lunes, 27 de abril de 2020

El rol de la Oposición Civil

Por Luis Manuel Aguana

Desde que se formulara aquella famosa pregunta “¿Sociedad Civil? ¿Cómo se come eso?”, la Sociedad Civil venezolana ha dado vueltas en círculo para servir de contrapeso a las barbaridades que ha cometido tanto el régimen como la oposición oficial durante este periodo de oscurantismo de la historia de Venezuela.

En una reciente nota anterior (La Oposición Civil presente, en https://ticsddhh.blogspot.com/2020/03/la-oposicion-civil-presente.html), recordaba un término que acuñe en el año 2012, que iba más allá del consabido Sociedad Civil que todos los venezolanos conocemos, y que bauticé Oposición Civil:

“La Oposición Civil es la sociedad civil en su papel protagónico de los cambios, y su actuación en los asuntos públicos se manifiesta en su participación activa y contralora de los principales actores públicos. Siempre será opositora y les recordará permanentemente a esos actores que existe un país anónimo al que les afectan las decisiones y las políticas públicas que se apliquen a los ciudadanos. Son las personas de a pie que no militan en partidos pero que son ciudadanos conscientes que viven y quieren a su país, ONGs que tienen sus espacios civiles, personalidades generadoras de opinión sin vinculaciones ni rabos de paja, que están día a día aportando su granito de arena para las cosas se hagan bien. De haber existido antes esa participación decidida tal vez las cosas no hubieran llegado tan lejos y Chávez no existiría en la escena política venezolana.(ver Oposición Civil, en https://ticsddhh.blogspot.com/2012/08/oposicion-civil.html).

En el marco de esa Oposición Civil, la Alianza Nacional Constituyente Originaria, ANCO, ha actuado para que los protagonistas políticos entiendan que dada la situación de extrema gravedad institucional en que se encuentra Venezuela, era, es y sigue siendo necesario concurrir a la Soberanía Popular para producir los cambios que este país necesita, no solo el de expulsar a Maduro y sus delincuentes del poder. Los políticos han sido sordos a este planteamiento principista. Primero ante el llamado a una Asamblea Nacional Constituyente Originaria que hemos hecho desde hace muchos años cuando nos llamábamos Movimiento Constituyente, y a partir del 2016 con la fundación de ANCO. De la misma manera posteriormente luego con nuestra propuesta de una Consulta Popular Plebiscitaria.

No ha sido nunca nuestra propuesta sustituir como Oposición Civil el rol de los partidos políticos. Los partidos en Venezuela -los nuevos y los viejos, todos- perdieron desde hace más de 20 años su rumbo democrático. No existe ni un solo partido político en Venezuela que haya renovado su liderazgo en elecciones democráticas internas y ofrecido una solución estructural para resolver los problemas del país, más allá de poner las caras de sus dirigentes para una elección. Todos están huecos. Es por eso que la Oposición Civil se ha hecho presente en sus diferentes manifestaciones y fue por eso que fundamos ANCO.

Pero eso no resuelve el problema. La Oposición Civil, salvo que sus dirigentes acompañen a los partidos políticos actuales en sus pretensiones de poder por el poder mismo, no puede sustituir por definición el rol de los partidos políticos, por mas horrible que haya sido su actuación. Los partidos actuales tienen la obligación de modificar su manera de actuar frente al país o perecer frente a otros nuevos que efectivamente vibren en la misma frecuencia de la ciudadanía. Y la cantera de donde saldrán esos nuevos partidos es, de nuevo, de la Sociedad Civil en su rol principalísimo de contraloría social de los partidos y los gobernantes que salen de ellos.

Si a nosotros no nos gusta algo que hagan los partidos, denunciémoslos. Insistamos permanentemente y critiquemos hasta más no poder sus actuaciones al frente de sus responsabilidades públicas. Pero la Sociedad Civil no ejerce el poder para la toma de decisiones. Solo nos movilizamos con actividades y hacemos presión para que actúen de la manera que creemos conveniente para los intereses del país. Y si aun no se logra que hagan lo que consideramos que deben hacer, entonces no quedará otra que participar directamente en los asuntos públicos, dando un paso adelante y creando nuevos partidos que si respondan a lo que la gente quiera, solicitando el voto de los ciudadanos para hacer nosotros mismos lo que esos lideres que criticamos no quieren hacer a favor de la gente. Así funciona el sistema.

