Por Luis Manuel Aguana
Desde que se formulara aquella famosa
pregunta “¿Sociedad Civil? ¿Cómo se come eso?”, la Sociedad Civil venezolana ha
dado vueltas en círculo para servir de contrapeso a las barbaridades que ha
cometido tanto el régimen como la oposición oficial durante este periodo de
oscurantismo de la historia de Venezuela.
En una
reciente nota anterior (La Oposición Civil presente, en https://ticsddhh.blogspot.com/2020/03/la-oposicion-civil-presente.html),
recordaba un término que acuñe en el año 2012, que iba más allá del consabido
Sociedad Civil que todos los venezolanos conocemos, y que bauticé Oposición
Civil:
“La Oposición Civil es la sociedad civil en su papel protagónico de los cambios, y su actuación en los asuntos públicos se manifiesta en su participación
activa y contralora de los principales actores públicos. Siempre será opositora y les recordará permanentemente a esos actores que existe un país anónimo al que les
afectan las decisiones y las políticas públicas que se apliquen a los
ciudadanos. Son las personas de a pie que no
militan en partidos pero que son ciudadanos conscientes que viven y quieren a su
país, ONG’s que tienen sus espacios civiles, personalidades generadoras de opinión sin vinculaciones ni rabos de
paja, que están día a día aportando su granito de arena para las cosas se hagan bien. De haber existido
antes esa participación decidida tal vez las cosas no hubieran llegado tan
lejos y Chávez no existiría en la escena
política venezolana.” (ver Oposición Civil, en https://ticsddhh.blogspot.com/2012/08/oposicion-civil.html).
En el marco de esa Oposición Civil, la
Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, ha actuado para que los
protagonistas políticos entiendan que dada la situación de extrema gravedad
institucional en que se encuentra Venezuela, era, es y sigue siendo necesario
concurrir a la Soberanía Popular para producir los cambios que este país
necesita, no solo el de expulsar a Maduro y sus delincuentes del poder. Los
políticos han sido sordos a este planteamiento principista. Primero ante el
llamado a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria que hemos hecho desde hace
muchos años cuando nos llamábamos Movimiento Constituyente, y a partir del 2016
con la fundación de ANCO. De la misma manera posteriormente luego con nuestra
propuesta de una Consulta Popular Plebiscitaria.
No ha sido nunca nuestra propuesta sustituir
como Oposición Civil el rol de los partidos políticos. Los partidos en
Venezuela -los nuevos y los viejos, todos- perdieron desde hace más de 20 años su
rumbo democrático. No existe ni un solo partido político en Venezuela que haya
renovado su liderazgo en elecciones democráticas internas y ofrecido una
solución estructural para resolver los problemas del país, más allá de poner las
caras de sus dirigentes para una elección. Todos están huecos. Es por eso que
la Oposición Civil se ha hecho presente en sus diferentes manifestaciones y fue
por eso que fundamos ANCO.
Pero eso no resuelve el problema. La
Oposición Civil, salvo que sus dirigentes acompañen a los partidos políticos actuales
en sus pretensiones de poder por el poder mismo, no puede sustituir por
definición el rol de los partidos políticos, por mas horrible que haya sido su
actuación. Los partidos actuales tienen la obligación de modificar su manera de
actuar frente al país o perecer frente a otros nuevos que efectivamente vibren
en la misma frecuencia de la ciudadanía. Y la cantera de donde saldrán esos
nuevos partidos es, de nuevo, de la Sociedad Civil en su rol principalísimo de
contraloría social de los partidos y los gobernantes que salen de ellos.
Si a nosotros no nos gusta algo que hagan los
partidos, denunciémoslos. Insistamos permanentemente y critiquemos hasta más no
poder sus actuaciones al frente de sus responsabilidades públicas. Pero la
Sociedad Civil no ejerce el poder para la toma de decisiones. Solo nos movilizamos
con actividades y hacemos presión para que actúen de la manera que creemos
conveniente para los intereses del país. Y si aun no se logra que hagan lo que
consideramos que deben hacer, entonces no quedará otra que participar
directamente en los asuntos públicos, dando un paso adelante y creando nuevos
partidos que si respondan a lo que la gente quiera, solicitando el voto de los
ciudadanos para hacer nosotros mismos lo que esos lideres que criticamos no
quieren hacer a favor de la gente. Así funciona el sistema.
