jueves, 4 de mayo de 2017

A una Constituyente fraudulenta, una Constituyente Originaria

Por Luis Manuel Aguana

Ya no estamos basándonos en supuestos. Maduro efectivamente decretó la convocatoria a un proceso Constituyente con el fin de modificar la Constitución de 1999 (leer Decreto No. 2.830 de la Gaceta Oficial No. 6.295 Extraordinario, de fecha 1ro de Mayo de 2017, en http://tinyurl.com/lkkcmlb). Todos aquellos que creyeron que el gobierno estaba “ganando tiempo” o anunciando eso sin intención de hacerlo, estaban equivocados. Ya la partida se dio en el régimen para convocarnos una Constituyente a su medida, con unas reglas o Bases que les conduzcan a ganar como sea esa elección para fundar un Estado Comunista en Venezuela. Así de simple es.

Sin embargo esto no quiere decir de ninguna manera que las fuerzas democráticas hayan perdido. Habrán perdido si no se sientan a pensar y a establecer una nueva estrategia que conduzca verdaderamente a resolver el problema, no a ponerle paños calientes ni alargar innecesariamente el sufrimiento de la gente. Si el 5 de Enero de 2016 la nueva Asamblea Nacional hubiera tomado las decisiones que todo el mundo le pidió, al votar masivamente, no por ellos sino en contra del régimen el 6D-2015, destituyendo a los Magistrados Express y a los Rectores del CNE, convocando inmediatamente a un proceso Constituyente con las 2/3 partes efectivas que se tenían, otra historia estuviéramos contando hoy. Pero no paso así. Y no se puede llorar por leche derramada porque no resuelve nada.

No sirve tampoco aducir que no puede hacerlo. Puede y lo hizo. Ya han salido un montón de abogados indicando, desde que “Maduro es ilegitimo porque esta destituido por la Asamblea Nacional y sus actos son nulos” hasta que “está convocando sin tener la capacidad de hacerlo”. Y todo eso es verdad…pero vamos presos.

Insistía en mi nota pasada que cualquier forma distinta de convocar al pueblo soberano a una Constituyente sin consultarle en un Referendo si quiere o no quiere una Constituyente, así como las Bases para su convocatoria, tal como se hizo en 1999, es completamente nula (ver Constituyente: sigue dependiendo de nosotros, en http://ticsddhh.blogspot.com/2017/05/constituyente-sigue-dependiendo-de.html). El Presidente efectivamente tiene la iniciativa para que se dispare el proceso pero no para convocarla. Eso solo lo puede hacer el pueblo, como bien reza el Artículo 347 de la Constitución (ver Allan Brewer-Carías en entrevista con Patricia Janiot de CNN, en Brewer-Carías: Maduro no puede convocar a una Constituyente, en

Si Maduro sigue el procedimiento y somete a la consideración del pueblo de Venezuela si quiere o no Constituyente, así como el mecanismo de elección de las Bases Comiciales, y es correspondientemente aprobado, nadie, léase bien, nadie –ni de aquí ni de afuera- podría objetarle el proceso constituyente propuesto. Eso fue lo que hizo Hugo Chávez con el Decreto N° 3 en 1999 (Gaceta Oficial Nº 36.634 de 02 de febrero de 1999) (ver Derecho y revés, ¿Cómo se redactó la Constitución de 1999? (III) http://uma.edu.ve/periodico/2017/03/22/derecho-reves-se-redacto-la-constitucion-1999-iii/).

Pero al leer el Decreto-bodrio No. 2.830, Maduro y su gobierno en pleno, pusieron por escrito el asalto más grande que se le haya podido hacer a la Soberanía del pueblo de Venezuela. Maduro nos dijo en Gaceta Oficial para la historia de este país, que él es el pueblo de Venezuela cuando indica en el decreto “CONVOCO A UNA ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE”, oficializando una grotesca usurpación de atribuciones constitucionales. Ni siquiera Luis XIV de Francia al decir “El Estado soy yo”, se atribuyo tal pretensión.

Y más aun, en la misma Gaceta nos oficializa el Decreto No. 2.831 donde nombra una “Comisión Presidencial que tendrá a su cargo la  elaboración de una propuesta para las bases comiciales territoriales y sectoriales, así como para los principales aspectos que servirán de fundamento a la conformación y funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente, previa consulta a los más amplios sectores del país…” (resaltado nuestro), sin indicar por ningún lado que someterá esas bases comiciales a Referendo aprobatorio, consultando a todo el mundo, menos a quien debe aprobarle eso que es el dueño constitucional de la Soberanía, que no es otro que el pueblo de Venezuela.

Al probar el gobierno con su decreto que no consultará al pueblo si quiere o no constituyente, ni sus bases comiciales, esa convocatoria es nula y debe ser rechazada por todo el pueblo de Venezuela. Sugería en mi anterior nota que la oposición oficial debía participar en una constituyente si la convocatoria se establecía dentro de los extremos legales y constitucionales. Sin embargo el régimen acaba de demostrarnos con hechos en Gaceta Oficial que ese no el escenario que se nos presenta.

Es por esa razón por la que algunos amigos me indicaron su desacuerdo a ese llamado de una posible participación de la oposición a un proceso constituyente, muy posiblemente trucado del régimen. Pero es el caso que no escribo basado en especulaciones, por más que nos enfrentemos a un régimen de delincuentes que saben perfectamente lo que hacen. Si Maduro y su gobierno hubieran hecho una convocatoria en los extremos establecidos en la Constitución, a la oposición no le hubiera quedado otra alternativa que participar. Y si lo hace estaría avalando una violación flagrante de la Carta Magna.

¿Qué hacer ahora ante un proceso que luce indetenible, con unas Bases que el régimen establecerá a todas luces a favor de la continuidad de la dictadura? ¿Qué hacer ante un proceso electoral constituyente en el que la oposición no tendrá posibilidades de ganar por unas Bases de convocatoria envenenadas, no sometidas a aprobación general de la población?

La oposición oficial a pesar de todas las advertencias realizadas desde hace años por este modesto escribidor desde este rincón de la red, y ahora desde la plataforma de la Alianza Nacional Constituyente, desoyó el llamado de una Constituyente de la mano del propio pueblo Depositario y dueño de la Soberanía, para resolver la crisis fundamental del país. Ahora, paradójicamente, esta resulta ser la solución que está al nivel correspondiente para enfrentar con éxito a una pseudo constituyente fraudulenta convocada para someter al pueblo venezolano a una dictadura castrocomunista.

Para evitar constitucionalizar el Estado Comunal del régimen, la oposición deberá tragar grueso y aceptar convocar al pueblo venezolano a hacer causa común para contraponer las pretensiones de un régimen, que utilizando una herramienta que solo le pertenece al pueblo de Venezuela, como es la Constituyente, la revierta en su contra para cercenar sus libertades. Y la manera es conduciendo un proceso de convocatoria por iniciativa popular que, firmas en mano auditables nacional e internacionalmente, convoquen al Poder Constituyente Originario, sometiendo a su vez las Bases de convocatoria del Soberano al escrutinio público, para ser presentadas luego a la consideración de la población en Referendo Consultivo. Eso nos diferenciará del fraude abierto a la Soberanía que está haciendo el gobierno de Nicolás Maduro.

Todo esto no solo es compatible con la presión de la protesta en las calles, sino que es complementario y mandatorio. Iríamos a las calles de toda Venezuela a firmar por un proceso Constituyente por iniciativa popular, en un claro mensaje a todas las naciones del mundo que los venezolanos si deseamos un proceso electoral, pacifico y constitucional Constituyente para resolver nuestras diferencias, pero limpio y de la mano del único que puede convocarlo que no es otro que el pueblo de Venezuela, dueño de la Soberanía Nacional.

Logrando como mínimo más de 7 millones de firmas de los venezolanos en la iniciativa Constituyente del pueblo, establecida en el Artículo 348 constitucional, se obligaría al régimen a aceptar la imposición del Soberano Pueblo de Venezuela a concurrir a las urnas, no solo para aprobar ir a un proceso Constituyente, sino para aprobar unas Bases Comiciales transparentes y justas para todos, que previamente hayan sido sometidas a su consideración. El proceso y las Bases ya estarían aprobados solo con las firmas de la iniciativa antes de ir a las urnas para reafirmarlo. Eso es lo constitucional. Nadie en el planeta nos puede negar eso. Amigos de la oposición, ustedes tienen la palabra, ¿dejamos que se queden con nuestro país?

Caracas, 4 de Mayo de 2017

Twitter:@laguana

martes, 2 de mayo de 2017

Constituyente: sigue dependiendo de nosotros

Por Luis Manuel Aguana

Les pido disculpas a mis muchos amigos y seguidores por no haber podido atender ayer a sus llamadas y mensajes buscando respuestas ante la convocatoria previsible de una Constituyente por parte del régimen de Nicolás Maduro. Trataré de responder sus inquietudes a través de esta nota en relación a qué hacer ahora, ya que muchas de las llamadas y mensajes que si pude contestar me lo requirieron a modo de interpelación, tal y como los medios suelen hacer con mi estimada amiga la Dra. Blanca Rosa Mármol de León. Debo indicar previamente que esta es mi apreciación personal de la situación, no de la Alianza Nacional Constituyente.

Cuando Maduro asomó por primera vez que iba a convocar el proceso Constituyente, el pasado 20 de abril, muchos venezolanos pensaron que el gobierno estaría ganando tiempo, que la cosa no iba en serio. Escribí el 22 de abril, “Vamos a medirnos, pero en la calle” (ver http://ticsddhh.blogspot.com/2017/04/vamos-medirnos-pero-en-la-calle.html) insistiéndole a la oposición oficial que se empoderara del proceso constituyente, procediendo de inmediato a una masiva recolección de firmas por encima de los Poderes Constituidos. Esa siempre fue la posición de la Alianza Nacional Constituyente.

Volví a insistir el 25 de abril, y me disculpan los dirigentes de la oposición oficial si mal interpretaron el titulo de mi nota “¡Es el Poder Originario, estúpido!” (http://ticsddhh.blogspot.com/2017/04/es-el-poder-originario-estupido.html), si pensaron que los llamé estúpidos, donde remarqué que no era ignorando olímpicamente al Poder Originario, que estaba allí de anteojos para el que lo quisiera ver, que se resolvería la huida hacia adelante del régimen. Indicaba que si Maduro nos estaba anunciando que convocará a una Constituyente, es porque lo haría al estar constitucionalmente facultado para ello. ¡Cuántas veces nos han dicho lo que van a hacer! Pues lo hicieron de nuevo. Lo dijeron y lo hicieron.

Por último, decía en mi nota reciente del 27 de abril, que ahora quedaba en manos nuestras si esa Constituyente la hacían ellos con todo su Poder para quedarse, o la hacíamos nosotros con la gente en la calle para que se fueran (Sacarlos “como sea” http://ticsddhh.blogspot.com/2017/04/sacarlos-como-sea.html). Pues no la hicimos con nuestra gente, como lo habíamos venido planteando y trabajando nosotros mismos desde la Alianza Nacional Constituyente desde hacía muchos meses y años, con los escasos recursos que pudimos aplicar, pero no a la velocidad que se requería, ni tampoco pudimos aún advirtiéndole a la oposición que lo haría el régimen.

Ante la inminencia de ese llamado del gobierno, dirigentes de la Alianza habían estado en estos últimos días argumentando en múltiples reuniones con diferentes personalidades y dirigencia opositora, que el régimen procedería a convocarla y debíamos hacerlo nosotros antes que ellos, en los términos del Poder Originario y no en los términos del régimen (oír la intervención de Luis Granados, de la Dirección Nacional de la ANC en https://youtu.be/vJHuyHGY0GY).

Pues pasó lo que iba a pasar si nadie hace caso. La oposición en un acto de soberbia infinita desoyó nuestros llamados a convocar el Poder Originario de las manos del soberano pueblo de Venezuela, en un proceso de recolección de firmas, sin la intervención de los Poderes Constituidos, esto es sin la intervención de Maduro y su CNE-TSJ. Querían elecciones generales de Gobernadores, y de Presidente con el CNE-TSJ de Maduro, ¿qué tal?

Ahora ante el llamado del régimen a una Constituyente por decreto de Maduro (que lo podía hacer porque está en el Articulo 348), la oposición se niega a aceptarla aduciendo que el régimen y su CNE dictarán las reglas y harán trampas para imponer su comunismo. Y yo me pregunto: ¿Y eso no es lo que siempre han hecho? Las elecciones generales solicitadas antes por la oposición al régimen ¿no iban a ir con esas mismas condiciones? Suponemos entonces que la oposición exigiría elecciones con la observación internacional con la debida autenticidad y transparencia.

Al no ser convocada esa Constituyente por el propio pueblo Depositario de la Soberanía sino por el Presidente de la Republica, las Bases Comiciales del proceso deberán ser sometidas a la consideración del Poder Originario en Referendo Consultivo, de la misma manera como lo hizo Hugo Chávez en 1999, quien tuvo que preguntarle al Soberano el 25 de abril de 1999 si se le daba a él la potestad  para establecer las reglas del proceso. Otra forma distinta de imponer las Bases del proceso Constituyente convocado ayer es nula.

¿Cuál era la diferencia de convocar el pueblo a esa Constituyente? Que la nuestra la convocaría el Poder Originario, que en la calle y con firmas establecería su supremacía frente a un régimen que haría uso de todo su poder para imponer su Estado Comunal. Eso fue lo que gritamos y no nos escucharon. Pues bien, ahora nos encontramos frente a una grave disyuntiva: a) medirnos con el régimen cívicamente en un proceso Constituyente convocado con las reglas impuestas por Maduro, pero que deben ser aprobadas por el pueblo en Referendo Consultivo; b) que la convoque realmente el Poder Originario estableciendo éste las Bases Constituyentes del proceso; o c) desconocer definitivamente al régimen aduciendo el Artículo 350 constitucional, en franca puerta abierta a la confrontación civil.

Si la oposición decide no concurrir al proceso Constituyente de Maduro, le dará vía libre al Estado Comunal. De hecho eso es lo que el régimen espera. Saben que no tienen ni tendrán nunca la mayoría, y se están jugando Rosalinda con la última carta de la desesperanza generada a una población opositora deprimida y peor conducida, que aún en mayoría podría abstenerse al ver que Maduro “ganó” la partida con esta jugada maestra de corte cubano. Ya vimos que la primera reacción de los principales líderes de la oposición fue un llamado a trancar las calles y hacer guarimbas, al parecer dándole la razón a Maduro cuando dice que “en realidad los opositores no quieren elecciones sino tumbarlo”. Afirmaba Albert Einstein: “Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro”

Ahora bien, si el régimen definitivamente no tiene: a) un Proyecto que presentarle al país más que este bodrio del Plan de la Patria comunista; b) una gestión que lo sostenga; c) una mayoría contundente, que independientemente de cómo sea el llamado electoral de Constituyentes, las candidaturas opositoras -cualesquiera que estas sean- resultarían vencedoras, mucho más aún que el 6D-2015, ¿por qué razón entonces no se miden? ¿Es que se iban a medir de manera diferente en unas elecciones generales? Es obvio que las condiciones electorales habrá que pelearlas, porque al igual que las pedían para las elecciones generales, deberán exigirlas ahora de la misma forma para la elección de constituyentes.

Si Maduro comenzó ayer en su cadena por anunciar como reformarían la Constitución, dándole rango constitucional a las Misiones, ¿porque la oposición igualmente no le dice al país como sería una nueva Republica Federal y Descentralizada como la tenemos  planteada en el Proyecto País Venezuela, si votan por los constituyentes de la oposición? Tenemos mucho que ofrecerle a ese electorado en todo el país, no un simple quítate tú para ponerme yo, que no competiría por caras sino por Proyectos.

No lo estoy poniendo fácil. La oposición tendría que deponer las actitudes que ya se han manifestado como primera reacción sin análisis al llamado de Maduro y reagrupar a la gente alrededor de un verdadero planteamiento de país en un entorno Constituyente, con candidatos salidores en todas las regiones, y que verdaderamente representen el sentir de los Estados. Una sugerencia a la oposición oficial: acepten el reto y participen, no vuelvan a equivocarse. No convocamos a esa Constituyente nosotros, pero todavía en cualquier momento podemos hacerlo como Poder Originario con la gente en la calle, como no quisieron hacerlo desde un principio. Sigue dependiendo de nosotros…

Caracas, 2 de Mayo de 2017

Twitter:@laguana

jueves, 27 de abril de 2017

Sacarlos “como sea”

Por Luis Manuel Aguana

No ha sido suficiente con indicar que el proceso constituyente es la vía más expedita para resolver la situación de un gobierno que le está haciendo un grave daño a la población. Por una u otra razón, y por más que expliquemos que no es verdad aquello que los enemigos del proceso constituyente han sembrado en la mente de todo el mundo, “que la constituyente es un camino largo y engorroso”, “que eso dura muchísimo”, olvidando que en 1999 ese proceso duró, con Referendo Consultivo incluido hasta la instalación, 3 meses y algunos días (del 25 de abril de 1999 al 3 de agosto de 1999) y ahora no necesitamos Referendo Consultivo porque eso ahora está en la Constitución. ¿Cómo se puede entender eso? Sin embargo la población desesperada parece decir: ¡Quítenmelos de encima ahora!

La situación se ha hecho tan insostenible para la gente que un proceso de recolección de firmas, que puede realizarse en días si se tiene la disposición política de todas las fuerzas opositoras, y luego de eso de 90 a 120 días para elegir e instalar una Asamblea Nacional Constituyente que decida el destino de los Poderes Públicos, (lo que incluye al Ilegitimo y todos sus delincuentes) ahora luce cuesta arriba por lo incontenible de la presión social.

Y que este proceso sea el que justifique constitucionalmente el cambio de gobierno y a la vez le de piso político a una necesaria transición, eliminando las pasiones que desata el poder, pareciera no ser el procedimiento más deseado por los protagonistas políticos. De hecho ni siquiera la mencionan en su menú de opciones, prefiriendo el caos y la anarquía, condimentada por la inflación y el hambre. La desesperación de la población no ayuda, al punto que en este momento pide a gritos un cambio inmediato de gobierno y “como sea”. Y es en ese sacarlos “como sea” donde reside el motivo de esta nota.

No existe manera procedimental formal que obligue sin discusión a Maduro a dejar el gobierno. La Asamblea Nacional comenzó un procedimiento que extrañamente no continuó su curso como correspondía, al destituir a Maduro de sus funciones y no llamar al Vicepresidente para completarlo. Dejaron eso así tal vez porque el remedio terminaría resultando peor que la enfermedad debido a que el VP, también tiene doble nacionalidad y habría que destituirlo también, con todo el camino de tierra que eso implicaría, con una Sala Constitucional del TSJ cuadrada con el gobierno. El régimen continuaría en funciones “as usual” pero con un cachimbo diferente a la cabeza, seguramente mucho peor.

Entonces al pueblo no le quedo otro curso de acción diferente que la calle, en protesta masiva, consistente y continuada, haciendo caso omiso a cualquier intento de enfriarla por parte de algunos dirigentes opositores que la desean vender negociando con el gobierno.

Y en el medio del camino, la única exigencia que pide la oposición oficial que implica un cambio de gobierno -fuera de las otras que son de carácter humanitario y de respeto a la institución de la Asamblea Nacional- son unas elecciones que incluyan las presidenciales, cosa que el régimen no está en la obligación de conceder más allá de cumplir con las elecciones regionales, que las debe desde diciembre, y que todo apunta a que serán negociadas por abandonar las calles.

El régimen esgrime que las elecciones presidenciales son constitucionalmente en Diciembre de 2018, y le importará un rábano seguir matando en las calles quedándose en el poder.

Eso es lo concreto que los venezolanos tenemos hasta ahora, y podemos insistir por la vía de seguir perdiendo la vida de jóvenes venezolanos en las calles para que el régimen ceda por unas elecciones presidenciales que se pudieron defender con mucho mejor probabilidad de éxito cuando el candidato opositor nos mando a bailar salsa y tocar cacerolas, o intentar un camino diferente establecido en la Constitución.

Ese camino diferente no es otro que la vía constituyente, que no pasa por abandonar la protesta en las calles sino reorientar su propósito. Es esgrimir el desconocimiento establecido en el Artículo 350, asumiendo la vía de la convocatoria por iniciativa popular, sin la intervención de los Poderes Constituidos, a una Asamblea Nacional Constituyente, respaldándola con un movimiento masivo de gente en las calles. Es el pueblo en las calles convocando al Constituyente, el mismo “¡A Cabildo!” de 1810, para decidir no solo el destino del gobierno sino el destino del país.

De esto no se podrían escapar Maduro ni su régimen, a diferencia de lo que hacen en la actualidad agarrándose del argumento que tienen legitimidad para llegar hasta el 2018 aunque el pueblo ya no los quiera. Al Constituyente lo convoca el pueblo en cualquier momento porque es el Poder Originario y dueño de la Soberanía. Nadie, ni siquiera ellos, ni las Fuerzas Armadas que los respaldan, pueden negarse al llamado Constituyente. De hecho, ya lo anunciaron, en un intento de huir hacia adelante con ese llamado tramposo a una “Constituyente Popular” de Maduro el domingo 23 de abril.

La oposición venezolana debe sentarse a reflexionar seriamente, no para abandonar las calles, sino en las razones por las que estamos en ellas. Si la razón se fundamenta en pedir elecciones, al régimen le bastará con convocar las elecciones regionales que no resolverán la grave situación política y económica de los venezolanos, pero que si le darán oxigeno a unos asesinos para llegar hasta el 2019. Que se olviden de unas elecciones presidenciales.

De nuevo, los procedimientos ya están elaborados y escritos en la Alianza Nacional Constituyente para quienes los quieran estudiar. Queda en manos nuestras si esa Constituyente la hacen ellos con todo su Poder para quedarse o la hacemos nosotros con la gente en la calle para que se vayan. De ese modo no los sacamos “como sea” sino como es…

Caracas, 27 de Abril de 2017

Twitter:@laguana