El comportamiento de los partidos políticos en Venezuela ha dejado muchísimo que desear. En 1998 el bipartidismo tal y como lo conocíamos hasta ese año desapareció. Muchísimos de esos dirigentes podridos de los viejos partidos destruidos migraron a esa nueva plataforma que conformó Chávez para modificar la institucionalidad de nuestro país. Y los que sobrevivieron decidieron cohabitar con el régimen para sobrevivir. Estamos viendo ahora los resultados de eso. Hemos visto en estos 20 años que ese experimento no resolvió sino que agravó la enfermedad que ya traía Venezuela que hizo que precisamente un golpista resultara electo Presidente de la República. Y aunque surgieron otros partidos con caras nuevas, incluso muy jóvenes, estos lamentablemente siguieron la experiencia y las malas costumbres de los viejos. ¿Y porque esto ha sido así? Porque los ciudadanos verdaderamente preocupados nunca han querido dar el paso de integrarse a los viejos partidos para renovarlos, o crear nuevos para proponer soluciones para la población, quedándose en la acera de la Sociedad Civil, y así las cosas tampoco cambiaron para los venezolanos.

Cuando desde ANCO, como organización de la Sociedad Civil, solicitamos una Consulta Popular Plebiscitaria como herramienta para remover al régimen, lo que planteábamos en el fondo era generar en la práctica el mandato constitucional de un pueblo hacia los que tienen roles en el poder público para cambiar la situación política. Esa era la única manera que desde la Sociedad Civil podíamos hacer que ellos hicieran lo que nosotros pedimos. Al no lograrlo, siguieron haciendo lo que ellos han creído conveniente en su rol de “representantes” que les dimos con nuestro voto. Esas son las reglas del juego democrático.

El esfuerzo que están realizando distinguidos venezolanos de ponerle “representantes” a la Sociedad Civil del país a través de mecanismos novedosos basados en las redes sociales, es una aproximación moderna de darle forma a esa inquietud de movilización de la Sociedad Civil en su rol de contraloría social de lo que hacen los partidos políticos y sus dirigentes, pero nunca los representantes que se logren elegir a través de esos mecanismos podrían sustituir a quienes legítimamente resultaron electos con votos en la Asamblea Nacional o cualquier otro poder público de la actual institucionalidad venezolana, así eso nos disguste muchísimo porque en este momento no están cumpliendo con su rol de representantes. Han perdido legitimidad de ejercicio y es por eso que desde ANCO luchamos por cambiar estructuralmente la manera en como esos representantes ejercen nuestra representación pública, por una forma moderna y distinta donde los ciudadanos podamos ejercer su control. Y eso es parte de nuestra propuesta en el Gran Cambio.

Doy la bienvenida a todas las iniciativas que intenten organizar de alguna manera a la Sociedad Civil pero sin desviar el rol actual y posterior que debe tener en la salida de esta crisis. No existe una Sociedad Civil única, como no existe una representación de la humanidad porque somos seres humanos con expresiones diferentes. Existirán múltiples esas expresiones de los ciudadanos que tendrán sus representaciones legitimas y todas serán igualmente muy válidas y deberán continuar y fortalecerse; porque si hay algo que hemos ganado en estos últimos 20 años en Venezuela es la conciencia ciudadana de que nuestras vidas y la calidad en cómo la vivimos depende del ejercicio deficiente o eficiente de la actividad de los políticos que nos representan. Que nuestro rol como ciudadanos en la vida pública del país manifestado en una Oposición Civil fuerte debe ir más allá de ejercer un sufragio periódicamente. Y porque no lo hemos hecho es la razón por la cual nos hallamos en esta gravísima situación. No dejemos que nos arrebaten esa nueva condición ciudadana que hemos adquirido después de tanto sacrificio, haciéndola sentir para lo que vaya a suceder ahora y en el futuro de Venezuela.

Caracas, 27 de Abril de 2020

Email: luismanuel.aguana@gmail.com
Twitter:@laguana

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