla y pensaron el país que querían. Fijaron un rumbo y redactaron UN PLAN. Independientemente de su orientación ideológica, esbozaron ese Plan y se dispusieron a ejecutarlo. Un camino, una hoja de ruta…De acuerdo a las referencias históricas, “… el Plan de Barranquilla representa la primera expresión de un análisis estructural de la sociedad venezolana y de su proceso histórico, vinculado a un proyecto político y a un programa de acción que planteaba la lucha contra el régimen de Juan Vicente Gómez como una revolución de las estructuras políticas y económicas del país.” (ver http://www.venezuelatuya.com/historia/plan_barranquilla.htm). Venezuela no vio resultados de ese planteamiento político sino hasta mucho tiempo después, ya fundada Acción Democrática, siendo algunos de sus fundadores los mismos firmantes de ese Plan, cuyo programa de alguna manera se expresó en acción concreta con la Constitución de 1961. Ejemplo de ello fue la primera frase categórica de ese Plan: “Hombres civiles al manejo de la cosa pública” (ver del Plan de Barranquilla al Plan Como-vaya-viniendo-vamos-viendo, en https://ticsddhh.blogspot.com/2013/05/del-plan-de-barranquilla-al-plan-como.html).

Ahora no solo se trata de luchar contra un régimen peor que el de Juan Vicente Gómez, sino de un régimen con aliados muy poderosos dentro y fuera del país, socios del narco terrorismo internacional, con ideologías que rompen la tradición judeocristiana de occidente, empeñados en someter nuestra sociedad. Imagínense ese tamaño de enemigo. Gómez era un niño de pecho en comparación con el enemigo que tenemos ahora.

No se trata de “ir a unas elecciones” con un régimen delincuente. Se trata de sostener una lucha frontal utilizando cualquier medio disponible, con UN PLAN en la mano, como el de Barranquilla, y que ahora denominamos El Gran Cambio, y que termina –y comienza para Venezuela- con un proceso de cambio estructural del poder político con la convocatoria al pueblo a una Asamblea Nacional Constituyente de carácter Originario. Y eso únicamente se puede realizar desde la arena política, pero con el apoyo indiscutible de la sociedad civil.

A los firmantes del Plan de Barranquilla les tomó 15 años para ver esa Constituyente del último punto de ese Plan, que luego fue interrumpido por un Golpe de Estado en 1948, y otros 15 años más para ver una Venezuela encaminada en 1961. Los que realmente quieren cambios a favor del pueblo venezolano, son perseverantes y persistentes, y no les importan los tiempos ni las dificultades. Esto es un maratón, no una carrera de 100 metros.

Y si en la Venezuela actual se presentan las oportunidades de acompañar voluntades que comprendan a fondo la naturaleza real de este reto histórico planteado, las tomaremos. Será esa la manera de que juntas más personas, cada una dentro de su posición, seamos capaces de romper el círculo vicioso de la educación de la población para que las nuevas generaciones elijan gobernantes a la altura de las circunstancias históricas que viva Venezuela, logrando finalmente el objetivo que nos impulsó a renovarnos a favor del futuro de los venezolanos.

Caracas, 2 de Abril de 2023

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domingo, 26 de marzo de 2023

El Vito, Venezuela y los toros

Por Luis Manuel Aguana

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Lo terrible de las luchas largas es que poco a poco se van llevando a los mejores y más experimentados luchadores, precisamente porque son los más viejos y curtidos, y que pueden indicar cuál es el mejor camino. Esta lucha por el rescate de nuestras libertades es amarga, porque quienes las disfrutamos en mayor o menor medida durante 40 años somos los más viejos; y en nuestro afán por recuperarlas, en nuestra mayoría, nos toca hacerlo al final de nuestras vidas, y en eso la naturaleza no perdona a nadie.

Si los viejos no logramos a tiempo traspasar esa conciencia de historia viva de lucha libertaria a los más jóvenes, en esa misma medida se aleja la posibilidad de obtenerla, y ellos tendrán que repetir los errores que los más viejos cometimos para recuperarla, cayendo irremediablemente en un círculo vicioso que alarga el sufrimiento de las generaciones.

Digo todo esto porque en el pasar de los años he visto irse a un significativo número de venezolanos, quienes por su edad y experiencia, cada uno en su campo, aporto su grano de arena a la Venezuela que intentamos ahora recuperar. Ese fue el caso de Víctor José López, mejor conocido por sus amigos y colegas del periodismo como “El Vito”, quien nos dejó solos para seguir con esta lucha que se hace interminable.

Conocí a El Vito, en el Gran Café de Sabana Grande al inicio de nuestro proyecto Constituyente. Es curioso que haya sido allí, un Café donde se han sentado en el pasado otros soñadores a pensar las grandes ideas que han ocurrido en este país. Él aportó lo que todo proyecto de esta naturaleza necesitaba, una experiencia única en comunicación social necesaria para su presentación en sociedad. El Vito cofundó con nosotros la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, siendo al final de sus días Directivo honorario de nuestra organización.

Fueron incontables las reuniones donde El Vito participó con nosotros para buscar la mejor manera de comunicarle este proyecto a Venezuela inicialmente. Siendo la autoridad que era y maestro consumado en el periodismo, El Vito nunca presumió de su condición, lo que lo enaltecía en su condición humana y don de gentes, cosa reconocida por todos quienes le conocieron y trataron.

Además de sus inquietudes políticas, El Vito fue reconocido internacionalmente por su condición de periodista especializado en tauromaquia, siendo imposible conocer al personaje sin explorar su faceta pasional por la fiesta taurina, tanto que lo llevó a ser, a mi juicio, el autor más importante del país en ese tema, con sólidas obras publicadas como “Memoria de Arena”, “El Toreo en Venezuela”, “Solera brava, el toro de lidia venezolano”, sin contar con una biografía del más grande torero venezolano, César Girón. El Vito fue justamente reconocido con el Premio Nacional de Periodismo, el Premio Monseñor Pellín de Cultura, y el Premio Municipal de Literatura.

Siempre me pregunté –y le pregunté- la razón del porqué un personaje con un perfil pacífico y de soñador político como el de El Vito le agradara tanto la actividad taurina. De allí que me obsequiara una de sus obras para comprender mejor esa fiesta y en particular su desarrollo en nuestro país, “El toreo en Venezuela”. A mí siempre me pareció una cosa violenta, pero al leerlo en su obra e indagar un poco más en la confrontación existente entre aquellos que buscan su desaparición y aquellos que como él la defendían, encontré algo que tal vez me pudo descifrar un poco más este personaje excepcional, que pudo conectar su pasión por los toros con la lucha con un régimen criminal salvaje.

La fiesta del toro es el escenario que enfrenta al hombre con la bestia y el triunfo inevitable del hombre sobre ella. Va más allá de una diversión, y algunos como El Vito  hasta la consideran un arte. Al retomar con la desaparición de El Vito las notas que leí e indague en su oportunidad acerca de ese tema, me “cae la locha”, con el perdón póstumo que me pueda dispensar mi querido amigo El Vito, que eso es precisamente lo que tenemos en Venezuela. Una gran plaza de toros donde todos somos los toreros enfrentados a una bestia única que no hemos podido descifrar por ser malos toreros, al punto de confundir un toro con un Nú, como decía Oscar Yanes (ver Estado Mayor de Oposición “Oscar Yanes”, en https://ticsddhh.blogspot.com/2013/10/estado-mayor-de-oposicion-oscar-yanez.html).

La tauromaquia en España nace en el Siglo XII y “fue el nombre dado a las obras o libros que tratan y recopilan las diferentes técnicas de torear, donde se desarrollan además las reglas del toreo en forma de manual para ser leído por los toreros”… “La primera Tauromaquia conocida fue la conocida como la Cartilla de Osuna (Cartilla, en que se proponen las reglas, para torear a caballo, y practicar este valeroso, noble exercicio, con toda destreza) publicada en 1726” (ver Tauromaquia, en https://es.wikipedia.org/wiki/Tauromaquia#Cartilla_de_Osuna).

Es muy interesante lo que al comienzo de esos tiempos definían los primeros de esta disciplina, lo que debía saber un torero para enfrentarse con la bestia: “En esta Cartilla de Osuna se define lo que es el toreo de alguna manera. El toreo es un acto varonil, dice. Varonil porque tiene una serie de cualidades que entonces los ilustrados achacaban evidentemente al sexo masculino, como pudiera ser el valor, el arrojo, la agilidad, el desenfado. Es un espectáculo público también, nos cuenta la Cartilla de Osuna, es decir, sirve para distraer al público en general, dice, la melancolía natural, añade esta cartilla de Osuna. El acto se basa en el valor, pero no solo en ello, sino también en la técnica, basada en unos conocimientos previos absolutamente imprescindibles que el autor plasma a reglón seguido en forma de reglas…” (ver Las primeras Tauromaquias a pie/XX Aula de Tauromaquia, en https://www.youtube.com/watch?v=zyda--US5Mg, min 8:00) (resaltado nuestro).

En otras palabras, visto desde esa perspectiva, el toreo es el arte de enfrentarse con una bestia y salir vivo del intento. Sin conocer las reglas y sin valor no se le puede enfrentar, y menos aún sin arrojo, agilidad y desenfado, atributos que no acabamos de reunir juntos, a pesar de ser el ABC de un arte que data del Siglo XII.

Pero la cosa es más compleja todavía. El tema ha sido abordado por los intelectuales más importantes de habla hispana, y es un tema sobre el que aún debaten en el mundo, más allá del superficial y obvio trato que se debe tener con los animales. Don Juan Lamarca López, Presidente del Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida, publica un artículo en la Academia de Mérida donde destaca el peso específico de la tauromaquia en la cultura hispánica:

“Como es sabido la tauromaquia siempre ha generado un auténtico problema intelectual y Ortega y Gasset trata de armonizar corrientes haciendo una interpretación analítica y filosófica sobre la importancia de lo taurómaco en España y los efectos que han tenido los toros sobre la cultura y la vida cotidiana española: “en efecto, es un hecho de evidencia arrolladora que durante generaciones y generaciones fue, tal vez, esa fiesta la cosa que ha hecho más felices a mayor número de españoles….“Las corridas de toros no solo son una realidad de primer orden en la historia de España, sino que, cuando se le presta atención y se hace actuar sobre ella la razón histórica, lleva a descubrir un hecho, hasta ahora arcano, de importancia tal que no se puede hacer la historia de España sin la comprensión de ese espectáculo..” Dicha llana y  lisamente: Que el que quiera saber cómo está España que vaya a ver una corrida de toros” (ver La intelectualidad y los Toros, por Don Juan Lamarca López, en https://blogacademiademerida.org.ve/la-intelectualidad-y-los-toros/).

 

Y no se puede hacer historia de España sin incluir a sus colonias, de las que nacimos todos, herederos de esa cultura. Esto es, a nosotros mismos. Intentar comprender la pérdida de El Vito en la Venezuela actual, pasa por entender que se fue alguien capaz de comprender esta búsqueda intelectual, única en su tipo. Esa es la calidad de quienes se nos están yendo en este profundo enfrentamiento donde la bestia nos está ganando.

Lamento decirte mi querido amigo El Vito, donde quiera que estés, que tardíamente por fin comprendí tu amor por los toros, aunque todavía me debata en ese futuro, que deja las tradiciones más profundas en el pasado, pero que intenta dibujar algo mejor para todos, sin todavía conseguirlo. Con este ínfimo homenaje a tus dos pasiones de vida, Venezuela y los toros, te devuelvo, porque te las mereces más que yo, las palabras que me obsequiaste en la dedicatoria al regalarme tu libro: “Infatigable como luchador, brillante en tu condición de Maestro en las doctrinas…”. Hasta siempre tú, Maestro…

Caracas, 26 de Marzo de 2023

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