El comportamiento de los partidos políticos en
Venezuela ha dejado muchísimo que desear. En 1998 el bipartidismo tal y como lo
conocíamos hasta ese año desapareció. Muchísimos de esos dirigentes podridos de
los viejos partidos destruidos migraron a esa nueva plataforma que conformó Chávez
para modificar la institucionalidad de nuestro país. Y los que sobrevivieron
decidieron cohabitar con el régimen para sobrevivir. Estamos viendo ahora los
resultados de eso. Hemos visto en estos 20 años que ese experimento no resolvió
sino que agravó la enfermedad que ya traía Venezuela que hizo que precisamente
un golpista resultara electo Presidente de la República. Y aunque surgieron
otros partidos con caras nuevas, incluso muy jóvenes, estos lamentablemente
siguieron la experiencia y las malas costumbres de los viejos. ¿Y porque esto
ha sido así? Porque los ciudadanos verdaderamente preocupados nunca han querido
dar el paso de integrarse a los viejos partidos para renovarlos, o crear nuevos
para proponer soluciones para la población, quedándose en la acera de la Sociedad
Civil, y así las cosas tampoco cambiaron para los venezolanos.
Cuando desde ANCO, como organización de la
Sociedad Civil, solicitamos una Consulta Popular Plebiscitaria como herramienta
para remover al régimen, lo que planteábamos en el fondo era generar en la
práctica el mandato constitucional de un pueblo hacia los que tienen roles en
el poder público para cambiar la situación política. Esa era la única manera que
desde la Sociedad Civil podíamos hacer que ellos hicieran lo que nosotros
pedimos. Al no lograrlo, siguieron haciendo lo que ellos han creído conveniente
en su rol de “representantes” que les dimos con nuestro voto. Esas son las
reglas del juego democrático.
El esfuerzo que están realizando distinguidos
venezolanos de ponerle “representantes” a la Sociedad Civil del país a través
de mecanismos novedosos basados en las redes sociales, es una aproximación
moderna de darle forma a esa inquietud de movilización de la Sociedad Civil en
su rol de contraloría social de lo que hacen los partidos políticos y sus
dirigentes, pero nunca los representantes que se logren elegir a través de esos
mecanismos podrían sustituir a quienes legítimamente resultaron electos con
votos en la Asamblea Nacional o cualquier otro poder público de la actual
institucionalidad venezolana, así eso nos disguste muchísimo porque en este
momento no están cumpliendo con su rol de representantes. Han perdido
legitimidad de ejercicio y es por eso que desde ANCO luchamos por cambiar estructuralmente
la manera en como esos representantes ejercen nuestra representación pública,
por una forma moderna y distinta donde los ciudadanos podamos ejercer su
control. Y eso es parte de nuestra propuesta en el Gran Cambio.
Doy la bienvenida a todas las iniciativas que
intenten organizar de alguna manera a la Sociedad Civil pero sin desviar el rol
actual y posterior que debe tener en la salida de esta crisis. No existe una Sociedad
Civil única, como no existe una representación de la humanidad porque somos
seres humanos con expresiones diferentes. Existirán múltiples esas expresiones de
los ciudadanos que tendrán sus representaciones legitimas y todas serán
igualmente muy válidas y deberán continuar y fortalecerse; porque si hay algo
que hemos ganado en estos últimos 20 años en Venezuela es la conciencia ciudadana
de que nuestras vidas y la calidad en cómo la vivimos depende del ejercicio
deficiente o eficiente de la actividad de los políticos que nos representan.
Que nuestro rol como ciudadanos en la vida pública del país manifestado en una Oposición
Civil fuerte debe ir más allá de ejercer un sufragio periódicamente. Y porque
no lo hemos hecho es la razón por la cual nos hallamos en esta gravísima
situación. No dejemos que nos arrebaten esa nueva condición ciudadana que hemos
adquirido después de tanto sacrificio, haciéndola sentir para lo que vaya a
suceder ahora y en el futuro de Venezuela.
Caracas, 27 de Abril de 2020
Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana